Capítulo 5 El político.

Dark.

Entro en la sala de tiro buscando a Max, esta al final de la misma con los protectores puestos, con una 9 mm en sus manos disparando a un objetivo que está a unos 6 metros de distancia, el tiro es bueno pero no perfecto, para que sea perfecto debe dar en el blanco, es decir el pecho o en la cabeza, y este ha estado cerca del punto exacto del pecho, sonrió porque aunque Max sea buena con las armas, en tiros con armas cortas no me supera.

Me acerco a ella por la espalda en silencio, al pasar junto a los cubículos de tiro voy haciéndole seña alguno de mis hombres que se encuentran practicando para que salgan y lo hacen sin dudar, lleva un pantalón muy ajustado color negro y una camiseta blanca, que se ajusta a las curvas de su perfecto y sexy cuerpo, Max esta jodidamente buena, tiene todo lo que se necesita para volver loco a un hombre y tengo la jodida suerte de que siempre que quiero puedo tenerla.

Al llegar a ella, ya ha vuelto a cargar el arma y está vaciando el cargador en el objetivo con saña, no me gustaría ser la razón de su furia, aunque puede que solo este practicando, sé que no es así, ha estado tensa desde que le di el trabajo de matar al político, sonrió y paso mis manos sobre sus brazos extendidos con suavidad, su cuerpo se tensa ligeramente haciéndome sonreír, ella mantiene la posición, por lo que puedo colocarme de tras de ella y pegarme lo suficiente a su cuerpo, con una de mis manos separo el protector de su oído y le susurro

- no está mal... pero para que el tiro sea perfecto, debes relajarte Max, estas muy tensa... respira profunda y libera la tensión de los músculos mientras exhalas, así como estas fallaras el tiro así estés a un metro de distancia...- digo rosando mi nariz con su lóbulo, su cuerpo se tensa aún más y ella responde cerrando sus ojos al sentir el contacto

- tengo razones para estarlo Dark...- deslizo mis manos hasta el arma y la agarro junto con ella y le susurro

- es como cuando usas a Christmas... solo tienes que dejarte llevar...-

Ella sonríe al escuchar el nombre de su rifle de francotirador, sostengo el arma y ella afloja su agarre, la suelta y aun con mi cara en su cuello descargo lo que queda en el cargador, los tres disparos dan en el blanco, el pecho, la cabeza y el medio de la diana, sonrió con arrogancia y ella ríe, negando con la cabeza, luego dejo un beso sobre su cuello, siento como su piel se eriza y ella se gira para mirarme

- eres un presumido arrogante...- sonrió mirándola a los ojos.

- que haces aquí y no afuera en el campo practicando tiros a larga distancia?...- ella estudia mi rostro y susurra

- ese trabajo...- la miro serio y respondo

- el político?...- ella asiente y muerde su labio...- te dije que si no podrías hacerlo, Claus lo haría...- ella me ve un momento y pregunta

- alguien pago por el?...- la observo un momento y niego, ella abre los ojos como platos y responde

- entonces tu...- asiento y le digo

- tienes que superarlo... el ya no puede tocarte, además Max, hace mucho que él está en mi lista, sabias que era cuestión de tiempo antes de que diera la orden o lo hiciera yo mismo...- la veo un momento y ella suspira y me responde

- sé que puedo hacerlo... es solo que después que?...- pregunta mirando fijamente mi pecho, doy un paso a ella y le tiendo el arma, la cual toma, coloco mis manos en su cintura y la giro, subo por su torso asegurándome de tocarla hasta llegar nuevamente al arma, libero el cargador y coloco uno nuevo, ella sonríe, con una de mis piernas separo un poco más las de ella, muevo mi rostro hasta su cuello y susurro

- después continuas haciendo una de las mejores cosas que sabes hacer...- beso su cuello y hasta llegar al lóbulo de la oreja el cual muerdo con suavidad, tentándola y haciéndola estremecer, después de soltarlo susurro en voz muy baja...- matar...- ella sonríe y descarga nuevamente el arma en el objetivo, sonrió ampliamente cuando veo que los disparos se acercan aún más a la perfección y le susurro

- lo ves?... ahora ven aquí...- digo girándola con brusquedad y apoderándome de su boca, ella me besa con la misma ferocidad, muerdo su labio y tiro de él, abro mis ojos y le digo sin soltarla...- le darás un disparo en medio de las cejas al maldito hijo de puta que mato a tus padres y te convirtió en lo que eres hoy...- beso sus labios con delicadeza una vez más y la escucho suspirar, me separo de ella para verla y por primera vez en mucho tiempo veo miedo en sus hermosos ojos, acaricio sus mejillas y un odio desmedido crece en mi interior.

- Max...- la llamo ella ve mis ojos y en los de ella comienzan a formarse lagrimas...- Max?...- bajo mis manos hasta su cuello y las cierro alrededor de él, apenas si aprieto ella me ve con ojos asustados y desorbitados...- Max, el miedo te hace débil y además te hace dudar, no debes tener miedo, si tienes miedo estas muerta...- le digo sin despegar mis ojos de los de ella, finalmente parpadea un poco al sentir la presión de mis manos en su cuello y susurra

- Dark?...- su voz es apenas un murmullo audible.

- aquí estoy Max...- respondo, liberando su cuello, ella sonríe apenas un poco y responde

- lo siento... yo...- la interrumpo

- lo hará Claus...- me separo de ella y comienzo a andar hacia la puerta, decidido con ganas de llenarle la cabeza a ese hijo de puta con balas, cuando estoy por salir me detiene.

- Ratko...- mis pies dejan de avanzar de inmediato, Max muy pocas veces me llama por mi verdadero nombre...- lo hare yo, matare al maldito...- sonrió complacido por la decisión y seguridad que noto en su voz.

- de acuerdo Max...- y salgo dejándola sola.

Después de un rato del encuentro con Max, estoy sentado en el escritorio de mi estudio cuando los golpes en la puerta desvían la atención de una entrega que debemos hacer en unos días.

- adelante...- digo sin mirar

- Dark...- dice Claus entrando.

- hablo?...- pregunto inmediatamente.

- lo hizo después de escuchar los sollozos de la hija... como es que siempre se rompen con eso?...- pregunta divertido, niego con la cabeza y le respondo.

- eres un enfermo Claus...- el comienza a reír y me espeta divertido

- mira quien lo dice?... el que le abrió la cabeza en dos a Robertson solo por venir a hablar...- finalmente alzo mis ojos y nos miramos un segundo.

- y bien?...- suspira, pone sus ojos en blanco y susurra

- siempre quitándole la diversión a todo...- dice, tomando asiento frente a mi...- tenías razón, el muy hijo de puta pago por las muertes de todos en el autobús, aun no entiende como Max sobrevivió, pero dijo que en el autobús estaban los agentes que necesitaban eliminar, estaban haciendo un trabajo de encubierto que lo relacionaba con narcóticos, por supuesto necesitaba eliminarlos y así no quedar expuesto, esta tan sucio como pensábamos... es el...- sentencia serio, suspiro porque esa información ya la sabíamos solo quería confirmarlo antes de hacer el trabajo, Max tiene a su hombre y finalmente podrá tomar venganza.

- bien... como esta?...- pregunto volviendo a fijarme en la pantalla.

- inconsciente...-

- y la chica?...- lo escucho reír y susurra

- en la habitación contigua gritando su nombre...- pongo los ojos en blanco y le espeto

- bien, habla con Friday... saben lo que tienen que hacer...- siento su pesada mirada y lo encaro...- que?...-

- en serio borraras su memoria?...- pregunta incrédulo.

- sí, Claus la chica no tiene culpa de ser hija de ese malnacido...- pone los ojos en blanco y susurra

- debería vivir sabiendo que el maldito era de las peores escorias sobre la faz de la tierra...- lo veo un momento y niego...- de acuerdo, hablare con Friday...- me ve un momento y vuelvo a verlo

- que, quieres Claus?...- le digo con fastidio.

- en serio dejaras que Max se encargue de el? sabes que no lo va hacer...- sonrió y le respondo

- lo hará...- el suspira y comenta

- le tienes demasiada confianza...- asiento y le respondo apartando mi vista

- la misma que a ti...- el bufa incómodo y me espeta

- no deberías, es débil y los débiles siempre terminan muertos y los muertos no nos sirven...- levanto mis ojos y lo veo fríamente.

- Max puede ser débil a veces... pero ha demostrado que es fuerte y no ha muerto a pesar de todas las veces que ha estado en situaciones en las que la decisión incorrecta la llevaría a ello... sigue aquí Claus no la subestimes...- le digo serio, advirtiéndole lo obvio, el suspira y se encoge de hombros

- bien... pero aun creo que no lo hará...- suspiro y le respondo

- de acuerdo... solo por si no lo hace y para que estés tranquilo... ve tú, vigílala pero que no lo note...- una enorme sonrisa se dibuja en sus labios y susurra

- de eso estaba hablando...- miro sus ojos claros brillar con malicia y le espeto

- se discreto...- el asiente y se aleja hacia la puerta

- bajaras?...- asiento y me pongo en pie, lo alcanzo en la puerta y echamos andar nuevamente a los pisos inferiores, al cuarto de tortura o al quirófano. Una vez frente la puerta Claus me advierte

- por cierto, su aspecto no es muy bueno...- dice con una amplia sonrisa en los labios, abre la puerta y el típico y característico olor de la sangre inunda nuevamente mi sentido del olfato, entro y el hombre al que Claus estuvo torturando por las últimas tres horas luce horrible, tiene heridas a la largo del cuerpo bañado en sangre, está solo en ropa interior y de sus pezones cuelgan dos pinzas conectadas a un modernos aparato generador de electricidad, el hijo de puta se estuvo divirtiendo, lo miro con desagrado y él sonríe con orgullo

- querías que hablara no?...- pongo mis ojos en blanco y me acerco al hombre que esta entre la consciencia y la inconsciencia

- Hotchner....- lo llamo, el hombre apenas si mueve su cabeza.

- tu hija, estará bien... no recordara nada de esto, no te preocupes...- le digo sin dejar de verlo, eleva su rostro y con una media sonrisa enferma en el rostros susurra algo, me acerco a él para poder escucharlo

- vete... a la... mierda... Dark...- dice y escupe mi rostro, niego con la cabeza sacando un pañuelo y limpiándome.

- gracias por la información... fue muy útil...- le digo, el me ve y sonríe

- tarde... o temprano morirás...- dice en tono amargo, sonrió mientras saco mi arma le quito el seguro y le digo con una sonrisa en los labios

- no le tengo miedo a la muerte, porque hace mucho nos enfrentamos y la vencí...- acciono el arma, la bala entra de lleno en medio de su frente y su cuerpo sin vida yace en la silla, suspiro, observo a Claus sonreír y me pregunta

- tienes hambre?...- pongo mis ojos en blanco, guardo mi arma y salgo de la habitación con el siguiéndome de cerca.

Nisha.

Permanezco en silencio en la oscuridad de la habitación han pasado horas desde que Griffin salió de aquí, nadie ha vuelto a entrar, he dejado de llorar hace rato, no tiene sentido hacerlo, necesito averiguar qué es lo que quiere de mí. Sin embargo en ese momento recuerdo las palabras de Dark, "puso sus ojos en ti, no hay forma ni manera en que no termines entre sus garras... cuando un mafioso quiere algo no se detiene hasta obtenerlo" sus ojos en mí, quiere decir que le gusto? Pero qué necesidad tiene de secuestrarme, que acaso no sabe pedir las cosas como una persona normal?, suspiro por lo ridículo que suena mi pensamiento, es un mafioso quien dice que son normales.

En ese momento escucho voces tras la puerta y me tenso, me levanto con cuidado y camino lejos de ella, en seguida se abre, iluminando el espacio, Griffin esta delante de mí con un elegante traje gris, se acerca al costado de la puerta y enciende las luces, me observa detenidamente y susurra

- odio ver a una mujer llorar... no lo hagas...- me espeta, su voz es fría y hace que me tense.

- que quieres de mí?...- le pregunto, mi voz es más serena de lo que pensé que podría sonar.

- de ti?... simple...- responde...- quiero todo...- lo veo un momento dudando

- a que te refieres?...-

- eres mía Nisha... serás mi esposa...- termina, siento como mis piernas fallan y mi visión se nubla, en cuanto lo nota se acerca a mi rápidamente y me toma de la cintura

- tan hermosa...- dice rosando mis labios con su pulgar, siento que mi cuerpo tiembla ligeramente, él sonríe y susurra

- pero seré paciente... no te obligare a casarte conmigo... necesito una mujer que quiera hacerlo, una mujer que no dude ante ninguna situación, que no tema hacerle daño a alguien por su seguridad o la mía que sea capaz incluso de matar por mi... porque Nisha yo mataría por ti a cuanto bastardo se atreva a involucrarse o trate de alejarte de mi...-

- q-quiero irme a mi casa...- le digo en un susurro, él toma mi mentón con delicadeza y niega

- lo siento linda... tu casa ahora es esta... y te agradeceré enormemente que no llores más, si no quieres que esta linda y hermosa cara sea mallugada por mis manos...- al decir lo último su agarre se hace más fuerte, haciéndome estremecer.

- p-por favor...- le ruego, él sonríe y se pega más a mi cara y susurra

- eso, quiero que ruegues... suplica nena...- lagrimas descienden por mis mejillas y en el momento en que lo hacen sus manos se cierran con fuerza en mi cuello.

- maldita sea, acabo de decirte que odio ver a una mujer llorar...- dice con odio, sin más estampa la palma de su mano en mi mejilla, haciéndome girarla con brusquedad por la fuerza del impacto. Un sollozo se escapa de mis labios, cuando siento nuevamente sus manos rodear mi cintura comienzo a luchar para liberarme y el ríe

- sí, eso... eso quiero, que luches, motívame... si nena, me encanta que lo hagas... luchar te hace fuerte y necesito que seas fuerte, que tengas cojones, vamos lucha nena, porque de eso depende tu vida...- tira con fuerza de mí y me gira para que pueda ver su expresión fiera, el hombre guapo, atractivo y sexy que vi en el restaurant a desaparecido por completo... sus ojos destilan odio, su cuerpo esta tenso y sosteniéndome con una fuerza innecesaria, ya que estoy quieta entre sus brazos, su expresión en serio me ha asustado.

- escúchame bien zorra, por mi puedes luchar todo lo que quieras, pero ten presente que no te iras de aquí, serás mi mujer quieras o no y cuando hablo de mi mujer hablo de la cabeza de la mafia...- mis ojos expresan todo el terror y sorpresa que siento...

- eso siente miedo, porque justamente ese es el que te hará fuerte...-

Sin decir nada más estampa sus labios en los míos y comienza a besarme con fuerza, lucho para liberarme de él, muevo mi cara de un lado al otro y el tira de mi cabello, lanzándome sobre la cama, me arrastro desesperada sobre ella tratando de alejarme de él, comienza a reír como si estuviera loco, mientras más lagrimas caen de mis ojos, estoy aterrada y el parece disfrutarlo.

En ese momento tocan la puerta y grita enfurecido

- QUE?...- entra un hombre y le habla en voz baja, con miedo.

- jefe, llego el pedido que hizo...- Griffin lo ve con odio y le espeta

- bien... largo...- el hombre sale de inmediato y nuevamente centra su atención en mí, retrocedo un poco y él sonríe de lado.

- amo esa expresión... eres per-fec-ta...- dice deteniéndose en cada silaba y provocando un escalofrió en mi cuerpo.

Da un paso atrás y comienza a quitarse el saco del traje, luego con una parsimonia desesperante pasa a los botones de la camisa, descubriendo su torso perfectamente trabajado, sus ojos solo me miran con deseo y yo estoy aterrada paralizada sabiendo que lo que hará a continuación marcara mi vida para siempre, sabiendo que desde el momento en que esos hombres me drogaron para traerme aquí, mi vida estaría llena de terror, de violencia y dolor, un dolor que ya tenía nombre y apellido, un dolor del solo una sola persona seria responsable, el hombre alto, guapo y sexy que se desnuda frente a mí con la única idea de apoderarse no solo de mi libertad, sino de mi cuerpo y hacerme suya, sin importarle un poco lo que quiera, sienta y desee hacer.

Mi suerte está echada y soy la única perdedora, siento mi vida hundirse en la más miserable de las agonías al verlo acercarse a mí con lentitud, mientras toca su miembro, niego con la cabeza, repetidas veces, pero solo causo que su sonrisa sea aún más amplia y justo así, con su expresión trasformada en el rostro del monstruo que está apunto de arrastrarme a la más absoluta oscuridad cierro mis ojos para dejarle hacer lo que sea que haya decidido hacer.