De Esposa de la Mafia a Mujer Libre
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Capítulo 4

Punto de vista de Elara:

La fiesta fue un torbellino de sonrisas falsas. Toda la élite de Monterrey estaba allí, buitres rodeando la celebración de su rey. Me paré al lado de Dante, el collar de diamantes frío y pesado contra mi piel, un recordatorio constante de mi jaula.

Isabella, envuelta en lentejuelas rojas, se deslizó hacia Dante, susurrándole algo al oído. Él me miró y luego le dio un seco asentimiento. Se me heló la sangre. El plan estaba en marcha.

Un momento después, se me acercó con una copa de champán en la mano.

-Elara, querida -arrulló, sus ojos brillando con malicia-. Te ves pálida. Un pequeño brindis te devolverá el color a las mejillas.

-No estoy bebiendo -dije, mi voz firme-. Por el bebé.

-Tonterías -insistió, empujando la copa hacia mí-. Es una celebración. Un sorbito no hará daño. -Su voz era dulce, pero sus ojos eran duros como el acero.

Intenté retroceder, pero estaba acorralada. Miré a Dante, una acción tonta y refleja. Él estaba observando, su expresión ilegible, pero no hizo nada. Él había aprobado esto.

-No la quiero -dije, esta vez más fuerte.

La sonrisa de Isabella se convirtió en una mueca de desprecio.

-¿Sigues haciéndote la víctima? Ahora eres una esposa del Cártel. Haces lo que se te dice.

Fingió un tropiezo, derramando el champán sobre la parte delantera de mi vestido. La multitud jadeó.

Isabella se llevó una mano a la boca con falso horror.

-¡Oh, lo siento tanto! Qué torpe de mi parte.

Dante finalmente se movió. Dio un paso adelante, su presencia silenciando los murmullos. Le quitó la copa de la mano a Isabella y luego tomó otra de una bandeja que pasaba. Me tendió una.

Sus ojos eran esquirlas de hielo.

-Bebe -la voz de Dante era baja, una amenaza sedosa contra mi oído-. Brinda conmigo, mi amor. Por nuestro heredero.

Sabía que no tenía opción. Negarme aquí sería un acto de desafío que él castigaría de formas que no podía imaginar. Tomé la copa, mi mano temblaba.

La levanté a mis labios, el olor dulce revolviéndome el estómago. Tomé el sorbo más pequeño posible, rezando para que fuera un engaño.

El fuego comenzó al instante. Era un calor abrasador y químico que se extendió por mis venas con una velocidad aterradora. Mi visión se nubló. Mis piernas se convirtieron en agua y la copa se me resbaló de los dedos, haciéndose añicos en el suelo de mármol.

Un calambre brutal se apoderó de mi abdomen, tan violento que me robó el aliento.

-¿Qué... qué tenía eso? -balbuceé, agarrándome el estómago mientras una ola de agonía me invadía.

Caí de rodillas, la habitación giraba. Miré a Dante, mi visión se estrechaba. Su rostro era una máscara de conmoción. La indiferencia total había desaparecido, reemplazada por un horror creciente mientras miraba de mi cuerpo atormentado por el dolor a su hermana.

-Isabella -gruñó, su voz un rugido bajo-. ¿Qué hiciste?

Isabella se rio, un sonido agudo y triunfante.

-Hice lo que tú fuiste demasiado débil para hacer. Resolví tu problema. Ahora no nos sirve de nada.

Su rostro se contorsionó con una rabia que nunca antes había visto. Esto no era parte de su plan. Quería una esposa dócil, no un heredero muerto.

-No -intenté gritar mientras otro calambre vicioso me desgarraba. Sentí un horrible y cálido torrente entre mis piernas-. Mi bebé...

Dante se abalanzó sobre Isabella, pero sus guardias personales, hombres leales solo a ella, intervinieron, bloqueándolo. Se movieron hacia mí, sus rostros sombríos. Iban a arrastrarme, a ocultar la evidencia.

-Dante -rogué, mi último pensamiento coherente dirigido al monstruo que era mi esposo-. No los dejes.

Él estaba luchando contra sus propios hombres, un animal enjaulado, su rugido de furia resonando mientras me sacaban de la habitación. Sus ojos, llenos de una rabia aterradora y asesina, fueron lo último que vi.

Luego, la oscuridad. Una manta espesa y sofocante llena de destellos de dolor, una violación que se grababa a fuego en mi alma. Y una única y penetrante agonía en lo profundo de mi abdomen que se sentía como si mi mundo se partiera en dos.

                         

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