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Capítulo 4 "Cambio de look"
Natalia POV
Después de desayunar algo obligada por Francis me doy una breve ducha y me visto rápido. La verdad no tengo ganas de hacer nada si pudiera me quedara encerrada en esta habitación, pero algo dentro de mí me impulsaba a seguir y así lo haré.
-Carla me das mi teléfono por favor -le digo a Carla la sirvienta.
-Claro señorita -me responde sacándose el celular del bolsillo.
-Ok - miré la pantalla y tenía tres llamadas pérdidas y 4 mensajes los ignoro y le marco a mi amiga Laura.
-Señorita si me necesita solo me llama estoy a su disposición -me dice Carla mientras baja un poco la mirada y se marcha a la cocina.
-Hola, Lau ¿estás ocupada hoy? -le digo por teléfono.
- ¡Nat! -para nada cuéntame amiga.
-Vamos a salir, cambio de look, cafetería y galería de arte.
- ¿En serio? Si vamos estaré en 20 minutos solo me levanto de la cama y corro en el auto hasta donde estés -me dice Laura muy emocionada.
-Perfecto te espero estoy aquí en el edificio Paraíso en el penhouse sube por el elevador privado -termino diciéndole y le entrego el celular a Carla, cuando veo en la puerta a Francis con traje muy elegante y hermoso.
-Que emotiva te ves -menciona Francis sonriéndome.
-Me cambiaré el look -le respondo.
-Que bien entonces ¿necesitas que alguien te acompañe? Carla puede ir y así le pides lo que necesites.
-Bueno me parece bien, estaré con mi amiga Lau en la peluquería.
-Llévate a Carla ella pagará todo, si quieres te espero para bajar contigo -me dice él.
-Tengo algo de dinero cariño también vas tarde a tu oficina y no quiero causarte inconvenientes.
-No eres ningún inconveniente, por favor -me dice Francis.
Mi amiga llegó en 20 minutos y con Francis a mi lado bajamos todos por el ascensor. Carla la sirvienta con un atuendo sencillo y yo con un simple vestido color amarillo agarrado del brazo de Francis. Me había puesto mi máscara de chica renovada y feliz, pero en realidad mi corazón dolía mucho y la incertidumbre de no saber nada de nada me llenaba de ansiedad, estoy acumulando muchas emociones en tan poco tiempo que me asusta.
- ¡Natalia tanto tiempo sin verte! -exclama Laura que enseguida de verme observa detalladamente a Francis.
- ¡Cariño! -exclamo mientras me lanzo para abrazarla.
-Hermosa si fueron 2 años sin vernos, pero la comunicación ha cambiado ¿cierto? -exclama.
-Vamos a divertirnos, ella es Carla nos acompañará y Francis -todos se dan la mano y Lau sin quitarle los ojos de encima a Francis.
-Encantada, un momento me parece que lo vi en la portada de una revista que estaba leyendo el otro día -le dice Lau a Francis y ya veo sus intensiones.
-Cariño vamos tu auto nos espera -le digo tomándola del brazo.
-Tranquila Nat, si salí en la revista por una entrevista -le dijo Francis sonriendo y Lau le corresponde la sonrisa.
-Vamos señorita tenemos muchas cosas que hacer -nos dice Carla.
-Cuídate hermosa estamos en contacto -me dice Francis mientras todas nos vamos a la salida.
Saliendo del edificio de Francis cruzamos con una de sus asistentes personales que se dirige hacia él entregándole unos documentos lo mire y me dedico una leve sonrisa de lado, Francis un hombre realmente hermoso y elegante. Quería salir de allí con las chicas y Francis sabía cómo tratar mi falta de palabra al decirle que me cuidaría debe ser por eso que envió a Carla conmigo, también sabía todo lo que me movía e incluso como hacerme más afable, él sabía casi todo sobre mí.
Hacía mucho frío afuera y Carla me entrega mi chaqueta de cuero para ponérmela sobre los hombros después nos montamos en el auto de Lau y en el camino tuve viejos recuerdos de nuestra aquella cabaña y las colinas que desaparecían con la neblina Peter y yo en su moto tan felices y enamorados, pero eso se había ido al diablo en menos de un año estando separados. Me sentía mal por ver el rostro de Peter junto a esa hermosa chica que lo abrazaba y en el pie de la foto un te amo resaltaba con todas sus letras, sentía que iba a explotar por eso decidí salir y quitármelo de la cabeza.
-Ok entonces vamos a la peluquería a embellecernos -dice Lau poniéndose algo de música.
-Sí y luego a ponernos al día en un buen café -logro decir cuando arranca fuerte haciendo que golpeara mi asiento.
Mi amiga Lau como le digo de cariño es mi vieja vecina, desde pequeñas estamos juntas admirando la vida en común. Una chica de mediana estatura, delgada y con el cabello negro color de cabello que me llama la atención a cada minuto que la veo, mi amiga con rasgos finos y delicados escondía su verdadero yo mientras nos comenta sus años en Italia como estudiante de cocina una personalidad en la cual casada a los hombres y se los devoraba de un bocado. Ya en la peluquería Carla nos ayuda en todo tanto así que tenemos que decirle que vamos a hablar, se toma muy en serio su tarea.
-Y tu chico elegante amiga -menciona Lau con gesto pícaro mientras nos hacían una pedicura.
-Es solamente un buen amigo que tú no dejabas de comerte con los ojos -le dije.
-Amiga, pero está divino solo sus ojos destellan belleza y wao azules como el cielo con ese rostro tan definido como puede ser solo tu amigo -me dice Lau dejando caer su cabeza hacia atrás.
-Si, solo somos amigos y está lindo pero... -le digo a punto de mencionarle a Peter que no abandonaba mis pensamientos.
-Lindo es poco amiga ¿estás segura de que lo ves como amigo? -me dice y por un momento me hice esa pregunta ¿en realidad veo a Francis como mi amigo o como algo más?
Nos pasamos al cabello y pedí que me cambiaran el color a castaño oscuro, me cortaron las puntas y secaron el cabello. Lau solo se cortó y peino en cuanto nos hicieron la manicura nos fuimos hacia el café más cercano con ganas de tomar un delicioso café helado para activarnos. Mi reloj marca la 1 y necesito más que un rico café.
-Que te ha sucedido Nat has estado perdida por tanto tiempo, las chicas y yo nos dijimos ¿Dónde está la chica que nos protegía y aconsejaba a todas? -me dice Lau mientras estamos sentadas en la mesa y veo a Carla que no pidió café.
-Yo solo estaba ocupada haciéndome de una carrera -le digo algo desanimada.
-Y ¿te funciono? -me dice Lau que era siempre franca y directa.
-Yo necesitaba un futuro sabes que pienso que todos en nuestra familia tienen un camino y desde que mi hermano falleció me hice la promesa de encontrar el mío -le digo debiendo un sorbo de mi café-.
-Lo sé y no quiero acordarme de Albert, tu hermano fue muy especial -dice mirando su café con nostalgia.
-Carla ¿Por qué no pediste un café para ti? -digo.
-Señorita es que yo estoy trabajando y no las quiero incomodar -dice Carla con timidez.
-Para nada, oye sé que eres nueva, pero tienes que saber que Francis no es un tirano, así que pídelo -le digo y Carla levanta la mirada y me sonríe.
-Gracias señorita -me dice Carla que pide un café para ella.
-Sabes que podemos hacer después de tomarnos una foto buscarnos un vestido para la fiesta de esta noche -le digo a Lau recordando que los hombres son egoístas hasta con sus sentimientos.
- ¿Va a estar tu amigo? -dice Lau recobrando su sonrisa.
-Si Francis estará.
-Entonces claro que si Nat por favor preséntamelo se ve que es un hombre exquisito y con gustos elegantes, te imaginas a los dos juntos bailando sería una experiencia divina -dice Lau.
-Estás abusando de esa palabra Lau, vamos a la fiesta en el club, pero por favor contén tus ganas de beber -le digo.
-Lo que tú digas cariño me voy a comportar -dice apoyándose sobre la mesa.
-De acuerdo confió en ti.
Nos abrazamos y nos tomamos una foto todas juntas, Carla nos tomó una de cuerpo completo frente a un hermoso mural artístico y por accidente le dio a subir a la foto de mí luciendo mi hermoso cabello oscuro a internet lo que me traería consecuencias.
Subimos al auto de nuevo y recorrimos unas cuantas calles hasta llegar a una de las tiendas más caras que Carla nos recomendó pese a mi petición de conseguir algo económico. Apagamos el reproductor de música y Lau me toma del brazo mientras me pongo mis lentes de sol Carla nos guía hasta la puerta que al parecer está cerrada.
-Buenas tardes -exclama Carla tocando la puerta, pero al segundo llamado se asomó una chica rubia muy bien vestida que cuando nos ve abre un poco la puerta.
-Buenas tardes, señoritas la tienda está cerrada -dice la chica.
-Si señorita, pero estamos con una urgencia queremos dos vestidos para una reunión muy importante -dice Carla con una sonrisa.
-Perdone, pero el motivo del cierre es por una personalidad importante, no se molesten, pero no puedo abrir -dice la chica mientras Carla escribe algo en un trozo de papel.
-Y si le damos a tu jefe esta cantidad -le dice Carla cuando le muestra el papelito.
-Espere un momento señorita, ya vuelvo -dice la chica después de intentar disimular su asombro.
-Volverá -dice Carla con una mirada decidida. Me sorprendí porque para ser una simple servicio tenía varias habilidades.
-Pueden pasar señoritas adelante -la chica elegante nos abrió las puertas y en el interior hermosas luces blancas adornaban el lugar, la chica nos dirige hacia un lugar bastante amplio.
Nos acomodamos y tres señoritas nos atendieron muy bien. Nos probamos muchos vestidos de hecho duramos casi toda la tarde en esa ardua tarea y Carla solo se limitaba a darle instrucciones a las chicas que nos atendían con mucha empatía.
- ¿Estas lista? -me dice Lau
-Si ¿qué opinas? -le respondo al salir con un vestido color azul claro y de la superficie brillantes sobresalen y le dan ese toque.
-Está precioso pareces una princesa de cuentos, estoy segura de que nos divertiremos mucho -me dice Lau colocándose las manos en la boca. No me había percatado que desde las escaleras que están del lado derecho una figura masculino que no deja ver su rostro me observa entonces vuelvo a cambiarme.
Cuando salimos con bolsas y sonrisas el teléfono de Lau suena, es María que nos espera en la galería de arte. Nos vamos y todavía me intriga aquel hombre que me observo por las escaleras.
Nos fuimos hacia la galería y al entrar nos encontramos con dos amigas más, pasamos un buen rato observando los cuadros y riendo.
-Y dime Nat como conociste al hermoso Francis -dice María quien no deja de mirar su celular.
-Bueno lo conocí en mi antiguo empleo -les dije.
-Oye subiste tu foto de tu cambio de look al instante, no has perdido el toque -me dice mi amiga, pero le quito el celular y veo que mi foto le ha gustado a 40 personas en menos de una hora. Quería morir.