Dado por muerto, resurjo
img img Dado por muerto, resurjo img Capítulo 2
2
Capítulo 5 img
Capítulo 6 img
Capítulo 7 img
Capítulo 8 img
Capítulo 9 img
Capítulo 10 img
img
  /  1
img

Capítulo 2

Punto de vista de Elena Navarro:

Valeria abrió la boca para hablar, para tejer alguna nueva red de inocencia y dolor, pero las palabras nunca salieron.

Una mano, fuerte e implacable, se cerró sobre mi brazo.

-¿Qué demonios crees que estás haciendo?

La voz de Gerardo era un gruñido bajo junto a mi oído, fría y furiosa. Sus dedos se clavaron en la carne sensible de mi bíceps, justo sobre un moretón amarillento que se desvanecía del accidente. Un dolor agudo e irradiante subió por mi hombro y me estremecí.

Su agarre era como una tenaza de acero. Me hizo girar para enfrentarlo, su hermoso rostro una máscara de rabia. Sus ojos gris acero, esos que podían encantar a una ciudad entera, estaban entrecerrados y helados.

-Déjala en paz, Elena -siseó, su mirada desviándose hacia Valeria, que ahora parecía adecuadamente angustiada.

-Te dije que estaba inestable -murmuró Valeria, una lágrima ya trazando un camino brillante por su mejilla-. No está bien, Gerardo.

-¿Estás bien? -le preguntó a Valeria, su voz suavizándose instantáneamente con una ternura que no había usado conmigo en años. Ignoró por completo mi dolor visible, su atención centrada por completo en ella-. ¿Te hizo daño?

Mi corazón, un órgano estúpido y terco que pensé que finalmente había muerto en ese accidente, dio un vuelco doloroso. Siempre era así. Sin importar la situación, sin importar quién tuviera la culpa, su primer y único instinto era proteger a Valeria. Él era su caballero, su campeón.

Y yo siempre era el dragón.

-Yo no... -empecé, tratando de liberar mi brazo de su agarre aplastante.

Valeria dio un paso adelante, colocando una mano suave en el brazo de Gerardo. Su toque fue mágico. La tensión en sus hombros se alivió casi al instante.

-Gerardo, no lo hagas -suplicó suavemente, mirándolo a él y luego a mí con los ojos grandes y llenos de lágrimas-. Es mi culpa. No debería haber venido. Solo estoy causando problemas entre ustedes. Me iré.

La miré, hipnotizada por la pura maestría de su actuación. La autoculpa, la retirada elegante... era una clase magistral de manipulación, diseñada para pintarme como la villana y a ella como la trágica víctima atrapada en el fuego cruzado. Funcionaba cada vez.

-Solo le estaba diciendo... -intenté de nuevo, mi voz tensa.

Pero Gerardo no estaba escuchando. Su rabia, momentáneamente calmada por Valeria, ahora se redirigía hacia mí, magnificada diez veces.

En su furia, me empujó hacia atrás. No fue un empujón suave. Fue un golpe violento y furioso. Mi tacón se atoró en la pata de un expositor cercano, una estructura alta y endeble que sostenía un enorme y ornamentado arreglo floral en un pesado jarrón de cerámica.

El tiempo pareció ralentizarse. Vi cómo el expositor se tambaleaba, el jarrón inclinándose peligrosamente. Escuché a una mujer gritar.

Entonces, todo se vino abajo.

Un dolor cegador y explosivo estalló en el costado de mi cabeza cuando el pesado jarrón impactó contra mi sien. El mundo se inclinó, fragmentándose en un caleidoscopio de colores vertiginosos.

Mis rodillas se doblaron.

Mientras me desplomaba en el suelo, con la visión borrosa, lo último que vi fue a Gerardo. No me estaba mirando. Ni siquiera me dirigió una mirada.

Estaba atrayendo a Valeria a sus brazos, protegiéndola de las flores y el agua que caían, su cuerpo una muralla protectora a su alrededor. La sostuvo como si fuera la cosa más preciosa del mundo.

Sangre, tibia y pegajosa, comenzó a correr por mi cara, oscureciendo mi visión.

-Valeria, ¿estás bien? ¿Estás herida? -su voz era frenética, cargada de un terror que nunca antes le había escuchado, ni siquiera cuando vio mi coche destrozado y envuelto alrededor de un árbol.

Lo vi apartar con ternura un pétalo de su cabello, su mano temblando.

Ni una sola vez me miró, mientras yo yacía rota y sangrando en el suelo a solo unos metros de distancia.

El mundo se desvaneció en la oscuridad.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022