Capítulo 5 Episodio 5 Lucas Kang.

¡¡Papá!! ¿Qué haces? ¡¡¡Levántate!!! Mientras la chica lo agarraba por el brazo, ¡¡cállate!! si no quieres morir a golpes hoy dijo el padre jalando fuertemente su brazo de regreso para que no lo levantara, los demás padres comenzaron a agitar a sus hijas por los hombros preguntándoles si todo era cierto y que, si ellas tenían algo ver, ellas negaron todo alegando que eso fue plan de ella, la amiga que Lucas ignoró, los otros padres también se arrodillaron suplicando: señor Kang nuestras hijas no tienen culpa ellas son amigas desde la infancia y son fácilmente manipuladas, esta joven usa su ami

stad como medio de manipulación no es culpa de ellas.

¡si tienen culpa! no quiero escuchar excusas vanas para mí no me harán cambiar de opinión ya he decidido lo que sucederá dijo Lucas Kang, ¿papá que hacen? ¡¡¡Todos unidos son más poderosos que él!!! dijo la joven aún sin temor ni sentimientos de culpa siquiera, ¡¡que te calles!! ¿Que no entiendes cuando te digo que cierres tú maldita y problemática boca?, ¿quién es él? Preguntó la joven al darse cuenta del miedo no solo en su papá si no también en el rostro de los otros padres y ver la sonrisa de satisfacción de Lucas, ¿Hicisteis algo en su contra sin saberlo? ¿alguna vez me has visto actuar contra alguien sin investigar antes?, sé que es millonario ¿es suficiente no? Dijo la joven, ¡¡idiota!! Él es el mayor accionista de los centros comerciales que yo poseo y el verdadero dueño de la concesionaria que yo administro, además que también tiene acciones mayoritarias en cada una de nuestras empresas, la joven se quedó perpleja con lo que su papá estaba diciendo, las otras tres al escuchar eso le empezaron a explicar que no tenían nada que ver, que ella lo planeó todo sola y que tampoco conocían a los jóvenes que se llevaron a Sonia , Lucas respondió pero son amigas, no creo que no conozcan a los primos de su amiga que por cierto desde ayer por la noche están presos y me aseguraré que se pudran ahí, al escuchar eso, el padre de la joven que aún estaba arrodillado le suplicaba que los perdonara, que solo eran unos jóvenes imprudentes y malcriados que él se encargaría de reprenderlos, perdónelos señor por favor se lo suplico.

¡no lo haré! no los perdonaré, si perdonas este tipo de cosas ellos jamás respetarán la vida de las demás personas, la joven también se arrodilló y rogó que los perdonara, alegando que ellos solo la llevaron a la habitación lo qué pasó ahí no fue culpa de ellos, palabras que enfurecieron más a Lucas, con vos fuerte le reclamó, entonces piensas que drogar a alguien y llevarla sin su consentimiento a una habitación donde ni ella ni yo éramos dueños de nuestras acciones, ¿no es un delito? puedes rogar lo que quieras no te perdonaré, señor por favor es mi única hija la castigaré se lo prometo decía el padre mientras sujetaba el pie de Lucas, suéltame dije que no, ¿y que si es su única hija? la persona afectada también es la hija de alguien que la aman y los sentimientos de ambas para mi valen lo mismo, y en este caso su hija fue la que no respeto la vida ajena y se metió con quien menos debía, hay algo en este mundo que tienes que aprender dirigiendo la mirada con asco hacia la joven, que uno es responsable por sus acciones, todas y cada una de nuestras acciones.

le pediré perdón, la indemnizaré por el resto de su vida gritaba la chica suplicando de rodillas, a lo que Lucas la tomó por el cuello lleno de ira luego la soltó dejándola caer en el piso y le dijo: no me hagas perder la cordura por qué mi respeto al hecho de que tú seas mujer lo perdiste, cuando me drogaste y drogaste a la joven que trabaja honradamente en el resort, No te atrevas a acercarte a ella de nuevo ¿me escuchas?, ninguna de ustedes, señalándolos con su dedo, ni sus familias pueden si quiera tratar de tener contacto con ella, tus centros comerciales los absorberé, ¡lo verás!, te dejaré con lo necesario para sobrevivir y sus hijas irán presas y créanme estoy siendo considerado, la joven aún sostenía la parte de abajo del pie de su pantalón, ¡por favor perdóname!

¡suéltame! te dije que odio a las mujeres que se arrastran rogándole a un hombre, las otras tres hablaron de nuevo: ¡¡señor no tuvimos nada que ver!!, Lucas furioso las vio, y gritó ¡¡maldita sea!! claro que tienen que ver son cómplices, no quiero escucharlas de nuevo ni verlas en mi empresa, tampoco a ustedes que como padres son una decepción para la sociedad, si yo escucho sus miserables suplicas de nuevo les juro que será lo último que digan en su vida.