Narra Elian
Me quedé estupefacto, esperaba que fuera una mala broma.
Toda mi vida había pasado por bastante, Desde que tenía memoria, Era un niño de la calle, Recibí educación en un albergue.
Cuando adolescente, conocí a mi mejor amigo, ambos trabajábamos en los semáforos Limpiando los parabrisas de los coches, haciendo malabares.
Nos la arreglábamos para dormir secos en los días de lluvia.
Lamentablemente lo perdí, Un día, simplemente
se lo llevaron unos sujetos.
¿Señor? Yo soy un chico - dije casi audible causando que el se incara frente a mi.
El hombre me causaba mucho miedo, su rostro no transmitía nada, solo un brillo peligroso en sus ojos.
- Eso ya lo sé, y no entiendo a la luna en absoluto - Sonrió con cierta molestia, ¿Luna? - Pero ya que estamos no puedo controlar mis instintos.
- Explicó poniéndose de pie, para entonces la - señora salió y el se cruzó al otro lado de la cama sentandose a mi lado, sin mirarme solo mirando sus manos.
-¿Entonces... Que me hará?- pregunte sintiendo un nudo en el estómago, me sentía bastante Asustado, ¿Me violara? ¿Robara mis órganos? ¿Me tendrá de esclavo?.
- por el momento nada - me miró - Esperaré a ver si es solo un capricho de la luna, o si puedo simplemente ignorar mis instintos - explicó viéndome a los ojos, no entendía nada, no eramos animales.
¿Sus instintos? - Solté con cierta molestia y en
tono de ironía.
Me tomo del mentón con algo de brusquedad haciendo que lo mirará a la cara, tenía una sonrisa socarrona en su rostro.
- No espero que lo entiendas, por ahora descansa, y ya que estarás aquí - me soltó dejándome algo adolorido, así que me toque esa zona.-Lee estos.- me entrego varios libros que tomo del buró cerca de el.
Los tomé con cierta desconfianza y mire la portada, "Mate".
-¿cuando puedo irme? - dije restando importancia en los libros y mirándolo a los ojos.
- guarda silencio, más tarde traerán tu desayuno, asegúrate de haber leído todo antes de que regrese del trabajo. - Ordeno mientras de acomodaba el traje y se acercaba a la puerta a punto de irse. - y si no quieres que termine devorandote cubrete más la próxima vez. - Comento cómo último en un gruñido y saliendo, cerrando la puerta con fuerza causando que me exaltará.
¿Devorar?
Mire mi cuerpo, la camisa estaba medio desabrochada dejando ver mi pecho y mis piernas estaban descubiertas, la camisa solo cubría mis partes viriles.
No entendía muy bien a qué se refería, lo único que pensaba era en que debía salir de aquí.
Me levanté de la cama, con algo de timidez me acerque a la ventana y corrí las cortinas, el sol apenas estaba saliendo, abrí la ventana corrediza mirando al exterior aterrado, Estaba muy alto, y parecía que no hubiera edificios cerca.
Trague saliva algo asustado y asombrado, todo alrededor eran árboles y montañas.
Entre en pánico al ver varios hombres Haciendo guardia en varios puntos de las entradas.
Y no solo eso, caí al suelo al sentir mis piernas débiles.
Fue casi imposible lo que ví pero, un hombre se
había transformado en un ¿Lobo?.
Entre en shock y recordé el libro que me dijo que leyera.
"No lo entenderías".
Me apresure a ponerme de pie y tomar el libro con desesperación y esperando que no fuera lo que acababa de ver, que solo fuera una alucinación por hambre.
"Hombres lobos"
Sentí un nudo en el estómago al leer el primer episodio, Me senté en el suelo, cerca del ventanal, sintiendo la fría brisa para darme cuenta de que no era un mal sueño.
Me perdía en lo que el libro decía, Tenía dudas ¿Cual era mi papel? No soy un hombre lobo.
Terminé el primer libro dejándolo en el suelo.
junto a mi mientas abrazaba mis piernas desnudas, Hacia frío, pero, me recordaba que estaba despierto, que mi sufrimiento de por no había acabado aun.
No llore, Estaba cansado de hacerlo, toda mi vida, estaba llena de calamidades, llegas a acostumbrarte.
Pero esta vez, no me rendiría tan fácil.
El sonido del picaporte de la puerta hizo que me tensara y me puse de pie dispuesto a defenderme de estas bestias.
- Joven - Me miró alarmada la señora que había venido horas antes, en sus manos traía una bandeja sin dejar ver lo que contenía- Alejese de la ventana, seguramente es muy frío para su corporal - No respondí, la miraba atento por si intentaba algo.
- ¿Eres uno de ellos?- Pregunte sin dejar de estar alerta.
Ella dejó la bandeja en el peinador, quitando la tapa y dejando ver un exquisito platillo.
- ¿un lobo?- pregunto Inocente y yo asenti.- Así es.- Aseguró con una débil sonrisa haciendo ademán con las manos para que me acercara a comer.
Sentí mi estómago con un hueco, Lo dude un poco, pero, si moría envenenado por comer algo sabroso, era la mejor manera.
Me acerque con timidez al platillo mirándola Reseloso.
- ¿Que eres?- pregunte dando la primera cucharada a la crema de elote.- ¿un Omega? Ella sonrió de la misma manera.
- si lo fuera no sería la mucama.- Se burlo de si misma. - soy una Beta.
Sentí algo de pena, por lo que leí, siempre los menospreciaban por ser débiles y poco ¿Fértiles?, En mi mundo era alguien parecido, no había nacido con gracia o belleza, era un simple humano.
- Estoy muy confundido.- confesé comiendo más del arroz y la carne rápidamente dejando migajas por todos lados.
Y aunque mi confusión era entorno a porque de todas las personas, tenía que sucederme a mi, era un poco loco todo esto, o más bien yo me estaba volviendo loco.
- Todos lo estamos Joven. - confesó ella captando mi atención, la cual hace mucho estaba en la comida.- el joven alfa estaba muy molesto los últimos días, Porque no entendia porque un humano era su mate.- escupí el jugo que acababa de sorber del vaso.
¿Alfa? ¿Yo un mate? Aún no leía esa parte, era el segundo libro, lo mencionaba un poco el primer libro, es quien acompaña el alfa, su pareja en pocas palabras.
-¿Ese hombre es su alfa? ¿Yo un mate? Soy un humano común y corriente. - me olvidé у de la comida mientras lo miraba alarmado acercándome a ella, quien estaba serena. - ¿Que es un mate? No entiendo nada. - me senté frustrado en el suelo tomando mi cabeza y escondimos mi rostro entre mis rodillas.
-un mate es aquella pareja Predestinada. - Levanté la vista y la mujer estaba de cuclillas frente a mi. - El joven alfa estaba confundido porque eres humano, sin embargo no puede evitar estar cerca de ti, ya que su lobo interior exige estar a tu lado.
¿Su lobo? Admito que eso me daba miedo, tal vez "devorarme" era lo que quería, no me gustaría morir siendo comido por un hombre lobo.
Debía escapar de aqui, aún tenía un sueño.
22
- Eso no me ayuda de nada.- Dije asustado volviendo a esconder mi cabeza.
el joven llegará más tarde, deberías dormir un poco más, te despertare para la comida.
Me levanté de prisa deteniendola.
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- no quiero estar más aquí, por favor déjeme ir. - suplique mientras me ponía frente a la puerta.
- Señor, le recomiendo que no haga enojar al amo, y mucho menos intenté escapar, el sabe que los humanos son frágiles, y de a estado controlando con usted, sin embargo, si lo hace enojar no podrá controlar a su bestia. - dijo ella con seriedad en su voz, En ese caso en ella no podía confiar.- aunque parece alguien sereno puedo asegurarle que no lo es.
Me aleje de la puerta, y ella me miró con cierta lastima, saliendo de ahí con la bandeja ya vacía.
Mire la cama desatendida donde desperté.
Era verdad que hasta ahora no me había echo nada, pero me privaba de libertad, la libertad por la que siempre luche.
Aún tenía mi propio sueño, Aún no encontraba a Nueve, mi mejor amigo.
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1
Apreté los puños decidido, Actuaría con cautela, examinando al enemigo y así entorno.
Salí de la habitación, mirando por el pasillo, viendo a un hombre mirando a mi habitación.
Intenté actuar de manera normal y pasar a su
lado, sin embargo me detuvo del hombro.
-¿Va a algún lado señor? - su voz causaba escalofríos, trague saliva y sonreí con inocencia.
- solo quiero ir al baño.- inventé en el momento.
- en su habitación hay uno señor.- respondió con seriedad, mientas me empujaba levemente de regreso a mi habitación, ambos entramos y me mostró otra puerta, abriéndola y dejando ver un enorme baño, con una tina, regadera y el excusado.
- G-gracias. - balbuce algo irritado, primer intento fallido.
- por nada, si necesitas algo estaré afuera. - Explicó tallando su nariz algo incomodo. - debería cubrirse. - Señaló mi camiseta, la cual estaba casi completamente desabrochada. usted huele mucho a Fertilidad, Y hay muchos lobos alrededor, Además de que nuestro alfa es muy Celoso. - explicó dejándome desconcertado, solo salió de la habitacion dejandome con aún más dudas.
¿Fertilidad? Había escuchado ese término para las plantas.
¿Y que si estaba desnudo? Era un chico, en
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Aún tenía mi propio sueño, Aún no encontraba a Nueve, mi mejor amigo.
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Apreté los puños decidido, Actuaría con cautela, examinando al enemigo y así entorno.
Salí de la habitación, mirando por el pasillo, viendo a un hombre mirando a mi habitación.
Intenté actuar de manera normal y pasar a su
lado, sin embargo me detuvo del hombro.
-¿Va a algún lado señor? - su voz causaba escalofríos, trague saliva y sonreí con inocencia.
- solo quiero ir al baño.- inventé en el momento.
- en su habitación hay uno señor.- respondió con seriedad, mientas me empujaba levemente de regreso a mi habitación, ambos entramos y me mostró otra puerta, abriéndola y dejando ver un enorme baño, con una tina, regadera y el excusado.
- G-gracias. - balbuce algo irritado, primer intento fallido.
- por nada, si necesitas algo estaré afuera. - Explicó tallando su nariz algo incomodo. - debería cubrirse. - Señaló mi camiseta, la cual estaba casi completamente desabrochada. usted huele mucho a Fertilidad, Y hay muchos lobos alrededor, Además de que nuestro alfa es muy Celoso. - explicó dejándome desconcertado, solo salió de la habitacion dejandome con aún más dudas.
¿Fertilidad? Había escuchado ese término para las plantas.
¿Y que si estaba desnudo? Era un chico, en todo caso la señora es la que debía sentirse incómoda.
Bueno, yo también estaba algo incómodo al traer mis bolas al aire libre.
15
Me asome de nuevo a la ventana, mirando hacia abajo, una caída desde aquí me rompería una pierna.
Busque mi posible escape, en la ventana había una especie de borde, si me colgaba por ahí, podría llegar a otra ventana, y luego lanzarme al techo que había cerca hasta llegar abajo.
¿Intentas escapar?- una voz femenina me hizo exaltar, mire hacia arriba y había una chica sentada en un balcón un piso más arriba.
La mire algo alarmado, y ella bajo de un salto
sosteniendoce del borde de la ventana para
luego entrar.
Quedando frente a mi mientras me sonreía de manera traviesa.
Dejándome verla bien.
Su cabello era castaño, de todos rebeldes, sus ojos eran café claro, y era delgada, parecía una chica joven..
- ¿Te sorprendí? Supongo que para los humanos es algo extraño. - Sonrió entrando más a la habitación y tirándose en la cama.- ¿Porque estás casi desnudo? - pregunto apenas dándose cuenta y mirándome divertida. у
- no tengo ropa.- Respondí mirándola alerta, ella no era humana.
- relájate mucho por favor. - se burló sentándose e invitandome a sentarme con ella. soy una Omega, y mejor amiga de Peter. ¿Quien es Peter? -y descuida, ya tengo a mi mate. - explicó terminando con un suspiro.
No parecía una mala persona, me acerque a ella en busca de respuestas, me senté sin mirarla.
- ¿Ya hablaste con Peter?-pregunto a lo que yo
negué, no sabía a quien se refería.- el está un
poco molesto con la luna, No sabemos porque
o que motivos tiene. - Comento con su mirada
perdida.-lo que si sabemos es que no debería
cuestionar tanto a la luna. - nego con la cabeza
molesta. en fin ojalá lo arreglen antes de que
esté en temporada de celo. - Río causándome un
cosquilleo en la espina dorsal.
¿Temporada de celo?
- ¿Que quieres decir? - pregunte algo confundido.
Ella puso mueca llena de perversidad.
- la temporada para coger obvio. - Mis mejillas se incendiaron de inmediato y me puse de pie alarmado
- soy un chico, eso es anormal y su objetivo es procrear ¿No? No tiene sentido, quiero irme. - Hablé rápido dando vueltas en la habitación pensando en como salvarme.
- wow wow, cálmate, No es tan malo como parece ¿No te haz sentido atraído por un aroma dulce? - pregunto llamado mi atención, y es que desde que el se fue esta mañana ya no lo percibía, asentí levemente haciendo que ella chillara de emoción. - ¡entonces no hay duda!- grito emocionada acercándose a mi y tomándome de los hombros. ¡eres su mate!
Parpadee perplejo, mientras ella brincaba de un lado a otro.
¿Tan genial era eso? No le servía de nada, su objetivo era ampliar la manada y yo era un chico.
- soy un chico.- comenté y ella me miró sin у borrar su sonrisa.
- te falta leer, Además descuida, cuando el se de cuenta de que su bestia no puede más se las arreglara. - murmuró para si misma lo último - mirándome de arriba abajo mientras mordía su labio inferior divertida.
- Debo irme, Pero te veré en la cena humanito. - Sonrió de nuevo acercándose a la puerta. - Deberías dormir, Podrías desmayarte de nuevo. Pero antes
Comento eso último saliendo de la habitación.
En un solo día era mucha información, no entendía una mierda.
Solo quería salir de aquí.
Suspire algo agobiado, era obvio que hoy no saldría de aquí, acaba de despertar y tenía muchas personas vigilandome, debía parecer que bajo la guardia y así escaparé.
Resignado me acerque a la cama, cubriéndome
con las mantas, cerré los ojos quedandome dormido.
Entre el sueño, sentía unas calidad manos tocando mi pecho desnudo, Se sentía bien, y quería que continuará, pero se detuvo, abrí los ojos, encontrándome con una espalda masculina a punto de salir.
Se giró dejándome ver si rostro, y era el, el cual al verme garraspeo la garganta, desvíe mi vista algo apenado, viendo por la ventana que había anochecido.
El se acerco a mi, volviendo ese dulce aroma, me tranquilizaba el aroma, pero aún así permanecí alerte ante su cercanía.
Se sentó a mi lado mirandome fijamente.
- Secretos un alfa parte 1-
Patético. Me veo absolutamente patético, vigilar y admirar a un humano mientras duerme es vergonzoso, mi lobo interior parece adolecente enamorado.
Ver a Elian tan tranquilo me daba tranquilidad también, aunque también había cosas preocupantes, como el echo de que llora mientras duerme ¿Que le habrá sucedido?. Debió tener una vida dura, investigue sobre los humanos desde que llegó, aunque había convivido con ellos muchas veces no eran una especie que me interesara.
Sabía que estaba bajo del peso normal de un humano de su edad y estatura, la palidez de su rostro era rara en humanos, pero aún así, su corazón latía con fuerza cada que veía los rayos del sol al asomarse por la ventana, supongo que pensándo que al ser un día nuevo, todo sería mejor.
Esto era sin duda obra de la luna, no habría manera de que yo me preocupara por un humano.