Capítulo 5 Secretaria sexy

"Louis, ¿qué quieres como traerme aquí?"

Bajo la guía de una bella mujer, Leona finalmente llegó al destino. Sin embargo, cuando la puerta frente a ella se abrió, ella lo vio coqueteando con otra mujer.

Lo que más la molestó fue el vestido escotado de la mujer.

"¿Eres envidia? ¿O estás celoso? No esperaba que te enamoraras de mí de la noche a la mañana. Parece que mi encanto sigue siendo irresistible. "

Agitó suavemente su mano, indicando a la secretaria a su lado que se fuera.

Obviamente, la secretaria no estaba convencida y miró a Leona, que estaba parada en la puerta con resentimiento.

"Puedes salir ahora".

Louis le dijo a la mujer que guía a Leona a la oficina.

Cuando la puerta se cerró de nuevo, Louis, que estaba sentado en la silla, se levantó lentamente.

La miró con un par de ojos que estaban a punto de comerla.

"Qué... ¿Qué deseas?"

Ella encogió el cuello con miedo y dio un paso atrás.

"¿De que estás asustado?"

Él sonrió, mostrando una sonrisa asquerosa.

"¡Maldita sea Louis, no creas que puedes hacer lo que quieras con dinero! Déjame decirte, yo, ¡Leona desprecia a las personas como tú! "

"¿De Verdad? Pero la ropa que llevas la compré y son muy caras. ¿Quieres que te ayude o te lo quitas tú solo? "

El fuego en los ojos de Louis se hacía cada vez más fuerte, y sus agudos ojos parecían estar a punto de ver a través de todo su cuerpo.

Justo cuando Louis se acercaba a Leona paso a paso, los labios de las dos personas estaban a punto de tocarse, y se escuchó un repentino "chasquido".

"¡Tú, mujer loca!"

"Sí, soy una mujer loca. ¿Qué quieres hacer? ¡Eres solo un cerdo con piel de conejo! "

Ella lo fulminó con la mirada y gritó contra la pared.

"¿Sabes que pagarás por esta bofetada en el futuro?"

Louis también estaba enojado. Se acercó a ella y la miró, que era más bajo que él.

"Mátame. Mi vida es peor que la muerte ahora ".

De repente, ella cerró los ojos y levantó la cabeza, rogándole que la matara. Pero para Louis, ¿cómo podría estar dispuesto a hacer eso?

"¿De verdad quieres morir?"

Louis frunció el ceño ligeramente.

"Si." Dijo Leona con los ojos cerrados.

"Bueno, entonces haré tu deseo realidad".

Entonces Louis la levantó con los brazos alrededor de su cintura.

"Ah, Louis, ¿qué estás haciendo?"

"Ja, ja, quiero que mueras".

Él la miró con una sonrisa malvada.

En el pequeño dormitorio de la oficina, se escucharon débiles gritos de mujeres y hombres, lo que hizo que los pájaros pasaran tan tímidos que se cubrieron el rostro con alas.

A las ocho de la noche, Leona estaba acostada en la cama, sin aliento, y junto a ella yacía un hombre alto, rico y guapo.

"Maldición Louis, ¿por qué me hiciste esto?"

Se dio la vuelta y le dijo con resentimiento a él que estaba fingiendo estar dormido.

"Mi reputación ha sido destruida. Lo has destruido dos veces. ¿Qué debo hacer en el futuro? Si mis padres lo saben, ¿cómo puedo enfrentarlos? No era popular en la escuela. Es peor ahora. Abucheo... Hoo ... "

No había luz en la habitación, pero la luz de la luna entraba por la ventana y brillaba en su rostro lloroso, haciendo que la gente sintiera pena por ella.

¿Cómo podría Louis no saber que la chica a su lado estaba llorando? ¡Cómo podía esperar que ella no tuviera ninguna impresión de él en absoluto!

"Leona, ¿sigues siendo la chica inocente y encantadora que solía ser? ¿Por qué? ¿Por qué me olvidaste? "