Amarte es un arte
img img Amarte es un arte img Capítulo 4 Grabriel
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Capítulo 6 Gabriel. Es ella. img
Capítulo 7 Lucia. img
Capítulo 8 Lucia img
Capítulo 9 Gabriel.La encontré img
Capítulo 10 Gabriel img
Capítulo 11 Lucia. Un lindo gesto img
Capítulo 12 Que irritante. img
Capítulo 13 Gabriel. No es como las demás img
Capítulo 14 Lucia. La invitación img
Capítulo 15 Gabriel.Un gran día img
Capítulo 16 Lucia. La cita img
Capítulo 17 Lucia img
Capítulo 18 Gabriel. No puedo seguir así. img
Capítulo 19 Lucia img
Capítulo 20 Gabriel img
Capítulo 21 Gabriel img
Capítulo 22 Lucia img
Capítulo 23 Lucia. Entregué mi corazón img
Capítulo 24 Gabriel. Exclusividad img
Capítulo 25 Lucia img
Capítulo 26 Gabriel. La sirena. img
Capítulo 27 Lucia. Enamorada img
Capítulo 28 Gabriel img
Capítulo 29 Gabriel img
Capítulo 30 Lucia.Soy suya img
Capítulo 31 Gabriel img
Capítulo 32 Gabriel. La sorpresa img
Capítulo 33 Lucia. Disfrutando del regalo img
Capítulo 34 Lucia.visita inesperada img
Capítulo 35 Gabriel img
Capítulo 36 Lucia img
Capítulo 37 Lucia img
Capítulo 38 Gabriel img
Capítulo 39 Lucia. Reconciliación. img
Capítulo 40 Gabriel. Paseo en yate y jacuzzi img
Capítulo 41 Lucia. Rico paseo img
Capítulo 42 Lucia. Quedate img
Capítulo 43 Gabriel.Visita inesperada img
Capítulo 44 Lucia. Un viejo amigo. img
Capítulo 45 Gabriel. Habitaciones diferentes img
Capítulo 46 Celoso img
Capítulo 47 Lucia.De compras img
Capítulo 48 Lucia.Visita Ziegermman img
Capítulo 49 Gabriel.¿Que siento por Lucia img
Capítulo 50 Lucia.Distante img
Capítulo 51 Lucia. Puedes amar. img
Capítulo 52 Lucia. Chico Europeo img
Capítulo 53 Lucia y Gabriel img
Capítulo 54 Lucía. Tramposo y gustos raros. img
Capítulo 55 Lucía. Dije que no img
Capítulo 56 Gabriel.Fantasia y viaje. img
Capítulo 57 Lucia. Debo creerle. img
Capítulo 58 Gabriel img
Capítulo 59 Gabriel.Increible img
Capítulo 60 Lucia. No dejo nada. img
Capítulo 61 Lucia.Que tonta img
Capítulo 62 Gabriel. Es igual a todas. img
Capítulo 63 Lucia.Superheroe img
Capítulo 64 Gabriel. Ahora me roba a mi sobrino. img
Capítulo 65 Gabriel. Alessio en el pais img
Capítulo 66 Lucia. Siempre debemos pelear. img
Capítulo 67 Lucia. Tenía que llamar img
Capítulo 68 Gabriel. De mal Humor img
Capítulo 69 Gabriel img
Capítulo 70 Lucia.Menos mal me voy img
Capítulo 71 Gabriel img
Capítulo 72 Lucia. No cambia nada img
Capítulo 73 Gabriel. Necesito Respuestas img
Capítulo 74 Lucia.¿Por qué los Ziegermman no me pueden dejar tranquila img
Capítulo 75 Gabriel. Hay más de lo que dice img
Capítulo 76 Lucia. Mi enfermedad img
Capítulo 77 Gabriel. Recuperarla img
Capítulo 78 Gabriel.¿Por dinero img
Capítulo 79 Lucia. Un lugar bonito. img
Capítulo 80 Gabriel. Esto va ser difícil. img
Capítulo 81 Lucía img
Capítulo 82 Gabriel. Voy por ella img
Capítulo 83 Lucia. Una cena img
Capítulo 84 Gabriel. Epílogo img
Capítulo 86 Extra 2 img
Capítulo 87 Tu amor duele img
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Capítulo 4 Grabriel

Hoy era uno de esos días en que no salía de una junta para entrar en otra, recorrí la ciudad de un extremo al otro, me sentía exhausto, solo quería llegar a casa, darme un baño, un buen sexo y dormir, pero desde la charla con Lucrecia hace unas dos semanas no he querido llamarla, no he tomado una decisión referente al tema, es decir; sé que no me quiero casar ni jugar a la casita feliz, ella es algo seguro.

Igual que no la haya llamado no significa que no he saciado mi necesidad por algo estoy rodeado de mujeres, pero esta noche quiero algo diferente, relajado, sin presión; si llamo a Lucrecia terminaríamos hablando del futuro y hoy no tengo ganas de oír bobadas, Samanta podría llamarla, pero es muy apegada costaría sacarla después de la cama y tampoco tengo ganas de inventar excusas para que se vaya, Valeria es buen sexo, dominante, sabe lo que quiere del mismo modo que yo, pero le gusta dirigir el juego y hoy quiero ser yo el que mande, así que me he quedo sin opciones a la mano, las demás están ocupadas, fuera del país, etc.

Ir a un bar y llevar a una desconocida a un hotel no estaría mal, pero tendría que inspeccionar, coquetear y ver si está dispuesta y tampoco tengo ganas ni tiempo, así que aquí estoy, camino a la oficina pensando que estos son los momentos que desearía que una mujer me espere en casa, disponible a mis gustos y necesidades.

-Señor Ziegermman, hemos llegado, ¿Señor?

Ese grito me saco de mi ensoñación, Petter era mi chofer desde hace diez años, después de Sebastián él era mi amigo y hombre de confianza, le pondría mi vida en sus manos.

-¿Qué Petter, porque gritas?

- Ya hemos llegado, señor; como no me ha contestado y pareciera que su mente estuviera muy lejos de aquí. - mirándome me dice:

-¿Lo puedo ayudar en algo?

- Si sabes cómo cambiar el pensamiento de una mujer, me resuelves la vida. No sé por qué están empeñadas en amarrar a un hombre.

- Amigo, eso es más difícil que reconstruir el muro de Berlín y sentar a Griegos y Troyanos en una misma mesa sin pelear, ¿por qué?, ¿la señorita Lucrecia está presionándolo o salió otra señorita reclamando un pedazo de usted?.

- ¿Quién no quiere un pedazo de este bombón?, pensaba que no hay mujer en este mundo que haga que sea romántico, confiado y muchos menos fieles como para ser más que unas cuantas noches.

- Quién sabe amigo, por ahí debe estar una mujer esperando por ti, será la que te cambie la vida.

-No, si de algo estoy seguro es que prefiero estar con miles de mujeres que saben que son de momentos a una que parezca santa y sea peor que todas ellas juntas.

- Hay un dicho que dice que "cada rey tiene su reina", solo que tú no has encontrado a la tuya, pero cuando lo hagas lo sabrás, eso se siente, créeme, lo sé por experiencia.

- Bueno, entonces esperemos a la reina que me va a exprimir hasta la última moneda de mis cuentas y dejarme como venado en corral.

- ¿Por qué piensa así de las mujeres?, sé que tiene muchas, he sido testigo de ello, sé que las trata especial, capaz entre una de ellas está la suya y por pensar así no la ve, no le extrañe que sea hasta la señorita Lucrecia.

- ¿De todas esas mujeres dime quien ha sido la primera que me diga que no o que le haya costado abrirme sus piernas?. Todas son iguales, todas, unas más que otras, pero lo que buscan es eso, plata, fama, placer y se disfrazan de samaritanas e indefensas; y Lucrecia es la experta en eso, así que si se supone que es mi reina, prefiero seguir como estamos. Y ya me voy que se me hace tarde, recógeme en tres horas.

- Sí, señor, pero no olvide lo que le dije.

Más tarde en mi oficina estaba revisando las anotaciones que hizo Sebastián cuando fue al hospital Melithes kerls a revisar los avances de la obra, se supone que debería haber ido yo, pero tengo cosas más importantes que hacer que ir a supervisar un hospital, así que mande a Sebastián después de todo es idea de su mujer ¿no?.

-Hola hermanito - escuché la voz de Sabrina al fondo de la habitación, estaba parada en la puerta de la oficina y me veía de una manera muy extraña, parece enojada.

- Hola muñeca, ¿y eso tú por aquí?, ¿por qué tienes esa cara de pocos amigos?.

- Nada, solo que me acabo de enterar de que mi esposo no fue a su cita médica esta mañana porque debía supervisar una obra que según yo debía ser mi hermano. ¿Me quieres explicar ese detalle Gabriel?

- Primero: siéntate, que ahí parada me recuerdas a papá cuando nos regañaba. Segundo: no sabía que Sebastián tenía que ir al médico; ¿se siente mal, le pasa algo? Y tercero: tenía negocios que atender, Sabrina no podía ir.

- Pero prometiste que tú ibas a ir, cuando las personas te ven te tienen miedo por lo imponente que eres, por lo tanto, saben que tienen que ir más rápido, no se pasan de listos y eres el mejor arquitecto que conozco.

-¿Rápido? Pero si en menos de seis meses ya han avanzado mucho Sabrina, Sebastián sabe hacer su trabajo, ¿o no confías en tu esposo?

-Claro que confió en él, pero quería que fueras tú, no él, que conozcas las instalaciones e interactuar con las doctoras para que veas porque quiero hacer este proyecto, no creas, que no me di cuenta de que no te agradaba la idea de que hiciera este donativo.

Mi hermana me conoce muy bien, sabe leer mis pensamientos, no podía mentirle, es cierto; cuando empezó a describir sus ideas sobre el proyecto en el hospital pensé que era unas simples consultas, donar algunas pequeñas cosas y pasaría a otra obra o fundación, por eso le dije que me llevara los planos para ayudarla, pero cuando se presentó unos días después en mi oficina con los ellos, ideas, presupuestos todo cambió.

No la había visto tan emocionada desde que nacieron mis sobrinos, Paola y Santiago, Sebastián estaba muy feliz de verla así, era muy raro, se daban miradas como si compartieran algo entre ellos que nadie más supiera, supe que por alguna razón este proyecto significaba mucho para ellos en especial para mi hermana, pero ver el presupuesto de todo lo que nos iba a salir, el tiempo que se va a llevar, todos los materiales que iba a pedir, no me lo esperaba, y al parecer se dio cuenta.

-No es que no me agrade, te apoyo, solo que tengo cosas que hacer, Sebastián estaba más emocionado en ir, así que lo deje.

- Gabriel, sé que Sebastián le gusta la idea y él va a ver todo bien, pero quiero que tú las supervises vas a hacer mucho más objetivo que él, no quiero que se aprovechen de sus sentimientos por esto. Así que prométeme que vas a ir.

Sé que detrás de esas palabras hay algo que no me han dicho, así que hice lo que todo hermano y amigo haría.

- Está bien, voy a ir a la próxima, voy a hablar con quien deba hablar, daré mis observaciones y descargaré a quién deba, ¿está bien?.

- Sí, maravilloso, cuando vayas te va a gustar todo lo planeado, es más, tengo la corazonada que vas a terminar más enamorado de este proyecto que yo, te lo aseguro - me da un beso y se retira.

-Sabrina... - ella se voltea con esa sonrisa tan fresca -¿sabes que tenemos que hablar, sobre porque están importante este proyecto para los dos, verdad?

- Algún día, hermanito, algún día.- Y así salió de mi despacho, confirmándome que este proyecto no es algo común para ellos, merece mi esfuerzo.

            
            

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