Frunzo el ceño a la oscuridad y me levanto, enfundo mis pies en un par de pantuflas violetas, cortesía de mi padre de acogida, y abrazo mi tembloroso cuerpo mientras bajo a la cocina, la cual se encuentra en el segundo piso, yo estoy en el tercero junto a un extraño chico al que he visto una sola vez y por accidente; me detengo abruptamente en la entrada de la cocina al encontrar a Judhead y Shane jugando una partida de póker.
- ¿Insomnio o pesadilla?
-Pesadilla. -Contesto y entro, caminando directamente al dispensador de agua empotrado en la nevera, tomo un vaso en mi camino y lo lleno con el refrescante líquido. - ¿Ustedes?
-Insomnio.
-Y falta de dinero. -Termina Shane, brindándome un guiño juguetón, aparto la mirada al instante y termino mi bebida. Me despido con un ademán de manos de ambos individuos y salgo de la cocina, donde encuentro a Jagger recostado en una de las muchas paredes de cristal.
-Toma, te ayudará a dormir. -Me tiende algo, frunzo el ceño, extrañada, y estiro la mano, donde deja un pequeño trozo cuadrado, chocolate negro.
- ¿Gracias?
-Cómelo, te ayudará a dormir. -Se limita a repetir y entra en una habitación, supongo la suya, miro el trocito de chocolate, me encojo de hombros y lo como, cierro los ojos con deleite mientras disfruto del sabor, amargo y con un toque de caramelo en su interior.
Regreso a mi habitación y me tiro en la cama, en cuanto mi cabeza toca la almohada mis párpados se cierran y mi mente se apaga, no vuelvo a soñar con nada, ni a nadie.
.....
Mantengo la mirada en mi tazón repleto de fruta y chocolate líquido mientras mi familia de acogida habla a mi alrededor de temas de poco interés para mí, mastico con lentitud y trago, al tiempo que Scott pierde la paciencia y le da un buen golpe Tanner, quien no sabe cuándo dejar de hablar. Suspiro, aquí vamos de nuevo.
Ambos comienzan una pelea a golpes en la cocina, derribando sus sillas junto a sus platos con su desayuno, Kristoff maldice en voz baja y se apresura a separarlos junto a Jagger, diez minutos después logran su cometido y yo mi desayuno, por lo que tomo mi plato vacío, y sucio, y voy a lavarlo, al terminar salgo con monotonía de la estancia y regreso a mi nueva habitación. Esa es mi rutina desde hace tres días, y la repito cuatro veces al día.
Suspiro, de nuevo, y me tiro en mi cama, fijo mi mirada en el techo de mi habitación y cuento mis respiraciones y parpadeos, una divertida forma de pasar el rato.
"Lydia..."
Miro a mi alrededor con confusión y capto una sombra en una esquina de mi habitación, me incorporo lentamente y entrecierro los ojos tras el cristal de mis gafas para ver mejor, mi corazón se salta un latido al observar el rostro de dicha sombra, la cual parece tener el rostro de mi difunto tío.
"¡Ayúdame!"
Frunzo el ceño y me acerco con cautela a él, o ella, antes de dar un grito ahogado y dar un salto hacia atrás cuando se abalanza sobre mí, mi espalda golpea con rudeza el piso de cristal reforzado y polarizado, ocasionando que el aire escape de mis pulmones mientras la sobra queda estática sobre mí y grita mi nombre, deformando el rostro de mi tío, todo comienza a tornarse negro cuando sus manos se cierran alrededor de mi cuello y aprietan con una fuerza dolorosa y sobrenatural, cierro los ojos y doy un último suspiro.
"-Maldición, olvidé las gafas de protección.
Miro a mi alrededor con confusión y desconcierto, encontrándome en un claro dentro del bosque, observando a mi tío y hermano cargar sus hachas sobre sus hombros mientras se preparan para talar un árbol. Frunzo el ceño, ¿qué es esto?
-Ve por ellas, quiero volver con tu hermana antes de que anochezca. -Ordena mi tío, Adán asiente y desaparece mientras mi tío se prepara para comenzar a trabajar.
Me siento sobre una enorme roca mientras observo a ambos trabajar, mis mejillas están húmedas debido a mis lágrimas mientras pequeños sollozos salen de mis labios al observarlos de nuevo, así sea por medio de este sueño. Llevo mi mirada al cielo y palidezco al ver los tonos rosados y anaranjados del atardecer, vuelvo a mirar a mis familiares y mis manos comienzan a sudar al verlos separarse.
-No lo hagan, no. -Murmuro, corriendo tras mi tío, dejando a Adán plantando un nuevo árbol en el lugar del anterior.
Estoy detrás de él cuando deja su carga en la caja de la camioneta de mi padre, acomoda los troncos recién talados en una ordenada hilera y la cubre con una deshilachada manta, ambos nos giramos al unísono al escuchar el grito de mi hermano y echamos a correr en esa dirección, pero una masa marrón y gigante se interpone en nuestro camino y se abalanza sobre mi tío a una velocidad anormal, grito y llevo mi mirada al cielo, encontrando a la luna llena como espectadora del asesinato.
Mi tío se libra de la forma y corre de regreso a la camioneta, olvidándose de mi hermano, observo a la forma y mi respiración se corta al encontrarme con dos gigantescos lobos marrones, quienes comparten una mirada antes de correr tras él, lo sigo lo más rápido que puedo y caigo sobre mis rodillas al observarlos desmembrar y devorar a mi tío, haciendo pedazos la camioneta de mi padre y ensuciando todo a su alrededor con sangre.
Una rama se rompe tras de mí, a lo que giro y suelto un grito al encontrar el rostro inexpresivo, y entero, de mi tío, él me mira fijamente y después suspira, posa una mano sobre mi hombro y se inclina sobre mí, me estremezco al sentir su aliento contra la sensible piel en mi oído.
-Sabes qué hacer".
Vuelvo en mí, parpadeando de manera continua, y me sobresalto ligeramente al encontrar a mi familia de acogida mirándome con atención desde arriba, cierro los ojos con fuerza y estiro ambos brazos, un par de manos toman las mías y tiran de mí con delicadeza, mientras otro par se posan en mi cintura y me ayudan a mantener el equilibrio una vez que estoy sobre mis piernas.
- ¿Qué ocurrió?-Inquiere con seriedad y preocupación Kristoff, niego con la cabeza.
-Quisiera saberlo. -Contesto y me llevo una mano al cuello, gimo por lo bajo al sentir dolor ante mi toque y me apresuro a llegar a una de las paredes de cristal, las cuales me regresan mi reflejo. -Oh, maldición.
- ¿No sabes qué te ocurrió? -Miro a Jagger a los ojos a través del reflejo del cristal y niego, comparte una mirada con Kristoff y ambos asienten. -Shane y Artie, conmigo.
-Tanner y Judhead, ustedes se quedarán con Lydia. El resto, conmigo. -Ordena Kristoff, todos asienten y se ponen en movimiento, observo sus rostros serios con confusión.
-Iré por hielo y aspirinas para eso. -Me avisa Judhead, asiento y él sale de la habitación, recargo mi espalda contra la pared de cristal y miro a Tanner, quien se encuentra en la otra punta de la habitación observando al exterior.
- ¿Qué está pasando?
-Solo buscamos al culpable.
- ¿Por qué?
-Eres parte de nosotros ahora, Lydia, y entre nosotros nos protegemos. -Se acerca a mí y fija su mirada en las marcas violetas en mi cuello, sus ojos se encienden. -Por lo que haremos pagar a quien sea que te haya hecho daño. -Me quedo sin aliento ante la intensidad de su mirada y aparto la mía, asiento y me dejo caer en el colchón, soltando un largo suspiro.
.....
- ¿Podrían llevarme a mi casa?-Inquiero a mi par de custodios, ambos comparten una mirada y tras un largo silencio, asienten. -Andando, entonces. -Salimos de mi habitación y bajamos hasta llegar al garaje, donde hay varios artefactos se encuentran cubiertos por sábanas. -Tienen que estar bromeando. -Mascullo cuando dejan al descubierto dos motocicletas, sonríen y niegan con la cabeza.
-Tú irás conmigo, Tanner es una bestia al volante.
-Y no solo en eso. -Me da una mirada pícara, bufo y me pongo el casco que Judhead me pasa, después subo a su espalda en el asiento y lo abrazo con fuerza, temerosa de caer y, bueno, morir.
Arrancan a la par y a toda velocidad, ocasionando que un grito muy agudo escape de mí, nos adentramos en el bosque y minutos después nos detenemos en la puerta delantera de mi antiguo hogar.
-Esperen aquí. -Pido, bajando de la motocicleta, y entro en la casa sin necesidad de mis llaves, nadie en este pueblo entraría por voluntad propia.
Camino por toda la estancia, mirando con añoranza todo, y me apresuro a entrar en la habitación de mis padres, voy directo al armario y abro sus enormes, y pesadas, puertas de roble blanco, encontrando ropa, abrigos y zapatos de mis padres, mis ojos se cristalizan ante ello, cosa que no me detiene en mi búsqueda, suelto un largo suspiro y me abro paso entre todas las pertenencias hasta llegar al fondo del armario, el lugar secreto de mi padre.
-Creo que ya no vas a necesitar nada de esto, papá. -Susurro, derramando unas cuantas lágrimas al rememorar un recuerdo de cuando era niña.
Doy una vuelta sobre mí misma, observando todo, mientras mordisqueo mi labio inferior, suelto otro suspiro y comienzo a tomar cosas, cuando mis brazos se llenan miro a mi alrededor y tomo una caja de madera rojiza, me arrodillo y comienzo a guardar todo en ella, dejando las cosas que antes había en ella, cuento llega a tope tomo uno de los abrigos de mi madre, el cual tiene muchos bolsillos, y lleno estos por igual.
Cinco minutos después estoy de regreso con los chicos, encontrándolos tensos y alertas a nuestro alrededor, carraspeo, llamando su atención, y observan con asombro las tres cajas de madera y mis dos abrigos llenos a rebosar.
- ¿Qué?-Espeto, ambos niegan con rapidez y se apresuran a guardar todo en los compartimentos de sus motocicletas, Tanner termina poniéndose uno de los abrigos.
-Vamos, aquí no es seguro. -Asiento y subo tras Judhead, quien arranca luego de que Tanner lo hace, diez minutos después estamos entrando en la casa de cristal, encontrando a Artie siendo atendido por Shane. - ¿Qué ha pasado?
-Luego hablaremos de eso.
- ¡Tanner, no!-Grito, pero es tarde, el frasco que antes él sostenía, y olía, resbala de su mano y se estrella contra el piso de cristal, derramando su líquido en él.
Me tambaleo en mi lugar al percibir el fétido olor y me sostengo de una repisa mientras observo a todos cerrar los ojos, pálidos, y caer inconscientes, logro atrapar al causante de todo antes de que caiga y destroce más frascos, maldigo en lo alto y luego toso con violencia, observando a todos inconscientes a mi alrededor.
Maravilloso, Tanner.