-¿Qué haces acá Bartolomé?
-Rie- No me pongas ese apodo no soy tu cachorro.
-Está bien Bruno.
-Escuche que el chico nuevo de tu clase te gritó.
-¿El mismo que te salvó de la piscina? -Pregunta mi amiga.
-Sabes que siempre exageran, nunca me dejaría gritar.
-Me preocupa has estado muy idea- Dice Bruno.
-Se preocupan de nada, tengo que ir a entrenar.
-Te acompañó.
-No me perderé Bruno.
-Quiero ver a las chicas entrenar.
-Que idiota.
Sonrió al escuchar las locuras de mi amigo, no quería pensar en nada más así que me voy al entrenamiento, debería enfocarme en mi beca, puede que ya no sea más esa Ángela animada que iba a entrenar, que animaba a los equipos con una gran sonrisa, pero ella murió hace mucho, no quiero que mi padre pague mi carrera así que está beca es muy importante para mí.
El transcurrir la semana mi vida volvió a la normalidad, ignorado a mi compañero de clase, no puedo soportar a las personas que se entrometen en mi vida.
Ya había llegado el domingo por la noche, salir no me había mal, así que me ducho y me arreglo para salir, me pongo un short de cuero, con mis botas de plataforma y una camisa larga, todos se pregunta el porqué nunca me han visto con una camisa corta, nunca han conocido mis brazos, gracias a dios mi uniforme me ayuda.
Es que no quiero que conozca mi parte débil, observo mis brazos por un instante y allí están las cicatrices de tanto dolor y "salidas" del que conseguía.
Me terminó de vestir y salgo de mi habitación, hoy Christopher estaría en un partido, así que camino por el campus y me encuentro al frente otra vez a este chico, paso como si nada, pero me detengo al escucharlo.
-Espero que terminaras el trabajo.
Mierda lo había olvidado por completo, creo que las fiestas no ayudaron.
Narra Mateo
-Espero que ya esté terminado el trabajo -Le expreso a la chica vestida de negro que se encuentra camino al campus sé que debo demasiado intenso, pero con ella ya no me interesa causar buenas impresiones.
-Eh...no...no he tenido tiempo- Balbucea avergonzada.
¡No lo puedo creer!
-Si no lo sabías también dependo de ese trabajo -Le expreso toda mi molestia, ella solo mira a los costados avergonzada.
Si ella se puede enojar e ignorarme yo también lo puedo hacer perfectamente. La observó algo incómoda por mi comentario, pero eso me importa cinco pepinos, ya sobrepasó mi límite.
-De verdad no sé cuál es tu problema conmigo, pero por favor no involucres lo personal con lo laboral y deja de ser tan inmadura que eso no te ayuda en nada- Me doy media vuelta y por encima del hombro veo que se ha quedado perpleja a mis palabras, pero empiezo mi camino sin dejarla hablar.
Pero qué carácter chico, me aplaudo y felicito mentalmente.
Creo que lo mejor será ir a mi habitación y hacer mi parte del trabajo, si esa chica tan malhumorada no lo ha entregado pues no es mi problema, si lo hago entonces que me den la nota a mí solo.
A quien engaño el trabajo es de los dos, sin su parte no puedo recibir mi nota completa, ¿Por qué no me toco un compañero normal o responsable? Me paso la mano por la cara exasperada.
Lo mejor es primero darme un baño y luego empiezo con el proyecto, llego a mi habitación, me quito la ropa y entro al baño. Me doy un baño refrescante y salgo listo.
Me estoy terminando de vestir cuando escucho que tocan mi puerta. Esa debe ser Selena, ahora es que le da por aparecer, voy a aprovechar que ella me ayude.
Sonrío maliciosamente mientras abro la puerta- Pero mira a quien nos ha traído el viento.
-El viento no sé, pero si mis piernas me han ayudado a llegar aquí- Mi sorpresa es tan grande que me quedo de piedra.
-¿Q... que haces a-aquí?- Me maldigo, ¿Por qué tengo que tartamudear ahora?
-Vengó hacer el proyecto, ¿Qué más? - me muestra los libros dándole más énfasis a su respuesta- ¿Puedo pasar?-Pregunta, pero ya está adentro de la habitación.
Esta chica es bipolar, creo que mi sermón la ayudo a recapacitar.
-Si claro pasa estas en tu casa- Le digo irónicamente por qué al parecer es muy curiosa y está observando con detalles mi habitación. Ella rueda los ojos ante mi respuesta.
-Vale, empezamos de cero si, Me llamo Ángela- Estira su mano hacia mí.
-Mateo- Estrecho su mano y ella sonríe- ¿Empezamos?- Le señalo mi escrito, pero ella ya está en el suelo.
-Traje algunos periódicos que nos pueden servir y también busqué información...
Continúa enseñándome recortes y frases que nos pueden ser útil, así pasamos una hora y concluimos el trabajo exitosamente. Sé que nos llevaremos una buena nota Y así de la nada empecé a contarle cosas de mi vida, bueno las que recordaba después del accidente.
-¿En serio un pollito te calló atrás y tú saliste corriendo como un bebé?- Me pregunta entre risas y asombro después de contarle mi más vergonzosa aventura en el campo de los abuelos de Selena.
Asiento y ella empieza a carcajearse, me quejo, pero al final termino riéndome con ella.
-Woo ya es muy tarde- Dice de pronto mirando la hora en su reloj- Ha bueno Mateo me tengo que ir, mañana entregamos el proyecto.
Asiento y con un asentimiento ella se dirige a la puerta, Antes de abrirla, se detiene y se voltea hacia mí.
-Em... -La veo retorciéndose los dedos y un leve ¿sonrojo?- Siento mucho lo que ha pasado, de verdad y muchas gracias por todo lo que has hecho por mí hasta ahora.
Me sorprendo, pero a la misma vez sonrío levemente.
-Está bien no te preocupes, ¿amigos? -Me devuelve la sonrisa y asiente y finalmente se retira.
Y yo esa noche la finalicé con un proyecto terminado, una amiga nueva y una sonrisa.