Capítulo 4 ¡Amorcito, ven por mí!

Ese día ya no me fui a casa, terminé acompañando a Johana en la suya, nos arreglamos y él chófer de los Richardson nos llevó a la fiesta, cuando llegue ya había una gran multitud que esperaba entrar, me baje del vehículo y caminé hacia la entrada de los vip, tenía puesto un vestido rojo, al cuerpo espalda abierta y un corte en la pierna sin mencionar su escote, la falda solo quedaba debajo de mi muslo, uno de mis gustos era vestirme provocativa, me gusta que me vean y me admiren, aún que no sea él,con eso reprimía mi infelicidad interior.

Una persona que estaba en la fila me vio y comenzó con un alboroto, cuando me percaté ya estaba rodeada por chicos y chicas que querían salir en la foto conmigo.

Esto siempre pasaba, así que ya estoy muy familiarizada con estas cosas, después de unas horas de tomar fotos, pude liberarme y por fin entrar al concierto.

Mathi me esperaba con una gran sonrisa en el rostro, -¡ Bellísima, perfavore acompáñame!

-¡ Gracias, guapo!

Me puso el brazo lo sujeté y caminamos juntos por la alfombra roja, mis amigas me seguían detrás.

Había muchos periodistas y paparazzi, decidí ignorar las preguntas que me lanzaban.

Entramos al evento donde solo habíamos recibido aplausos y ovaciones, las nuevas integrantes desfilaron para presentarse, el público enloqueció, silbidos, aplausos y piropos.

Cuando la banda subió comenzó la fiesta y todos saltaban, a bailar.

Yo solamente me quedé mirando desde mi posición vip, mi mundo estaba lleno de personas, nunca me encontraba sola pero ¿ por qué me siento tan sola y vacía?.

Ya eran com las 03;00 a.m. la fiesta seguía, Johana ya se había retirado, Florencia se escapo con su novio y Francesca estaba coqueteando con un chico, mi Mathias por fin salió a bailar con una rubia y yo estoy híper borracha, tenía que regresar a casa pero no tenía con quién, procuré llamar a mi chófer y no contesto, Artur tampoco nadie contestaba y yo no podía salir a pedir un taxi sola, papá no me deja hacerlo por miedo a que me secuestren.

Mi única opción era él, suspiré por un rato y busqué su nombre en mi lista apreté y comenzó a llamar fueron dos tonos y contestó, me sorprendió lo rápido que hizo.

Tenía que aprovechar, sabía que él no hablaría -Amorcito, ¡ ven por mí!

De pronto alguien me hablo por atrás, voltee a ver y encontré a Mario un playboy de la otra academia...

-Yo te llevaré preciosa!!!

Yo me negué alegando que no necesito.

Cuando quise hablar me percaté que ya estaba colgada la llamada...

-¡Ya veo!

Mario no insistió mucho, porqué sabía que mi familia era poderosa, como yo no estaba muy ebria se apartó nuevamente.