Capítulo 4 LA CIUDAD SE VISTE DE LLAMAS 2 PARTE

II

Trate de buscar a Dios, le he rezado cada día que no estoy con ella para que por favor estemos juntos y ¿Qué crees? Hoy me llamo diciéndome:-pasa a la casa, no hay nadie; pase, corrí como un ratón asustadizo, únicamente viendo al frente sin conciencia ni de mi cuerpo, ni de mi alrededor, por eso atropellaran transe bundes, llegue pensando que ella me abriría la puerta, que hablaríamos para luego terminar en la cama, tristemente de doy cuenta que la casa está vacía, se han trasteado.

El oscuro frio de la soledad otra vez me invade como un moho me cubre, su humedad me pudre por completo, aunque imagine esa gran bola que utilizan para destruir edificios que me caía del cielo haciéndome puré, el corazón no me dolió, no, porque ella me lo arranco y se lo llevo. Tengo que buscarla, hay un asunto que me intriga, ella me dijo una vez:- tú no me amas, solo estas obsesionada conmigo, a lo que se suma lo que me dijo un hermano que yo ni siquiera sabía que quería.

Sin embargo la busco repetidamente, le hablo pero no recibo más que desplantes e insultos, ¿Cómo hago para recuperarla, cómo?, tiene que haber una forma o varias, necesito una sencilla.