Capítulo 5 : Llama a Linsey

Tras colgar el teléfono, Bryson regresó a la oficina para reunirse con el equipo legal.

Bryson miró a todos y preguntó con indiferencia: "¿Ha habido suerte con el problema de aduanas con nuestro envío?".

La sala quedó en un silencio sepulcral. Nadie se atrevió a hablar.

Fue entonces cuando Eunice Sutton, del equipo legal, intervino para intentar aliviar la tensión. "Bryson, por favor, no te preocupes. Hemos estado trabajando sin parar en esto, pero la aduana nos está dando problemas. Estamos haciendo todo lo posible".

El equipo legal del Grupo Higgins había estado trabajando hasta altas horas de la noche en este complicado caso, con innumerables reuniones a sus espaldas. Pero era una situación complicada que requería un toque delicado.

La frustración de Bryson era evidente cuando dijo con brusquedad: "¿Entonces ninguno de ustedes puede resolver esto? ¡Entonces no valen lo que la empresa les paga!".

La sala se quedó en silencio por un momento antes de que alguien respondiera bruscamente: "¡Si no podemos resolverlo nosotros, nadie podrá!".

Eran de los mejores en el sector, y la idea de ser superados era difícil de digerir.

Entonces, Bryson recordó algo que Linsey había mencionado.

"Consulta el Artículo 328, Cláusula 14 del Reglamento de Aplicación de Sanciones Administrativas Aduaneras".

"¿Eh?" Eunice, desconcertada, miró a Bryson, sin estar segura de a qué se refería.

Bryson parecía impaciente, esperando una respuesta concreta.

Sin preguntar más, Eunice agarró rápidamente el grueso libro de reglamentos, lo hojeó y entonces su rostro se iluminó. "¡Guau! Nunca pensé en usar esta regla. ¡Es una perspectiva completamente nueva!".

Luego se volvió hacia Bryson con entusiasmo en la voz. "¡Eres un genio, Bryson! ¡Encontrar una salida tan rápido!".

Bryson no dijo ni una palabra. La reacción de Eunice le hizo darse cuenta de que quizá había subestimado a Linsey.

"¿Conoces a Linsey Wheeler?", preguntó Bryson en voz baja y seria.

"¿Linsey?", preguntó. El rostro de Eunice reflejaba una mezcla de sorpresa y curiosidad.

¿Por qué Bryson mencionaría a Linsey?

Eunice, siendo abogada, sin duda sabía quién era Linsey. Linsey era un nombre importante en el mundo legal, famosa por sus excepcionales habilidades, sobre todo en casos comerciales no litigiosos.

Entre las abogadas, Linsey solía ser el primer nombre que les venía a la mente, algo que a Eunice le molestaba. Siempre veía a Linsey como una competidora imaginaria. Ahora, la repentina curiosidad de Bryson por Linsey la hacía recelar.

Fingiendo preocupación, Eunice dijo: "¿Te refieres a Linsey del bufete Paramountcy? Dicen que no es tan buena como parece. Dicen que ahorra dinero para ganar casos. Ten cuidado, Bryson. No dejes que te engañe".

Bryson comprendió la insinuación de Eunice.

Si Eunice lo sabía, significaba que Linsey tenía fama de acostarse con clientes para progresar en su carrera.

A pesar de su cautela, Linsey lo había superado en estrategia la noche anterior. Molesto consigo mismo, Bryson dijo con firmeza: "Continúa con la nueva dirección sugerida antes. Vendré mañana por los resultados".

Dicho esto, se fue sin decir nada más.

Eunice pisó el acelerador, furiosa. Antes, Bryson no había mostrado ninguna aversión hacia Linsey, y eso hizo sonar las alarmas en Eunice.

Proveniente de la familia Sutton, Eunice se unió al Grupo Higgins solo para estar cerca de Bryson. ¡Se suponía que solo la tendría a ella a su lado!

Ardiendo de celos, Eunice rápidamente puso a su equipo a buscar la información que Bryson necesitaba. Estaba decidida a mantener a Linsey lejos de Bryson.

Pero al revisar casos similares, vieron que otros habían intentado esta táctica y fracasado. Eunice estaba perdiendo la esperanza.

Al día siguiente, cuando Bryson preguntó, no se atrevió a mentir y solo pudo decir a regañadientes: "Lo investigué y las probabilidades de ganar con esa cláusula especial son escasas. Quizás deberíamos pagar para arreglar esto..."

"¡Basta!", la interrumpió Bryson. Estaba harto de la incompetencia.

Con el tiempo agotándose y las consecuencias aumentando, Bryson se sentía atrapado.

Pensó en Linsey y, sin otra opción, le envió un mensaje a Asher: "Necesito su número".

En el bufete Paramountcy, Linsey estaba ocupada con el papeleo, lista para llevar a Devin a juicio por drogarla. Estaba decidida a que se arrepintiera de sus fechorías.

En ese momento, alguien le puso un café en el escritorio.

"Bébete esto, te ayudará. Te ves cansado hoy", dijo una voz cariñosa.

Linsey levantó la vista y vio a Felix Payne, la viva imagen de la preocupación y la buena presencia. Su presencia la tranquilizó. "Gracias, Felix", dijo.

Felix había sido amigo de Linsey desde niños, siempre estaba ahí para ella, especialmente en el trabajo.

Linsey decidió no contarle el incidente de ayer con Devin. No quería aumentar sus preocupaciones y prefería lidiar con ello ella misma. Negó levemente con la cabeza y respondió: "Estoy bien, solo he tenido una noche de sueño difícil".

El rostro de Felix delataba su preocupación. "Tienes que cuidarte, incluso con todo el trabajo".

"Lo haré". Linsey le ofreció una sonrisa reconfortante y dio un sorbo a su café.

Felix, cambiando de tema, mencionó al Grupo Higgins. "¿Te enteraste de su lío con la aduana? Ganarlo podría impulsar el nombre de alguien en nuestro sector. Has hecho cosas similares, ¿verdad? Suena como una gran oportunidad para ti."

Linsey pensó en el caso. Se sintió un poco deprimida. Dada la actitud de Bryson ese día, probablemente no la dejaría aceptar el caso.

Linsey se tranquilizó con una ligera palmadita en el pecho. Con la actitud dura de Bryson, trabajar con el Grupo Higgins no parecía tan atractivo.

Antes de que Linsey pudiera profundizar en la conversación con Felix, sonó su teléfono. Era de un número desconocido.

"¿Hola?" Contestó Linsey.

La voz de Bryson resonó al otro lado. "Puedes encargarte del caso del Grupo Higgins. ¿Cuándo puedes reunirte?"