Capítulo 4 cap 4 (recuerdos que no son míos)

Escarlet

No sé dónde me encuentro, pero sé que estoy soñando, el lugar que veo me parece familiar, aun cuando no recuerdo haber estado ahí alguna sola vez en mi vida.

Un bosque muy grande y en algún lugar un pequeño claro, cada vez que me acerco siento una presión enorme en el pecho, pero esta noche es diferente. Hay alguien en ese claro que ase que mi corazón palpite cada vez más fuerte cada que me acerco, lagrimas se me escapan y no logro comprender.

Siento una impaciencia y un temor que corro más rápido para alcanzarle, al llegar, aquel claro tan hermoso que siempre veo y refleja la luna con claridad, ha sido manchado de un rojo carmín. En medio de tal atrocidad veo a alguien, y siento como si el mundo se me acabase, el sentimiento más doloroso y oscuro me invaden no logro entender porque, pero al llegar a su lado me arrodillo rota en llanto sin saber siquiera el porqué, aun cuando aquel muchacho al que veo solo me regala la más hermosa sonrisa que yo allá visto, haciendo que aquel sentimiento de dolor sea aún más grande, el levanta con dificultad su mano y toma mi mejilla acariciándola suavemente tratando de confortarme.

En un susurro él logra decir lo que fueron sus últimas palabras- mi luna te amo siempre lo are, esperare por ti siempre-

pude sentir el momento de su alma irse y abandonarme.

Sentí que el mundo se venía sobre mi llena de tantas emociones tratando de que aquel chico regresase a mí. Suplique tanto a la luna tratando de llegar a ella, pero aquel sentimiento cada vez pesaba más.

Desperté bañada en lágrimas y por más que trate aquel sentimiento no salía de mí, me sentía sola tenía el dolor más grande que sin pensar grite tan alto reclamándole a la luna.

-porque me lo has quitado?, ¿porque me has hecho esto?, devuélvemelo, te lo suplico -

De repente sentí a mis padres rodeándome con sus brazos tratando de calmarme, pero solo lloré más aun cuando mi cuarto se había llenado de tantas personas quienes trataban de saber porque había gritado. La manada entera se encontraba preocupada por mi seguridad.

-calma hija todo estará bien- decía mi madre

Solo podía sostenerme a mis padres mientras lloraba por alguien de quien ni siquiera sabía su nombre. Un sueño solo un sueño tenía que ser eso.

Aun cuando todos se fueron después de haber dejado de llorar, mi hermana seguía ahí parada en el marco de la puerta mirándome fijamente.

-que quieres? -pregunte

-eres una loca-

-no estoy de humor déjame en paz-

-claro de eso nos dimos cuenta todos, loca-

-basta-

-sabes si tratas de llamar la atención creo que si te cortas las venas con plata tendrás aún más-

-basta-

-vas a llorar?, pobrecita-

-cállate- grite mirándola fijamente, podía sentir mi sangre arder y recorrer con frenesí mi cuerpo.

Mi hermana dio un salto atrás muy asustado al verme y no sabía por qué.

-monstruo-dijo con rabia

Miré mi reflejo en la ventana cerca de mi cama lo que vi me asusto hasta a mí, mis ojos eran rojos como la misma sangre. Era el semblante un vampiro, yo tenía ambas razas en mí y aun no se me había explicado como un lobo soporto la transformación cuando aquello era prácticamente imposible pues la mordida de un vampiro es igual que veneno para nosotros.

Aquel sueño me dejaba una sensación de dejavu.

Solo conocía el claro que se encontraba en territorio de scarlet Moon, pero solo una vez estuve ahí y casi muero, pero aquel lugar se veía diferente.

Tenía la sensación de que esos sueños eran parte de mi vida, sintiéndome como una loca tal cual lo decía mi hermana. Había perdido las ganas de dormir pues aquel miedo de regresar a aquel claro me oprimía el pecho dejándome sin aliento.

Trate de recordar el rostro de aquel chico, su tacto el cual aún se sentía tibio en mi mejilla como si realmente hubiera estado ahí. cabello castaño, ojos azules y piel bronceada. Aquellos rasgos destacaban en él ya que aquellos ojos eran igual a los de mi madre.

-Mi cachorro-