¡Hola!
Hoy estoy más alegre, el chico con el que salía me pregunto si quería ser soy novia así que oficialmente somos novios.
Él es muy tierno y me ha apoyado en todo, me ha acompañado a ver a mi abuela, por situaciones familiares me he ido a vivir con él, por primera vez mis papás no se opusieron.
Estos días hemos ido a muchos lugares, no la hemos pasado de maravilla.
Espero que leas esto pronto, me dijo tu hermano que has vuelto.
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La chica mantenía los ojos cerrados mientras que Luke la guiaba con paciencia.
- ¿A dónde vamos Luka? – preguntó la chica divertida
- Es una sorpresa, no seas impaciente – se rio viendo con ternura la chica
Llegaron a un cine bastante antiguo y aunque por fuera se vera bastante deteriorado por dentro era hermoso y Luka había preparado una comida junto con un gran cartel que decía si quería ser su novia.
- Puedes abrir los ojos – le dijo el chico nervioso, sabía que todo saldría bien pero aún así estaba algo ansioso y temía un poco por la respuesta de la chica
- Luka -dijo maravillada tomando la mano del chico con fuerza – Esto es realmente increíble y clatro que acepto ser tu novia
Luka se acercó besando con ternura y cario los labios de la chica disfrutando de su increíble sabor, que lo termino embriagando.
- Te amo – le dijo la chica con una gran sonrisa acariciando la mejilla del chico
- Te amo mucho más, gracias por llegar a mi vida
Las cosas estuvieron tranquilas después e unos meses, ella siempre se la pasaba fuera con Luke y ya prácticamente no tenía contacto con su familia, apenas y hablaba con sus padres. Luke le había dicho que su mudara con él después de todo sería lo mejor para ambos. Cuando le dijeron a sus padres ellos no se resistieron por primera vez, la dejaron irse; el día de la mudanza no estaban en la casa.
- ¿Cuánto falta? – preguntó Leo cargando una caja para meterla en la camioneta
Leo se había ofrecido a ayudarlos cuando su hermana se negaba a hablar, incluso habían tenido una gran discusión y no se hablaban a menos de que fuera necesario.
- No seas llorón solo quedan dos cajas – dijo la chica con una caja en sus brazos y Luke con otra
La chica giró viendo su ahora vacía habitación, solo quedaban los muebles porque esos no se los llevaría, paso su mano por las paredes de la casa recordando cada cosa que vivió, las risas incluso las lágrimas y el sufrimiento, todo eso fue parte de su vida y de lo que vivió en ese lugar, era el lugar que jamás olvidaría.
- Vamos a casa – le dijo Luka con cariño
La chica vio por última vez aquel lugar que había sido su hogar y se subió al auto dejando atrás todo eso.