Me encuentro muy agotado, el viaje fue demasiado largo, y a pesar de que estuvimos haciendo nuevos negocios para la empresa, me es imposible no pensar en volver a casa.
Dejo de pensar cuando escucho la voz de Joe, dijo algo que capto la atención de todos en la estancia.
-Luke tiene muy buenos planes a futuro para la empresa -comenta Joe sentándose en su asiento.
-Sin duda alguna, Joe, pero no podemos arriesgarnos... -dice Logan mientras observa algo en su teléfono.
-Lo sé, con todo lo que está pasando es una situación que se escapa de nuestras manos -replica Joe haciendo una mueca.
-Somos responsables de nuestros propios actos, y estás son las consecuencias, solo hay que saber afrontarlas -opina Leon cruzándose de brazos con el mentón en alto.
Hubo un silencio y no pude evitar darle la razón por lo que están diciendo los chicos.
-¿Qué opinas de eso, Jones? -Me pregunta Joe alzando una ceja.
Iba a dar mi opinión respecto a todo, pero Harvey me lo impidió.
-Joe, deja de pensar tanto en eso, ya pasó -dijo Harvey poniendo sus piernas en el respaldo del asiento y pasando sus brazos detrás de su cabeza.
-Cállate tú Har, que también estás involucrado en esto -sisea Joe negando con la cabeza.
-Opino lo mismo que Leon -afirmo seguro.
-Cuando aceptamos trabajar contigo, nadie pensó que nos llevaríamos ese gran problema por haber aceptado ese trato. Me alegro de que todo haya culminado -me recuerda Logan levantándose de su asiento para venir hacia mí.
-Supongo que sí no los tendría a ustedes no sabría cómo manejar todo lo que ocurre en la empresa. Una empresa no emprende sin sus trabajadores -cuando dije la última palabra comienzo a notar que Logan se sentó a mi lado y palmeo mi hombro. Los demás nos observan de manera aprobatoria.
Recordar como sucedió todo en la empresa, me cabrea y me da mucha impotencia. Los sucesos en ese entonces nos hicieron colapsar a cada uno y cometer errores que todavía nos siguen atormentando.
-Chicos se adelantó su vuelo, es hora de irnos para New York, así que abróchense sus cinturones -avisa Paúl, nuestro guardaespaldas, el cual se dirige a la cabina con los pilotos del avión.
Logan y yo dejamos de hablar, para después, junto a los otros, acatar lo que nos habían ordenado.
-Es bueno volver lo antes posible a casa-nos dice Joe ya en su asiento preparado.
Le dimos la razón. Sé que este será un vuelo demasiado largo...
(...)
-Harvey, pásame mi equipaje -le ordeno mirando un mensaje de mi prometida Dakota.
De: Dakota Milles.
Hora: 13:00 pm.
«Estoy ansiosa por verte, mi precioso Connor...».
Sonreí como un estúpido enamorado y Harvey hizo una mueca de asco haciendo que lo mire alzando una ceja.
-¿Qué, Har? -espeto haciendo un ademán con la mano.
-Nada -entrecierra sus ojos-. Aquí tienes tu equipaje -sonríe cínico mientras se dirige al auto. Al parecer lleva la misma maleta que yo, no le tomo tanta importancia, y me encamino hacia el auto.
-¿Quién se queda primero? -pregunta Paúl mirándonos simultáneamente.
-El primero en quedarse es el precioso Connor -dijo Harvey tratando de imitar una voz femenina, la cual no logró.
-Harvey, ¿te molesta tanto que Connor tenga novia, y tu no? -pregunta o mejor dicho afirma Logan con una sonrisa divertida.
-Tranquilo, Harvey -dijo Leon palmeando la espalda de Harvey-. Tú también has estado enamorado, como en estos momentos lo está Connor.
Sonrío victorioso y le di una mirada de agradecimiento a Leon. Por algo Leon es el más maduro del grupo, porque siempre resuelve los problemas entre nosotros.
En el transcurso del camino el ambiente es ameno, compartimos distintas anécdotas y, aunque convivamos juntos, siempre tenemos un tema de que conversar, también para discutir, ese no puede faltar.
-Y dime Connor, ¿Para cuándo es la boda? -me pregunta Logan curioso y sin despegar su mirada de mí.
-Pues... no lo sé -respondo indeciso notando que ahora por mi respuesta tengo la atención de todos.
-¡¿Cómo qué no lo sabes?! -me preguntan gritando Joe y Harvey.
-Connor, llevan tres años de relación y uno de comprometidos, deberías saberlo -informa Leon mirándome sereno.
-Lo he pensado Leon, pero no me siento preparado para dar el siguiente paso -explico mirando por el cristal de la puerta a un punto indefinido.
-No es tan malo como parece -opina Logan. Me extraña que no se lo haya tomado como una broma, pero me equivoco al escuchar lo siguiente que dice-. Solo tienes que aguantar sus enojos, sus celos, sus épocas de malestar... -empieza a enumerar haciendo que mis nervios aumenten, pero fue callado por Harvey.
-Cállate Logan, que solo le das más razones para no dar el siguiente paso -trata de ayudar Harvey, pero solo hizo que empezara a dudar.
-Cállense los dos, que solo hacen que sus nervios y dudas aumenten -reclama Joe mirándolos con advertencia.
-Tranquilo, Connor -dijo Leon poniendo su mano en mi hombro demostrando comprensión y apoyo-. No les prestes atención a lo que dicen estos tontos... -Iba a continuar, pero los dos gritos con molestia lo interrumpieron.
-¡Hey! -protestan Logan y Harvey, pero fueron callados por la aún amenazante mirada de Joe.
-Como decía, no les prestes atención a los chicos, si tienes dudas o no te sientes preparado, te entendemos, esto es un gran paso que no cualquiera de nosotros puede dar. Eres valiente ya con solo haberle pedido compromiso, pero eres más valiente por haber admitido que estás nervioso por el casamiento y por eso estamos aquí apoyándote en todas tus decisiones, Connor -termina de decir Leon dándome una sonrisa tranquilizadora la cual me contagia.
-Siempre, Connor -se unen Harvey y Joe, mostrando sus sonrisas únicas y reales plasmadas en sus rostros.
-Gracias, chicos -les agradezco mirando a cada uno con una sonrisa sincera.
-No agradezcas para eso están los amigos -menciona Logan colocando uno de sus brazos sobre mis hombros dándome su apoyo incondicional.
-No son solo mis amigos, son mi familia -aclaro cerrando los ojos con mi sonrisa sincera todavía en mis labios.
-¡Ay, esto merece un abrazo grupal! -exclama Joe sonriendo de oreja a oreja, abriendo sus brazos exageradamente, lo cual, hizo que todos soltáramos unas carcajadas, de igual forma imitamos sus acciones fundiéndonos en un abrazo que demuestra que estaremos juntos siempre sin importar los obstáculos.
-Chicos lamento arruinar el momento, pero Connor ya llegamos a tu departamento -avisa Paúl con su mano tras su nuca de forma apenada por interrumpir el momento familiar.
Solo asiento, deshaciendo el abrazo y despidiéndome de cada uno de los chicos y de Paúl, para después tomar mi equipaje y retomar el camino hacia la entrada del edificio, en donde me toma unos minutos llegar a la puerta de mi departamento.
Suspiro cansinamente cuando estuve en frente de la puerta, miro por unos segundos la misma e introduje la llave en la cerradura para después tomar el pomo y abrirme paso en el departamento.
Me adentre lentamente dejando mi maleta al lado de la puerta y cerrando la misma con cuidado tratando de evitar el mínimo ruido para poder darle una sorpresa a Dakota.
Observo a mí alrededor buscando a mi rubia, la cual, no hace acto de presencia, espero unos minutos a que aparezca y me reciba con uno de sus cálidos abrazos, pero no es así, decido en recorrer cada una de las habitaciones tratando de encontrarla, no obtengo ningún resultado.
Suspiro derrotado dirigiéndome a la habitación de la cocina para tomar de la heladera un vaso de agua, al ya tener el vaso en mis manos cierro mis ojos sintiendo el líquido bajando por mi garganta mientras me apoyo en la encimera.
En ese momento de silencio pienso en los que me dijeron los chicos, y es verdad que siento miedo a esto nuevo que se aproxima a gran velocidad hacia mí, pero ¿Es en realidad miedo lo que siento o... que no me encuentro preparado para esto?
Dejo de lado mis pensamientos al escuchar un grito de felicidad que proviene de la entrada de la habitación, abro los ojos lentamente y miro el lugar de donde viene el grito.
Ahí se encuentra Dakota, la cual, no duda en acercarse y estrecharme en sus brazos, apegando su cuerpo al mío.
-Te extrañe, Connor... -susurra Dakota en mi oído con ternura.
-Yo también te extrañe, Dakota... -digo correspondiendo a su abrazo.
Estamos unos minutos sin decir nada, solo abrazándonos suavemente, hasta que mi rubia se separa unos centímetros de mí y me mira a los ojos, deja un casto beso en mis labios.
-Tenemos que hablar de la boda -habla firme mientras se separa, me toma de la mano guiándome al sofá del living, sin darme tiempo de pronunciar alguna palabra.
Cuando estamos sentados uno al lado del otro, se produce un silencio incomodo que es roto después de unos segundos por Dakota.
-Sé que esto es algo apresurado pero... -hizo una pausa mirándome fijamente a los ojos-. Desde que me propusiste compromiso, yo estuve junto a las chicas preparando los detalles de nuestra boda... -revela con una mirada avergonzada y una sonrisa tímida.
Analizo sus palabras colocando un semblante serio, mi Dakota, mi rubia, mi prometida, ¿estuvo haciendo todo eso sin consultarme?, me siento decepcionado y dolido de que ella no haya hablado esto desde el inicio.
La miro demostrando lo que siento en mi mirada y supe que ella lo ha captado porque quita su sonrisa transformándola en una mueca mientras agacha su mirada y comienza jugar con sus dedos, nerviosa.
-Sé que debí consultarte pero... -Intenta justificarse, la interrumpo.
-No hay "peros" Dakota, la boda es de ambos no solo tuya -explico con seriedad marcada en mi voz.
-Lo lamento -se disculpa levantando su mano y acunando mi mejilla delicadamente.
Suavizo mi mirada y le sonrío diciéndole silenciosamente que "ya no importa", después de captar el mensaje oculto, me regala una sonrisa. Me está explicando cada uno de los detalles que ya fueron llevados a cabo de nuestra boda, pero hubo uno que llamó mi total atención.
-Nos casaremos en una semana -declara con una sonrisa ilusionada, dejándome impactado por la noticia.
-¿Qué? -dije atónito abriendo mis ojos exuberantemente.
-Nos casaremos en una semana -repite con su sonrisa todavía plasmada en su cara-. Quiero que sea lo antes posible, no puedo esperar a ser tu esposa y llevar tu apellido, Connor -expresa levantándose del sofá desbordando felicidad pura y entusiasmo en sus expresiones faciales, pero yo no siento lo mismo que ella expresa en estos momentos.
Me siento sorprendido y abrumado, es muy poco tiempo para poder estar preparado. Cierro los ojos tratando de calmar mi ansiedad que quiere hacer acto de presencia, mis manos involuntariamente se mueven de forma nerviosa y mi mandíbula que se encontraba tensada, tembló de miedo.
Así es como puedo describir lo que estoy pasando, siento miedo o... ¿terror?, ya ni sé cual es peor, sólo sé que no estoy preparado para enfrentar lo que pueda pasar.
Alejo todo al escuchar nuevamente la voz de Dakota llamándome.
-Y, Connor... -me llamó estando en el marco de la entrada del living dándome la espalda.
-¿Uhm? -insinúo sin poder pronunciar una oración coherente.
-No quiero que tus amigos asistan a nuestra boda -demanda saliendo del living, para dirigirse a la otra habitación dejándome estupefacto en mi lugar.
Ahora sí puedo decir que mi ansiedad sale a flote y que mi cordura abandona mi cuerpo.