Capítulo 6 Solo tú puedes ayudarlo

Punto de vista de Jennie Wilson:

Cada vez más insegura bajo su mirada, agarré la mano de Rosé, y es que pese a la distancia que nos separaba, pude ver con claridad esos ojos muy muy fríos recorriendo cada parte de cuerpo, y me sentí desnuda. Era como si él me estuviera desnudando sin dejar nada más que calor e inseguridad. De hecho, me veía como si fuera su presa, y sus ojos estaban llenos de puro odio hacia mí.

'¡Eres mía! y te tendré pronto...', escuché constantemente en mi cabeza.

Todas y cada una de las escenas de aquella noche se repetían en mi memoria. Mi mirada se desvió hacia una chica que comenzó a acercarse a mí... Era la que conocí en el café.

"Hola, Jennie... Soy la novia de Xavier, Emma", dijo y extendió su mano, invitándome a un apretón. Mientras tanto, mi corazón retumbaba en mi pecho y mi mente se estaba quedando en blanco, por lo que empecé a dar un paso atrás empujando el agarre de Rosé.

"Tú...", balbuceé al tiempo que retrocedía otro pequeño paso.

"Escucha, Jennie, lamento el ataque que experimentaste en el café. Fue un error. Por favor, dame la oportunidad de explicarme, ¿sí?", dijo Emma, comenzando a dar pasos hacia mí. De pronto alguien gritó detrás de mí.

"¡¿Que a ti qué?! ¡¿Te atacaron en el café?!", gritó Lisa, con lo cual llamó la atención de casi todos.

"¿Cuándo? ¿Cómo? No me dijiste nada, cabeza hueca", dijo casi entre gritos a mi cara tras atraerme hacia ella.

"Por favor, dales un segundo para que hablen. Creo que tienen pendiente una conversación importante", intervino Rosé, tapándole la boca a Lisa.

"¿Qué es... lo que... quieres?", tartamudeé sin mirar al maníaco y sus amigos, sino solo hacia el piso de mármol. La verdad era que estaba entrando en pánico y mi respiración se estaba volviendo irregular.

"Por favor, cálmate un segundo. Que alguien le dé un vaso de agua", gritó Emma.

"No, por favor, no es necesario. Dime qué haces aquí", pregunté algo nerviosa.

"Por favor, lleven a Vincent afuera, verlo la está poniendo nerviosa", les ordenó a los chicos. Ante eso, Xavier y otro tipo se fueron con ese maníaco.

"Ahora cálmate, ¿sí? Por favor. Déjame explicártelo", me dijo en tono tranquilo. Un chico alto, tal vez de ciento ochenta y ocho centímetros, estaba parado al lado de ella, y ambos me hicieron tomar asiento. Ahora todos estábamos sentados al otro lado de la mesa del comedor.

"Necesitamos tu ayuda Jennie. Mira, sé que estuvo mal que nos acercáramos a ti como aquella noche, pero no sabíamos que él estaría ahí", dijo Emma con preocupación en su voz.

"Déjame decirte algo... Y por favor, escucha con atención, pues necesitas saberlo todo", agregó en un tono muy serio.

"Vincent sufre del trastorno de ciclotimia. Este básicamente afecta el estado de ánimo, causando depresión y cambios de humor severos. Quienes lo padecen pueden tener una vida diaria relativamente normal, aunque puede ser difícil.

En algunas personas, eventos o experiencias traumáticas pueden actuar como desencadenantes de esa condición, y Vincent solo es una víctima más del padecimiento. Él comenzó a desarrollar ese trastorno porque fue traicionado por su ex novia, Eva Smith. Blake, enséñale la foto", ordenó al final. Blake se acercó a mí para mostrarme la imagen.

Simplemente no podía ser posible... Ella se parecía a mí. Tenía mi misma cara, el mismo cabello, los mismos ojos... Era como si nos hubiesen fotocopiado.

Bueno, ella era una versión rockera de mí, y tenía un estilo general completamente opuesto al mío. Yo era una chica sencilla, sin un estilo específico, casi nunca usaba maquillaje, y todo en mí siempre era muy sutil.

Mientras yo estaba sumida en mis pensamientos, Emma me devolvió a la realidad. "Ella es a quien Vincent ama".

"Entonces quieres decir que me confundió con su Eva", concluí anonadada.

"Exactamente. Ellos comenzaron a salir cuando estaban en quinto grado, y él estaba muy enamorado. Eva era la hija de un poderoso hombre de negocios, y siempre visitaban la casa de Vincent. Ahí es donde él cayó en sus garras y empezaron a salir juntos. Todo fue muy rápido. Él hacía todo lo que ella quería, y era como una especie de adicto a ella. No sé qué magia negra le habrá hecho esa chica, pero la computadora portátil, su celular, iPad y todos los dispositivos de Vincent estaban llenos de videos y fotos de ella. Digamos que estaba loco de amor. Todo iba bien. Vincent era el chico más popular y todas las chicas soñaban con él, pues era perfecto en todos los deportes y en apariencia, sin mencionar que tanto sus notas como su estatus social eran los más altos. En resumen, él era el mejor alumno de nuestra escuela.

Su relación comenzó a empeorar cuando un nuevo chico fue transferido allí. Jake Kinley, representaba una competencia para el más popular. Por si fuera poco, era el hijo del enemigo del padre de Vincent, otro magnate.

Dado que este último se convirtió en el capitán del equipo de fútbol de la escuela, no tenía mucho tiempo para pasar con Eva. Sin embargo, de alguna manera se las arregló para hacerle espacio en su agenda, pero ella comenzó a actuar de una forma muy extraña. Vincent empezó a bajar su rendimiento porque a diario peleaban, y es que ella siempre se terminaba molestando por cualquier cosa. Poco a poco, las emociones de él comenzaron a volverse inestables. Además, Jake Kinley estaba superándolo en todo, desde los deportes hasta en el corazón de su novia.

Si bien él escuchó muchos rumores de que Eva salía con ese chico nuevo, estaba tan ciegamente enamorado que nunca lo aceptó...

Hasta que un día lo sorprendió besándose con él. Al ver eso, quedó más allá del shock, y su mente no aceptaba que ella lo hubiese traicionado.

Él la anhelaba, era adicto a ella, así que le rogó que volvieran. No obstante, esa perra nunca aceptó, en cambio lo insultó frente a todos y lo acusó de ser un psicópata abusador. Por su parte, él le suplicaba, lloraba por ella y pasaba sus días esperando que volviera con él, pero eso nunca sucedió. Con el paso del tiempo, él se fue hundiendo en la depresión, y como todo el mundo hablaba de él, o mejor dicho de ellos, eso lo deprimía más y empezó a desarrollar varios cambios de humor.

Eva y su nuevo novio abandonaron el país una vez que terminaron la secundaria porque Vincent se estaba volviendo loco sin ella.

Tal fue su caso que lo tuvieron que ingresar en el hospital durante varios meses. El detalle es que no existe cura para la ciclotimia, aunque sí tratamientos que lo ayudan a controlar sus síntomas.

Y sí, lo ayudaron, pero solo por un corto período. Él se calmó después de regresar del Instituto Nacional de Salud Mental y Neurociencias, de modo que pensamos que todo iba bien de nuevo. Sin embargo...

Se volvió más aburrido que cualquier ser normal, estaba muy inactivo y cerrado a todos por completo, ni siquiera parecía responder a veces, y él nunca antes había sido así".

En ese punto, los ojos de Emma se aguaron mientras que Lisa y yo quedamos impactadas al escuchar su historia.

"Créeme, nosotros le rogamos a Eva que regresara, pero ella era una interesada que solo amaba el estatus y fama de él. Vincent ya no es el mismo, y la verdad es que no sabemos cómo puede reparar su vida".

"Por favor, me da la impresión de que solo tú puedes ayudarlo. No te estamos pidiendo que seas su novia, pero si compartes con él, tal vez se sienta mejor o al menos podemos esperar que regrese algo de su vitalidad.

Quiero a su verdadero yo de vuelta, y eso solo parece que podrá suceder en tu presencia, pero si lo dejamos como está, en su propio mundo... las posibilidades de que mejore serán casi nulas.

La ciclotimia incluso puede aumentar el riesgo de desarrollar trastorno bipolar". Dicho eso, Emma juntó ambas manos y las lágrimas comenzaron a fluir hacia sus mejillas.

"Nadie más que tú puede ayudarlo a estabilizarse, Jennie. Si está cerca de ti, podemos aliviar su desorden. Por favor, te lo ruego, ayúdanos".

"En resumen, estás diciendo que mi mejor amiga debería cuidar a un psicópata, a un chico deprimido", dijo Lisa más como una interrogante con ira brotando de su voz.

Entonces nos estremecimos cuando Blake se puso de pie enojado, haciendo un ruido sordo al golpear la mesa.

"Escucha, pedacito de carne... No me jodas y cuida lo que dices", le dijo específicamente a Lisa.

"Escúchame tú. Puede que no te importe ni a ti ni a ninguno de ustedes, pero la vida de mi mejor amiga es muy importante, y no puedo dejar que la arriesgue por ese maníaco. Él ya la atacó en el café, ¿qué más tenemos que esperar?", le gruñó ella con enojo.

"¿Por qué...?", comenzó Blake, pero lo interrumpí.