El amor se desmoronó, pero su brillo resplandeció
img img El amor se desmoronó, pero su brillo resplandeció img Capítulo 1 Divorcio
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Capítulo 7 Una apuesta img
Capítulo 8 ¿Como si nunca hubiera pasado img
Capítulo 9 Beso de sangre img
Capítulo 10 El otro lado de Kellan img
Capítulo 11 Haciendo amistad con la hermana de Kellan img
Capítulo 12 Porque tu esposa me ofendió img
Capítulo 13 ¡Esa mujer no era una persona común! img
Capítulo 14 Una bofetada img
Capítulo 15 ¡¿A eso llamas ser padre ! img
Capítulo 16 Protegía abiertamente a Cathy img
Capítulo 17 ¡Esa pulsera debería ser mía! img
Capítulo 18 Ese era el precio por provocarla img
Capítulo 19 Te irás de esta casa con lo puesto img
Capítulo 20 ¿Cómo te atreves a llamarme por mi nombre img
Capítulo 21 Poner a Kellan de nuestro lado img
Capítulo 22 El torneo de carreras img
Capítulo 23 Cathy es Queen Night img
Capítulo 24 Rivales img
Capítulo 25 Kellan compite personalmente img
Capítulo 26 Kellan al rescate img
Capítulo 27 Reina Cathy, ha pasado mucho tiempo img
Capítulo 28 Demasiado cerca, demasiado peligroso img
Capítulo 29 Su rostro manchado de sangre bajo la luna img
Capítulo 30 Todo gracias al señor Curtis img
Capítulo 31 Discuten como una pareja img
Capítulo 32 Divorcio img
Capítulo 33 Una trampa evidente img
Capítulo 34 El jarrón antiguo se rompió img
Capítulo 35 La copa equivocada img
Capítulo 36 Perdiendo el control en público img
Capítulo 37 Alguien la está respaldando img
Capítulo 38 Problemas quirúrgicos img
Capítulo 39 ¡Qué arrogancia! img
Capítulo 40 Jonás Coleman img
Capítulo 41 Autoridad total sobre el procedimiento img
Capítulo 42 La operación comienza img
Capítulo 43 ¡¿Perdió la cabeza ! img
Capítulo 44 ¡Ella es la Sanadora Fantasma! img
Capítulo 45 Obligado a arrodillarse img
Capítulo 46 Mentiras al descubierto img
Capítulo 47 Kellan y su madre biológica img
Capítulo 48 Dos idiotas img
Capítulo 49 Cancelación del patrocinio img
Capítulo 50 Una historia de amor cara img
Capítulo 51 Arrodillarse para disculparse img
Capítulo 52 El ascensor se avería img
Capítulo 53 ¿Ya no le temes a la oscuridad img
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El amor se desmoronó, pero su brillo resplandeció

Evelyn Hart
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Capítulo 1 Divorcio

Habían pasado tres años desde que Cathy Fowler dijo sus votos matrimoniales, solo para descubrir que el hombre con el que se había casado la había traicionado.

Entró en la sala privada del club, dejando atrás la pesada puerta. Lo que vio en el interior le revolvió el estómago. Su esposo, Jayden Thorpe, tenía sus brazos alrededor de Marissa Briggs, quien llevaba puesto un impóluto vestido blanco, sus labios unidos mientras las risas y los gritos se elevaban de la mesa.

"¡El señor Thorpe y la señorita Briggs hacen la pareja perfecta!", exclamó alguien.

La llegada de Cathy paralizó por completo todas las conversaciones.

Jayden apenas se alteró, mirándola con una sonrisa practicada. "¿Qué te trae por aquí?", inquirió. "Solo nos estamos divirtiendo un poco". Ignorando su sorpresa, le hizo un gesto a Marissa. "Ella no aguanta el alcohol, así que tráele un café o algo".

Un zumbido sordo resonó en los oídos de Cathy, acallando el ruido de la sala.

Hubo un tiempo, tres años atrás, en que Jayden casi había muerto por ella. El choque que siguió... la borró completamente de su memoria.

Desde entonces, Cathy había ocultado su verdadera personalidad, desechando todo lo que amaba: guardó su mascarilla quirúrgica, abandonó sus sueños de ser piloto de carreras y enterró su pasión por el diseño, concentrándose en tratar su pérdida de memoria.

Toda esa esperanza ahora parecía carecer de sentido, destrozada en un instante.

"¿Recuerdas lo que me prometiste anoche, Jayden?".

Apenas unos minutos antes, un mensaje de un número desconocido había hecho que Cathy fuera corriendo al club en un instante. Tenía la camisa manchada de grasa y su cabello colgaba en mechones quebradizos y desiguales, dándole un aspecto descuidado.

Su esposo le había dado su palabra la noche anterior de que estaría en casa para la cena. Y ella había pasado el día preocupándose por cada detalle, con la esperanza de una velada tranquila juntos.

Sin embargo, ¡lo encontró alardeando de su infidelidad delante de todos!

Con un destello de fastidio, Jayden lo desestimó. "Tengo trabajo esta noche. No empieces nada aquí".

Sus ojos la escrutaron. Superficialmente, Cathy parecía de rostro fresco, con una belleza natural, pero para él, nunca daba la talla.

Solo era alguien que mantenía la casa en orden; nada más en ella destacaba.

"Es el cumpleaños de Marissa, así que no arruinemos la celebración", agregó.

Si se comparaba a las dos, Marissa parecía tenerlo todo: prestigio, dinero de familia y un futuro en la medicina. Según lo que le había dicho su abuelo, antes de perder la memoria, él había amado a Cathy tan profundamente que estuvo dispuesto a arriesgarlo todo por ella, incluso su propia vida. Pero ahora, Jayden solo lo consideraba absurdo.

Marissa se levantó de su asiento, con los ojos abiertos de par en par y en actitud de disculpa. "Por favor, no lo tomes a mal, Cathy. Hoy es mi cumpleaños y las cosas se nos fueron un poco de las manos. Realmente solo nos estábamos divirtiendo...".

Su tono dulce y su expresión la hacían parecer una víctima inocente atrapada en medio.

Para cualquiera, podría parecer que la otra la estaba atacando.

Cathy apretó los labios en una sonrisa que apenas ocultaba lo mucho que le dolía. "No sabía que los juegos de fiesta incluían tratar al esposo de alguien como si fuera un recuerdo de fiesta".

Si soportaba un poco más, olvidaría lo que significaba valorarse a sí misma.

Levantó la vista y sentenció: "Jayden, quiero el divorcio".

Esa sola frase pareció apagar todo el sonido de la sala.

Una extraña tensión se apoderó del pecho del hombre al mirarla a los ojos, más fríos que nunca.

Todos aquí sabían lo mucho que Cathy lo había amado.

"¿Divorcio?". Jayden casi se rio, restándole importancia al asunto como si ella estuviera exagerando. "Está bien. Solo no vengas arrastrándote después".

Marissa, todavía resentida por las palabras de Cathy, se acercó con una sonrisa forzada. "No culpes a Jayden por esto. Honestamente, yo debería ser la que...".

Un chapoteo la interrumpió.

Cathy arrojó su café, salpicando a Marissa directamente en el vestido y el rostro. "Ya que estás tan ansiosa de asumir la responsabilidad, señorita Briggs, considéralo hecho".

Marissa soltó un grito ahogado, demasiado aturdida para moverse.

Su peinado perfecto ahora estaba pegado a sus mejillas y rayas de maquillaje corrían por su rostro.

Ni una sola persona se atrevió a hablar, mientras el silencio caía sobre la sala como una pesada cortina.

Todos sabían que Marissa siempre había estado protegida por la riqueza de su familia; ¡nadie se había atrevido jamás a humillarla tan abiertamente!

Su aspecto dulce e inocente había desaparecido por completo.

Exclamó: "¡¿Te volviste loca, Cathy?!".

Por su parte, un escalofrío recorrió a Jayden. Esta no se parecía en nada a la esposa tranquila que recordaba, la que siempre dejaba pasar las cosas.

El tono de Cathy se mantuvo frío como el hielo. "¿No es esto exactamente lo que querías, señorita Briggs?". Sin vacilar, levantó el celular para que todos lo vieran. Luego dijo, con la voz cargada de ironía: "Te tomaste la molestia de enviarme el número de esta habitación. Por supuesto que no podía dejar pasar tu invitación".

Tocó la pantalla para mostrar el mensaje anónimo y, un segundo toque, reveló el código de rastreo con la dirección IP y la información de contacto que estaba detrás.

La gente se acercó, con la mandíbula desencajada, mientras la verdad salía a la luz.

Todas las pruebas recayeron directamente sobre los hombros de Marissa.

"¿Así que me invitaste solo para que los sorprendiera en pleno acto? ¿Jayden lo sabe?".

Todas las miradas se posaron sobre Marissa, quien, perdiendo la confianza, titubeó.

Se le llenaron los ojos de lágrimas, pero negó con la cabeza desesperadamente. "¡Yo no hice nada! ¡Esto es un error!".

Pensaba que había cubierto sus huellas, pero se tambaleó al ver sus datos en la pantalla del celular de Cathy. Los códigos se remontaban directamente a su dirección, exponiéndolo todo.

Lágrimas silenciosas corrían por sus mejillas, pero ni así confesó.

Se volvió hacia Jayden y dijo: "Te lo juro; no tengo idea de cómo sucedió esto".

Las manchas de café no significaban nada para Marissa en ese momento. Toda su atención estaba centrada en proteger su imagen impecable; ¡nada era más importante que proteger su reputación!

"Obviamente, alguien está tratando de incriminarme. Esto es solo una broma cruel".

Su plan original era simple: humillar a Cathy y obligarla a retroceder. Ahora, ¡el tiro le había salido por la culata y ella estaba en el punto de mira!

Jayden frunció el ceño, confundido.

Su instinto le decía que apoyara a Marissa, pero ver a su pareja ahí, con los hombros caídos y tan visiblemente herida, lo descolocaba de una manera que no podía explicar.

Todo eso le parecía casi absurdo a Cathy. Si Jayden no hubiera perdido la memoria, ¿se quedaría ahí en silencio?

Lo miró sin rastro de calidez. "A partir de ahora, señor Thorpe, hemos terminado".

La mandíbula de Jayden se apretó. Hasta ese momento, su esposa siempre había aceptado sus errores en silencio.

Y ahora, ella actuaba como si una simple ronda de juegos de fiesta fuera imperdonable, y no entendía por qué, de pronto, estaba tan decidida a terminar con todo.

            
            

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