Varios días después
Después de varios días peleando con la profesora y carreras intensas ganadas, por fin hoy estoy libre, para dormir, descansar, ver series y lo demás, la casa esta para mi sola, pero hay un problema: El periodo me ha dado los buenos días. Así que hoy básicamente ya tengo mi rutina de comer y ver series a como dé lugar. Tengo mi lista elaborada para lo que quiero hoy.
• Pizza-Tengo
• Luz y Netflix-Tengo
• Cama y aire cómodos-También tengo
• Toallas sanitarias-Nada
¿Espera que?
Oh no, a tener que comprar, podía mandar a comprar a mi padre, pero vamos, aun soy mujer ¿no? ¡Odio andar con la menstruación! Voy de mala gana a comprar mi paquete y extra-paquete para mejor reserva. Voy con mis shorts y mi blusa bien entallada (Antes muerta que sencilla) a la farmacia. Paso por una pizzería, son muy buenas, pero nunca había visto el local (uso más los deliverys) se ven que las pizzas están muy deliciosas. La tentación quiere hacer que gaste todo mi dinero en pizzas.
Fui a la farmacia, compre lo que "era necesario" y vi las pizzas otra vez, me aleje de ahí para no comprar más de las que tengo en casa.
-¡Hey Karrie! -Esa voz... Me hizo congelarme de momento. A la última persona que no quería ver de este puto día. ¡Seth eres un tocapelotas!
Me volteo y efectivamente era él. ¡Tierra trágame es una orden! O mejor trágalo a él, porfis. Es como cuando te saltas la pared de la escuela en horas de clases y te encuentras a tu padre al voltear.
-Hola, perdona si me muestro muy insistente, pero es que enserio quiero conocerte, y soy Seth si por si acaso no te recuerdes de mi -Dijo siendo simpático. ¿Seth no entiendes que te odio? ¡Y a este que le pico! ¡No te quiero!
-Pues te dejo muy en claro ahora ¡te odio! así que adiós-Dije y me voltee rápidamente e intente caminar como diva. Muy mala elección, choque con un poster de luz que no había localizado. Todo se fue negro ¡Genial Karrie! Ahora si te pasaste.
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Desperté, pero me dolía la cabeza, me vi.... ¿En dónde carajos estoy? Parece una sala de operar ovnis o algo así. Todo es blanco, pero se me hace conocido. Parece un despacho, me levanto del mueble en el que estoy y mis ojos se detienen en una persona, Seth. No me digas que...
-¿Oye tu acaso me drogaste o qué? Si querías que fuera tuya en la cama solo tenías que decírmelo idiota. - Dije tocándome la cabeza, sí que duele. Me duele muchísimo. Y aunque lo odie si pedía que tengamos sexo lo haría con gusto.
-No hago esas cosas, soy cristiano y a Dios no les gusta esas cosas y se dice gracias -Rodo los ojos -Te traje con mi mamá, es doctora y como te desmayaste era lo más lógico -se rio-también te puso lo necesario y bueno, estarás mejor-¿lo necesario? Esperen. Me mire mis piernas y tenía otro pantalón, este estaba mucho más cómodo. Oh no, su mamá también me ayudo con lo del periodo.
-También te aplico algo para el mareo, ¿necesitas algo más? - Siguió hablando preocupado, pero lo interrumpí.
- Si, Necesito irme de aquí rápido. -Me levanté ¡Cómo rayos! ¡Es un maldito cristiano! No quiero nada referente con él.
-Vale, yo te llevo, estas aun delicada. -Me agarro por el brazo. Sentí un leve mareo. Ese golpe fue fatal.
-¡Que no lo estoy...!- dije con rabia. Pero me equivoque, si seguía mareada. Sentí mis pies como gelatina, no podía caminar mucho, aún estaba mareada y mi cabeza dolía a rayos. Pero también tenía hambre.
-Bien, tendrás que irte conmigo, aunque no quieras -sonrió victorioso. Ya no es palillo de dientes lo llamare gato sonriente.
Y bueno, era esto o ir mareándome y morir en el intento.