̶ Lucinda, me alegra que despertaras, sé que quieres explicaciones y a eso vengo, mi nombre es Masón, soy el chico que tenía el ave cuando recién viniste, la rectora me ha enviado para explicarte todo, pero antes te pido disculpas por hacerte dormir, cuando vi tu cara de susto pensé en desmayarte para que no estuvieses histérica como lo son todas las humanas, ahora más calmada te diré la verdad, estas en la academia para adolescentes especiales o también conocido en el mundo mágico como Resurrección del Fénix, la directora es una vidente del futuro y por obvias razones te recibió tan efusivamente, ella te ha espera durante muchos años ya- empieza el chico y me pierdo en la parte donde dice que me ha hecho dormir.
̶ ¿Con que objetivo traen a una humana a su tan mágico colegio de Monstruos?- digo de mala gana y el chico parece molestarse por mi lenguaje.
̶ Sabemos o al menos esperamos que seas como nosotros y si no es el caso te aseguro que yo mismo te lanzo a la calle- expresa con disgusto y se levanta para irse.
̶ ¿Dónde está la rubia?- cuestiono antes que el salga.
̶ Ahora vendrá por ti y te indicara tu lugar en el internado- me avisa y asiento.
̶ Mason- le vuelvo a llamar.
̶ Si- dice volteándose.
̶ ¿Qué criatura eres tú?- cuestiono y él sonríe.
̶ Un demonio con poderes extraídos de un mago- borro todo gesto amable de mi rostro y el ríe para luego irse sin ser interrumpido.
Okay ordenemos todo, yo Lucinda Preston estoy en una academia de monstruos, el gobierno me envió aquí porque deducen que soy uno de ellos, la directora es una especie de vidente y acabo de conocer un demonio muy sexy debo admitir pero que tiene poderes de un mago y no creo que este se lo haya otorgado a voluntad propia, fueron extraídos.
Siento que mi cabeza va a explotar de tanta información extraña, hace unas horas solo pensaba escapar otra vez del gobierno y ahora tengo que averiguar que criatura rara soy.
Unos golpecitos en la puerta hacen que salga de mi mente y dirija mi atencion ahí.
̶ Pase- cedo y un chico de el mismo físico que Mason asoma su cabeza, sonríe al verme y entra seguido de otro chico un poco más alto que el primero.
̶ Tu debes de ser Luci, nosotros somos Belial y Satanás- se presenta.
Belial es de piel algo morena, ojos grises y cabello color marrón.
Satanás es blanco casi como una hoja de papel, sus ojos no se su color ya que les veo ´´rojo´´ y quiero creer que no son así realmente.
̶ Soy Lucinda y ¿Cómo saben de mí?- digo curiosa y ambos se ven.
̶ Los chismes aquí corren rápido y más si la nueva alumna viene del mundo humano- explica Belial.
̶ Eso y nos encontramos al ángel diciendo profanidades porque eres insoportable- dice Satanás y Belial le golpea en el hombro.
̶ ¿Ángel?- cuestiono sin comprender.
̶ Mason- dicen al unísono.
̶ Pero ¿No es un demonio?- digo confundida.
̶ Querida, demonios somos nosotros, Mason es más ángel que mi dedo meñique- responde Satanás riendo.
̶ ¿Qué hacen acá?- cuestiona una voz femenina y ambos desaparecen dejando un rastro de humo negro.
Veo atónita la escena y la chica que ha hablado es de mi edad, trae el que supongo es el uniforme y en sus manos carga otro pero parece para deportes, la pelirroja camina hasta mí y me inspecciona.
̶ Deja de pensar tanto, me molestan tus inmensas dudas sobre el mundo- se queja poniendo una mano en su frente y mejor guardo silencio, no quiero ni saber que es.
̶ Soy Lucinda y tú cómo te llamas- ¡oh vamos, Lucinda curiosa tenía que ser!
̶ Amber, ponte esta ropa y quizás dejes de verte como una callejera- dice de mala gana y me lanza la ropa.
̶ Al menos yo si he vivido y no han podido encerrarme por mucho tiempo- defiendo y ella sonríe con malicia.
̶ Al menos no soy una virgen huérfana- responde la muy perra y sale de la habitación.
Me pongo la ropa que consiste en un pantalón de buzo y una sudadera negra, el logo del colegio es en rojo y me va unas tallas más que la mía, no quiero pensar que lo hizo a propósito pero algo me dice que sí.
Salgo de aquí y me dirijo a un amplio y vacío pasillo, salgo del edificio y veo a mí alrededor en busca de una cara conocida o alguien que se vea amable, pero no hay nadie aquí, es como si se los hubiese tragado la tierra.
Sigo el camino al edificio principal y entro, paso unos cuantos pasillos y llego a unas puertas dobles que dice auditorio, veo a través de los cristales en estas y aquí están todos, me aparto y me siento enfrente en el blanco piso, minutos después la puerta se abre violentamente y un chico de cabello azul sale enfurecido, seguido sale la misma chica que me dio la ropa.
̶ No puedo creer que hayan prohibido la magia porque una humana vivirá aquí, ¿Qué se cree?- espeta de espaldas a mí.
̶ Rafael, ten calma, somos los buenos y debemos ayudar, además los demonios pueden tomar ventaja de esto para quedar bien ante la corte, he visto a Belial y Satanás con la chica- le dice la chica.
̶ ¿Pero qué mierda tiene esa humana?, ¿es la hija de los caídos o qué?, ¿caga arcoíris acaso?- dice con frustración.
̶ Bueno que yo sepa ni cago arcoíris y mucho menos tengo padres y si tanto te molesta mi presencia diles que me dejen ir, no soy yo quien ha querido vivir entre Monstruos- le hablo enojada y el chico da la vuelta ante mi presencia, sus ojos estudian mi rostro y algo en ellos cambia, su enojo desaparece y la duda se siembra.
̶ ¿Q...quién eres?- tartamudea.
̶ Lucinda Preston, la humana que caga arcoíris- digo con sarcasmo.
̶ Amber, es igual a...- y la chica le calla y niega.
̶ No es ella o al menos no que nosotros sepamos, Hécate dijo que preguntaría sobre el alma de su sobrina pero nadie sabe nada, la potestad la perdió de vista cuando la niña tenía seis años- confiesa la chica.
̶ ¿Sabías que era humana y no me lo dijiste?- le reclama el chico y es ahí donde decido irme.
Camino unos pasillos y me encuentro a Belial, este me sonríe y cierra su casillero.
̶ Son solo ángeles con problemas, no les hagas caso- me dice y estoy por preguntar cómo lo sabe pero alguien llega junto a Satanás.
Es un muy apuesto chico, de buen físico y cara angelical, el uniforme se le pega al cuerpo y trae una chamarra de deportes, su cabello es rubio y sus ojos de color verde aceituna.
̶ Oh Luci, ¿Cómo estás?- saluda amable Satanás.
̶ Muy bien y tú?- respondo del mismo modo.
̶ Bien pero no con buenas noticias- dice y hace una mueca.
̶ ¿Paso algo Sat?- cuestiona Belial.
̶ Bel encontró a Amber tirando las maletas de Lucinda fuera de la habitación, al parecer iban a compartirla y a mi buen amigo le han caído cuando pasaba por una de las ventanas- nos cuenta y mi enojo hacia la chica se intensifica.
̶ Hemos salvado todas las maletas- me dice el chico y me las ofrece.
̶ Son tan solo tres, no tengo muchas cosas- digo restándole importancia.
̶ Un gusto, soy Belcebú, tú debes ser la humana que está dando lata sin que la conozcan ¿Verdad?- me dice ofreciéndome su mano.
̶ Lucinda, la humana que caga arcoíris- me presento y todos ríen.
̶ Adivino, un ángel dijo eso- comenta Satanás y yo asiento.
̶ Corrección, Rafael lo hizo- dice Belial y todos se ponen serios.
̶ El piensa que eres un amor que perdió hace unos siglos, te pareces en físico- responde Belcebú a mi duda mental.
̶ Eso suena ridículo- opino y ellos ríen.
̶ Al menos no se encontró con Luzbel, el la hubiese humillado- dice Belcebú.
̶ Hablando de mi- una voz bastante melódica se escucha detrás de nosotros.
Al voltear nos encontramos con un rubio de ojos grises, cuerpo del infierno y su tamaño enorme, puedo jurar que es más grande que Belcebú.
̶ Luzbel, tanto tiempo sin vernos- saluda con cierto sarcasmo Belial.
̶ Mis deberes en el abismo se alargaron un poco, pero que tenemos aquí, ¿Nueva presa humana?- comenta y me inspecciona.
̶ Las almas son tediosas a veces- hace una pausa y continua ̶ . Y ella es la nueva estudiante, Lucinda Preston, de California y estamos seguros que humana no es, además si lo fuera Mason la hubiese sacado cuando la miro- explica Satanás.
̶ Bienvenida al psiquiátrico de los seres de fantasía- sarcásticamente da la bienvenida el tipo llamado Luzbel.
̶ ¿Una reunión sin mí? Que descorteces son ustedes hermanos-un nuevo chico hace presencia doblando el pasillo, este es cabello negro azabache con unos mechones de color rojo carmesí, tiene la misma estatura de Satanás pero es de físico débil y usa lentes enormes al estilo cerebrito, sus ojos son de color azul intenso llegando a parecer inquietantes, da unos pasos más para llegar donde estamos y se detiene junto a Luzbel.
̶ Hola Leviatán- saluda este y palmea su espalda, a lo lejos veo venir a un grupo de chicos y con ellos Rafael, volteo de inmediato buscando la mirada de uno de los dos chicos que conocí primero y como si leyera mi mente o sintiera mi miedo Belial me ve y luego a Rafael.
̶ Los veremos luego, llevare a Luci a su habitación- anuncia y el único en seguirnos es Belcebú.