- Quiero que hablemos de algo. - dijo con esa voz ruda y firme. Solo afirmé con la cabeza como si me hipnotizara con su voz. Al final salimos de las clases y nos fuimos a un parque. Al sentarnos pude sentir como su respiración se aceleró, antes de que él dijera algo me llega un mensaje de Noé Amiga, Bruno tiene novia. Me preguntaba porque me importaría eso a mi, o porque me lo había dicho. Pero sentí como mi corazón estalló y se rompió, fue extraño. Trate de actuar normal.
- Habla rápido o me iré. - dije algo enojada y frustrada.
- Bien, dame tiempo Daniela no es fácil por el amor de Dios
- ¿Se murió alguien? ¿Es tan difícil?
- Contigo todo es complicado - reprochó
- Oh discúlpame, señor Bruno perfec... - no me dejó terminar porque me interrumpió diciendo
- , Pero me encantas así. - Me quedé sin palabras y yo nunca, NUNCA me quedó sin ellas y menos delante de este
- Habla. - repetí.
- Dani quiero que sepas que... - respiró profundo.
- golpeé a tu novio aquella noche. - esperen, ¿era esa estupidez? ¡¡¡¡Bromeas, maldito gorila!!!! Lo odio. Juega conmigo de esa manera, espera, no siento nada por el, porque me pongo así.
- Ex novio. - Aclare.
- Y no importa se lo merecía. Si era todo me voy. - Me levante y antes de que diera un paso él estaba enfrente de mi a centímetros de mis labios, sus ojos no dejaban de mirarme de esa manera que me hacía débil y esa sensación no me gusta para nada. Me besó. Tan lento y suave que sentí que no me hacía falta nada más.
- Perdón, esto está mal. - dijo como si fuese un error besarme. Pensé lo que dijo y me reí en su cara pero lloraba por dentro.
- Claro, un error.
- No, no quise decir...
- Sabes qué, piérdete imbécil. Y cuidado que tú novia no se enteré. - Me fui a pasos rápidos para mi casa. Mis padres no estaban así que me hice de comer, llame por videollamada a Noé para contarle todo mientras me duchaba y me arreglaba.
- Es un idiota
- Si lo sé, como se atreve Si quiere jugar juega tú también - sonreí de malicia ante eso.
- Buena idea, por eso te amo, adiós. - Le cerré antes de que dijera algo, que seguro iba a decirme algo.
Terminándome de arreglar tome mis llaves y fui directo a la casa de Bruno. Toque la puerta y para mi desgracia abrió la zorra de Sharlott, como la odio, pero no arruinaría mi plan.
- ¿Está Bruno? - pregunté descaradamente
- No, adiós. - Antes de que cerrará apareció él
- ¿Dani? - se asomó a la puerta para verme, Sharlott se fue.
- Entra. - nos sentamos.
- Déjanos a solas Sharlott. - dijo nervioso. -
Está bien. - dijo de mala gana subiendo las escaleras
- Véte. - vuelve a decirle para que apresurara El Paso
- Pero...
- Ahora. - ella se enojó, me miró mal y salió por la puerta. Sonreí ante eso tan satisfactorio.
- No hacía falta eso.
- Créeme que si.
- ¿Te acostaste con ella? - eso salió de la nada.
- Eso no importa ahora
- Es verdad - para que pregunte eso
- Si...
- tranquilo, tampoco es como que me interesara mucho- mentira.
- Perdón por lo del parque, no es un error, todo lo contrario
- No te creo bruno, eres un falso de mierda.
- Te lo juró - Ahorra tus palabras de perro arrepentido y escucha. Ese beso nunca pasó, no lo menciones, jamás
- Déjame demostrarte que puedo...
- ¿Que puedes que?. Me das risa. Adiós, hablamos.
- me levante, camine hasta la puerta y antes de abrirla Bruno me gira para besarme, lo hizo de nuevo, esta vez las cosas fueron a más, me llevo hasta el sofá, me quitó la ropa, él la suya... y....
Me desperté en la cama desnuda solo con unas sábanas por encima de mi, mire a mi lado y él no estaba y tampoco mi ropa. Me levanté, busque algo de él para ponerme, me puse mis botas, tome mi bolsa, baje y era de noche. Vi a Bruno en el sofá acostado viendo la televisión muy tranquilo, lo miré sin decir nada, camine hasta la puerta y para mi mala suerte tenía seguro por lo cual él me escuchó.
- Hey preciosa, ¿A dónde vas? - ¿Por que me habla así?, está yendo muy lejos. Aunque admito que ahora lo veo mucho más atractivo. No.
- A mi casa, abre la puerta.
- Tu ropa estaba en la cesta
- Como sea, la pasó a buscar otro día
- ¿Entonces habrá otro día? - trata de besarme pero no le dejo
- No, bruno - dije algo nerviosa por cómo me miraba
- Dani, quiero que hablemos.
- Nada, entre nosotros no hay nada. - Por más que quisiera.
- No seas así, me gustas
- Te gustan todas por el amor de Dios. Ábreme la puerta ahora. - dije sobresaltada.
- No creo que quieras irte sola a las tres de la mañana a tu casa, princesa. - Mierda. El tenía razón es eso.
- Dormiré en el sofá. - me senté y él se sentó a mi lado sin dejar de mirarme.
- Deja de mirarme así - sonríe
- ¿Así como?
- Obsesivo
- Es inevitable
- Cállate y pide algo, tengo hambre.
- ¿Que quieres?
- Papas fritas y pizza
- Enseguida - fue al teléfono de la cocina y ordenó lo que le dije. Esto está muy raro, nunca lo vi así conmigo. Volvió a sentarse y puso algo que ver
- ¿Por que estás así?
- No entiendo
- No eres así
- Me gustas, mucho, por eso. - me quede callada ante eso y solo seguí viendo la película junto con él.