Capítulo 5

Elisa POV:

Estaba en una cervecería artesanal con Jimena, mi mejor amiga y la abogada de familia más brillante de la ciudad. Mi teléfono vibró sobre la mesa. Un mensaje de Damián.

"¿Dónde estás?"

Lo ignoré.

Jimena levantó una ceja.

-¿No vas a contestar? Eso es nuevo. Normalmente tiene que estar en su lecho de muerte para escribirte primero.

-Se va a enojar -dije, tomando un sorbo de mi cerveza. Las palabras se sentían extrañas, como una línea de una obra en la que ya no tenía parte. El miedo se había ido. Durante años, la idea de la ira de Damián había sido un nudo frío en mi estómago. Ahora, era solo un hecho, tan neutral como el clima.

-Que se enoje -dijo Jimena, con una sonrisa afilada-. Ya era hora.

Me quedé fuera hasta tarde, más tarde de lo que lo había hecho en años. Hablé y reí con Jimena y Julián, el dueño de la cervecería y un viejo amigo de la universidad, hasta que me dolieron las mejillas. Se sintió como volver a respirar después de haber contenido el aliento durante mucho, mucho tiempo.

Cuando llegué a casa, el apartamento estaba a oscuras, excepto por una rendija de luz debajo de la puerta de la cocina. Damián estaba de pie en la encimera, con un vaso de agua en la mano, con aspecto de haber estado esperando.

No preguntó dónde había estado. No ofrecí una explicación. Nos cruzamos en el pasillo como dos barcos en la noche, extraños en nuestra propia casa.

Me duché y me metí en mi lado de la cama, las sábanas frescas un alivio bienvenido. Acababa de cerrar los ojos cuando el colchón se hundió a mi lado. Un brazo se deslizó alrededor de mi cintura, atrayéndome contra un pecho duro. Sus labios estaban en mi cuello.

Era una rutina familiar. Era esa época del mes, la pequeña ventana de oportunidad en la que él realizaría sus deberes maritales en nuestra silenciosa y continua búsqueda de un hijo del que nunca hablábamos. Nunca fue afectuoso, nunca tierno. Era una transacción.

Pero esta noche, mi cuerpo se rebeló. Mientras intentaba besarme, mis manos volaron hacia arriba, empujando con fuerza contra su pecho. Fue un rechazo visceral y reflejo.

El movimiento fue tan abrupto que nos sobresaltó a ambos. Se congeló, luego encendió la lámpara de la mesita de noche. La luz dura inundó la habitación. Me miró fijamente, con los ojos entrecerrados por la incredulidad.

-¿Cuál demonios es tu problema? -exigió.

Miró el calendario en mi mesita de noche, donde llevaba la cuenta de mi ciclo.

-Es el momento adecuado -dijo, como si eso lo explicara todo. Como si mi cuerpo fuera una máquina que debería funcionar según su horario.

Me di la vuelta, dándole la espalda.

-Estoy cansada, Damián.

Las palabras eran las mismas que había usado innumerables veces antes, un escudo endeble contra sus avances no deseados. Pero el tono era diferente. Antes, era una súplica. Esta noche, era un despido.

Se quedó mirando mi espalda durante un largo momento. Luego, con una maldición, apartó las sábanas y salió furioso de la habitación. Oí la puerta de la habitación de invitados cerrarse de un portazo al final del pasillo.

La antigua Elisa se habría quedado despierta toda la noche, con el corazón dolido, preguntándose cómo arreglar esto, cómo recuperar su favor.

La nueva Elisa cerró los ojos.

Y por primera vez en años, dormí toda la noche, un sueño profundo, sin sueños y profundamente pacífico.

A la mañana siguiente, me desperté sintiéndome renovada y con la mente despejada. Había preparado el desayuno -una ofrenda de paz de tostadas quemadas y huevos fríos- antes de irse a trabajar. Lo raspé y lo tiré a la basura.

En la oficina, estuve más concentrada y productiva de lo que había estado en meses. Finalicé una propuesta de diseño que había estado languideciendo en mi escritorio, mi mente aguda y despejada de ansiedades domésticas.

Durante mi hora de almuerzo, entré en la oficina de mi jefe.

-Jimena es una gran amiga -dije-, pero para esto, creo que es mejor tener a alguien que no esté tan cerca de la situación. ¿Todavía tienes la información de contacto de ese abogado de divorcios que usaste?

            
            

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