Capítulo 5 Doctor Armando Shane

Siendo una persona pacífica mi lema siempre había sido el respeto. Sin embargo hoy todo eso ha cambiado para mí, está enterrado, y lo hice al ver que hay personas como el tal Santos que no merece ningún respeto de nadie, mucho menos tener a Elizabeth.

Al ver cómo ese hombre, el tal Andrés Santos se llevó a Elizabeth, mientras su rostro estaba llena de desesperación, llanto, acepto que me rompió el corazón y algo dentro de mi afloró el sentimiento que yo más odio. La violencia.

Esos oficiales de policía, hijos de putos, me trasladaron a la central policíal, era increíble que hicieran caso omiso a las explicaciones que Elizabeth trataba de dar, y que de paso ignoraran mis declaraciones y por consecuente yo terminara en un calabozo.

¿Difícil de digerir? Si, más no imposible, en este mundo, habemos de todo. Y eso incluye a un ser perverso con reputación del mismo demonio.

Sentirme tan inútil cuando la llevaba sin delicadeza, tratándola como a un bulto, a mi pobre Chica, a quien no le tomara en consideración, fue duro para mí. Contando yo nunca había tenido un enfrentamiento con la ley ( Tratando siempre de ser correcto a la medida que mi conciencia me dictara ) pues nunca había sido ni impertinente ni sádico.

Y por eso mismo, por que siempre he tratado de ser alguien que no lástima a otros, alguien amable, fue que he tratado de esconder mis sentimientos por Elizabeth, todo para no lastimar los sentimientos de Magnolia.

Esta es mi vida, estoy comprometido con la doctora especializada en ginecología la señorita Magnolia Pola, ella tiene 27 años y estamos en una relación desde hace seis años, siempre me insinúa que ya es hora para casarnos, pero yo siempre he buscado excusas para cambiar el tema, aunque sé que Magnolia espera con ansias tener una boda conmigo, yo querría tenerlo, pero con Elizabeth.

Y la comprendo, comprendo esa necesidad que ella tiene de formar una familia y tener sus propios hijos, pero como decirle que no tengo sus mismos sueños, esos que me alejarían definitivamente de lograr un día hacer que Elizabeth sea algo más que una protegida mía.

Si, Magnolia siempre ha estado algo celosa de Elizabeth, siempre que estamos los tres en una misma habitación, dice ella que mis ojos brillan por Elizabeth, que mi sonrisa se ve más a menudo, y que aparento ser un hombre más feliz.

Pero entonces yo me hago la pregunta, ¿Por qué Magnolia no me deja ir de su lado, ya ha notado las vicisitudes de mi comportamiento errático, y realmente es así a como ella lo ha visto y notado, yo estoy enamorado de Elizabeth, la Chica que decidí proteger al quedar huérfana de madre.

El hecho de que me sintiera pleno al tenerla a mi lado, el estar feliz al escucharla hablar emocionada de sus logros, sabía que era algo más que querer protegerla y ayudarla, pero no puedo más, no puedo seguir actuando como que no está pasando nada en mi corazón.

Y allí estoy yo otra vez, otra vez sin poder lastimar a mi novia Magnolia, quien creo que sufre más con el desamor de mi parte, aún así no darse por vencido conmigo.

A mis 29 años, sé que ya va siendo la hora de que me haga de una familia, mis padres lo esperan, mi novia espera que lo intentemos, pero siendo como soy, me gusta ir mejor por lo seguro, y ahora mismo lo más seguro que yo tengo en mi presente, es que amo a Elizabeth como nunca esperé amar.

Mientras mi abogado está haciendo todo para sacarme de aquí, y de paso hundir a los oficiales de policía que se prestaron a una actuación deplorable, yo quedo sumido en mis pensamientos y todo es sobre Elizabeth, mi querida Elizabeth.

"Quiero que me quieras, que me quieras tanto como cada molécula de mi ser está dirigido a ti.

No soy el tipo que solo quiere utilizar tu piso pélvico, y tú masa glutear, si no que quiere enamorar a tus neuronas e hipertrofiar tus miocitos hipocardios."

Las palabras de mi abogado me sacan de mi letargo, estaba tan afanado a estar poetizando en vocablo de doctor que olvidé el lugar donde me hayaba.

Me dice algo inseguro -No se puede poner una denuncia por secuestro de la señorita Elizabeth Gu, ella no tiene lazos familiares contigo, y al parecer ella se casó con el hombre a quien quieres acusar de secuestrarla, en todo caso, ella debería interponer la denuncia.-Alega sin más.

-¿Cómo puede ella interponer una denuncia, si es ella la que está secuestrada, y lo de no ser nada de ella, no es así, soy su protector declarado.-Alego sin más. Y la rabia me llena todo mi miocardio.

El señor Fiersen, mi abogado me mira con algo de ansiedad, sus ojos muestran algo de nervios. Sabe que Elizabeth es importante para mí.

-Vamos al ministerio público, allí interpondré la denuncia, sería que nos acompañe a la residencia de los Santos para buscar a Elizabeth allí.-Digo esto y salgo con el señor Fiersen.

En el camino, llamamos al bufete jurídico en la cual el señor Fiersen trabaja, quiero ir con todo.

Además que me hizo pasar la experiencia más desagradable de mi vida, quiero caerle con todo a este hombre, por que si él tiene con que dinero estropear la vida tranquila de otros, yo tengo con que dinero para estropear el suyo.

Dos horas después de interponer la denuncia, voy acompañado de mi abogado, el presidente del misterio público a la residencia de la familia Santos, hoy no me voy de allí si no es con Elizabeth.