Capítulo 2 Ratas Hambrientas

-----Cantina BOHEMIA-----

Mía Campbell caminaba con pasos decididos hacia el inspector Carter. Le apunto con el dedo índice al instante poniéndose a la defensiva. El singular y despreocupado inspector rompió el silencio.

- ¿Bruto? No seas grosero. Te escuchas como mujer.- Bebiendo de la cerveza.-Lárgate...

- ¡SOY MUJER!- Ofendida y con ese mal día que tenía hasta el momento no tenía la tolerancia suficiente para aguantar payasos.

- Entonces...te vistes como hombre. - Saco un cigarro de su bolsillo y lo encendió tranquilo. - ¿Qué haces aquí? ¿Estás sola? ¿Ofreces tus servicios o algo así?...No te ofendas pero creo que si lo haces, no te ira muy bien en esa ropa. -Al terminar de decir esto hubo un silencio y el terco inspector se ganó las miradas de algunas personas de ese lugar.

- ¡Primero! NO soy, mujerzuela, ¡Animal! Dime Campbell...porque por mi nombre solo mis amigos. ¡Segundo!- Levando un segundo dedo. - No vengo a ofrecer mis servicios, estas en "MI" Lugar bebiendo. Así que por favor, mueve ¡tú culo de ese banco! Y ¡Tercero!- Procedió a levantar un tercer dedo. -No es de tu importancia si estoy o no sola. - Se detuvo unos segundos y continuo.- Así que ya que sabes quién soy ¿Con quién tengo el gusto?

El inspector Carter simplemente le dio una calada al cigarro, expulsando el humo a los pocos segundos y notando que esa chica era conocida por esos barrios viendo como algunos se quedaban mirando a ver como reaccionaba él.

La joven Campbell al ver que no se movía ni hablaba tomo la palabra de nuevo. Le ardía la sangre verlo tan tranquilo.

-Bueno. Cuando diga ¡IDIOTA! ¡BRUTO! o ¡ANIMAL!- Se llevó una mano a la cintura y con la otra le apuntaba con el dedo índice. -Refundes tu trasero en otro lado.

- No te quiero lastimar, mujer. Solo espero mi comida y te juro que me largo de aquí. - Le dio la espalda y se quedó esperando tranquilamente.

Mía al ver esta reacción estaba tan cansada de los hombres y de cómo la habían tratado que intento descargar toda su furia con el inspector Carter arrojándole su encendedor en la cabeza. Acto seguido fue corriendo hacia el para derribarlo al piso, mientras los demás veían como es que si la chica llegara a tener problemas, poder ayudarle.

El inspector Carter sintió el golpe del encendedor en la nuca y al ver a la chica acercarse rápidamente, con una maniobra sencilla sometió a la joven en la barra de bebidas tomándole los brazos y poniendo su brazo faltante en su cabeza.

- ¡SUELTAME! ¡O TE JURO QUE TE MATO!- Llena de rabia, intentaba soltarse.

- ¡Escucha! Señorita. Tienes que tranquilizarte. - Intentaba dialogar con ella.- Una vez que te calmes te suelto y...

- ¡NO ME VOY A CALMAR! ¡ESTAS EN MI PUTO ESPACIO!- Le interrumpió llena de rabia aun.

-Y no pretendo quitártelo...te dije que solo espero mí comida...

- ¡Déjala! muchacho.- El cantinero apareció, cargo una escopeta que tenía justo en su rostro. - Te dije que te movieras por que no era tu lugar...

- Si la suelto, me va a golpear. - Al ver a ambos lados noto como ya había algunas personas acercándose a él.

El cantinero les ordeno que se detuvieran.

-No te va a hacer nada, porque ya no hace falta hacerte nada. - Saco la comida que le estaba sirviendo envuelta. - Lárgate... ¿Esperabas tu comida? ¡Ahí la tienes!

El inspector soltó a la chica y ella al instante se alejó de el para recoger su encendedor.

-Gracias por la comida, y el trago. - Dijo esculcando su bolsillo de su saco tomando unos billetes. - ¿Cubro con eso? o ¿Te debo más?

- ¡Te sobra bastante!- Sin dejar de apuntarle con esa escopeta. Rodo los ojos a donde tenía su dinero

Estaba por darle su dinero cuando ya vio que el inspector estaba por la puerta para irse.

- ¡Quédatelo! Disculpa por los disturbios. - Saludando pacíficamente queriendo dejar todo tranquilo con ellos. - Cómprale un trago a la chica, ¡Yo lo invito!

Mía al ver cómo es que ese hombre se alejaba se comenzó a agarrar las muñecas y suspiro tranquila. El cantinero se acerca a ella.

-Mía, ¿Estas bien?- Saliéndose de la barra para revisarla. - ¿Te lastimo ese idiota?

-No, no me lastimo...estoy bien Clark. Gracias. -Miro a su amigo y agarro el cañón escopeta haciendo que la bajara, aquel hombre ya se había perdido.

-Debes de aprender a controlarte Mía. Si no estuvieras en este lugar... imagina el peligro que puedes correr si ese hombre fuera un depravado y te coge en esa posición-Dándole un ligero sope en la cabeza a la chica. -Gracias al cielo, que ni era un enfermo y estabas aquí, para que te pudiéramos cuidad. - Miro el reloj y vio que ya pasaban de las 2 de la madrugada. - Mira la hora que es Mía. Mañana tienes trabajo y sigues aquí.

-Estoy suspendida por 2 días Clark, así que, ¿A quién le importa?

- ¿Te suspendió el inspector?- Comprendo un poco más porque la chica estaba tan inquieta y tan descontrolada. - Él sabe que necesitas el dinero, te paga la mitad de lo que le paga a parásitos de ese lugar que solo sirven para tragar rosquillas y café. -La cogió del hombro.- Sabe que a duras penas sales justa en el mes.

-Si tengo ahorros Clark. Dos días los podre llevar sin problema. - Jugando con la orilla del vaso, aun desanimada. Cuando de repente sus intestinos hicieron un singular ruido de que ese estomago estaba vacío.

- ¡Espera Mía! No te vayas aun. - Rápidamente se metió a la cocina. La comida que aun tenía se la preparo a la chica y la envolvió para que tuviese que comer. - ¡Toma! No es mucho, pero te ahorras lo de las comidas.

-No Clark, enserio si tengo, Además. -Miro su vaso de trago. - Es mi culpa, yo gasto dinero en esto.

-Mía. Tómalo, no me podría permitir saber que andas por ahí sin tener algo en el estómago- Le entrego el envuelto. -Sabes que no quiero ser ventajoso ni nada...es solo que, me recuerdas tanto a mi hija.

-Clark. Esto te está quitando dinero. - Sumamente apenada agacho la cabeza. -No sigas haciendo esto.

-Llévatelo y agarra mi buena voluntad. -Se lo entrego en las manos y prosiguió. -Además si ocupas trabajar, puedes venir a ganarte unos cuantos billetes.

-Sabes que si hago eso pensaran que me vendo, sin mencionar que me obligaras a usar falda o vestido...-Replico haciendo un puchero.

-Pues no. Puedes venirte de pantalón si quieres. Además te conocemos muy bien mucha gente aquí, si alguien se quiere pasar de listo, yo sé que tú puedes sola. En dado caso de que no, nadie dejara que te toquen.-Tomo el cabello de la chica y lo alboroto con una mano.

-Ya lo pensare Clark, agradezco la oferta. Pero, iré a ver si mínimo me dejan entrar a reparar la cámara, sirve que le pregunto al señor King si puede aumentarme el sueldo.- Haciéndose ánimos ella misma.- Por cierto Clark, ¿Qué preparaste? Huele muy bien.

-Si te lo digo...-La miro y ella sabía cómo responder a eso.

-Ya no me lo comería. - Río divertida. - Siempre dices eso. - Se puso de pie y abrazo a su amigo quien veía como a un padre por el cuidado que le daba seguido.- Enserio gracias Clark.

Diciendo esto la chica se despidió de todos los del lugar y tomo su camino rumbo a su humilde morada, a escasas 6 calles de esa cantina estaba un edificio repletos de departamentos, era una de las zonas más económicas del pueblo.

La chica se adentró a subir escaleras hasta llegar al suyo. Eran deteriorados, pero lo justo para una persona. Al ella darle la vuelta a la llave y la chapa ceder, se podía ver su pequeño departamento donde tenía cosas muy básicas. No tenía lujos y era muy pequeño el lugar, un pequeño balcón, un baño, una sala con 2 muebles pequeños y su mesa para comer con una radio y un cuarto con un colchón un tanto ya viejo.

En su armario solo podías encontrar 3 trajes de sastre 2 camisas de manga para vestir, 3 tirantes, 3 corbatas. Lo demás era ropa para su casa y ropa para salir, que a decir verdad no había mucha diferencia, casi siempre se encontraba en servicio o usando sus trajes.

- ¡Ya llegue!- Se escuchó un pequeño ruido seguido de un maullido. - Hola señor Bigotes, ¿Cómo le va en este día?-Al decir esto el minino se pasó por las piernas de la chica esperando caricias después de un ronroneo. - Si, yo también te extrañe, ¿Cómo va esa herida señor bigotes? - Lo levanto para inspeccionarlo viendo que ya estaba cicatrizando la herida. -Descuida...eres guapo sin un ojo. Te hare un parche. Parecerás un pirata. -Río divertida al ver que el minino se dejaba acariciar sin problemas.

La chica dejo al gato de lado y este rápidamente fue a pedirle comida a la cocina, ella aparto un poco de lo que Clark le había dado y se lo puso en su plato mientras se servía para ella apaciguar esa hambre.

-----Al día siguiente-----

El hombre que había cometido el asesinato de ayer , estaba caminando despreocupado por las calles de Norwich, mezclado entre la sociedad como una persona ejemplar, nadie ni siquiera se imaginaba que este hombre era un peligro para todos los de su alrededor, y era conocido ,pues, le saludaban las personas y el regresaba el saludo de manera elegante. Veía a todo el mundo con atención y mostraba su perfecta dentadura a todos, con la intención de encontrar a la siguiente víctima y comenzar a aprender su rutina para atacar en el momento más conveniente.

Era temprano aun, las 6 de la mañana y la joven Campbell estaba nuevamente en la cantina a ayudando a Clark. Ambos estaban en la cocina comenzando a picar todos los ingredientes, y a cocer la carne para los guisados del día de hoy.

- ¿Qué tal la cena de ayer pequeña?- Como si de su hija se tratase espero una respuesta.

-Clark. Que ya pronto tendré 28, creo que de pequeña no tengo nada. -Reía un poco más tranquila que ayer. - Pero para responder tu pregunta.-Río levemente.- Tus guisados y tu comida en general siempre son un deleite. Me quedo comida para hoy a decir verdad.

-Qué bueno mi niña. Me alegra que ese estomago no se durmiera vacío.-El hombre miro a la joven Campbell y se le salió una pequeña lagrima seguida de un suspiro.-Perdona Mía, para mí siempre serás una pequeña, me he encariñado contigo.

-Descuida Clark. Te conozco lo suficiente para saber que tu cariño es tan noble como el de un padre a una hija. - La chica miro su reloj y vio que ya estaban por ser las 8 de la mañana. - Oh dios, Clark me tengo que ir a la oficina. -Apresurada- En un rato regreso sí.

- ¡Mía! estas suspendida ¿A qué vas? No quiero que te pegue más...mi niña. -Entristeció viendo a la joven. - Deja ese trabajo y te pones a servir tarros conmigo, o me ayudas a la cocina, te iría mejor.

-Y te agradezco la oportunidad Clark ¡Sabes que no me avergüenza ni nada por el estilo! pero sé que hay algo más allá en el caso de anoche. Si no meto la duda en alguien aunque sea, ¿Qué tal si muere alguien más?

- ¿Piensas que quien mato a esa mujer lo hará de nuevo?-Se rasco la cabeza un tanto confundido. - ¿De dónde sacas eso Mía?

-Es difícil de explicar Clark. Solo sé que no es un crimen pasional, tendré evidencia ya verás. Además tengo que arreglar la lente que me rompieron ayer.- Agarro su abrigo y se quitó la liga del cabello, preparándose para continuar su camino.- Mas tarde te ayudo, para que tu descanses un rato, si es que no me dejan trabajar.

Diciendo esto la chica salió de ese lugar y dejo a su querido amigo Clark haciendo el resto de la comida, el hombre se apresuraba a descongelar más carne pues tendría casa llena ya que los fines de semana había más movimiento.

La joven caminaba por las calles de Norwich despreocupada, ya estaba acostumbrada a que le mirasen con desaprobación por su vestimenta, así que intentaba no tomarle importancia, rápidamente llego a la estación y comenzó a ver que el auto del señor King ya estaba estacionado. Así que tomando un suspiro se llenó de valor y entro.

Comenzó a recorrer los pasillos y sorpresa se llevó cuando vio que la junta matutina comenzaba y el mismísimo idiota que estaba ayer en la cantina estaba sentado. Se regresó para asomarse por las persianas y en cuanto Jack la miro levanto la mano para saludarle. Al ser nuevo el, todos se percataron de que saludo a alguien y al enfocar su mirada vieron a Mía. Logan Hunt comenzó hablar.

- ¿Qué hace Campbell aquí? Está suspendida por 2 días. -Algo molesto refunfuño. Pero se le paso a los segundos, para soltar sus machismos tan usuales de él. - De seguro, viene a pedirme disculpas. Y tú, novato con cara de idiota. - Apunto a Carter. - Ni te le acerques a la chica. Digamos que, ya es casi casi mía.

-Logan, no juegues, esa mujer solo se metería con otra mujer...dicen que le gustan las mujeres y todos los fines de semana no sale de las cantinas. - Se metió Evans a la plática.

-Pues yo he escuchado que se vende más bien. Los fines de semana en la cantina de Clark, ¿Enserio quieres liarte con alguien como ella?- Esta vez Walker fue quien hablo Se escuchaba un bullicio tan enorme de la chica que el mismísimo Carter se sorprendía de todo lo que se rumoraba de esa mujer.

-Pues yo creo que el señor King se la ha de tirar ¿Por qué más le daría trabajo y aguantara a esa mujer tan terca? - Brown termino siendo participe de esa platica.

-Te aseguro Brown que si esa mujer usara falda, posiblemente la consideraría como dama de compañía. Pero es tan terca y tan poco femenina que yo lo único que veo es un varón más sin pelotas.- El jefe King refunfuño cerrando la puerta y haciendo notar su llegada.-Pueden dejar de decir que me acuesto con, esa, cosa.- Termino de decir eso y el inspector Carter solo pudo escuchar más burlas de parte de sus compañeros-¡Bueno! las cosas rápido.- Apunto al recién llegado.- Él es el agente Jack Carter, viene de Chicago y nos estará apoyando... por el momento no vas a tener compañero, espero no te de problema.

-Para nada señor, gracias. - Agradeció con la cabeza la bienvenida Carter.

- ¡SEÑOR KING!- La inspectora abrió la puerta e hizo que todos la mirasen. Algunos aguantándose las carcajadas porque sabían que el jefe le daría otro regaño público y otros con molestia de tener que aguantar su interrupción. -Disculpe. Señor King. ¡Buenos días...

-Mía, estas suspendida, no voy a cambiar de opinión. - Sin siquiera verla a los ojos. -Bien a lo que vamos señores; Nos están presionando con el caso de ayer. ¡Logan tú te vas a enfocar en eso junto con Brown!

-Es que señor, no es eso, es que...- Nuevamente interrumpió Campbell, sin embargo el Jefe King la volvió a reprender.

-Cállate unos minutos Mía y ahorita te atiendo...- Sacándola y cerrando la puerta esta vez con seguro. -Si le urge me esperara afuera... Entonces ¿En que estaba?-Se agarró la Barbilla.- Oh si, Williams, Evans patrullen y encárguense del orden por este día. Walker y Jones recorran las cantinas, en fin de semana saben que hay movimientos turbios. Carter, muchacho tengo una tarea para ti, los demás pueden irse.

Al ir abriendo la puerta y saliendo los inspectores, la impaciente Mía entro nuevamente al lugar, esperando esta vez poder hablar con el señor King.

-Señor King, ¿Podemos hablar?- Cuando giro sus ojos al frente vio que el chico seguía en ese lugar...- ¡TU! ¿Sigues aquí?

-Si Mía. Es recién llegado de Chicago. - Pauso un segundo carburando. - Espera, Espera, ¿Por qué lo conoces?-Los miro a ambos y se agarró el rostro mirando al agente Carter-Dime por favor, que no te ha agredido o te ha hecho algo. Me encargare de disciplinarla si en tu reporte no pones eso por favor.

-Descuide, no me ha hecho nada. Fui yo el torpe que el día de ayer la hice molestar porque fui un descuidado. - Haciendo que el señor King se sintiera un poco más libre de poder respirar. Incluso la joven Campbell se quedó boquiabierta al escuchar que este hombre no menciono nada del asunto de ayer en la cantina lo cual le podía haber costado una semana de suspensión , por agredirle , que incitara a los demás al desorden público y sin mencionar que era un policía y ayer le apuntaron con una escopeta en la cabeza.

-Bien, ¡Al fin! una noticia buena tuya. -Se pasó la mano por la frente, satisfecho con el comportamiento de la chica. Le hizo una seña al muchacho para darle a entender que tenía que atender a Campbell y él se hizo a un lado para darles su espacio. - Mía, no me hagas esto más difícil, te tengo que suspender, los reporteros te captaron...

- No vine a eso señor...- Le interrumpió la inspectora. - Ayer la lente se rompió, y quería que me dejara venir a arreglarla. No es necesario que me pague, ni pienso pedirle el día pagado, pero, la última vez los del área de reparación tardaron un mes en entregarla ¡Por favor!

- ¡Yo te puedo ayudar! Me tomara pocos minutos arreglarla, solo es cambiar la lente. - El agente Carter interrumpió la plática.

-Bueno el joven Carter te ayuda Mía y después regresas hasta el lunes. - Apunto con el dedo incide a la chica.

-Y si ¿la deja venir conmigo?- Un tanto curioso continúo. -No conozco muy bien el pueblo, ahora que lo pienso, y me vendría bien alguien que sepa guiarme.

- ¿Cómo?- La inspectora nuevamente un tanto sorprendida pero entusiasmada. No solían quererla de compañera - ¿Puedo? Igual y no me pague, pero, por favor. - Suplico a su jefe directo.

-Bien, como sea. Pero es sin goce de sueldo Mía. - Mirándoles a los dos el King prosiguió. -En la madrugada se reportó una niña desaparecida. - Apunto al inspector. - Carter, mayor prioridad porque tenemos el caso de la muerta de ayer y esto a unas pocas horas. ¡Encuentra a esa niña!- Tomándole del hombro y sonriendo.- Cuento contigo muchacho. Tu expediente de la academia es mejor de lo que pensé. -Se retiró quedando ambos inspectores solos.

-Gracias por lo de hace un rato. Sígueme por acá están los lentes. - Lo encamino y entraron a un cuarto repleto de refacciones para arreglar las cámaras. -Bueno, es aquí. Gracias. Me hubiera tomado todo el día.

-No te preocupes. Campbell ¿Verdad?- Ella asintió con la cabeza. - ¿Así que estas suspendida?-Pregunto sin ningún rodeo. - ¿Por qué?

-Si. Bueno, recuerdas al que estaba sentado al lado tuyo. - Hizo una seña con su mano maso menos definiendo su estatura. - Rubio...

- Si, si ¿Es tu pareja?-Nuevamente lanzo la pregunta sin rodeos.

- ¿Pero qué? NOO, NOO. ¡Qué asco! ese tipo ha de ser la gonorrea andante.

-Oh. Qué bueno, porque es un baboso. - Ambos se quedaron callados unos segundos y comenzaron a reír.

-Bueno. Con la gonorrea andante babosa esa. Ayer le escupí, y los reporteros lo vieron. Posiblemente hasta unas fotos en los periódicos, justo cuando fuimos al caso que traen locos a todos. - Veía como el inspector Carter fácilmente remplazaba su antiguo lente por otro. - Oye, también quería decirte, gracias, y perdón por lo de anoche. Toda esa situación me tenía muy afectada, pasaron muchas cosas, me desquite contigo. - Levanto las cejas reflexionando. - Casi te vuelan la cabeza por mi culpa.

-Bueno...fue una bienvenida interesante señorita Campbell.-Dándole los últimos toques y terminando de cerrar la cámara.- ¡Ya quedo! De todos los males, el más sencillo. - Le entrego la cámara a la chica.

-Pero, esto no nos hace amigos. Solo somos compañeros.- Un poco más seria nuevamente, recordando que no podía bajar la guardia con un hombre tan fácil.

- Bien. -Pauso unos segundos. - Porque no me dices donde es la dirección de la niña desaparecida para iniciar a trabajar. -Pregunto por tercera vez sin rodeos.

-Está por el arroyo. Te digo por donde es.- Al salir este hombre pudo notar como la chica se colgaba la cámara en el cuello y al quitarse el saco desprendía un olor a perfume que sin dudarlo le resultaba atrayente, como a cualquier caballero, alborotando un poco esas hormonas, y estando contento de que no lo pusieran de compañero con aquellos idiotas.

Ya encaminándose a la dirección Mía veía las calles que recorrían y podía ver a la gente pasar haciendo su rutina, todo se veía como un día normal. Ya conocía a la señora que pedía limosna fuera de la iglesia porque su esposo la había dejado, al señor Fisher que hacía unos panes exquisitos y siempre tenía tanta gente, a los comerciantes ambulantes, a los niños que vendían periódico, todo se veía normal. Y fue así como ellos comenzaron a hacer su trabajo sobre la niña desaparecida.

-----En algún lugar de Norwich-----

22 días habían pasado desde que este hombre pudo saciar sus ganas de sangre, y esos días eran más que suficientes para qué esa bestia sanguinaria sintiera la necesidad de volver a atacar, quería elevar su obra de arte a otro nivel. Tenía 20 días vigilando de lejos a su siguiente víctima y él estaba más que listo para volver a dar el siguiente golpe. Era una sexoservidora la cual no tenía hijos, ni familia, era una pobre bruja que solo se vendía por placer y para ahogarse en alcohol, pero a diferencia de las demás , sus clientes seguido se quejaban de ella por ser muy controladora. Sin duda alguien que necesitaba un escarmiento, o una lección, la presa perfecta para él.

Pasaba de las 2 de la madrugada cuando el comenzó a hacer su siguiente movimiento, la chica caminaba por las calles de Norwich lista para irse a su hogar estaba tan bebida que ni siquiera se percataba de que el mismo demonio le seguía detrás.

Con pasos lentos pero seguros agarro la tabla que tenía y le dio un golpe en la nuca, sin hacer el mayor ruido dejo noqueada a la mujer y comenzó a arrastrarla hacia su coche. Así de fácil le fue llevársela, sabiendo su ruta, y que lugares eran donde la chica estaba más vulnerable y más desprotegida.

Una vez teniéndola en una finca abandonada en ese pueblo, la tenía atada a una viga, él se sentó a esperar a que ella se despertara, le había logrado coser la boca con unos hilos pues así nadie lograría escuchar los gritos que ella desprendiera, y mientras ella despertaba sacaba una de su singular dentaduras, comenzando a remplazarla. Mientras preparaba el escenario donde la dejaría expuesta.

No pasaron ni 20 minutos cuando la mujer comenzó a abrir los ojos y se vio en esa aparatosa situación en la que estaba sin ropa, atada y a pesar de lo tomada que estaba, sabía que corría mucho peligro, intento gritar pero esos hilos le impedían gritar a todo pulmón. Comenzó a entrar en desesperación.

Frente a ella estaba un hombre con un cuchillo en sus manos observándola.

-Sabes ¿porque estás aquí?- Rompió el silencio y ella sumamente desesperada negó con la cabeza. -Estas aquí porque, no entiendes tu lugar en esta sociedad. -Se acercaba a ella y comenzaba a pasar el afilado cuchillo por sus hombros. -Por qué has decidido revelarte, he visto cómo te niegas a ser una mujer sumisa, y eso solo traerá a nuestra sociedad un desequilibrio. Ustedes se siguen aferrando a querer ser más que nosotros y no comprenden que somos sus superiores, y por eso tengo que depurar de esta mente retorcida a la sociedad. para que no pudra a las demás manzanas...- Sin decir más enterró el cuchillo en el abdomen de la chica haciendo que ella solo pudiera retocarse de dolor mientras unas lágrimas salían intentando gritar, pero le resultaba imposible. El hombre introdujo su mano por ese gran hueco y comenzó a estrujar los intestinos de la chica hasta sacarlos de su abdomen y de manera salvaje los comenzó a enredar en el cuello de la chica mientras ella aún con vida solo podía hacer muecas de dolor y llorar en silencio pues esos hilos seguían callando a la chica.- Le vas a mandar un mensaje a todas esas mujeres que tontamente creen que pueden ser igual a nosotros.-La mujer sentía como se le apagaba la vida de una manera tan dolorosa. Pero eso no le era suficiente a aquel hombre. Ya habiendo extirpado algunos órganos y remplazarlos por los de algún otro animal, le comenzó a arrojar a la mujer dentro de su herida migajas de pan.

De su coche saco una bolsa repleta de ratas hambrientas que en cuestión de segundos fueron a roer esos intestinos expuestos, entrando dentro de la herida de la mujer y comenzando a devorarla viva, era una tortura horrible. Pero el en su retorcida cabeza, tenía que seguir depurando esa sociedad de mujeres rebeldes. Sin más que hacer se acercó a dejar su firma y se "fue" de ese lugar dejando a la pobre mujer moribunda en sus últimos alientos de vida.

-----Departamento de Mía Campbell.-----

Mía estaba en un sueño tan profundo cuando de repente su teléfono de casa comienza a sonar una y otra y otra y otra vez.

La chica contesta aun adormilada.

-Bueno...- Al escuchar de quien se trata descubre que es su jefe Ryan King. -Señor- Se tallo los ojos adormilada y miro su reloj. -Son las 4:30 de la madrugada-Al escuchar la palabra un cuerpo... ella rápidamente comenzó a espantarse el sueño. - ¡Si señor! - Jalo lo más que pudo el cable del teléfono fijo y asomándose por la ventana observo que Jack Carter ya estaba esperándola en el coche. - Si señor...ya está afuera, solo me cambio y salgo. - Dando la llamada por finalizada. La chica rápidamente agarro su traje, su blusa unos tirantes, poniéndose la cámara en el cuello y su singular goma para agarrar su cabello salió disparada hasta encontrarse con el Inspector Carter. No sin antes avisar a su gato- Regreso en un rato señor Bigotes. - Cerrando la puerta y bajando las escaleras. Ya afuera Jack Carter rompió el silencio.

-Parece que de todos, solo tú y yo contestamos- Le abrió la puerta del coche y le entrego un café.- Te hará falta ¡Vamos!

-Tú ¿Nunca duermes?- Tallándose los ojos pero entrando al coche. El inspector Carter arranco en cuanto la chica cerró la puerta. -Entonces, nomás seremos ¿tú y yo?

-Parece que Logan tenía una noche difícil. Para mí que esta borracho o no contesta porque ha de estar despachando a una mujerzuela.

-Esas mujerzuelas, a veces no tienen de otra que trabajar aguantando mierdas como Logan.- Un tanto molesta refunfuño.- En el mejor de los casos ellas están despachando a Logan.

-No te enojes Mía, solo digo. - Rápidamente vio como la chica estaba molesta por haberle interrumpido sus horas de sueño. -Tómale al café ¡sí!- Intento tranquilizar a su compañera. Cuando se dio cuenta que ya habían llegado a la dirección mencionada. - Mía quédate aquí. Yo salgo primero, tú no tienes un arma.

- ¿Estás loco?- Rodo los ojos impaciente. - No se va a quedar esperando a que lleguemos.- Intento bajar pero él le negó nuevamente.

-Mía, por favor, eres mi compañera. Tu seguridad recae sobre mí. - Ambos cruzaron miradas un tanto molestos uno con el otro pero ella al final accedió. El inspector Carter rápidamente dio un grito de advertencia.-¡INVESTIGADRES! ¡ESTAMOS ARMADOS!- Al no recibir respuesta de una patada derribo esa puerta y solo podía escuchar roedores comiendo pero sin poder ver nada. - ¡MÍA! ¡PRENDE LAS LUCES DEL COCHE! ¡POR FAVOR!

La chica se acercó a darle la vuelta a las llaves del coche y al hacerlo cuando las luces se prendieron alumbrando el lugar. El inspector pudo observar una escena que más que cualquier cosa le ponía la piel erizada.

-Creo...Debes ver esto- Se puso un pañuelo en la nariz.

La chica inmediatamente bajo a ver el escenario, en menos de segundos desprendió el olor a muerte. Sangre fresca por todos lados y ella escuchaba igual que su compañero las ratas roer y chillar, mientras se movían dentro del cuerpo de la chica.

El lugar estaba abandonado y la finca estaba en muy mal estado, las vigas eran viajas y las polillas comían la madera de ellas, aparte de olor a sangre el lugar olía a humedad, las ventanas estaban tapizadas de periódicos y era imposible ver hacia dentro. Solo había ratas, papel tirado por todos lados, un enorme charco de sangre y más charcos de agua.

-¡No me jodas!- La chica al ver la brutal escena en la que se encontraba este cuerpo.

Se puso sus guantes y comenzó a sacar fotografías de la escena, al acercarse un poco más los roedores comenzaron a huir mientras otros seguían removiendo el interior de la chica. Mía rápidamente se agacho a indagar y comenzó a hacer notas nuevamente las cuales le traían cierto recuerdo al caso de la chica empalada en las astas de venado. Comenzando a arquear una de sus cejas, se dirige a su libreta a buscar en sus previos apuntes de ese caso y en efecto había unas similitudes. Pero lo que la dejo completamente convencida es que en esta escena era obra de la misma persona al igual que en la pasada, fue nuevamente encontrar una pluma de cuervo en perfecto estado y un chelín sobre de ella.

- ¡JACK!

- ¿Qué pasa?-Rápido apunto el arma. - ¡No grites Mía! Me asustas, ¿Qué encontraste?- intentaba calmar su respiración.

-Escucha, sé que esto te parecerá idiota, pero créeme, créeme. ¿Recuerdas el caso de la chica de las astas de venado?- Pregunto un tanto nerviosa pues estaba por soltar algo sumamente loco para todos, pero ella no tenía la menor duda.

-Si. Logan lo cerro ¿NO? según se, atrapo a el loco.

-Pues tienes que saber algo. -Tomo aire y nuevamente soltó por la boca para tranquilizarse un poco. - Ese crimen y este crimen, son de la misma persona... Por favor, no te rías. Sé que suena loco, pero lo sé.

-Sugieres, que, es un tipo como... ¿Jack el destripador? de 1888. - Seguían un tanto dudoso.-A ver no te quiero decir nada por lo cual te sientas ofendida, así que , explícame ¿por qué crees eso?

-Mira, yo saque las primeras fotografías del primer caso y encontré exactamente lo mismo que en este.- Apunto al piso hacia la pluma perfecta y el chelín que impedía que saliese volando.- Sin mencionar que hay similitudes.- Le hizo una seña al joven y él se acercó para escucharle. Había captado su atención. -En el primer caso, la chica había sido destripada mientras estaba con vida. Esta chica también pues el cuerpo sigue arrodajando cierta temperatura cálida. Otra cosa es que la previa chica tenía los ojos abiertos solo que allá los cuervos se los extirparon. Esta mujer también los tiene abierto. Y nuevamente estoy segurísima que algunos de los restos de los órganos no son de ella, huele a podrido, para ser tan reciente.-Agarro el hombro de su compañero y apunto a la escena .-Jack, esto no es una casualidad.

-Mía, si hay coincidencias.- Encendió su cigarro y continúo.-Pero hay que ver los hechos Mía, si fuera aun tipo Jack el destripador, esta mujer estaría empalada en otra cabeza de venado. Recuerda que ese loco de Jack el destripador, los 5 asesinatos que cometió fueron con cortes en los genitales, desfigurando el rostro, cortes de garganta y jamás cambio su método. Este crimen y el otro así como tienen cosas en común, tienen otras que no tienen nada que ver uno del otro. Según el expediente, a la chica de la cabeza de venado, jamás le cosieron la boca, a esta sí, sin mencionar que yo no encuentro una similitud entre un venado y ratas, o a ver ¿Qué más sugieres tú?

-No se Jack, sé que hay cosas que no tienen que ver, pero explícame la pluma y el chelín, no será eso su... no sé, firma, sello, ¿Algo?

-Mía ¿Y si es una persona que quiso imitar el trabajo del primero? Siempre hay gente loca teniendo ídolos más locos que ellos.

- ¡Jack, por favor! Créeme, este sujeto va a atacar de nuevo, este hombre o mujer, no tiene nada que ver con las víctimas. - Pauso un poco pensando. - Bueno, si de algún modo, pero no porque sean de su círculo social. No es absolutamente nada de ellas.

-A ver Mía, Supongamos que es cierto lo que dices, ¿Por qué lo hace?, ¿Por que remplaza órganos por otros? Tiene que haber un porqué de todo, no nomas por que se levante con ganas de ir matando mujeres y ya. - Viendo a su amiga queriéndola hacer entrar en razón de que se olvidara de esa idea tan loca.

-Jack- Guardo silencio unos segundo y ambos se miraron a los ojos. - ¿No te convence porque estoy soltando la idea yo? o ¿Por qué no crees que una persona sea capaz de matar sin un motivo aparente?-- Sin rodeos lo encaro.

-No me convence porque es muy poco probable. Todos tenemos valores y principios Mía, no hay alguien tan jodidamente enfermo para ir jugando a ser dios y decidir quien vive y quien muere. - Le daba una calada a su cigarro y veía como su compañera comenzaba a arquear las cejas. - ¿Ahora qué?

-Es que se me hace muy raro que hables de principios y moral enfrente de un PUTO CADAVER. -Protesto. - COMO ME TIRAS ESA MIERDA DE MORALIDAD Y HUMANIDAD, JACK. ¡MIRA A LA CHICA! ¿CREES ENSERIO QUE LO HIZO ALGUIEN CON VALORES MORALES? - Se alejó de su compañero algo decepcionada. - Pensé que eras diferente a esa bola de idiotas de la oficina.

-Y lo soy, jamás te he levantado la mano para darte una cachetada. -Intento acercarse a su compañera pero ella le levando el dedo índice. El conocía que cuando ella hacia esta seña era un signo de alto. - Mía...

-En efecto Jack, jamás me has levantado la mano para pegarme. Pero, no me estas escuchando ¿Tanto cuesta darle la razón a una mujer?- Dolida se tallo los ojos.

-Mía, escucha.-Se fue acercando lentamente a ella.-Olvídate de esa idea. King te va a volver a suspender si lo dices, por qué sería ir en contra del trabajo de Logan Hunt, seria avisar a la prensa y más cosas complicadas. Mira, hagamos algo, por favor.- Puso su mano en el hombro de la chica.- Si aparece otro caso y encuentras una pluma y una moneda, yo mismo lanzo la idea y cargo con todas las consecuencias, pero tienes que darme más que simplemente porque sí. ¿Por qué saca ciertos órganos y los remplaza por órganos en mal estado de animales? Y ¿Cómo elige a quien atacara?...Dame una respuesta o al menos algo por donde comenzar y te juro que yo te ayudo con esto.

-Estas sugiriendo que esperemos a que mate a alguien más para que me creas. - Se comenzó a reír de nervios la chica y sus ojos se llenaron de agua.- No te creí tan enfermo para querer poner la vida de alguien en riesgo con tal de darme el beneficio de la duda, puedes comenzar a creerme ahorita, Jack.

-OK- Se llevó las manos a la boca y conto hasta 5 respirando para calmarse.-Trabajaremos tu y yo en esto como si fuera la misma persona. Pero hasta tener suficiente evidencia se lo diremos a King, ¿Te funciona eso?- La señorita Campbell tenía un cigarro en la boca y movía la cabeza queriendo resistirse pero no tenía opción, era la única ayuda que le estaban ofreciendo de este momento.

-Bien, como sea- Se alejó y siguió tomando fotografías de la chica, agachándose a la altura de ella y con lágrimas rodando por sus mejillas cerro los ojos de la chica.- Perdóname. Si pudiera hacerlos entender, quizás no hubieras terminado así. Enserio, lo siento, pero tu muerte no será en vano...voy a encontrar a quienes les hizo esto, a ti y a Tamara.- Refiriéndose a la Chica empalada.

Diciendo esto se alejó de la chica y espero a que llegaran a levantar su cadáver. Jack por un lado podía notar como su compañera tenía un dolor genuino por la muerte de alguien que no conocía y posiblemente nunca cruzo palabras con la difunta, pero sus sentimientos eran reales.

Pasaron unos 20 minutos cuando llegaron a limpiar, levantar el cuerpo y con las fotos que había sacado Campbell sería más que suficiente para formar la escena en unas horas.

- ¡Vámonos Mía!, te llevo a tu departamento. - Le cedió el paso para ir tras de ella.-Necesitas dormir.- Ambos se subieron al coche aun algo sensibles después de su discusión y nunca se percataron que el mismísimo autor del crimen los veía a lo lejos, pudo escuchar la rebeldía de la agente Campbell y eso le comenzó a desprender una excitación e interés en la chica.

-Mía Campbell. Deja de tirar por ese lado...-Anotando en una libreta que tenía el nombre de la chica. -Al parecer es la única lista en este pueblo de mierda...-Se respondía para sí mismo comenzando a comerse ese pedazo de papel con el nombre de la chica. Como iniciando un ritual para las chicas que el marcaba como posibles futuras víctimas. - ¿Dónde vives Campbell?-Se subió a su coche y de la manera ágil comenzó a seguirlos dando vuelta por diversas calles. Conocía el pueblo como la palma de su mano así que, sabía que caminos tomar para que no se viera tan evidente que los seguía. Al llegar a los departamentos de la chica sonrió complacido pues las cosas pintaban para el de maravilla.

Cuando el inspector Carter se fue, la chica seguía afuera fumándose su cigarro antes de entrar.

Mía se percataba de que ese coche tenía a un hombre sentado en medio de la madrugada, y eso lo único que hizo fue encender sus alarmas mentales. Sin despegar la mirada se comenzó a ir entro de su departamento de manera lenta, pues para ver las placas tenía que acercarse mucho y eso la pondría en peligro.

- ¿Quién mierda eres?- Rápidamente abrió la puerta y se encerró para dirigirse a su departamento y cerrar esa puerta igual con llave. Sin querer levantar sospecha siguió asomándose por la ventana de manera cuidadosa sin mover las cortinas y solo pudo observar como de ese coche salía un hombre a orinar las plantas. - Pufff me asusto, solo estaba esperando a que me fuera para poder orinar como animal. Maldito cerdo. - Se alejó de la cortina y se tumbó a su cama a dormir por unas horas más, pues en cuestión de nada, sería un día pesado. Sin saber que había estado a unos metros del autor del crimen quien ya había puesto su atención en la chica.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022