Capítulo 5 Un vaso de leche para ti

Un vaso de leche para ti

La mujer rápidamente abrió los brazos como una gallina para proteger a las gallinas, protegiendo firmemente a los niños debajo de su cuerpo, temiendo que el hombre los golpeara y pateara. Los puños del hombre la golpearon en la espalda, haciendo un sonido sordo. Los dos niños lucharon y gritaron: "¡No le pegues a mamá! ¡No le pegues a mami! "

"¡Entonces sal de aquí lo antes posible!" El hombre jadeó y volvió a casa. Con un golpe, la puerta se cerró fuertemente frente a la madre y los dos niños.

Los dos niños lloraron.

La mujer se levantó rápidamente y se secó las lágrimas en la cara. "Leo, Aron, no tengas miedo. Mamá todavía está aquí. Incluso si me muero de hambre, no te mataré de hambre. Buenos chicos, mamá está aquí ... "

La expresión en el rostro de la mujer era tan triste que hizo que la gente se rompiera el corazón. Sus ojos estaban hinchados, pero aún había sonrisa en las comisuras de sus labios. La sonrisa hizo que le doliera tanto la herida que frunció el ceño. Ella tomó a los dos niños en sus brazos, les tocó la cara y dijo: "Mamá está bien ... Mamá está bien ... No llores Los niños no lloran ... "

El niño mayor miró la herida de su madre y se mordió el labio inferior tercamente. Sin embargo, el más joven no pudo evitar llorar. "Mamá, papá es un chico malo. Ya no es mi padre ... ¿Por qué nos abandona? "

La mujer se secó las lágrimas en la cara y dijo con tristeza: "No importa qué, puedo darme el lujo de criarte. Vamonos. Podemos vivir solos ... "

No fue hasta que su cuerpo fue golpeado con fuerza y el hombre se disculpó en voz baja que Aron recuperó el sentido.

La mujer frente a ella todavía llevaba un vestido rosa y azul, y sus hombros todavía estaban ligeramente crispados. Su pequeña figura era lamentable.

Aron de repente dio un paso adelante.

Cuando se acercó a la niña, ella era como un conejo asustado. Ella levantó los ojos, revelando sus grandes ojos llenos de lágrimas, y todavía estaba tratando de parpadear. Aron se sorprendió de que su apariencia fuera aún más pura de lo que había imaginado.

Al mirar sus ojos sorprendidos, Aron lamentó su impulso. Él tosió para cubrirlo, lentamente puso la leche en su mano frente a ella y sacó el pañuelo en su bolsillo. "No soy un mal tipo. Solo soy un doctor. Bueno, me viste hace un momento. "

Tan pronto como dijo eso, las lágrimas en los ojos de la niña parecieron caer de nuevo.

El cuero cabelludo de Aron se estremeció, pero aún así dijo suavemente: "La vida todavía tiene que ser vivida. Quizás soy demasiado curioso. La llamada falta se debe al error, por lo que pasó ".

Selina estaba aturdida.

Ella se frotó los ojos. Los rasgos faciales del hombre frente a ella parecían un poco vagos, pero parecía que estaban bien combinados, y ... Y parecía algo familiar ... ¡Selina entrecerró los ojos y pensó durante mucho tiempo que debía haber gritado sus lentes de contacto justo ahora!

"Uh, uh, uh, gracias ... Uh ... "Parecía avergonzada y sus manos buscaban algo en silencio.

Sin embargo, Aron la malinterpretó y le preguntó: "¿Qué te pasa? ¿Necesitas mi ayuda? "

"No... Yo, solo estoy buscando mis lentes de contacto ... "Avergonzada, Selina tuvo que buscar sus lentes de contacto.

Hubo un leve sonido de "clic", que hizo que su corazón se sacudiera. Al mismo tiempo, Aron dijo impotente: "Lo siento, parece que solo ... Uh ... Pisé tus lentes de contacto ... "

¡Qué día fue hoy! ¡Selina tuvo tanta mala suerte! ...

Ella se quejó.

"¿Necesitas que te llame un taxi?" Aron dijo suavemente.

"No, gracias..." ¡Selina estaba tan avergonzada que casi cavó un hoyo para esconderse! ...

Aron no quería quedarse por mucho tiempo. Saludó a Selina y se alejó. Temía que si se quedaba más tiempo, la niña iría al centro de emergencias debido a su sonrojo.

Frustrada, Selina se recostó en la silla.

Tocó la leche tibia.

Parecía que todavía tenía la temperatura de la palma del hombre sobre ella.

Su voz era tan cálida que era tan magnética y agradable como el DJ de un programa de entrevistas de corazón a corazón en la radio. Era tan agradable que la gente no podía soportar sospechar que era un mal tipo.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Selina nuevamente. ¡Debo parecer miserable y patético! ¡Por eso pensó que era un mendigo y me dio un vaso de leche! ... Alarido... Apuesto doctor, realmente no era un mendigo, realmente no ... '