La llamada se conectó enseguida. – Buenas tardes joven maestro, ¿Cómo le está yendo en la fiesta? –Pregunto cortésmente Jacob.
Harry echo un gruñido de rabia que asusto a Jacob. – ¡Aun no pude entrar porque los guardias no me dejan pasar! –Harry parecía muy molesto.
Jacob se asustó, nunca había visto a su amo tan molesto, ni cuando aún era parte de la familia Wilson, solamente dijo muy serio. – No se preocupe señor, yo me encargo de que el gerente en persona vaya a recibirlo.
-- ¡Muy bien! –Dijo Harry. –Colgó el teléfono y volvió a entrar a donde estaban ambos guardias.
Ellos habían recibido por parte del señor que estaba vestido de forma elegante, la orden de sacar a patadas a Harry si volvía aparecer otra vez por aquí.
Apenas vieron que Harry se volvía acercar, ambos se pusieron en guardias y estaban listos para darle una paliza a Harry, pero antes de que hagan algún movimiento, fueron rodeados por 4 hombres musculosos, bastante altos, que llevaban traje negro y gafas negras, su sola presencia intimidaba.
Harry se sorprendió al ver a esos hombres rodear a los guardias que estaban a punto de golpearlo, miro de donde vinieron esos hombres y allí vio a un hombre de mediana edad, vestido de manera muy elegante, el cual se acercaba cada vez más a donde estaba el.
Ambos guardias tenían miedo y comenzaron a sudar frio al ver a esos gorilas rodeándolos, sin siquiera dejarle alguna ruta de escape. A su lado paso un hombre muy elegante, el cual los guardias reconocieron al instante, se trataba de su jefe, el gerente del hotel Epson, el señor Joseph Walsh.
Al ver que se acercaba a donde estaba ese tipo al que ellos no lo dejaron entrar, ambos guardias se asustaron en ese momento, querían seguir viendo y escuchar lo que hablaran, pero los hombres que los rodeaban les taparon el paso, impidiéndoles ver nada.
Apenas llego Joseph a donde estaba Harry, este se arrodillo de inmediato. No había ni una sola persona que no trataría como dioses a los integrantes de la familia Wilson, ya que esa familia es la más poderosa y rica del mundo, cualquiera que les falte el respeto están condenados a una vida de pobreza y miseria.
-- Bienvenido señor Wilson, lo estaba esperando, por favor acompáñeme adentro, los demás gerentes los están esperando para recibirlo. –Expreso muy educadamente Joseph.
Harry hizo caso y continuo adentro del hotel, mientras iba caminando, se dio cuenta de que Joseph no lo seguía y se detuvo para ver cuál era la razón.
Joseph estaba parado enfrente de los dos guardias, como él estaba lejos, no podía escuchar de lo que hablaban, pero solo son mirar el rostro de Joseph, Harry se dio una idea.
Joseph se alejaba del lugar donde estaban ambos guardias y mientras caminaba donde estaba Harry, los 4 hombres musculosos, agarraron a los dos guardias en brazos y los sacaron del hotel.
No pudo saber que más ocurrió, ya que estaba lejos de la entrada, solamente siguió a Joseph adentro del hotel sin preguntar nada.
Cuando entraron al hotel, Harry se quedó completamente boquiabierto con tanto lujo, si solo el patio ya le parecía gigante y muy bien decorado, con mucho lujo, adentro del hotel seria inimaginable para él.
Los lujos que tenía cuando era parte de la familia Wilson eran bastantes, pero ni en sueños se comparan con los que tiene este hotel, sin duda alguna la familia Wilson ha mejorado demasiado desde que él se fue de ella.
Harry se quedó mirando toda la entrada del hotel embobado sin prestar atención a Joseph, la gente que pasaba por ahí eran todos de familias poderosas en la ciudad Costa azul, estaban muy por encima de las familias de Jack y Thomas.
Todos se quedaron mirando a Harry como bicho raro, el cual nunca ha entrado a un hotel de lujo, las personas no sabían porque habían dejado entrar a alguien tan pobre a este hotel, pero uno de ellos dijo. – De seguro debe ser un nuevo trabajador que acaban de contratar.
Todas las demás personas asintieron a lo que dijo ese hombre desconocido, ya que eso debía ser.
Harry volvió a sus sentidos y siguió a Joseph que lo esperaba en la puerta del ascensor, ante las miradas de desprecio de la gente del hotel. Entro al ascensor y juntos subieron hasta el último piso del hotel, el cual era el piso más elegante y caro del mismo, al cual solo el gerente y el dueño tenían acceso.
Pasaron varios segundos, ya que el edificio era bastante alto, cuando por fin llegaron, Joseph guio educadamente a Harry hasta la puerta de la habitación donde se organizaba la fiesta de bienvenida.
Harry entro y se sorprendió al ver a tantas personas que había en ese departamento, se trataban de unas 30 personas, sin contar a los hijos de los gerentes de los negocios de la calle comercial Laquista.
Lo más sorprendente fue que apenas se abrió la puerta, todos sin contar a los hijos, se inclinaron enfrente de Harry para saludarlo, lo que llamo la atención de los hijos, ya que se supone esperan al dueño de toda la calle comercial, el señor Harry Wilson, no a un pobre que no tiene donde caerse muerto, no entendían que estaba pasando.
Todos los gerentes que se inclinaron, saludaron en coro.
-- ¡BIENVENIDO, LO ESTABAMOS ESPERANDO SEÑOR WILSON!
La voz de todos retumbaba los oídos de Harry, el cual no estaba acostumbrado a tanta amabilidad y respeto por parte de la gente.
Harry debía corresponder a los saludos de todos ellos, se paró firme enfrente de ellos, dio un trago de aire y dijo.
-- Es un placer conocerlos igualmente, mi nombre es Harry Wilson, soy el nieto mayor de la familia Wilson. –Harry miro a su alrededor, ya que todos estaban en silencio, pero de un momento a otro, todos comenzaron a aplaudir.
Harry se sintió muy emocionado. – Así como me muestran respeto, quiero pedirles un favor, no quiero que nadie, fuera de los que estamos aquí presentes, sepa que yo soy el dueño de la calle comercial Laquista, tampoco quiero que se ande diciendo que soy de la familia Wilson. –Harry ordeno a todos los presentes de la sala.
Todos asintieron ante la orden de Harry, nadie iba a revelar nada acerca de la identidad de Harry.
Cuando dijo eso sus ojos se abrieron de par a par al ver una cara conocida.
Resultó ser la joven hermosa con la que se había chocado en la entrada del hotel.
La joven también lo había reconocido, y estaba estupefacta cuando lo vio.
Resultó ser el mismo vagabundo con el que se había chocado y había humillado en la entrada del hotel.
Sus ojos miraban al suelo con vergüenza cuando vio que Harry la estaba mirando.
La madre de la joven era la gerente del restaurante más lujoso y costoso de la calle comercial Laquista, el restaurante Saisón, su nombre es Olivia Miller.
Olivia miro a su hija, Belén Miller, cuando la vio con la cabeza agachada con vergüenza vio que Harry estaba mirando a su hija, sintió una gran calidez y emoción en su corazón.
-- Vamos hija, acompáñame para presentarte al Sr. Wilson. --Dijo Olivia mientras agarraba su mano.
-- Sr. Wilson, yo soy Olivia Miller gerente del mejor restaurante de la calle comercial Laquista, el restaurante Saisón, déjeme presentarle a mi hija, Belén Miller. --Dijo cortésmente a Harry.
Con un poco de vergüenza Harry
-- Mucho gusto. --Dijo mientras estiraba su mano.
-- Mucho gusto Sr. Wilson. --Dijo Belén mientras sostenía la mano de Harry con delicadeza.
A pesar de que ella lo había chocado antes, Harry no le prestó atención, ya que su belleza sus piernas descubiertas lo hacía olvidar el mal rato que le hizo pasar antes.
Y así, todos los demás fueron con Harry y se presentaron juntos a sus hijos.
Todos los gerentes querían que sus hijas se casaran con un hombre como el Sr. Wilson, fue esa misma razón por la que las trajeron con ellos.
Había unas 6 chicas contando a Belén y todas se acercaron a Harry y le ofrecieron una copa de vino para celebrar con él.
Todas eran muy coquetas con Harry.
Pero a pesar de que todas eran muy lindas y hermosas, la que sobresalía de entre todas ellas era Belén, la cual miraba a Harry con vergüenza y delicadeza.
Después de terminar de comer Harry se despidió de todos y salió del hotel.
Cuando estaba afuera esperando un taxi, una voz conocida suena atrás de él.
-- Ohm mira quien tenemos aquí.
Harry al escuchar la voz se dio vuelta y se sorprendió al ver quiénes eran.
! Eran Sophie y Thomas ¡
-- ¿Qué haces aquí pobre?, ¿no vez que este hotel es uno al cual no podrías ingresar en toda tu vida? --Dijo Rodrigo con una sonrisa burlona.
-- Si Harry, jamás podrías entrar a un hotel como este, por eso te cambie por Thomas, el sí pudo traerme a este hotel. --Dijo Sophie mientras apuntaba a Harry.
Antes de que Harry pudiera responder, una voz se escuchó desde adentro del hotel.
-- Sr. Wilson, Sr. Wilson, por fin lo alcanzó, pensé que ya se había ido. --Grito con una voz hermosa.
Resulto que era Belén.
Al escuchar a Belén, Sophie y Thomas se dieron la vuelta para ver quién era.
Se sorprendieron al ver a tal belleza correr hacia Harry.
Se habían quedado sin habla al verla ser tan cortes con Harry.
-- ¿Qué sucede Belén?, ¿para qué me buscabas? --Charlie respondió con una sonrisa.
-- Mi padre me pidió que le diera un recado al Sr. Wilson. –Dijo Belén con timidez.
-- ¿Qué necesita tu padre?
-- Quiere que usted asista a mi fiesta de cumpleaños que se va hacer en la mansión Miller. --Dijo mientras le sonreía a Harry.
-- Claro, si tengo libre por supuesto que estaré allí, ¿cuándo es la fiesta? --Pregunto curiosamente Harry.
-- El domingo, si no tiene transporte puedo ir a recogerlo yo misma a su universidad si así lo desea. --dijo mientras miraba a Harry coquetamente
-- Está bien, entonces te espero el domingo en la entrada de la universidad.
-- Listo Sr. Wilson, entonces hasta el domingo.
Harry solo asintió y se despidió de Belén con un beso en la mejilla.
Sophie y Thomas se quedaron atónitos sin saber lo que estaba pasando.
¿Cómo puede esta chica tan linda ser tan cortes con un pobre como Harry?
Ese pensamiento tenia Thomas mientras se mordía los labios.
-- Harry, ¿quién es esa chica tan joven?, ¿acaso trabajas en la mansión de su familia? Jajajajajajajajajajaja. --Dijo Sophie mientras se burlaba de Harry.
Esa era la única explicación que podían encontrar Sophie y Thomas.
No lo pensaron mucho y solo se burlaban de Harry a pesar de que estaban un poco enojados por lo que habían presenciado
Harry no les paro atención y se subió al taxi que estaba esperándolo en enfrente de Sophie y Thomas que seguían riéndose de Harry, aunque él ya se había ido.
Harry en camino en el taxi pensó que mañana tenía una reunión con su abuelo en la mansión Wilson en ciudad Costa azul.
Pensado en eso se le ocurrió comprar una casa, ya que con lo que conocía a su familia eran capaces de quitarle todo el dinero si no acepta lo que le van a ofrecer.
Así que pensó que era mejor comprarse una casa y ponerla a su nombre, así su familia ya no podría quitarle la casa.
Ese pensamiento paso por la cabeza de Harry.
Así que le dijo al conductor que se dirigiera a la inmobiliaria de ciudad costa azul.
Después de casi 10 minutos de viaje llegó a la inmobiliaria.
Entro y fue directo a la recepción, cuando llego le dijo a la recepcionista.
-- Buenas tardes, me gustaría comprar una casa, ¿me podrían mostrar las que tienen libres?
-- Claro que si Sr, deme un momento. --Respondió cortésmente la joven recepcionista.
Las jóvenes recepcionistas le habían enseñado bien, ya que no le importaba como iban vestido la gente, los atendía a todos por igual.
Eso le agrado mucho a Harry que solo le sonreía con gratitud.
-- Mire Sr, estas son las propiedades que tenemos disponibles. --Dijo la joven mientras le entregaba un libro a Harry.
Mientras le echaba un vistazo la joven dijo muy amablemente.
-- Sr, si está interesado en alguna propiedad, puedo asignarle a una vendedora para que se la enseñe.
-- Está bien, me interesa esta. --Le respondió Harry mientras le señalaba con un dedo la foto de la Casa.
-- Ok Sr, pero antes de asignarle una vendedora necesito confirmar si usted en realidad puede permitirse comprar una casa, no me lo tome a mal, así son las reglas de la empresa. --Respondió mientras le sonreía a Harry
-- Claro, no hay problema. --Le respondió Harry mientras sacaba de su billetera su tarjeta de Diamante Negro y se la mostraba a la Señorita.
Al ver la tarjeta la joven abrió los ojos de par en par.
Había escuchado información sobre esta tarjeta, pero nunca se había dado el lujo de verla.
Ella sabía que solo había 10 tarjetas en el Mundo y solo los más ricos podían tenerlas. ¿Sería este joven el más rico de segunda generación del mundo?
Al recobrar sus sentidos le asintió son satisfacción y le hablo a un chico muy hermoso para que le enseñara la casa.
La chica se acercó y al escuchar lo que le había dicho su amiga, su cara cambio de inmediato y se acercó a Harry y se presentó.
-- Buenas Tardes Sr, mi nombre es Sofía Moreno, y seré la que le enseñe la casa que desea comprar.
Al mismo tiempo la recepcionista también se presentó y le entrego una carta de presentación con su número de contacto.
-- Yo soy Susana Moreno, soy la hermana de Sofía, mucho gusto ¿Sr?.
Dijo con un tono de pregunta al final.
-- Harry....Harry Wilson, igualmente mucho gusto. --Saludo con una sonrisa a las dos hermanas hermosas.