EL SOL DEL MAÑANA
img img EL SOL DEL MAÑANA img Capítulo 5 Kevin despertó
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Capítulo 6 La declaración img
Capítulo 7 Emma no sabe que hacer img
Capítulo 8 ¡Pero... Qué bonita es! img
Capítulo 9 Aventuras de juventud img
Capítulo 10 Cargo de conciencia img
Capítulo 11 La recuperación img
Capítulo 12 De vuelta a casa img
Capítulo 13 El reencuentro img
Capítulo 14 Visita al centro penitenciario img
Capítulo 15 La cena img
Capítulo 16 Tramando un plan img
Capítulo 17 De regreso al centro img
Capítulo 18 La mamá de Charlotte img
Capítulo 19 El secuestro img
Capítulo 20 Todos felices img
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Capítulo 5 Kevin despertó

La Dra. Mía va enseguida a la habitación, y revisa a Kevin; la parece un milagro que el chico esté despierto, ella le observa detenidamente.

-Doctora, ¿qué la pasa a Charlotte? -pregunta Kevin, con los ojos llenos de lágrimas.

-Tranquilo chico, solo tiene un golpe en la cabeza, ella despertará cuando su celebro se lo permita -explica la doctora, con una sonrisa.

-¿Cuándo despertará? -pregunta Kevin, preocupado por Charlotte.

-Te contaré algo, cuando sufrimos alguna situación de estrés y el cerebro se satura... Entonces... Él solito busca un mecanismo de defensa; eso es lo que nos hace quedarnos en coma durante algún tiempo indeterminado, hasta que por el mismo decide dejarnos despertar -explica la doctora con mucha ternura.

-Y eso es bueno o es malo, ¿qué significa? -pregunta Kevin, sin saber si puede aliviar su estado de nervios.

Una mueca se torna en la cara de la doctora, pero para no preocupar más al chico le responde:

-No es bueno, pero tampoco es malo.

La doctora sigue revisando a Kevin, al mismo tiempo que le va comentando en que condición se encuentra Charlotte.

Emma, no deja de mirar al chico, la parece muy bonito que esté tan preocupado por Charlotte, lo que la lleva a pensar que deben de estar muy enamorados.

Cuando la doctora siente que el chico está un poco más aliviado; mientras le coge las constancias vitales, empieza a decirle:

-Kevin estábamos esperando a que despertaras, necesito hacerte una pregunta muy importante para ti.

Quedando en silencio durante algunos segundos, muy desganado pregunta:

-¿En qué puedo servirla?

-Hace algunos días, tu estado de salud empeoró, tuvimos que hacerte algunas pruebas de urgencias -va comentando con calma la doctora.

-¿No estoy bien? -pregunta asustado.

-Espera, déjame hablar. El día del accidente recibiste un golpe muy fuerte en la cabeza, eso ha provocado que te salga un gran coágulo de sangre en el cerebro; necesitas que te realicemos una intervención quirúrgica -continúa hablándole la doctora muy despacio, para intentar que se ponga lo menos nerviosos posible.

De repente su mirada se empaña de lágrimas, pasando sus manos para secar su cara, pregunta:

-¿Tan grave es?

-Sí. Kevin es a vida o muerte, por eso quisimos esperar a que te despertaras, solo realizaremos la intervención si tu quieres -expone la doctora un poco más seria de lo normal.

Su seriedad hace que Kevin se llene de preguntas, ante su inseguridad y no saber qué es lo que debe hacer, decide preguntar:

-¿Me dejará pensarlo durante algunos días?

-Sí, puedes pensarlo todo el tiempo que quieras, pero necesito que me des una respuesta rápida y segura. Las probabilidades de morir son al cincuenta por ciento, solo quiero tener tú aprobación, y que sepas cual es el riesgo.

Con el rostro desencajado, y aún más pálido por la noticia, el chico observa como que la doctora sale de la habitación, y sus lágrimas comienzan a caer.

Emma, se muere de ganas por interrogarle, pero sabe que en estos momentos debe tener paciencia, y esperar a que se decida por la opción apropiada.

Al ver que el chico sigue mirando a Charlotte mientras llora, Emma se pone en pie al lado de su cama, y comienza una conversación para sacarlo de sus pensamientos momentáneamente.

-La quieres mucho, ¿verdad? -pregunta Emma.

Limpiando sus lágrimas para no sentirse como un niño pequeño, mira a Emma a la cara entre sollozos, esboza una pequeña sonrisa, y responde:

-Muchísimo, es lo único que tengo en esta vida, yo no quería que ella entrara y se empeño... ahora estoy convencido, y sé que no la tuve que haber dejado.

-¿Por qué lo hicisteis? -inquiere Emma.

-Quería sacarla de su casa, llevarla conmigo. Yo solo quiero lo mejor para ella.

-¿Sacarla de su casa? ¿Llevársela con él? ¿Cómo puede ser posible? Llena de dudas y pensando por un segundo sus preguntas sin respuesta, pregunta:

-Pero... ¿por qué?

-En su casa no la daban buena vida. Ella me lo contaba -responde sin dar más explicaciones y sin tener que pensarlo mucho.

Para sorpresa de Emma, escuchar esas palabras hacen que las facciones de su cara cambien de posición, entonces decide comentarle:

-Su padre vino a verla una semana después del accidente.

La cara de Kevin cambia de color, pasa del blanco pálido al rojo en un segundo. Pasa sus manos por la cara intentando no cabrearse más, y responde:

-¿Qué?... verá agente. No puede dejarle de entrar aquí, ese hombre solo quiere hacerla daño.

Emma comienza a preocuparse por la situación. Ver la preocupación del muchacho y poder hablar con él a pesar de su miedo, hace que la entren muchas más dudas.

Antes de negociar con él, tiene que saber qué es lo que está pasando en realidad, y le pide que la cuente todo lo que sepa.

Cuando por fin casi le tiene convencido, y el chico quiere empezar a hablar, algo hace que Kevin se lleve las manos a la cabeza, y comience a quejarse.

-¡Ay, ay, ay! Duele, duele. -Le hace gritar entre quejidos de dolor.

Al ver que el muchacho se siente peor, la agente no pierde el tiempo y sale al pasillo en busca de un médico. Los quejidos retumban entre las paredes, el dolor no le deja casi ni moverse; uno de los médicos de la planta que le escucha, entra en seguida en la habitación.

-¿Qué le pasa? -pregunta Emma al volver, y ver que un médico ya está con él.

El doctor que ha entrado le revisa por primera vez. A sabiendas de que ese dolor no es normal, y al ver a Emma entrar así de rápido, pregunta:

-¿Qué médico está revisando a este paciente?

-La Dra. Mía -responde Emma. Casi sin dejarle terminar la preguntar.

-Salga fuera, y diga a una enfermera que me traiga su historial. Pondré a este chico unos calmantes para el dolor, mientras llegan los informes -explica el doctor.

Emma se acerca al mostrador tan rápido como puede, explica lo sucedido, y pide el expediente a una de las chicas de recepción.

-La Dra. Mía salió a tomar café. Enseguida llevará una enfermera el historial -contesta la chica de información.

-De acuerdo, que lo lleven lo antes posible por favor, y muchas gracias -responde dándose la vuelta para regresar a la habitación.

Antes de llegar a la habitación, suena su teléfono. Sin saber de quién se trata, lo descuelga y pregunta:

-¿Quién es?

-Hola agente, soy la subinspectora -escucha a través del altavoz.

-Señora que desea. Ahora no es el mejor momento -contesta Emma, algo intranquila.

-Agente, llevo días sin saber nada de usted -explica la subinspectora.

-Ahora mismo no puedo atenderla -responde Emma, antes de colgar el teléfono.

Al darse cuenta que la subinspectora no quería nada en concreto; entra en la habitación, y ve que el médico pone los goteros a Kevin. Los dos esperan a que llegue la enfermera con los informes, el revisa los papeles, para ver que dolencia tiene el chico.

La cara del doctor, va cambiando de forma progresiva, al leer los papeles que tiene entre las manos. Cuando termina de leerlos decide hablar con el chico, mientras le hace efecto el sedante que le ha puesto, para que descanse.

-Kevin, no sé si ya te ha dicho la doctora lo que tienes que hacer, pero creo que lo mejor sería que te operases -le va comentando el médico.

-Señor, la Dra. Mía me dio algunos días, para tomar la decisión -explica Kevin adormecido.

-Kevin cuantos más días esperes, la operación será de mayor gravedad. El coágulo crece por momentos, ya está ejerciendo presión dentro de tu cabeza, por eso te duele tanto. ¡Debes operarte ya! -Afirma el médico. Sin poder dejar de pensar que es solo una cuestión de días, lo que puede llegar a determinar el resultado de la operación.

La preocupación de los demás, hace que Kevin sienta dudas al instante. Mirando el techo de la habitación, se queda pensando en que es lo correcto. Después piensa en Charlotte; sabe que si se opera y muere la dejaría sola en este mundo, pero también, piensa que si no se opera morirá igual, y también se quedaría sola.

En el fondo sabe que Charlotte, es una chica muy lista, pero también sabe que necesita su ayuda, no quiere dejarla sola en este mundo bajo ningún concepto. Dalea la cabeza muy despacio, aún le dan punzadas de dolor, vuelve a mirar a Charlotte. Y, comienza a recordar lo maravillosa que es, eso le hace tomar una decisión.

-¿Me puede dejar a solas un momento con la agente Emma? -pregunta Kevin al médico.

-Claro chico, aquí estamos para ayudarte -dice el médico guardando los papeles, antes de salir de la habitación.

El chico mira a Emma y dice:

-Agente quiero que me interrogue antes de operarme.

Emma se pone en pie, le sujeta de la mano y mirándole a los ojos, pregunta:

-¿Estás seguro?

-Sí, muy seguro -reafirma con su cabeza, al tiempo que le van saliendo las palabras de la boca.

Emma sabe que al chico no le queda mucho tiempo, y decide tomarle la declaración lo antes posible. Le suelta de la mano y va en busca de la grabadora; está tan nerviosa que no es capaz de apretar los botones de la misma.

Para la agente poder interrogar al a este chico es un placer, primero; por qué es su primera interrogación, y segundo; la parece una gran persona.

-Agente, prométame una cosa. -Pide Kevin exhausto, con la garganta reseca.

-Sí puedo, lo haré -asegura ella.

-Si me pasa algo... prométame que siempre cuidará de ella, y que no la dejará sola. No conozco a nadie más que pueda hacer esto mejor que usted suplica entre sollozos.

-Te lo prometo. Ahora empezaremos con tú declaración -dice Emma con la grabadora entre sus manos.

Cuando Emma y Kevin, van dar comienzo al interrogatorio; entra la Dra. Mía para examinar al chico de nuevo, tras haberse enterado de la crisis sufrida.

-¿Tienes ya alguna decisión? Como puede ver no tenemos mucho tiempo, su cabeza está empeorando -opina la doctora, preocupada por él.

-Sí -contesta muy seguro.

-¿Cuál es? -pregunta la doctora.

-Dejaré que me opere, pero primero quiero hablar con Emma y declararlo todo -termina de explicarla detenidamente.

-Me parece que haces lo correcto, sé qué eres un buen chico -dice la doctora, dedicándole una sonrisa mientras alumbra sus ojos.

-Gracias doctora.

-Todo saldrá bien, no te preocupes por nada -comenta, para que esté más tranquilo.

-¿Qué pasará con Charlotte? -pregunta al incorporarse un poco.

La doctora mira con mucha ternura a la chica, viendo que sigue tan dormida, responde:

-Ella estará bien, seguro que despertará enseguida.

-Eso espero -responde dudoso-. Mi vida cobró sentido cuando la encontré a ella -Termina de decir mientras limpia las lágrimas que resbalan por sus mejillas.

-Ella no va a morir y tú eres muy joven, haré todo lo que esté en mis manos para salvar tu preciosa vida -contesta enseguida.

-Mi vida fue un caos, hasta que ella se cruzó en mi camino, pero muchas gracias -responde muy agradecido, por lo que están haciendo por ellos en el hospital.

Entre la doctora y Emma, ayudan a Kevin para que se siente en la cama, el chico no para de sudar, su malestar cada día se está haciendo más visible.

Emma no puede evitar mirarle a la cara, la pena que tiene se refleja en sus ojos, a través de ellos puede ver su tristeza y la preocupación que le perturba.

La doctora recoge los papeles en una carpeta, al llegar a la puerta se queda pensativa. Con el pomo entre sus manos mira a Emma y pregunta:

-¿Me puede acompañar un momento por favor?

Emma se da cuenta de que algo no va bien, por la cara que tiene la doctora se acerca a ella y dice:

-Sí, por supuesto.

Las dos salen al pasillo para hablar tranquilas, la doctora la pone al tanto de la situación en la que se encuentra el muchacho. Las caras que pone Emma, la dan a entender que parece comprenderlo todo, en perfectas condiciones. Antes de terminar la conversación la doctora suplica:

-Por favor, no le presione mucho en el interrogatorio.

-No se preocupe, lo haré con mucho cuidado -asegura Emma tendiéndola la mano.

Las dos estrechan sus manos. Emma agradece la sinceridad de la doctora, y regresa a la habitación. Al entrar ve que Kevin se ha puesto de pie, está al lado de Charlotte, pasándola la mano por pelo y besándola la frente.

-Hola Kevin, ¿qué haces ahí? Ella estará bien, no te preocupes -dice sujetándole del brazo.

-No puedo dejarla sola -comenta llorando.

Las lágrimas vuelven recorrer sus mejillas sin piedad. Él solo quiere cuidar de Charlotte, y si muere no la verá nunca más, por eso quiere que Emma se encargue de cuidarla y protegerla.

-Ven siéntate en el sillón, si quieres -dice Emma abrazándole, al ver que ya no tiene más fuerzas para seguir adelante.

Si no fuese por Charlotte no lucharía más. Una vez que Kevin se sienta en el sillón, Emma le da un poco de agua en un vaso de plástico. De esa forma, consigue que el chico se relaje un poco y deje de llorar, sabe que la queda poco tiempo para que se quede dormido.

-Crees que podemos empezar a hacer tu declaración -comenta Emma.

-Sí, pregúnteme lo que quiera -esponde él.

-¿Cuántas personas había en el atraco? -pregunta Emma, con la grabadora encendida.

-Entramos dos, pero fui yo quién obligó a Charlotte, para que entrara conmigo -cuenta Kevin, muy decidido.

-¿Pero qué dices?, ¿estás loco? -argumenta Emma parando la grabadora; realizando algunas muecas con la cara, para que sepa que está cabreada.

-Yo apunté a Charlotte con el arma, y la obligué a entrar en ese banco, para cometer el atraco -afirma muy convencido.

-¡Kevin eso no es verdad! ¡Tú jamás apuntarías a Charlotte con una pistola! -exclama sorprendida por esas palabras.

Kevin, intenta no escuchar las palabras de Emma. Intentando que se calle, dice:

-No pienso declarar más de una vez, más le vale que grabe todo lo que diga de forma rápida, estoy muy cansado.

-Pero Kevin... eso solo aumentará tu condena -asegura Emma.

-Estoy a punto de morir, ¿cree que me importa algo? -Argumenta Kevin, mirando hacia Charlotte.

Emma le mira a la cara, y se tapa la suya con las manos. Sacudiendo la cabeza de lado a lado, se queda recapacitando en las intenciones que tiene el chico.

                         

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