Mi Alpha Protector (I libro)
img img Mi Alpha Protector (I libro) img Capítulo 3 Capitulo 2 - Lucas Thunder
3
Capítulo 7 Capitulo 6 - Karen Romanov img
Capítulo 8 Capitulo 7 - Laura Grayson img
Capítulo 9 Capitulo 8 - Lucas Thunder img
Capítulo 10 Capitulo 9 - Karen Romanov img
Capítulo 11 Capitulo 10 - Eren Grayson img
Capítulo 12 Capitulo 11 - Eren Grayson img
Capítulo 13 Capitulo 12 - Lucas Thunder img
Capítulo 14 Capitulo 13 - Karen Romanov img
Capítulo 15 Capitulo 14 - Lucas Thunder img
Capítulo 16 Capítulo 15 - Eren Grayson img
Capítulo 17 Capitulo 16 - Karen Romanov img
Capítulo 18 Capitulo 17 - Karen Romanov img
Capítulo 19 Capitulo 18 img
Capítulo 20 Capitulo 19 - Karen Romanov img
Capítulo 21 Capitulo 20 - Arturo Grayson img
Capítulo 22 Capitulo 21 - Karen Romanov img
Capítulo 23 Capitulo 22 img
Capítulo 24 Capitulo 23 img
Capítulo 25 Capitulo 24 - Karen Romanov img
Capítulo 26 Capitulo 25 - Karen Romanov img
Capítulo 27 Capitulo 26 - Karen Romanov img
Capítulo 28 Capitulo 27 - Laura Grayson img
Capítulo 29 Capitulo 28 - Karen Romanov img
Capítulo 30 Capitulo 29 img
Capítulo 31 Capitulo 30 img
Capítulo 32 Capitulo 31 img
Capítulo 33 Capitulo 32 img
Capítulo 34 Capitulo 33 - Laura Grayson img
Capítulo 35 Capitulo 34 - Karen Grayson - Romanov img
Capítulo 36 Capitulo 35 - Karen Romanov img
Capítulo 37 Capitulo 36 - Lucas Thunder img
Capítulo 38 Capitulo 37 - Karen Romanov (parte uno) img
Capítulo 39 Capitulo 38 - Karen Romanov (parte dos) img
Capítulo 40 Capitulo 39 - Karen Romanov (parte tres) img
Capítulo 41 Capitulo 40 - Karen Romanov (parte Cuatro) img
Capítulo 42 Capitulo 41 - Arturo Grayson img
Capítulo 43 Capitulo 42 - Lucas Thunder img
Capítulo 44 Capitulo 43 - Karen Romanov img
Capítulo 45 Capitulo 44 - Laura Grayson img
Capítulo 46 Capitulo 45 - Karen Romanov img
Capítulo 47 Capitulo 46 - Karen Romanov img
Capítulo 48 Capitulo 47 - Lucas Thunder img
Capítulo 49 Capitulo 48 - Laura Grayson img
Capítulo 50 Capitulo 49 - Karen Romanov img
Capítulo 51 Epílogo (parte uno) img
Capítulo 52 Epílogo (parte dos) img
Capítulo 53 Epílogo (parte tres) img
img
  /  1
img

Capítulo 3 Capitulo 2 - Lucas Thunder

La brisa helada de la tarde mece las copas de los árboles, susurrando entre las ramas como un murmullo lejano. Desde la ventana de la habitación, observo el bosque que rodea la manada Luna Oscura. La vegetación es densa, salvaje, impenetrable a simple vista. Altos pinos y robles centenarios se alzan como guardianes de este territorio, sus troncos gruesos cubiertos de musgo y sus raíces retorciéndose en la tierra húmeda.

El sol empieza a descender en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos dorados y anaranjados, reflejándose en el follaje como si la naturaleza misma ardiera en llamas silenciosas. Entre las sombras de los árboles, distingo el movimiento ágil de los lobos patrullando el perímetro, sus ojos brillando con un destello plateado bajo la luz moribunda del día.

El aire está impregnado con el aroma terroso de la madera húmeda, la resina y la hierba fresca. En la distancia, el sonido de un arroyo corriendo entre las piedras se mezcla con el canto de los grillos y el ulular lejano de un búho. Este bosque es hermoso, indomable, un refugio para aquellos que pertenecemos a la noche.

Sin embargo, mi mente no está aquí. No en esta manada, no en este bosque.

Mis pensamientos vuelven una y otra vez a las palabras de Patricio sobre la humana que está en manos de Grayson. Karen.

No la conozco, nunca la he visto, pero la sola idea de una joven sufriendo bajo el control de ese maldito bastardo enciende una rabia fría en mi interior. Me imagino a una chica de ojos apagados, con moretones cubriendo su piel, el miedo grabado en sus facciones cada vez que alguien se acerca demasiado. ¿Cómo ha sobrevivido todos estos años en un ambiente así?

El que sea medio vampiro no la hace menos vulnerable. Si su lado vampírico no ha despertado, sigue siendo prácticamente humana. Y los humanos... son frágiles.

Aprieto la mandíbula, sintiendo el impulso primitivo de hacer justicia con mis propias manos. Pero la venganza tendrá que esperar. Primero, hay que sacarla de ese infierno.

Miro el reloj.

5:00 p. m.

Me levanto de la cama con determinación y me coloco una chaqueta de cuero negra sobre la camisa oscura. Al salir de la habitación, los pasillos de la mansión están en penumbra, iluminados solo por la tenue luz que se filtra a través de los ventanales. Mis pasos resuenan sobre la madera pulida mientras bajo las escaleras y cruzo el vestíbulo.

Al salir al exterior, el frío me golpea de inmediato. La temperatura ha bajado con la caída del sol, y el aire huele a tierra húmeda y corteza de pino. Frente a la mansión, un auto negro está estacionado con el motor en marcha.

Patricio está apoyado contra la puerta del coche, con los brazos cruzados y la mirada fija en el horizonte. Su expresión es tensa, y no me sorprende. Esta no es una simple cena con un enemigo silencioso, es una misión de rescate disfrazada de encuentro diplomático.

-¿Listo? -pregunta sin apartar la vista del camino.

-Sí.

Sin más palabras, abrimos las puertas y nos subimos al vehículo.

El motor ruge suavemente cuando nos ponemos en marcha. Mientras avanzamos por el sendero de tierra que atraviesa el bosque, las sombras de los árboles se alargan, creando figuras fantasmales a nuestro alrededor. Las luces del auto iluminan el camino de grava, revelando el movimiento ocasional de pequeños animales huyendo entre los arbustos.

El silencio entre nosotros es denso, cargado de pensamientos no dichos.

Finalmente, Patricio rompe la quietud.

-Sé que tienes preguntas.

Lo miro de reojo.

-Muchas.

Él asiente, como si ya lo esperara.

-Pregúntame lo que quieras. No tenemos mucho tiempo antes de llegar.

Aprovecho la oportunidad.

-¿Por qué te importa tanto esa humana?

Patricio exhala lentamente antes de responder.

-Porque la vi crecer. Cuando la llevaron al castillo de Grayson, ella tenía solo cuatro años. En ese entonces, no entendía bien lo que ocurría, pero con los años... fui viendo lo que le hacían. Y no podía hacer nada.

-¿Cómo es que no podías hacer nada? -pregunto con incredulidad-. Eres un Alpha. Podrías haber intervenido antes.

Sus dedos se aprietan sobre el volante.

-Grayson tiene aliados poderosos. Si me hubiera movido antes, su muerte habría sido segura. He estado esperando el momento adecuado para actuar. Y ahora, por fin lo tengo.

Lo observo con atención.

-Dijiste que su lado vampiro despertará cuando cumpla diecinueve años. ¿Por qué es tan importante?

Su mandíbula se tensa.

-Porque cuando eso pase, su sangre será cien veces más poderosa que la de cualquier vampiro común. Grayson lo sospecha, por eso la ha mantenido con vida. Está esperando el momento exacto para usarla. Y solo la Diosa Luna sabe de qué manera...

La ira hierve en mi interior.

-Entonces no podemos fallar.

-No lo haremos.

El silencio regresa al auto mientras seguimos nuestro camino. Afuera, el bosque se vuelve más denso, como si la naturaleza misma sintiera la oscuridad que nos espera en el castillo de Grayson.

(...)

El bosque a nuestro alrededor se vuelve más denso conforme nos acercamos al castillo de Grayson. Las sombras de los árboles se alargan con la caída del sol, proyectando figuras fantasmales en el suelo cubierto de hojas secas. El aroma de la tierra húmeda y la resina de los pinos impregna el aire, pero hay algo más... algo inquietante en la atmósfera, como si el bosque mismo contuviera la respiración ante lo que sucedía entre esos lares.

-En unos metros llegaremos. -Patricio rompe el silencio con su tono grave y controlado-. Lo más probable es que ella nos abra la puerta. Es la que cocina, así que agradécele a ella, no a Grayson.

Asiento.

-Claro. -Pero no puedo evitar preguntar-. ¿Por qué tiene una aparente humana en su castillo, si realmente no sabe la magnitud de su poder?

La expresión de Patricio se endurece. Sus nudillos se vuelven blancos al apretar el volante, como si intentara contener una ira latente.

-Mató a sus padres. -Su voz es fría, pero llena de un rencor que parece viejo, profundo-. Luego la robó y la llevó a ese lugar. Desde los cinco o seis años comenzó a ser maltratada y obligada a trabajar ahí.

La rabia hierve en mi interior.

-¿Cómo sabes todo eso?

El silencio que sigue es incómodo, pesado. Solo se escucha el ronroneo del motor y el crujir de la grava bajo los neumáticos. Patricio no responde de inmediato. Es como si estuviera eligiendo sus palabras con cuidado.

Cuando por fin habla, su tono es bajo, casi un susurro.

-Es la hija de una... vieja amiga. Persona muy cercana a la reina vampira de ese clan... y esposa de un humano.

Sus palabras retumban en mi cabeza.

¿La hija de una vieja amiga?, sentí el aroma de las mentiras flotar en el aire. Pero no desee preguntar más.

El auto se detiene frente a una enorme puerta de madera con detalles tallados a mano. La fachada del castillo es imponente, con paredes de piedra oscura y ventanales que reflejan las últimas luces del atardecer. La sensación de peligro es innegable.

Tocamos la puerta.

El sonido de nuestros nudillos contra la madera resuena en el aire.

Entonces, un aroma me golpea con fuerza.

Tierra mojada y fresas.

Mi lobo se agita dentro de mí.

- Mate... mate...

El sonido de pasos apresurados se acerca. La puerta se abre.

Frente a mí aparece una joven de cabellos oscuros y ojos llenos de una inocencia rota. Es hermosa, pero no de una manera ostentosa, sino de una forma sutil, natural. Su ropa es simple: jeans rasgados y una camisa blanca de mangas largas que cubre todo su cuerpo.

-¡Papá Patricio! -Su voz es suave, pero llena de emoción al lanzarse a los brazos de él-. ¿Cómo estás?

-Bien, pequeña. -Patricio le sonríe con una ternura que rara vez muestra.

Pero yo...

Yo no puedo pensar con claridad.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022