Alisa había estado alejada de mí, cuando hablábamos por teléfono parecía nerviosa, como si se esforzara mucho por no soltar un secreto. Yo le había dado su tiempo, pero me tenía muy intrigada. Tal vez había recordado lo que había pasado la noche de la fiesta y tenía vergüenza. Pues ella no es una chica muy abierta, no habla de cosas sexuales con tanta facilidad como lo hago yo o Jacob, así que era fácil suponer que ese era el problema de su lejanía conmigo.
-¡Cariño, ¿Qué has hecho de cenar?! -se queja Erick mientras sale del cuarto de baño-. ¡Huele terrible!
Había venido a mi departamento a bañarse porque en el suyo habían cortado el agua, o eso me había dicho. Se la había pasado toda la semana viniendo y...bueno, no era que no me gustara, solo es que prefiero vivir sola, me gusta estar sola. A veces se quedaba a dormir conmigo, pero yo nunca en su casa. Él siempre quería venir aquí. Éramos una pareja extraña. Pero eso era gracias a mi, yo era la rara. Siempre lo había sido y no pensaba cambiar por un novio temporal.
-Es mi salsa especial- susurré.
Solía cocinarla para levantarme el ánimo. Era una receta que me había inventado, salsa roja, con varias verduras, las proporciones las ponía como a mí me gustaban y le ponía todo lo que yo quería. Era mi secreto culinario.
-¡Puedes pedirte delivery si no te gusta!-si no la quería que no la comiera. Y qué no me joda, que yo muero de hambre.
Así fue, se pidió delivery de sushi, mientras yo comía mi pasta con salsa especial. No me ofendía ni me enojaba, era más comida para mí.
Cuando terminamos de comer me preparé para la fiesta a la cual me obligaba a ir. Era el cumpleaños de su prima, cabe recalcar que Alisa es su prima. Yo los quería a ambos, pero no me apetecía ir a la fiesta donde estaría llena de familiares de mi novio. Los había conocido, si. Pero yo no era alguien familiera, no me gustaban las presentaciones tontas de: "mamá, papá, ella es mi novia". No, no veía la necesidad de esto.
Además, su familia no quería la presencia de Jacob ahí, sabiendo que era unos de los amigos más allegados a Alisa. Toda la familia Peterson era muy selectiva y juzgadora. Veían tatuajes y piercings en el cuerpo de Jacob y ya lo creían un delincuente. Ni siquiera sé porqué querían que yo vaya si mi cuerpo también tenía tatuajes. Tal vez era porque siempre vestía con ropa que lograba cubrirme varios de ellos.
También era por eso que la madre de Erick me despreciaba y no le gustaba como novia de su hijo. A mi jamás me había importado su opinión, salía con el hijo, no con ella. Si le caía bien o mal, me importaba igual que la demanda de la señora Thompson.
En fin, prefería que la fiesta de cumpleaños de Alisa fuera con nosotros en una discoteca como lo habíamos planeado. No entendía porque debía ir a la pre fiesta aburrida.
Aún así tuve que vestirme de la forma más elegante. Era una maldita egoísta cuando me apetecía, pero tampoco sobrepasaba los límites como para no ir al cumpleaños de mi amiga, por mucho que ella me haya estado ignorando toda la semana.
El camino a la casa de los padres de Alisa había sido pura discusión con Erick, él quería conducir porque decía que se veía mal que estuviera como acompañante. Se calló solo cuando estacioné frente a la casa y bajamos. Tomó mi mano como si nada y tocó timbre.
La tía de Erick nos abrió con una gran sonrisa, pero cuando vió que yo también estaba ahí su mueca cambió un poco.
Si, a ella tampoco le agradaba.
Si, también me valía su opinión.
-Llegaron, que bueno. Pasen, pasen-se hace a un lado en la puerta.
-Que bella estás tía-le dice Erick mientras la abraza e ingresa a la casa.
Saludo a la señora con un movimiento de cabeza y sigo a Erick. Necesito una copa para soportar la noche. O un cigarrillo, lo que sea.
Mientras Erick saludaba a toda su familia, yo lo seguía y fingía una sonrisa. La madre y padre de mi novio estaban ahí, nunca les había caído bien y ellos a mi tampoco, no me gustaban las personas como ellos, soberbias y selectivas. Ninguno se tomaba la molestia de disimularlo. Pero los soportaba por mi novio.
Cuando Alisa llegó todos la aplaudimos y las felicitaciones comenzaron. Cuando llegó mi turno la abracé y le susurré un feliz cumpleaños.
-Gracias por venir -me responde. - Creo que tenemos que hablar.
Asiento. Después de que terminara de saludar a todos sus invitados, me llevó a un lugar donde estuviéramos solas. Pero cuando vi que hizo el ademán para hablarme tuvo que cerrar la boca.
-Aquí están- me giro para ver a Erick. - Kensey está aquí.
Kensey, la hermana de Erick. No la conozco personalmente, es otra persona que no me interesa conocer.
Erick hace una seña con la mano y un segundo después veo como una mujer de porte elegante se nos acerca. Trae un traje animal print con zapatos altos, la mujer es alta y no hay duda que es hermana de Erick, su cabello rojizo y ojos marrones lo confirman. Son muy parecidos.
-Feliz cumpleaños, prima-es lo primero que dice dándole un abrazo a Alisa.
-Gracias, Kensey.
-Tu debes ser la famosa Aubrey-me dice mirándome de arriba abajo.
Asiento y le extiendo mi mano.
-La misma. Tú eres Kensey
Es alguien muy seria, solo hace una mueca que intenta ser una sonrisa. Erick ha intentado hacer que nos conozcamos hace bastante tiempo pero ella nunca está disponible, ocupada con su hijo. Aunque yo creo que no quería conocerme.
-Quiero presentarles a alguien-habla Alisa de manera tímida. Todos la miramos, estaba sonrojada-. Es un chico, lo conocí hace relativamente poco.
-¿Estás saliendo con alguien? Eso sí que es nuevo-dice Kensey burlona.
-Si...bueno, no...no salimos, pero casi... no lo sé - se rasca la nuca nerviosa.
-Bueno, ya preséntanos- digo aburrida.
Asiente y nos hace una seña para que la sigamos. Atravesamos la casa hasta la sala. Un cuerpo estaba sentado en los sofás de la casa. Noté que varios invitados estaban murmurando mientras miraban de reojo a la persona que nos daba la espalda.
¿Pero quién era? ¿Superman?
Alisa se acerca a él y le pasa una mano por el hombro él la mira.
-Quiero presentarte a algunas personas- le dice ella. Él asiente y se pone de pie pasándole una mano por la cintura a ella, cosa que la hace sonrojar.
Siento como si en cámara lenta el hombre con el que sale mi amiga se gira a nosotros. Dominic nos mira con una sonrisa y me pierdo un segundo en su traje negro y cabello perfecto.
Espera, espera.
¿Dominic es el ligue de Alisa?
Mi consciencia se ríe, se burla y busca palomitas para ver esto. Esta chica no sabe con quién se está metiendo.
La sonrisa de Dominic pierde fuerza cuando me reconoce. Ella lo empuja hacia adelante y Erick y Kensey van en su encuentro, pero yo me quedo plantada en el suelo como si me hubieran puesto clavos en los pies. Erick se gira y toma mi mano para llevarme con él.
- Vamos, cariño-pasa su mano por mi cintura.
-Chicos, él es Dominic. Domi, ellos son los primos Erick y Kensey y la novia de Erick, Aubrey - nos presenta.
¿Domi? Ok. Las palomitas de mi consciencia vuelan por los aires cuando se ríe a carcajadas del apodo.
Ya quiero irme de aquí. Sabía que no tendría que haber venido.
Dominic nos saluda a todos y gracias al cielo finge que no me conoce dándome un beso en la mejilla como a todos. Sus cortos pelos sin rasurar me raspan hasta que se aleja.
-¿Son amigos?-pregunta Erick, sujetándome más a él. Lo miro confundida, ¿acaso está intimidado?
-Sí y no -dice Alisa en un susurro. Mira de reojo a Dominic y él le sonríe cómplice.
-¿Y de dónde se conocen?
-En una fiesta-dice y me mira.
Frunzo el ceño.
-Hace unos meses en la casa de unas de las amigas de Brey, y nos seguimos encontrando en esas fiestas tiempo después.
¿Todas las veces que me había dicho que si iba a salir era por eso? ¿Por él? ¿Pero qué pasó con el chico del aeropuerto? ¿Y la fiesta de la semana pasada?
Alisa suspira emocionada y toma la mano de Dominic.
-No somos solo amigos, es mi novio.
Oh.
Que bien.
Los felicito.
Kensey comienza a reír sin poder creerlo y Erick frunce el ceño a más no poder, no parece agradarle la idea. Miro la enorme sonrisa de Alisa, ella apoya su cabeza en el hombro de Dominic y él me mira. Veo como me repasa de manera disimulada de arriba abajo y luego se centra en darle un apretón de mano a Erick.
-Cuídala, amigo-le advierte mi novio.
Mi conciencia está paralizada. ¿Novios dijo?
La madre de Alisa llega llamando a todos para cortar el pastel. De inmediato todos fueron tras ella. Yo le dije a Erick que debía ir al baño, pero era una simple excusa para salir de esa casa. Cuando la sala quedó vacía busqué mi teléfono de inmediato y marqué el número de Jacob.
-Adivina quién es la persona con más mala suerte del planeta- digo a penas él responde.
-Cualquiera que no tenga el placer de conocerme tiene mala suerte. Debes hacerme la lista más corta, corazón- dice una de sus tantas bromas.
- Yo, yo tengo tanta mala suerte que ya estoy planeando mudarme a otro planeta -refunfuñó y me dejó caer en el sofá.
-¿Por qué?-se ríe de mí. Oigo como cierra una puerta y la música que se oía se escucha más baja.
- Alisa tiene nuevo novio.
-¿Alisa? ¿Con novio? Eso sí es nuevo -vuelve a reír -. Oye, Liam, adivina quién tiene novio nuevo - le dice a uno de nuestros amigos - ¡Alisa!
-¿Bromeas? Oh, pero si era tan linda. Perdimos a otra -se lamenta Liam.
-Oigan, idiotas, aún no saben todo. Esto es malo, muy malo.
- ¿Por qué? ¿Quién es su novio? No puede ser tan malo, Brey -dice Liam y ambos se ríen.
-Es mi ex.
Se queda un minuto en silencio hasta que comienzan a reír a carcajadas.
-Oh, sí es muy malo.
- Lo sé. Ella no lo sabe y no quiero que lo sepa, ¿de acuerdo? Mantengan sus bocas cerradas.
-No diremos nada -dice Jacob entre risas-. ¿Y tú qué harás? ¿Acaso no es incómodo verlos juntos?
-No, ya lo tengo superado, ni siquiera me acordaba de él. Ella es la que estaría incómoda si lo supiera.
-¿Terminó bien su relación?-pregunta Liam.
-Si...no lo sé...supongo. El punto aquí es que ya me quiero ir y no encuentro la excusa perfecta que no me deje en evidencia.
-Oh, si- exclama Jacob-, ¿Para esto llamas a papi Jab? Bien, bien, en dos minutos te llamaré con una excusa ideal, asegúrate de estar cerca de ellos pero no tanto, y actúa bien.
-De acuerdo, te espero.
- ¿Necesitas que vaya por ti, corazón?
-No, tengo mi auto aquí.
Tendré que arreglar como se irá Erick, a menos que quiera venir conmigo.
-¿Cariño? -me llama Liam.
- ¿Qué?
- ¿La fiesta sigue en pie, verdad?- Liam sin una fiesta, no es Liam.
- Obvio, la urgencia que tendré se resolverá antes de la fiesta, no te preocupes.
- De acuerdo, ven a casa y nos cuentas todo aquí.
Asiento y me siento estúpida por hacerlo sabiendo que no pueden verme.
- Bien, adiós.
Se despiden de mí y cuelgo. Tiro el celular a un lado y apoyo el codo en el apoyabrazos del sofá para sostener mi cabeza. Que alguien me mate, por favor. Soy tan inmadura al hacer algo así, ¿pedir que me saquen de aquí? ¡Dios! A veces puedo llegar a ser tan infantil que me sorprendo de mí misma.
- ¿Tratando de huir?- pronuncia una voz varonil desde el umbral de la puerta.
Mi conciencia se descojona de risa.