Capítulo 4 4

Miro sobre su hombro para encontrar a Astyrian apoyado contra él marco de la puerta, sus ojos idénticos clavados en las extrañas acciones de su hermano con un profundo ceño fruncido y un cigarrillo colgada entre sus labios descuidadamente. Su apariencia era desalineada, como si recién acabara de despertarse.

Paxton sacudió el pedazo de seda en el aire, como si fuera obvia cada una de sus acciones. Miro el aspecto de su hermano con disgusto y luego rodó sus ojos.

-Buscando pruebas de que esta chica pertenece a los iluminatis -Paxton dijo, odiando cada segundo de ese momento-. ¿Acaso no es obvio?

Astyrian elevo una de sus cejas, dándole a su hermano una mirada letal, odiaba él sarcasmo. Especialmente si era en su dirección.Saco el cigarrillo de sus labios y hizo una ceña con su cabeza hacía la maleta.

Astyrian era idéntico a su hermano, pero cualquier persona podía diferenciarlos al verlos, Paxton era una persona derecha, prolija en cada aspecto tanto físico como mental y educado todos los instantes que hablaba con las personas. Astyrian era descuidado, terco y gruñón. Su mal humor era habitual todos los días, como sus pocas ganas de hablar con la gente y su vibra negativa. Raramente sonreía por algo que no fuera por su humor negro.

-Veo eso, pero no entiendo por que mierda lo haces. Pareces un bicho raro y creo que es malditamente escalofriante -opino su gemelo, mirando un poco la habitación pero luego enfocando su atención en sus pies mientras el humo salía de sus labios.

Paxton noto como su hermano se mantenía en el marco de la puerta, sin dar un paso adentro de la habitación, sonrío con ironía.

-¿Escalofriante me dices a mí? -su gemelo pregunto con incredulidad, revolviendo más cosas dentro de la maleta rosa.

Paxton guardo la tela en el bolsillo de sus jeans, se encontró con ropa interior de encaje y transparencia. La curiosidad brillo en su mirada pero luego guardo la tela con rapidez, pero sé contuvo al saber que Astyrian seguía parado cerca y si veía su entretenimiento, probablemente la curiosidad iba a despertar en él.

Paxton no se sentía con ánimos de compartir información, no lo iba a hacer y estaba decidido. Tenía un as bajo la manga, por que cuando Astyrian note la presencia de Clove, Paxton iba a estar ahí para refrescar con mucha satisfacción la mente de su hermano por sus decisiones, que el decidió ignorarla.

-No hace falta repetir que Marilyn té mataría si te ve fumando dentro de casa.

Paxton puso cada cosa cuidadosamente en su lugar, cerro la maleta y la puso a un lado de la cama. Como si sus manos escurridizas no hubieran estado ahí antes, puso sus manos detrás de su espalda y miro a su hermano.

-¿Me veo como si eso me importara? -fue lo último que dijo Astyrian, antes de darse la vuelta para volver a su habitación.

Pisando fuerte, gruñendo y con su cara de pocos amigos, ese era Astyrian. Él probablemente chocaría tu hombro si pasara por tu lado, no sé disculparía por eso.

Paxton siguió su paso, caminando en una direccion distinta antes de cerrar la puerta detrás de el.

Clover rodó sobre su cuerpo, abriendo los ojos de golpe notando que aún no había amanecido. Necesitaba un vaso de agua, sé dio cuenta de que el viaje había sido agotador cuando apenas subió a su habitación, lo primero que hizo fue cerrar sus ojos.

La casa estaba en completo silencio cuando puso un pie sobre la suave alfombra del suelo, el leve recorrido que le había dado Marilyn le bastó para recordar en donde estaba la cocina. La casa estaba peligrosamente silenciosa, lo único que se podía oír eran los ruidos del bosque. Con pasos lentos, se dirigió hacia la cocina.

Los ojos vividos de Astyrian Brycer parpadearon bajo la luz de las estrellas, acostado sobre el techo de la casa y con un cuchillo entre sus manos, la punta de la hoja afilada hacía heridas intencionales en la yema de su dedo indice. Había estado así los últimos treinta minutos, sin sentir dolor.

-¿Lo estas disfrutando? -preguntó la chica que acostada a la altura de sus caderas, su labial rosa estaba corrido a los lados de su rostro y sus ojos brillaban con esperanza.

¿Realmente lo estaba disfrutando? Él estaba demasiado sumido en sus pensamientos para sentir todo placer en ese momento. Sin despegar sus ojos del cielo, respondió con aburrimiento.

-Es mejor cuando no hay charla en el proceso.

El no sentía que el contacto sexual sea lo mas apropiado en ese momento, solo era una excusa para sentir algo mas que no sea odio por si mismo. Pero no estaba funcionando, su mente estaba a mil por hora, cerro los ojos por un segundo.

Las mejillas de Megan se pusieron rojas.

Su rostro apenas podía expresar la emoción cuando esa tarde Astyrian Brycer se acerco al mercado de su padre, Megan había comenzado a trabajar ahí para ayudar con la familia, sé sorprendió cuando el chico mas misterioso de todo Sparrow la invito, -luego de halagar su cabello- a su casa esa noche, Megan se había escapado de su casa para encontrarse con él esa noche.

-Lo lamento.

-No lo hagas, no es tu culpa.

Megan se sintió un poco mas reconfortada por eso, pero seguía con evidente curiosidad mientas observaba el cuchillo.

-¿Por que el cuchillo?

Astyrian detuvo el movimiento del arma, la esquina de su ojo titilando levemente. Siguió admirando el cielo estrellado.

-Hay muchos animales salvajes por aqui, no queremos que algo malo té pase Meggie -dijo por fin, con lentitud-. Ya es hora de que té vayas a la cama.

Astyrian dejo el cuchillo de lado, guardo su pertenencia dentro de sus pantalones e ignoro la expresion de decepcion que puso Megan. Sé sentia especialmente fastidiado mientras acompaño a la chica de rizos hasta que salío de su propiedad para luego volver a su casa.

Consideraba el insignificante techo de la casa como su lugar de paz, pasaba horas y horas mirando las estrellas, acompañado de un cigarrillo. Pero estaba tan frustrado consigo mismo, que ahora se odiaba por haber contaminado él lugar que consideraba privado.

Y no válio la pena.

Segundo, en el entrenamiento para béisbol de ese día, casi pierde el control de su ira a causa de uno de sus compañeros de equipo por no esforzarse para el juego de la temporada. ¡Maldito Clarxton Ellis y sus dos pies izquierdos!

Astyrian quería clavar un hacha en su cuello.

Sé detuvo a mitad de camino, viendo a un pájaro cerca de la fuente del jardin trasero. Al percatarse de Astyrian, el pájaro estiró su cuello y soltó un sonido bullicioso.

Con lentitud, saco la pequeña navaja de sus pantalones de dormir, él pájaro miro con inocencia en su dirección. Su muñeca se lanzó hacia atrás y luego adelante, la cuchilla atravesó la garganta del animal.

Él pájaro sé quedo quieto, con los ojos abiertos y luego su cuerpo chapoteo contra el agua de la fuente al caer, el chico se acerco para sacar la navaja. Sus dedos se mancharon de sangre pero sonrío al ver la sustancia.

Por fin, un poco de tensión se descolgó de sus hombros mientras volvía a la casa. Probablemente su madre se iba a horrorizar cuando vea el pájaro muerto en la fuente por la mañana.

Cuándo entró a la cocina, noto que la puerta de la heladera estaba abierta, siendo la única iluminación en la oscuridad. Ese debía ser Paxton y sus maldita costumbre de dejar la heladera abierta.

Astyrian empujó la puerta con fuerza, pero algo lo impidió. Más bien, alguien.

-¡Auch! -exclamo una voz femenina.

Probablemente el rostro más hermoso y el cabello más singular que Asytiran vio en su vida salió a un costado de la puerta. Un enfurecido rubor cubría el rostro femenino, junto con un ceño fruncido.

-¿Tú?¿Cuál es tu problema? -la chica frunció el ceño-. No soy un maldito relleno de sándwich, lamentó que no puedas comerme.

Astyrian parpadeó un poco, observándola con detenimiento. Cabello rosa pálido recogido, profundos y grandes ojos marrones, repletos de enojó, aparentemente dirigido a él. Cuerpo pequeño pero curvilíneo, cubierto con poca ropa.

Astyrian sentía su boca secarse más y más.

-¿No fue suficiente que hayas revisado mí maleta? Por qué adivina qué, cuándo fui a buscar mí braga favorita ya no estaba ahí -su firme pero suave tono de voz sonó acusador, clavando un dedo en su dirección.

Astyrian frunció él ceño, dándose cuenta de que el eje del enojo de la pequeña chica estaba dirigido a su gemelo, pero para su desgracia los estaba confundiendo.

-No soy Paxton, cariño. Té recomiendo que no me vuelvas a comparar con él.

La chica se congeló en su lugar, Astyrian sonrió pero luego la mueca se esfumó al ver lo que ella sostenía en su mano izquierda, tan cerca de su trasero.

-¿Esos son mis dulces?

Clover seguía estática en su lugar, solo mirándolo fijamente. Demasiado sorprendida para asimilar que no sólo había uno de él, si no que habían dos.

-¿Tus dulces? No recordé ver un nombre en ellos -hablo por fin, cruzándose de brazos.

-Oh, hablas. Segunda cosa que te recomiendo no hacer, no agarres cosas que no te pertenecen -el sé acerco unos pasos hacia ella, notando lo pequeña que era a su lado-. O mejor, no vuelvas a tocar cosas que me pertenecen.

Clover sonrió, sin mostrar los dientes. Esta casa estaba llena de sorpresas. Él chico observó cómo la pelirosa se llevaba un dulce a sus gruesos labios y lo comía con lentitud.

-¿O que? ¿Vas a cerrar la puerta de la heladera conmigo adentro otra vez? -Clover alzó sus cejas de arriba abajo, le dió una mirada al cuerpo del chico y luego volvió a sonreír-. De ti, me gustaría un castigó peor.

Dando saltos mientras tarareaba la chica se dirigió a la escalera para irse a su habitación. La mano de Astyrian se apretó en la mesa de mármol a su lado, sus nudillos se pusieron blancos.

Sentía una creciente irá provocado por tres factores, su hermano, la mocosa niña que acababa de comer sus dulces y por último con su hermano otra vez.

Lentamente Astyrian comprendió el inusual comportamiento de su gemelo. No sólo planeó esconder que la visitante probablemente iba a ser un deseó de ambos, no había compartido esa información con Astyrian.

Paxton no perdía el tiempo, al menos no en las cosas que no le interesaban. Sus acciones siempre tenían un objetivo.

Él chico sintió una mezcla de nuevas sensaciones por la chica de cabello rosa, tal vez era por su comportamiento desafiante o por su valentía, una sonrisa malvada que reflejaba su propia alma se alzó en sus labios.

De ti, esperaría un castigó peor. Y solo eso basto que para que Clover firmé el segundo contrató con él diablo. Por qué Astyrian estaba más que dispuesto a darle un castigó peor.

Para desgracia de Paxton, su hermano ahora compartía el mismo objetivo que el.

            
            

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