Los Bebés del Médico Mafioso.
img img Los Bebés del Médico Mafioso. img Capítulo 2 Shin-yu
2
Capítulo 6 Shin-yu img
Capítulo 7 Shin-yu img
Capítulo 8 Shin-yu img
Capítulo 9 Do-hee img
Capítulo 10 Shin-yu img
Capítulo 11 Shin-yu img
Capítulo 12 Enquanto isso... img
Capítulo 13 Do-hee img
Capítulo 14 Do-hee img
Capítulo 15 Enquanto isso... img
Capítulo 16 Do-hee img
Capítulo 17 Do-hee img
Capítulo 18 Shin-yu img
Capítulo 19 Do-hee img
Capítulo 20 Shin-yu img
Capítulo 21 Shin-yu img
Capítulo 22 Do-hee img
Capítulo 23 Do-hee img
Capítulo 24 Do-hee img
Capítulo 25 Shin-yu img
Capítulo 26 Shin-yu img
Capítulo 27 Do-hee img
Capítulo 28 Shin-yu img
Capítulo 29 Do-hee img
Capítulo 30 Shin-yu img
Capítulo 31 Shin-yu img
Capítulo 32 Shin-yu img
Capítulo 33 Shin-yu img
Capítulo 34 Do-hee img
Capítulo 35 Enquanto isso... img
Capítulo 36 Shin-yu img
Capítulo 37 Shin-yu img
img
  /  1
img

Capítulo 2 Shin-yu

La noche estaba envuelta en sombras, las luces de la ciudad parpadeando a lo lejos, como si presintieran la tormenta que se acercaba. Yo, Shin-yu, me movía en silencio, la adrenalina corriendo por mis venas. El terreno enemigo estaba a la vista: un almacén abandonado, rodeado de hombres armados, listos para defender lo que creían suyo.

Con un gesto sutil, señalé a mis hombres. La máscara de piel ocultaba mi verdadero rostro. El primer disparo resonó como un trueno, rompiendo el silencio. Avancé, los músculos tensos, cada paso cargado de determinación. La silueta de un enemigo apareció en mi mira; apreté el gatillo. El impacto fue satisfactorio, un recordatorio de lo que estaba en juego.

Más disparos se oyeron, las balas cortando el aire. Las voces de mis hombres se mezclaban con los gritos y los sonidos de las armas, creando una sinfonía de caos. Me movía con precisión, esquivando un ataque mientras respondía con la fuerza de un hombre decidido a conquistar.

Sentí el calor de la batalla, la excitación creciendo a medida que el territorio se volvía nuestro. Un último enemigo se interpuso en mi camino, pero con un movimiento rápido, terminé la pelea. El almacén, ahora en silencio, era un recordatorio del poder que llevábamos. El territorio era mío. La advertencia estaba hecha: nadie se interpone entre Shin-yu y lo que es suyo.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022