Bajo la misma luna
img img Bajo la misma luna img Capítulo 2 II
2
Capítulo 6 VI img
Capítulo 7 VII img
Capítulo 8 VIII img
Capítulo 9 IX img
Capítulo 10 X img
img
  /  1
img

Capítulo 2 II

Llego a la entrada de mi casa y veo a un par de guardias parados, al verme, me piden de forma amable que los siga y eso hago. Trago saliva con dificultad y mis manos me tiemblan, mi cabeza me da vueltas y más cuando subo a la hermosa carroza.

Estando dentro, me sorprendo a ver a varias mujeres de mi edad, ellas también me voltean a ver, pero solo de reojo y vuelven a perderse en sus pensamientos, bajo un poco la mirada y tomo asiento a lado de una chica de cabello castaño. Estando a su lado, escucho como dice algunas palabras entre dientes, se le escucha bastante molesta, es mejor no dirigirle la palabra ahora mismo.

La carroza se pone en marcha y el suave movimiento hace que me mezca un poco en mi asiento, de momentos choco un poco con la chica que está a mi lado, pero parece que esto no le importa y sigue sumergida en sus pensamientos, menos mal, no necesitamos crear un conflicto dentro de este pequeño espacio, en especial estando todas tensas.

El transporte se para un par de veces y otras mujeres suben, lo bueno es que todavía queda espacio. Al final, termine sentada a lado de la ventana, apretada y un poco incómoda, para mi mala suerte, la chica que está a lado de mí huele extraño, en algunas ocasiones arrugo la nariz de forma disimulada, no quiero ofenderla.

El camino hacia el palacio es aburrido, estresante y muy incómodo, tengo ganas de romper el hielo y tratar de conocer a las mujeres que están aquí, pero nadie tiene cabeza para entablar una amistad en estos momentos. Sin saber que más hacer, recargo mi cabeza contra la ventana y miro hacia el cielo, esperando a que todo esto sea un mal sueño y que cuando despierte, estaré en mi cama con mi madre gritándome desde la cocina diciéndome que ya es hora de empezar el día.

Alessio.

La noche anterior.

Estoy harto de despertar todos los días solo, últimamente ninguna de mis amantes me llena como antes y eso me frustra aún más. Como todas las noches, me encuentro en mi habitación con mi amante predilecta, Silva.

Ella es una mujer muy hermosa, arrebata la mirada de cualquier persona que la vea, su cuerpo está muy bien definido, además de que sus atributos son muy generosos. Cada vez que la embisto, sus perfectos senos rebotan una y otra vez, su piel es suave y tersa, sus labios son carnosos y rosados, muy apetecibles.

Una vez que hemos terminado, me tumbo sobre mi lado de la cama, ella se acomoda sobre mí como siempre y recorre mi torso con una de sus manos, para después depositar algunos besos, volteo a verla y ella me dedica una enorme sonrisa. Se ve completamente satisfecha.

-¿Qué tienes, querido? Te noto... distante.

-Estoy bien, ahora vete... que mañana tengo mucho que hacer.

Ella se sube encima de mí y deposita pequeños besos en mis labios, mueve sus caderas y roza su vagina contra mi pene, tratando de volverme a excitar, pero ya no tengo ganas de estar con ella, así que me levanto de la cama, tumbándola sobre ella, la tomo del brazo y la llevo hasta la entrada de mi cuarto, antes de sacarla, le entrego su ropa.

-Te dije que te fueras, que tengo muchas cosas que hacer mañana.

Sin esperar a que responda, cierro la puerta de un portazo y de mala gana regreso a mi cama, miro el techo y me pierdo por un largo rato en mis pensamientos, he conseguido muchas cosas, lo tengo todo o al menos casi todo. Me tallo la cara con fuerza y resoplo varias veces, una parte de mí se siente completo, pero, por otra parte, tengo ansias de encontrar a mi hembra, mi guía espiritual me ha dicho que, cuando ella llegará a su edad fértil, la podría sentir.

Darle vueltas al asunto no me traerá nada a mi vida, más que enojo y desesperación, estoy cansado de estar solo, quiero a mi hembra a mi lado y tener una familia, mi corazón todavía alberga la esperanza de poderla encontrar... de lo contrario, seguiré con mi vida como hasta ahora y aunque ella llegue a mi vida, no me va a importar.

Más relajado, me acomodo en mi cama y cierro los ojos, dejándome llevar por el cansancio. Antes de quedarme completamente dormido, le ruego a Chandra que me permita conocer a mi hembra, que se apiadé de mí.

A mitad de la noche, un terrible dolor se apodera de mí, al punto que un poderoso rugido se me escapa, me levanto de la cama y dando tropiezos llego hasta uno de mis estantes y tiro todo al suelo en un arranque de ira, luego camino hacia el baño, derribando la puerta y voy directo al lavabo, abro la llave y me enjuago la cara varias veces, esperando que esto alivie mi dolor, pero eso no ocurre.

Levanto mi mirada hacia el espejo y noto que mis ojos se han puesto de color morado ligeramente oscuros, puedo notar ciertos destellos azules en el centro. Paso mis manos por mi cabello varias veces, tratando de entender que me ocurre, mi mente está hecha un caos y no se diga de mi corazón, que no para de latir con fuerza.

Vuelvo a enjuagarme la cara para después salir de mi habitación, gritando y rugiendo. Con mucha dificultad llego a mi despacho y grito el nombre de mi guía, quien aparece a mis espaldas, claramente agitado por mi llamado tan fúrico.

-¡Explícame que me ocurre!

Lo miro por unos instantes por encima de mi hombro y luego me giro sobre mis talones, él abre los ojos de par en par, noto que trata de romper el contacto visual, pero no puede, trata de tranquilizarme, pero enseguida golpeo su mano con fuerza, creo que tengo el rosto rojo de coraje.

-Majestad... su hembra, ya está en sus días fértiles.

Al oír esto camino hacia mi escritorio y aporreo las manos contra él, haciendo que varias cosas se caigan, entre ellas, mi tintero. Cada vez que exhalo, lo hago con fuerza, ahora mismo tengo sentimientos encontrados.

-¿Estás seguro?

-Tan seguro como que la luna está en el cielo, alumbrando nuestro reino.

Sin decir nada más, me voy de regreso a mi habitación, sentándome en la orilla de la cama y mirando al piso. Me siento aliviado de que Chandra haya respondido a mis suplicas, pero ahora... ahora tengo a una hembra por quien velar y cuidar.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022