Capítulo 5 Mayo 25

Aquí estoy de nuevo;

Te he llamado muchas veces, pero tu mamá o tu hermano son los que contestan siempre me dicen que no te encuentras que te busque más tarde. Ahora necesito tu ayuda.

Mi abuela tuvo un infarto cerebral, mi familia se está peleando todo el tiempo, he descubierto facetas de mi familia que no conocía.

Todo esto me está agotando, me canso demasiado rápido, mis dolores de cabeza empeoraron también siento mi cuerpo débil. No hay posibilidades de que mi abuela sobreviva.

Necesito tu ayuda.

Te necesito a ti.

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Ella se encontraba recostada sobre la puerta de su habitación, la cual estaba en completa oscuridad, sus manos estaban en su cabeza, sus dedos se enredaban en su cabello, sus ojos brillaban por las lágrimas que quería soltar pero no permitía.

Los gritos se podían escuchar desde fuera, eran demasiadas personas diciendo cosas realmente hirientes. Solo quería que todo acabara, se hundió en una pesadilla de la que no podía salir y se sentía completamente sola, entre sus piernas descansa un pequeño oso de felpa, aquel que hace tantos años le había regalado su mejor amiga, lo que siempre le ayudó a no rendirse, a no dejarse vencer por las palabras de los demás.

Solo quería que alguien estuviera, que la abrazara y le dijera que todo estaría bien, aunque no fuera cierto.

No quería estar sola.