Un heredero de sangre
img img Un heredero de sangre img Capítulo 7 CAPITULO siete
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Capítulo 11 Noche de cena img
Capítulo 12 Perversos planes. img
Capítulo 13 El último suspiro img
Capítulo 14 El adiós de Lucero. img
Capítulo 15 Una ráfaga de viento img
Capítulo 16 Estallando en cólera img
Capítulo 17 Visita inesperada img
Capítulo 18 Cercanía peligrosa img
Capítulo 19 Un almuerzo. img
Capítulo 20 Abriendo los ojos. img
Capítulo 21 Fotografía. img
Capítulo 22 Salida img
Capítulo 23 Cena img
Capítulo 24 llamandola. img
Capítulo 25 Frente a la tumba img
Capítulo 26 la amante img
Capítulo 27 Confesión img
Capítulo 28 Almas gemelas img
Capítulo 29 Novios img
Capítulo 30 Apoyo importante img
Capítulo 31 Concluida la reunión img
Capítulo 32 Una noche en casa img
Capítulo 33 Rueda de prensa img
Capítulo 34 La mujer de la tablet img
Capítulo 35 Discusión img
Capítulo 36 De vuelta img
Capítulo 37 Frente a su amor img
Capítulo 38 Frente a su pequeño retoño img
Capítulo 39 Confusión en su corazón img
Capítulo 40 Acabando con toda las ilusiones img
Capítulo 41 El heredero en camino img
Capítulo 42 Entregándose img
Capítulo 43 Reviviendo un pasado img
Capítulo 44 Al descubierto. img
Capítulo 45 Petición de muerte img
Capítulo 46 Un lugar solitario img
Capítulo 47 Solo una oportunidad img
Capítulo 48 No discutiré ese tema. img
Capítulo 49 Embarazo img
Capítulo 50 Cita medica img
Capítulo 51 Un dolor arrasador img
Capítulo 52 Un accidente img
Capítulo 53 Marcando terreno img
Capítulo 54 De vuelta a sus brazos. img
Capítulo 55 Acepto img
Capítulo 56 Cumpliendo la promesa img
Capítulo 57 Pelea img
Capítulo 58 Rescate img
Capítulo 59 En casa img
Capítulo 60 Cara a cara img
Capítulo 61 Su hijo de sangre img
Capítulo 62 Dolor de barriga. img
Capítulo 63 Sacando celos. img
Capítulo 64 Día de ecografias img
Capítulo 65 Pelea img
Capítulo 66 Margo al descubierto img
Capítulo 67 Rodando las gradas. img
Capítulo 68 Prueba de ADN img
Capítulo 69 Secuestrada img
Capítulo 70 Dudas img
Capítulo 71 Un doloroso día img
Capítulo 72 Ocho años después img
Capítulo 73 Queriendo abandonarlo. img
Capítulo 74 De vuelta. img
Capítulo 75 Una verdad más. img
Capítulo 76 Una emboscada. img
Capítulo 77 Frente a su padre. img
Capítulo 78 Desaparición img
Capítulo 79 Seis años después. img
Capítulo 80 Causante de lágrimas img
Capítulo 81 Cumpleaños img
Capítulo 82 Viaje img
Capítulo 83 Perdida img
Capítulo 84 Acercamiento img
Capítulo 85 Lugar mágico. img
Capítulo 86 Fuera de prisión img
Capítulo 87 Esteban al descubierto. img
Capítulo 88 En América img
Capítulo 89 Estudiar en Miami img
Capítulo 90 Frente a su gran amor img
Capítulo 91 Escapando img
Capítulo 92 Visita al hospital img
Capítulo 93 Cena img
Capítulo 94 Noche de familia img
Capítulo 95 La despedida img
Capítulo 96 Pelea img
Capítulo 97 Seducción img
Capítulo 98 Confesando img
Capítulo 99 Conflicto dentro de si img
Capítulo 100 Una noche en el hotel img
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Capítulo 7 CAPITULO siete

Mientras los hombres dialogaban, Lorena se acercó, camino de una manera sexy y seductora.

Al verla llegar, Pedro la observabo de arriba abajo, con picardía, ella saludó y se presentó.

__Mucho gusto, Lorena Fuentes, Hermana de Lucero.

El hombre de cincuenta años, era muy atractivo, a pesar de su edad no se notaban arrugas, el cuidado que mantenía en su rostro, se reflejaba.

Los ojos le brillaron, al momento que su mano, presionó el de la joven, de esbelta figura, con un rostro encantador y unos ojos color marrón, que incrusta el corazón de cualquiera.

__Un gusto conocer a tan bella dama. La llenó de halagos, y eso hizo sentir a Lorena, una completa reina.

Por su parte Santiago, observo el coqueteó de su tío, no le pareció apropiado, que un hombre de esa edad, pusiera sus ojos en una mujer muy joven.

Ante el rostro serio de Santiago , Lorena volo en pensamientos, deduciendo que estaba enojado, se acomodó en uno de los finos y costosos muebles, dichosa porque en su ingenuos pensamientos, creía que Santiago, estaba celoso por el coqueteo de ella y su tío.

__ Tío, acompáñame, te muestro tú habitación.

El cambiante tono de voz, por parte de Santiago, le pereció extraño a Pedro, al igual que Lorena, dedujo que su sobrino, estaba celoso, no lo culpaba, pues la mujer era sumamente bella.

Tampoco se culpaba el, por poner sus ojos en la cuñada de su sobrino, pero esa joven lo puso exitado, y no descansaría hasta llevarla a la cama. En su larga vida, vivió siendo un mujeriego y no había una, mujer que se resista a él.

Con el cuerpazo en mente de Lorena, Perdro siguió a Santiago, ya estando solo en la recámara, cuestionó.

__¿Estas enojado?

__No, ¿Por qué estaria enojado?

__Por el coqueteo con tu cuñada, dime Santiago ¿Te gusta tu culada?

Frunciendo el ceño, y con la incomodidad de esa pregunta, Santiago enchino los ojos.

__Tio, ¿Que cosas dices? es la hermana de mi esposa.

__Pero ella está grave, va a morir muy pronto y tú estás joven.

__Tio, no vuelvas a decir tales cosas, yo amo a Lucero, y jamás en mi vida, pondría mis ojos en su hermana, aun después de la muerte de ella. Aclaro con firmeza.

__Okey, perdón por incomodarte con esa pregunta, me pareció verte enojado.

__Si te soy sincero, no me pareció que, un hombre de tu edad, coquete, con una mujer que podría ser su hija, pero de ahí, más nada, quítate esas ideas absurdas de la cabeza.

__¿Que tiene mi edad? Santiago río.

__Ya olvida eso, está será tu habitación.

Santiago miró el reloj y se retiró, una vez solo, Pedro se duchó, después de salir del baño, se paró en el balcón y contempló el patio trasero de la Hacienda.

Sen encontraba fumando un tabaco, al mismo tiempo que observaba al niño jugar, ese, era el motivo por el cual había viajado desde tan lejos.

Durante cinco años, ese niño había disfrutado de una fortuna que no le pertenecía.

__¿Quién sabrá de qué pulgero salió?, murmuró para si mismo.

Si hubiera sabido antes, que su sobrino adoptó un hijo, el, no se lo hubiera permitido, lástima, que el llamado de su cuñada, fue tarde.

Como si sintiera que alguien lo observaba, el pequeño Matías alzó la mirada, hasta que encontró al hombre, que lo observaba desde el balcón y se encontró con la mirada oscura de Pedro.

El hombre, fumaba un cigarro y lo presionó con fuerzas en el cenicero, al tiempo que el humo de su boca, daba vueltas al salir.

Con su carita llena de tristeza, Matias se adentró a la casa, en su pequeño cerebrito, podía notar que había mucha gente de esa familia, que no lo querían.

No sabia por qué le miran de una manera, como si su presencia, les molestara, aunque no se lo dijeran, el, podía sentirlo.

Era más feliz, cuando solo vivía con su mamá y su papá, ellos dos le amaban, le mimaban con tanto cariño, pero desde que su madre enfermó, y su tía llego a vivir a su casa, ya no podía correr por toda la mansión, ella siempre lo presionaba del brazo, llamándole bastardo, y no comprendía que significaba eso.

Su papá, pasa ocupado en los negocios, y cuidando a su mamá, aunque ponía un poco de su tiempo para jugar con él, no era suficiente, en su corazón, el cariño de su madre, era lo que él necesitaba.

Pronto volvería a clases y podría volver a ver a sus amigos del año anterior, eso, lo ánimo y corrió hasta la habitación de su madre, le planto un beso en la frente.

En su despacho, Santiago revisaba cada carpeta que llegaba desde su empresa, tenía ya largo tiempo que no se presentaba ante la empresa, quería estar muy cerca de su esposa, por si llegara a complicarse su salud.

En el otro polo de la capital, el timbre de la mansion intriago sonó.

A espera de que las puertas se abran, Erika Intrigado esperaba con nerviosismo, pronto una llamada ingresó en su móvil.

__Papá...

__¿Donde estás? Erika, ¿Dime que no cometiste esa locura?

__Pues si, estoy en Ecuador, incluso estoy frente a la mansión, a espera de que mi madre abra la puerta y me dé la cara.

__Erika te exijo que vuelvas.

__No lo haré, ya soy una mujer adulta, buscaré a mi hijo.

__Ese niño murió, ya olvida esa pasado.

__No, no oo acepto, en mis sueños, mi hijo me llama, y presiento que esta vivo. __Escucha bien, no recibieras ningún centavo para esa búsqueda innecesaria.

__Tampoco necesito tu dinero, tengo mis ahorros, además, mi madre tendrá que decirme la verdad.

Dicho eso, cerró la llamada, y al ver que nadie abrió la puerta, Erika, se acercó a una de las ventanas y observó con tristeza, los muebles cubiertos con sábanas blancas.

Retrocedió unos metros, para observar el letrero que decía "se vende".

FLASHBACK

__¿Como esta mi hija?

__Bien, puedes pasar a verla.

Diego río de alegría, su hija se había salvado.

__Gracias Dios, gracias por salvarla, prometo que Gisela no volverá a lastimarla

Diego Intriago, hizo pasar por muerta a su hija, no estaba dispuesto a permitirle a Gisela, que vuelva a lastimarla. Por ello, pidió al doctor, que hiciera pasar por muerta a su hija.

__Diego no puedo hacer eso, lo que me pides va contra mi ética profesional.

__Pon una cantidad.

El doctor tragó grueso.

__Te juro que nunca, pero nunca más volveré a Ecuador, y que tu nombre, no será ensuciado si se llega a descubrir la verdad.

Fue así como la muerte de Erika se llevó acabo, Diego volvió a casa, y llorando amargamente, confesó a Gisela que su hija habia muerto, y con ello, rompió el duro corazón de la mujer.

Al día siguiente, el ataúd con el cuerpo se Erika llegó, y Diego, le prohibió a su esposa, que abra el ataúd.

__Ni lo pienses, tu la mataste, no te acerques a mi hija, no mereces verla por última vez.

__Necesito verla, necesito verla, déjame verla.

__No. Hablo con firmeza.

durante la estadía del velorio de Erika, la mantuvo lejos del ataúd, la noticia no llegó a nadie de sus allegados, solo ellos, con los empleados, le dieron cristiana sepultura, en la misma mansión.

Diego quizo castigar a su esposa por el daño que le había ocasionada a su hija, después de eso, pidió el divorcio, que por supuesto lo aceleró.

Ya Erika habia sido enviada a Estados Unidos, una vez que llegó a California donde se encontraba su hijo mayor, le mintió a Erika.

__Tu madre no quiere verte, todos su amigos se enteraron de tu embarazo, y se siente avergonzada.

El corazón de Erika se hizo trizas.

__¿Quiero ver a mi nana?

__Estamos en California, además, Piedad fue despedida por tu madre, cuando llegue a la mansión, ella no estaba.

Diego tenia un hijo de su primer hogar, aquel adolescente no quería aceptar otra madre en su vida. Por ello, pido a su padre que lo envíe fuera del país. A sus 12 años, Danny abandonó Ecuador y solo iba en vacaciones.

Una vez terminada su carrera, Erika decidió volver a Ecuador, el recuerdo de aquel llanto que escuchó cuando nació su hijo, le recorría su mente cada día, estaba segura que su hijo no había muerto, y estaba dispuesta a buscarlo, así se llevará toda la vida.

Al llegar a la mansion, no encontró a su madre, Erika, no sabía que su madre, le creía que estaba muerta. Recorrió el patio de su casa, con asombro miró las dos lápidas talladas, una era de su hijo, y la otra, tenia tallado su nombre.

"Descanza en paz Erika Intriago"

Sintió un frío recorer su cuerpo, al leer su nombre sobre una tumba, su padre nunca le dijo nada, cuando salieron del país, el le contó que su madre no quería saber de ella, mucha veces llamo a su mamá, pero nunca obtuvo una respuesta.

Sintió dolor, imaginando que su madre era una persona malvada y cruel, confirmó con sus propios ojos que la mujer no quería saber nada de ella, que fue capaz hasta de crear una lápida, en su nombre.

Lloró, porqué a pesar de todo, lo que había echo su madre, ella le amaba, la amaba y en todos esos años, le hizo falta, al igual que su nana Piedad.

Después de unas cuantas horas, salio de la mansion y se hospedó en un hotel, hasta conseguir una pequeña casa donde quedarse. Los años la habían echo madurar, aquella adolescente había quedado atrás, ahora era toda una licenciada en educación.

En los días que transcurrieron, dejó carpeta en una de los mejores colegios de la capital.

En dos días, le llamaron para que se acerque a la institución, llena de ilusiones, se levantó con el pie derecho.

Se puso unos Jean azules ajustado a su cuerpo, con una blusa blanca, dejó su cabello suelto, que le hacía ver hermosa con poco maquillaje.

Con sus grandes tacos bajo del taxi, para admirar la hermosa institución, en la que podría dar clases.

            
            

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