Capítulo 9 Pero todavía quiero dormir

A la mañana siguiente, María despertó a Lesley, que dormía profundamente en la cama.

"Señora. Lesley, el Maestro Michael me pidió que te ayudara a refrescarte ". María se paró en medio de la habitación, arrastrando la bandeja con una mano y poniendo el desayuno sobre la mesa con la otra.

Al escuchar lo que dijo María, Lesley se sorprendió. Se preguntó por qué María cambió repentinamente su actitud, que era mucho mejor que antes.

Aunque María era solo una sirvienta de la familia Mo, no era una persona común. Cuando Lesley llegó por primera vez aquí, parecía ser una nuera desagradable a los ojos de María y María ni siquiera la miraba.

Como Lesley rompió con David, no pudo conciliar el sueño. Preocupada de que no pudiera tener un buen desempeño en la familia Mo, se dio la vuelta y no pudo conciliar el sueño. No se durmió hasta el amanecer. Ahora que la había despertado, era inevitable que fuera un poco lenta en la reacción. Por lo tanto, se sentó, pero su somnolencia era muy fuerte. No quería abrir sus pesados párpados, y su largo cabello le cubría la cara, lo que la hacía parecer perezosa. María estaba un poco insatisfecha con su pereza, pensando que Lesley la avergonzó deliberadamente después de escuchar el noble título.

"Señora. Lesley, si no te levantas ahora, el Maestro Michael perderá los estribos ". Pensando en lo que el Maestro Michael le había dicho especialmente la noche anterior, a pesar de que María no estaba feliz, aún mostraba piedad, pero aún trataba de amenazar a Lesley con el nombre de Michael.

Las comisuras de la boca de Lesley temblaron como las de un niño, y se frotó los ojos doloridos con las manos. Todo su cuerpo parecía estar destrozado. Frente a la cama blanda, se cayó de nuevo y dijo en un tono malcriado: "Pero todavía quiero dormir ..."

Aunque Lesley le tenía un poco de miedo a Michael, ella todavía cedió ante su somnolencia.

"Bien..." Frente a esta escena, María se sorprendió con la boca abierta. Ella no esperaba que su solución no funcionara. Estiró la mano y estaba a punto de levantar la colcha, pero teniendo en cuenta la identidad de Lesley, tuvo que darse por vencida.

"¿Qué?" En el estudio, con el último plan de desarrollo en su mano, Michael no podía creer lo que dijo María. Arrojó los documentos y salió del estudio. Su ira, como un viento fantasma, envolvió instantáneamente todo el edificio.

Michael fue rápido con sus largas piernas y furia ardiente, por lo que María casi trotó para alcanzarlo. Cuando estaban a punto de llegar a la puerta, Michael de repente le ordenó a María: "No entres".

"Uh ..." La expresión de interés de María se puso rígida de inmediato. Aunque quería ver la escena en la que a Lesley se le dio una lección, tuvo que escuchar la orden de Michael.

La espaciosa habitación era tranquila, brindando a las personas un ambiente cómodo y tranquilo. Michael, que había estado enojado, en realidad estaba mucho más tranquilo, especialmente cuando vio a la hermosa y encantadora mujer en la cama, su corazón latiendo comenzó a volver a la paz.

Michael se paró frente a la cama, mirando a Lesley con un pensamiento y ojos muy complicados. En esta mañana tranquila y fría, ella era como una hermosa línea de paisajes en la que él realmente disfrutaba visualmente de la comodidad. Él no levantó bruscamente la colcha y le preguntó por qué estaba en la cama.

El tiempo pasó como una gota de agua. Nadie la molestó, por lo que Lesley se despertó naturalmente. Se sentó de la cama y se frotó el pelo negro. Parecía que de repente recordaba algo. Ella se sobresaltó en pánico, y la honda rosa se deslizó de sus hombros, revelando su piel suave y tierna como el jade blanco, brillando bajo la deslumbrante luz del sol.

"¿Por qué me quedé dormido?" Independientemente de ponerse los zapatos, Lesley caminó hacia el baño con los pies descalzos sobre la alfombra suave. No se dio cuenta de que Michael estaba sentado en el sofá.