¿Qué estoy haciendo aquí? si yo ni siquiera quería venir. Preferiría estar en casa durmiendo o leyendo un libro, comiendo algo, galletas, o un helado tal vez, me encanta el helado. Hasta podría hacer los deberes de la escuela, todo menos que estar aquí.
Es verdad, me olvidé por un instante que Nerea es insistente y no puedo decirle que no, nadie puede decirle que no, y cuando digo nadie, les prometo que es así, es tan persuasiva que a veces ni siquiera caes en cuenta de lo que aceptaste o a lo que accediste, así es Nerea Clark mi mejor amiga mas que amiga ella es mi hermana. Ella es la única con la que puedo ser yo misma, la conozco desde el jardín de niños y confió mucho en ella.
A diferencia de ella, yo no demuestro nada de lo que siento a menos que no sea felicidad y esconder todo detrás de mi escudo donde refugio lo más vaciado de mí, mi máscara. Pero Nerea es tan genuina, incluso podría decir que demasiado transparente, y aunque no lo diga o exprese con palabras, sé que lo piensa y lo que siente con solo mirarla a los ojos, ella es todo lo opuesto a mi.
Pensé que cuando le dije la verdad hace unos 3 años, cuando llegase a confesarle que tan destrozada y herida estoy por dentro realmente, cuando le contara acerca del desastre que soy y que podría llegar a lastimarla cuando lo descubra y realmente me muestre como no soy y que la felicidad no esta para formar en mi vida y que esta amargura que traigo podría llegar a contagiar y apagar todo lo bueno que ella deslumbra se alejaría, yo no quiero que ella cargue con lo que yo cargo eso no se lo desearía a nadie y mucho menos a Nerea quien ha estado conmigo en la buenas y en la malas, siempre.
Pensé que ella se iria, pero no. Y ahora me siento un poco estúpida por haber tenido esa tonta idea.
-... estoy hecha escombros, escondo mi desastre de persona y soy lo que los demás quieren, para no decepcionar a nadie - ella solo me observa sin ninguna expresión en su rostro, me gustaria que me diera alguna señal de algo pero nada solo esta seria - yo solo tengo tristeza y no te quiero afectar, entiendo si quieres alejarte de mí, no te culpare.
Silencio, solo hay silencio hasta que decide hablar.
- Yo no pienso alejarme de ti nunca y no me importa si solo tienes tristeza y no quieres afectarme es lo que menos me importa, o si escondes como eres porque a mi me has mostrado a la verdadera tú y no es un desastre.
- ¿Quién se supone que soy? - "¿Quién soy?" esa pregunta es la que todos se hacen y muchas veces no sabes bien cómo responder.
- Eres Mi amiga, esa loca que siempre tiene una opinión sobre todo, ese huracán de persona que siempre está ahí cuando alguien la necesita, la chica que luce dulce y tierna pero es un demonio suelto - ambas reímos - esa eres tu y aunque te escondas detrás de esa máscara no olvides que siempre estaré aquí.
Ella me sonríe, me abraza y por la fuerza casi nos caemos; ella es de esas personas únicas en el mundo que son maravillosas y sabes que puedes confiar ciegamente en ellas, es una verdadera amiga.
- Narea...no se que hice para tenerte en mi vida como mi mejor amiga - siento un alivio al decírselo y poder ser yo con alguien. Nos separamos y ella extiende su meñique para hacer una promesa como cuando éramos niñas.
- Conmigo siempre serás honesta, promételo - me mira seria - siempre me dirás que piensas y si quieres desahogarte conmigo hazlo, porque guardarlo jamás te ayudará y las dos lo superaremos ¿si?.
- Lo prometo - respondí y juntamos los meñiques.
- ¡¡¡RAME!!! - grita Nerea a mi lado sacándome de mis pensamientos haciendo que me caiga del asiento en el que estaba y dejándome casi sorda.
- ¿Eh? - la veo con dos vestidos distintos en cada mano, me mira arqueando la ceja y deja los dos vestidos de lado para ayudarme a pararme. En cuanto estoy de pie ella se acerca y me toma de la cara para pellizcar mis mejillas.
- ¿Dónde está tu cabecita, Rame Weber? - pregunta pellizcando mis mejillas, tanto que empiezan a doler - te pregunté ¿Cuál es el mejor para tu fiesta?.
Verdad, estamos de compras. Me separo de ella mirándola mal porque ahora me duelen las mejillas y ella se burla, siendo justos si ella estuviera en mi lugar yo también lo haría.
- Ah sí, la fiesta- digo aburrida. Una fiesta que ni siquiera quería porque yo no la celebro desde hace tres años.
- Solo cumples diecisiete una vez en tu vida vamos ponle ganas, tus padres están muy felices - comenta entrando al vestidor.
- Es solo una fiesta para que su querida hija sea presentada en sociedad o más bien dicho para encontrarle un marido - bufo porque yo los escuche hablando de eso; mientras veo los vestidos que ella había escogido antes - su empresa es lo suficientemente grande no veo necesidad de juntarla con otra.
- Puedes revelarte como yo, cuando no quiero algo que mis padres imponen hago una huelga de hambre por eso me queda tan bien este vestido - me dice cuando sale del vestidor y busca unos zapatos que combinen con su atuendo y yo niego con la cabeza.
- Olvidas una cosa, Nerea, primero no soy tu y segundo... - se voltea, me interrumpe y me mira con tristeza. Se que no le gusta que quiera complacer a los demás pero es mi deber hacerlo, no tengo opción o bueno yo no me doy opción de hacerlo.
- Aún no dejaras esa máscara ¿no?.- pregunta a pesar de que sabe bien mi respuesta.
- No quiero ir en su contra, he sido perfecta a sus ojos hasta ahora - y están orgullosos de mí, no pienso romper o quebrar nada de lo que he construido.
- Pero algún día vas a explotar y eso será peor, Rame.
- Lo sé, ya casi sucedió eso hace dos años...y no quiero eso - bajó la mirada recordando la época donde ya no podía soportar más, pero Nerea estuvo ahí para ayudarme - mi carácter es una mierda y no quiero que lastime a los que amo decepcionarlos con lo no soy- me mira preocupada pero su cara se ilumina ¿Qué idea se le habrá ocurrido ahora? y cambia de tema siempre hace eso cuando tocamos algún tema delicado podría decirse.
- ¡Wow! alto - dramatiza - Rame Weber dijo un insulto - me mira burlona - fue como escuchar a un gatito estornudar - ambas nos reímos por el comentario tonto de mi amiga.
- Aún no entiendo como congeniamos, si somos tan distintas - comentó ladeando la cabeza.
- Porque nos complementamos, querida - me guiña y me vuelve a mostrar sus opciones - ahora sí, ¿Cuál?.
****
Salimos de la tienda; nos dirigimos a una cafetería cerca de ahí y nos encontramos con Ben, él es insoportable. Dijo que le gustamos ambas y no se puede decidir así que siempre nos sigue a todos lados.
- Hola preciosas, ¿las ayudo? -se para en frente de nosotras con una gran sonrisa. Intenta besar la mejilla de Nerea pero ella lo aparta con cara de asco, luego se me acerca con la misma intención y a diferencia de Nerea no me alejo y besa mi mejilla.
- Hola Ben - respondemos al unísono. Intenta quitarme las bolsas para llevarlas él lo que significa que irá con nosotras pero me niego.
- No gracias - respondo amable, intenta lo mismo con Nerea pero ella agarra las bolsas como si su vida dependiera de eso. Ella siempre se desespera cuando Ben está cerca porque para ella es un pesado, pero para mi es tierno. Es como un cachorro que siempre nos sigue.
Luego del rechazo que recibe una vez más el tierno pero pesado Ben, vemos a un grupo de chicos de calle, es como el clásico grupo de chicos malos que parecen delincuentes pero en realidad solo aparentan ser de tal forma, o tal vez yo los imagino así porque ví muchas películas. Uno de ellos nos silba y hace un comentario sexista y para nada agradable. Yo y Nerea decidimos ignorarlos porque no merecen la pena, pero Ben no.
- Cállense idiotas - grita Ben. Logrando que uno de ellos bote su cigarro y se acerque un poco con una amplia sonrisa.
- ¿Qué? ¿Solo por que no soy rico no puedo comprarme a una de ellas? - se burla de él que se va acercando poco a poco y como si fuéramos un programa de televisión un chico de más atrás de ojos profundamente azules se sienta mejor para vernos.
- ¡¿Qué dijiste imbécil?! - Ben lo reta acercándose a ese grupo con los puños apretados y la mandíbula tensa..
- Ben déjalos, no valen la pena - dice Nerea para calmarlo y que no arme un escándalo. Yo ando indiferente con todo, no me interesa formar parte de una pelea en medio de la calle hasta que veo a alguien.
El chico de ojos verdes con cabello castaño. Su mirada es fría y no parece importarle mucho lo que pasa a su alrededor; posa los ojos en los míos y nos quedamos unos segundos viéndonos como si intentara descubrir algo hasta que decide apartar la mirada.
- Ustedes no pertenecen aquí ¡lárguense!- dice Ben mientras Nerea trata de alejarlo de ellos pero no lo logra y Ben se abalanza a golpear al chico de ojos negros cuando este le manda un beso a Nerea - si vuelves a faltarle el respeto a una de ellas...- advierte Ben pero lo interrumpen.
- ¿Qué harás niño?- responde el tipo que fue golpeado poniéndose de pie aun con su tono de burla.
- Ya basta - habla por primera vez el chico de los ojos verdes y rápidamente enfoco mi mirada en él. Su voz es un poco ronca y fuerte dándole ese toque del que cualquier chica se derretiría al solo escuchar su voz. Intimida un poco sumándole su mirada fría, nunca había visto unos ojos que reflejen tanta frialdad.
El chico de antes se volteó y el de ojos verdes le da una mirada de pocos amigos logrando que se detenga, yo sostengo a Ben para que no nos cause más líos. - Vámonos ya Ben - él me mira y le suplicó con la mirada que nos marchemos del sitio, para mi suerte me hace caso y nos vamos.