Una loba para el mafioso
img img Una loba para el mafioso img Capítulo 2 Preludio
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Capítulo 6 La noticia del siglo img
Capítulo 7 Susceptible ante el Don img
Capítulo 8 El calor de sus brazos img
Capítulo 9 Los castigos img
Capítulo 10 Kara img
Capítulo 11 No seas terco, bestia img
Capítulo 12 Sentimientos encontrados img
Capítulo 13 Look img
Capítulo 14 Hasta que el sol salga img
Capítulo 15 Noticias que cambian todo img
Capítulo 16 Un mestizo img
Capítulo 17 Figli maschi img
Capítulo 18 Su favorito img
Capítulo 19 Penthouse img
Capítulo 20 El señor, tu señor img
Capítulo 21 Decisiones img
Capítulo 22 El trío perfecto img
Capítulo 23 ¿Te casarías conmigo img
Capítulo 24 Più [18] img
Capítulo 25 Una visita inesperada img
Capítulo 26 Dos bizcochitos img
Capítulo 27 Si accetto [19] img
Capítulo 28 El pasado img
Capítulo 29 Luna di miele [20] img
Capítulo 30 Llegada inesperada img
Capítulo 31 Dov'è mia moglie [21] img
Capítulo 32 Sangue [23] img
Capítulo 33 Donato y Enzo img
Capítulo 34 Lárgate img
Capítulo 35 El alfa img
Capítulo 36 Epílogo img
Capítulo 37 Agradecimiento img
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Capítulo 2 Preludio

-¿Sabes que puedo matarte? -susurra con su cabeza gacha en total sumisión arrodillada en el suelo como le pidió que debía estar cada vez que entren a esa habitación.

El Don se carcajea.

-Tu naturaleza no te lo permite -suelta con toda la soberbia y arrogancia que posee.

-No sabes cuánto lo deseo.

-Ya cállate y chupa mi polla. -Su mano derecha eleva su cabeza mientras que con la otra sujeta su grueso miembro.

-No quiero -niega y frunce sus labios.

-Aquí haces lo que yo pida, cachorrita. Si te digo que ladres, ladras. Si pido que muevas la cola, mueves la cola. Si te digo "Hazte la muerta", obedeces. ¿Quedó claro? -Se queda callada, de modo que su mano presiona su mandíbula. Gime adolorida-. Te hice una pregunta, cachorrita.

-Sí, Don.

(...)

Solloza con cada embestida que le da el Don a su coño. Eso solo lo enfurece más y más, por lo tanto, sale de su interior para bajar de la cama y soltar:

-Lárgate, no sirves para hacer tu trabajo de puta.

Busca un habano para encenderlo y ver cómo la puta que contrató para satisfacer sus necesidades baja de su cama. Sus sollozos y gemidos de dolor son un puto dolor de cabeza para el Don.

-Se supone que eres una puta, pero eres una muy débil. Deberías cambiar de trabajo -sugiere para darle una succión a su habano y echar el humo al aire.

-Don...

Eleva su mano para que se calle. No quiere escuchar la misma queja que dan todas las putas que trae para soltar el estrés, pero solo termina más estresado que nunca.

-Una puta debe estar dispuesta a ser jodida por cualquier hombre sin importar qué tan grande sea su polla. Tú y todas la que terminan llorando a mares cuando me las follo son putas débiles. No quiero escucharte otra vez. Ahora lárgate -la sermonea.

A paso lento sale de su habitación para follar porque en su habitación personal no deja entrar a nadie. Solo la ama de llaves puede ingresar para limpiar sus cosas. Agarra su botella de whisky para darle un sorbo y sentir cómo el alcohol calienta su garganta. Suspira y observa su aparato biológico.

-No eres buena opción para liberar estrés. -Hace una mueca. No tiene la culpa de que Dios haya hecho su polla con tantas dimensiones-. Dios, ya que me has dado la polla de este tamaño, ¿tal vez has hecho la puta que me aguante?

Contempla el techo de la habitación en busca de una repuesta que nunca llegará.

Rueda sus ojos, deja la botella en su lugar y así desnudo sale de la estancia con destino a la suya, donde duerme, en búsqueda de la única cosa que sí aguanta sin queja alguna las dimensiones de su polla: una sexi muñeca inflable.

            
            

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