El mundo en cual sola vivir ahora ha cambiando en poco tiempo, y con el muchas cosas también lo han hecho, todo no es como solía serlo y me he preguntado un par de veces si debería ir en la búsqueda de las tumbas de mis seres queridos, pero tras haberme cuestionado lo que debía hacer, decidí que no aún no iría a visitar aquel hogar en el cual solíamos vivir todos juntos.
A pesar de haber dormido durante 20 años, para mí parece que solo fueron un par de días, pero por las palabras de DoJun y lo que he vivido sé que han pasado 20 años desde que morí; DoJun alegó que los portadores de las gemas los cuales son elegidos después de los 18 años suelen dormir durante 100 años hasta finalmente estar preparados y despertar, pero en mi caso, solo me tomó 20 años, por lo tanto, no he logrado despertar mis poderes completamente.
DoJun explicó que la mayoría de los portadores de las gemas, son elegidos cuando nacen, sin necesidad de tomarles tanto tiempo para despertar, pero algunos son elegidos al pasar el tiempo, como lo es en mi caso.
Hay algo de lo que estoy seguro, y eso es ... hacer la vida de cada uno de los asesinos de mi familia un infierno, hasta que me supliquen y pidan perdón, y de igual manera acabar con sus vidas sin importarme nada más.
DoJun me explicó sobre mi cuerpo, ahora no requiero de comida humana para poder vivir, lo he confirmado con mis propios medios. Dejé de comer durante días y aún así mi cuerpo no parecía sentir hambre ni sed alguna. También pude darme cuenta que cualquier herida sana al instante.
Entonces, simplemente soy un ser inmortal.
-Mi señor, he traído información sobre el rey Soon-Dijo DoJun haciendo una referencia ante mí, sabía que traería información de mi interés, le exigía que regresara solo cuando trajera información de mi interés.
-Habla-.Dije sin abrir mis ojos.
-El rey Soon está reclutando a nuevos soldados en el castillo tras haber acabado con la mitad de ellos en una innecesaria guerra.
abrí mis ojos y los fijé en DoJun mientras formaba una gran sonrisa en mis labios, sonrisa en la cual se podía apreciar mis oscuras intenciones, es una oportunidad perfecta para inspeccionar el castillo y asesinarlos a todos en su mejor momento.
-Si usted me lo ordena, puedo entrar al cast-
-Iré yo mismo-Dije e inmediatamente DoJun se colocó de rodillas.
-¡Mi señor, no puedo permitir esto!
-¿Acaso soy un maldito niño que requiere tu aprobación?. Lo he decidido, no interfieras en mi camino.
-Entonces, le pido que acabe con mi vida, no puedo permitir que mi señor vaya a un lugar como ese-Estiró su espada hacia mi.-Se lo pido, mi señor.
Lo observé con desinterés al escucharlo; sus palabras no causan en mi ningún tipo de emoción, al igual que las palabras de cualquier otras personas, sin embargo pensé que sería buena idea tener a uno de mis. hombres de confianza cerca de mí.
-Estuve pensando que debería asesinarte justo ahora por haber dudado de mis habilidades... Pero se me ha ocurrido algo mejor.
-¡Nunca he dudado de sus habilidades mi señor! Porfavor recuerde que usted solo se ha tomado veinte años para despertar. Usted ha sido el primero en toda la historia que ha logrado desper-
-Silencio...-Susurré haciendo que guardara silencio-Irás al castillo conmigo, me gustaría tener a un hombre de confianza conmigo. ¿entendido?
-¿Hombre de confianza?-Repitió mientras su rostro se iluminaba-¡Lo haré, iré con usted mi señor!-.Exclamó con alegría.
¿Porque se alegra tanto por eso? el y yuroh tienen merecido el puesto como mis mejores hombres de confianza, por lo tanto no habría porque alegrarse con algo como esto. O talvez para ellos es muy significativo.
-Entonces... Iremos ahora a alistarnos. Asegúrate de cambiar tu ropa por una de bajo costo, cambia el color de tu cabello-Le indiqué al ver su cabello blanco-Si lo dejas de esa manera llamarás la atención facilmente. Y también intenta parecer lo menos educado ante mí, no me gustaría que me llamaras "Mi señor"-Enfaticé- Así que te sugiero que guardes los honoríficos hacia mi ante otras personas, pero tendrás que usarlos cuando nos encontremos a solas.
-Como ordene mi señor. Es un honor trabajar a su lado.
-Ahora, levántate del suelo, tenemos cosas que hacer, Dojun. Y por cierto, no es necesario que siempre te arrodilles ante mi, ¿entendido?.
-Sí mi señor. Cumpliré sus órdenes como usted lo ordene.
Las horas pasaron y nos encontrábamos listos, observé mi reflejo en el espejo y rápidamente me hice varias preguntas al verme con aquellas vestimentas que también solía usar cuando vivía con Jinha y Yeong. ¿Como un simple campesino pudo convertirse en un general?, ¿Cómo pudieron cambiar mis sentimientos de esta manera?... Recuerdo que yo solía ser un hombre muy animado, extrovertido, cariñoso y amable... Pero ahora... Soy todo lo contrario a lo que solía ser.
Hice un chasquido con mis dedos al ver que ambos estábamos listos, aprecié la ropa de Dojun la cual parecía ser de un simple algodón como el que yo solía usar hace veinte años, su cabello ahora no era de un color blanco, supongo que había tomado su forma humana ya que ahora su cabello era de un tono oscuro.
-Yuroh, llévanos ahora a la nación del rey Soon.-Le exigí a mi familiar quien accedió rápidamente.
-Si señor-.Respondió la aguda voz de Yuroh el cual apareció ante nosotros y nos rodeó con su aura para segundos después encontrarnos en la nación de Soon.
Chasqueé mis dedos haciendo que Yuroh desapareciera ante mis ojos; sin importarme, caminé hacia los soldados del castillo esperando pacientemente para ser reclutado, permanecimos de pie durante varias hroas, así que maldije a Soon por dejarnos en ese lugar bajo el intenso sol, sabía que era un hijo de puta, pero hacer esperar a los demás aspirantes a ser soldados. Luego de varias horas podía ver como los demás hombres limpiaban el sudor de su frente y bebían agua constantemente, hasta que finalmente un soldado apareció ante nosotros y comenzó a entregar lo que parecía ser unos pergaminos.
Dojun y yo recibimos unos pergaminos en los cuales se exigía una excelente condición física y edad apropiada para pertenecer al ejército del rey y sobre todo, buena destreza con la espada. Estoy seguro que varios de los hombres en este lugar no saben el manejo de la espada., así que será fácil entrar en este lugar.
-Hey tu, el de él hanbok negro-Me señaló-¿Cuál es tu nombre?
-YuWon-.Mentí.
-Sígueme, al igual que el hombre a tu lado-Dijo refiriéndose a Dojun.
Dojun y yo fuimos sometidos a pruebas físicas junto con otros futuros soldados, pero de ellos solo quedaban muy pocos; ya que las pruebas se volvían cada vez más fuertes y algunos no las resistían. Al llegar el momento de la prueba con espadas ambos la pasamos en segundos llamando la atención del capitán del ejército el cual reconocí inmediatamente.
Aquel hombre el cual estaba aquella noche.
-¿Cuál es tu nombre, muchacho?-Colocó su mano en mi hombro haciendo que apretara mis manos con fuerza hasta escuchar mis huesos crujir.
-YuWon, señor-Fijé mi mirada en él.
-Veo que tienes muy buena destreza con tu espada, incluso me atrevería a compararte conmigo.-Dijo e intenté mantener la calma. El y yo somos muy diferentes ¿como podría el compararme con alguien tan asqueroso como el?-Aquel joven a tu lado-Señalo a DoJun-Los llevaré al castillo de inmediato.
Pero, la ira pudo más que mis ganas de mantener la clama; Fijé mi mirada en él, el cual comenzó a toser con desesperación y comenzó a sangrar por su boca una cantidad exagerada de sangre, pero sabía que ocurría.
Era yo el causante de su repentino dolor.
-¡Lleven al capitán con un médico!
Dojun fijó su mirada en mi, pero pude notar una sonrisa en sus labios, parecía que disfrutaba de la escena ante nosotros.
-Estoy bien, estoy bien... Por-porfavor, l-lleven a los nuevos ante el rey... A-asegurence de que ellos d-dos... Vayan con su majestad Soon...
-¡Mi señor, llamaré un médico!
Hupm... ¿Tanto bullicio solo por este hombre?, estoy seguro que le daré una muerte dolorosa. Me aseguraré de lacerar su cuerpo aún estando con vida.
La voz de yuroh comenzó a susurra a mi espalda, aunque sabía que el no era visible ante las personas que el no quisiera que lo pudieran ver, por lo tanto mantuve la calma ante el.
-*Mi señor, puedo acabar con el ahora*
-*¿Quién te crees que eres para precipitarte?, Este hombre me pertenece... seré yo quien lo asesine y acabe con el lentamente*
-*Lamento mi imprudencia, mi señor*
-Ustedes dos-Nos señaló un soldado y pude apreciar como el general era guiado por otros soldados-Siganme.
Observé cómo aquel hombre era llevado rápidamente lejos de nosotros; caminamos siguiendo al soldado hasta finalmente llegar al castillo del rey Soon en el cual se podía apreciar una gran tranquilidad. Pero estoy seguro que esto se trata de puras apariencias ante cualquier persona, puedo sentir la sangre de humanos derramadas en este lugar; mis ojos recorrieron con desinterés el gran castillo, hasta notar la figura de una joven mujer de cabello negro, ojos negros y piel blanca, usando un hanbok de color rosa la cual caminaba en compañía de dos mujeres de la corte, indicandome que se trataba de la hija de algún noble, pero ante su expresión supuse que algo malo le había ocurrido o que talvez era la prisionera, esclava o esposa de alguno de los despreciables hombres de este castillo.
Aúnque es muy hermosa... De igual manera morirá en mis manos al menos que sea inocente. Aún así me pregunto de quién será hija.
-Escuchen, este es el castillo de su majestad el rey Soon, ustedes serán entrenados hasta que sean capaces de poder manejar su espada perfectamente. ¿Entendido?
-Sí, señor.
-¿Son nuevos reclutas?-.Preguntó la joven mujer quién caminaba hacia nosotros manteniendo una sonrisa en su rostro, pero aún así demostraba tristeza en su rostro y evitaba que su traje dejara en descubierto sus muñecas.
-¡Su alteza!-.Vociferó uno de los soldados quien hizo una reverencia seguido por los demás
¿Su alteza?... ¿Ella es hija de el rey Soon?
-Bienvenidos, mi nombre es SuHee, soy la princesa de este castillo, hija del rey Soon.
Oh, que interesante... supongo que Dios o el diablo están de mi parte.
-Su alteza-.Hice una reverencia.-Es un honor conocer a la princesa de este castillo personalmente.
-¿Cuál es tu nombre?-.Me preguntó con una débil sonrisa.
-Yu Won, alteza.
-¿Y el tuyo?-.Observó a DoJun.
-DoJun, alteza.
-Estoy muy feliz que mi padre haya elegido a dos hermosos soldados. Estoy segura que lo ayudarán muy bien.
-Asi es, su alteza-Respondí.
-Conoceran a mi padre dentro de un par de horas. El se encuentra en una importante reunión con la nación vecina, así que les pido su paciencia y que esperen por mi padre.
-No use honoríficos con estas personas, su alteza-Dijo el soldado.-Recuerde cual es su estatus y ellos son simples soldados nuevos.
-Oh... Lo lamento, siempre suelo olvidarlo.-Se disculpó cabizbaja lo cual me hizo cuestionar ¿Porque una princesa usaría honoríficos con simples soldados?, ¿Acaso no le enseñaron sobre su rango en este lugar?, por otro lado, parece ser muy sumisa ante estos generales, ¿Ocurre algo con ella?
-Descuide, y porfavor le pido disculpas, pero iré a llevar a estos dos hombres conmigo al cuartel general y l-
-¡Espera!.. es decir... YuWon, ¿Qué edad tienes?
-24 años, su alteza.
-¡Yo!... Tengo 20 años y es un gust-
-SuHee, ¿Qué haces en este lugar?-.Preguntó la voz de un hombre la cual llamó nuestra atención.
-¡Su majestad!-.Dijo el soldado colocandose de rodillas seguido por nosotros.
Rey Soon... Por fin logro ver tu asquerosa cara
-¡Padre!, Lo siento, estaba conociendo a los nuevos reclutas.-Respondió nerviosamente mientras jugaba con sus manos.
-Está bien mi pequeña niña-Sonrió.-Ve a tu habitación ahora mismo-Le exigió tomando un mechón de su cabello.
El extraño comportamiento del rey Soon hacia su hija despierta gran curiosidad en mi. Me acercaré a ella, para poder saber que ocurre... Quizás recibe castigos de su padre por desobedecerlo, y por eso actúa de esa manera.
-YongHa ¿Ocurre algo? -.Susurró DoJun.
-No es nada-.Le respondi, pero mis pensamientos y atención se centraban en aquella princesa quien parecía atemorizada.
Luego de conocer al rey Soon, solía verlos en pocas ocasiones, a pesar de haber pasado dos semanas. Comencé a observar en silencio a su hija, quien mantenía la misma rutina todos los días, descubrí un par de cosas interesantes; Ella suele leer muchos libros, también observar hacia el cielo durante la noche y luego vuelve a su habitación para descansar, suele usar Hanbok de colores pasteles, pero he llegado a pensar que suele repetir los mismos. Se supone que una princesa posee muchos de ellos a su disposición, pero... ¿Quizas son sus favoritos?, observé que le gusta tomar mucho té y permanece sola las mayorías de las veces.
incluso hubo una semana en la cual no pude verla y a pesar de haber preguntado por ella, nadie respondió a mis preguntas, pero nuevamente he podido ver su rostro.
así que era una oportunidad perfecta para acercarme a aquella joven mujer, tan solo han pasado dos semanas y nuestros entrenamientos han cesado, DoJun y yo fuimos reconocidos como los mejores en el cuartel general, y en corto tiempo fuimos promovidos al ala de soldados elites, ahora solemos usar un uniforme de costosas sedas de color blanco y rojo. El mismo uniforme que usaban aquellos soldados hace veinte años.
Aproveché la ocasión de que la princesa SuHee se encontraba en el jardín del castillo y sin pensarlo me acerqué a ella silenciosamente hasta finalmente encontrarla a solas descansando su rostro sobre un libro; Causó un poco de gracia en mí y me acerqué a su rostro observandolo detenidamente, sus finas facciones en compañia de su oscuro cabello, armonizaban perfectamente con su delicada apariencia. Observe su rostro descansar, pero sabía que no tendría mucho tiempo para poder hablar con ella, aclare mí garganta haciendo que ella se sobresaltara y me observará con su rostro dormitado.
-Lamento la interrupción de su siesta, Alteza. Pero pienso que una hermosa mujer no debería encontrarse a solas en este lugar, por lo tanto, le pido que me otorgue el permiso de permanecer a su lado.
-¿P-permanecer a mí lado? -.Tartamudeó mientras sus mejillas se tornaban de un suave color rosa.
-¿Ocurre algo Alteza? -.Le pregunté sujetando su mano. Sabía que este tipo de comportamientos entre un soldado elite y una noble eran indebidos e incluso podrían pagarse con la muerte, pero eso nunca ocurrirá.
Observe el rostro de SuHee que permanecía de un tono rosa indicándome que estaba avergonzada, sentí mí corazón latir rápidamente y quité mí mano de la de ella al notar mí comportamiento.
-¡Me disculpo con usted Alteza! -.Me disculpé haciendo una reverencia.
-Descuida, ¿Quieres... Tomar asiento? me encuentro sola en este lugar, y me gustaría platicar con alguien-Sonrió-Quizás podamos ser amigos.
-¿Amigos?... Yo no podría siquiera tomar asiento a su lado, Alteza.
-Porfavor hazlo, tomaré la responsabilidad si alguien quiere culparte.
Sonreí y tomé asiento a su lado. Ambos conversamos entre sí, durante largas horas hasta que finalmente tomé el atrevimiento de sujetar sus manos y entrelazar mis dedos con los suyo al sentir la inquietante necesidad de hacerlo; SuHee me observó fijamente y luego sonrió ladeando su cabeza., pero una vez más observe sus manos y las hice girar para observar sus muñecas al sentir un sutil olor a sangre humana. Observe sus muñecas encontrando en ellas unas marcas las cuales parecían echas por algún tipo de atadura... probablemente algunas cadenas.
-¿Que le ocurrió en sus muñecas, Alteza? -.Le pregunté, pero ella inmediatamente quitó sus manos de las mías e intentó cubrirlas-Dime SuHee, ¿Que ocurrió contigo?
-¿Porque un soldado está diciendo mí nombre tan deliberadamente?
-Estoy interesado en sus heridas, así que le pido que me diga la verdad.
-¡No permitiré que un soldado se atreva a meterse en mis asuntos!
-Yo... solo quería saber que ha ocurrido con usted, por lo tanto me disculpo.
-¡Iré ahora mismo en búsqueda de mi padre! -.Dijo y se colocó de pie, pero la detuve sujetando su mano y llevándola a mi pecho inmovilizandola mientras ella luchaba contra mí, pero al ver su rostro de cerca me fue imposible no observar sus labios y como si se tratara de algún tipo de embrujo, la besé sin detenerme, ella luchó contra mí, pero segundos después cedió ante mí respondiendome de manera torpe, indicandome que este era su posible, primer beso.
Como si estuviera hechizado, me deje llevar por el dulce sabor de su boca y sin pensarlo, lleve mí mano a su nuca profundizando aún más nuestro beso, aunque desconocia la razón por el cual mí corazón latía de esta manera, sentía que no quería dejarla ir, sentir su pequeño cuerpo sobre mí y probar cada parte de él. SuHee deslizó sus manos y las posicionó en mí cuello haciendo que nuestro beso se volviera aún más apasionado, podía escuchar su respiración acelerada y la reacción de mi cuerpo contra al de ella, incliné mi cabeza y comencé a besar su cuello, pero me detuve bruscamente al ver a DoJun, así que me separé de ella e intenté arreglar mi traje mientras ella respiraba agitadamente.
-T-tu... has tomado mi primer beso... -Murmuró acariciando sus labios.
No había arrepentimiento alguno tras haberla besado, al contrario. Sentí que quería seguir probando más de ella, pero lamentablemente DoJun me interrumpió e intentó huir tan pronto lo ví, pero lo fulminé con la mirada e hice que no se fuera del lugar.
-¿Porque no respondes? ¡He dicho que me has robado mi primer beso! -.Me reclamó estremeciendo mi cuerpo.
-DoJun, ¿Que haces aquí? -.Le pregunté llamando la atención de SuHee quien dirigió su temerosa mirada hacia DoJun.
-Venía en tu búsqueda, YuWon, pero veo que estabas haciendo otras cosas a escondidas-Dijo, pero pude ver como tragaba un nudo en su garganta y me veía temerosamente.
-¡DoJun, manten esto en secreto!-Suplicó SuHee acercándose a el-Sí mi padre se entera... el...
Ver a SuHee de esa manera causaba un poco de molestia en mí, incliné mí cabeza hacia doJun e hice un ademán con mí mano haciendo una obvia seña para que arreglara la situación.
-¿De que habla Alteza? estoy un poco confundido sobre lo que me está diciendo...
-T-tú... ¿Has visto algo?
-No he visto nada, solo a YuWon observarme fijamente, solo eso. ¿Me perdí de algo? -.Dijo confiado.
-Ah.. ¿Es así?, entonces... retirate... -Asentí con mí cabeza e inmediatamente DoJun hizo una referencia y se alejó de nosotros-YuWon... Te mataré-Dijo girando hacia mí furiosamente, pero, una vez más la tomé en mis brazos.
-¿Me matarás, Alteza? -.Susurré aún sin entender mí comportamiento hacia ella y aún así quería seguir besandola sin detenerme hasta verla sumisa ante mí permitiendome tocar cada parte de su cuerpo. Sacudí mí cabeza sin escuchar lo que decidía SuHee quien parecía hablar rápidamente.
-¿Me estas escuchando? -Me preguntó a lo que negué con mí cabeza-He dicho que no vuelvas a hacer eso... mí cuerpo se sintió extraño, además fue mí primera vez en besar a alguien...
-¿Quieres que sea tu primera vez en otras cosas? -Susurré en sus labios ante mis pensamientos Libidinosos-Sí gustas yo podría...
Silenció mis palabras al recibir un corto beso en mis labios que hizo que soltara a SuHee de mis brazos al darme cuenta de como se encontraba mí cuerpo.
¿Que demonios estoy haciendo con ella? ... ¿Que me ocurre?
Observe su rostro intentando controlar mis ansias de querer besarla.
-YuWon... tengamos estos tipos de encuentros... ¿Podriamos... vernos en el anocher en este lugar? -.Me preguntó y asentí rápidamente con mí cabeza-Entonces, nos veremos esta noche.
Sin decir nada más, SuHee se alejó de mí y me quedé de pie observando su oscuro. cabello mientras se alejaba cada vez más de mí.
La noche llegó y esperé ansiosamente a SuHee en el jardín, pude observar que no se encontraban guardias cerca del lugar y que la mayoría de ellos se encontraban resguardando la residencia del rey y de la reina, la madre de SuHee.
Al sentir unas suaves manos rodear mí cintura me sobresalté y mi corazón latió rápidamente al tocar esas pequeñas y delicadas manos; me liberé de su agarre y observé el rostro sonriente de SuHee.
Las horas pasaron, y ambos habíamos conversado hasta que sin motivo aparente besé de nuevo sus labios y ella respondió de la misma manera. Esto continuo de la misma manera durante dos semanas, hasta que sentí que necesitaba verla desesperadamente, entonces supe que algo ocurría conmigo e intenté mantenerme lo más alejado posible y dejar de frecuentarla todas las noches en búsqueda de sus sutiles besos.
No puedo enamorarme de la hija del hombre que detesto.