Capítulo 2 I SEE YOU

Somnolienta un día más comenzaba. Tallé mis ojos para poder acostumbrarme más rápido a la luz del nuevo día que me esperaba ya, mi pequeño cachorro seguía sin levantarse de la cama. Lo oía respirar tranquilamente mientras sus patitas pateaban las frazadas por cada sueño que parecía tener.

-Vamos Momo, no tengo tu tiempo, tengo que ir a trabajar -susurré sin lograr que él siquiera se moviera.

Sonriendo sabiendo que sería imposible levantarlo de la cama, me levanté empezándome a arreglar para ir a mi trabajo.

Suspiré pensando en la cantidad de trabajo que tendría si a Eun-jil se le ocurría no ir al trabajo otra vez.

Mi desayuno estaba listo, escuché las patitas de Momo acercarse tan pronto como el olor a comida llegó a su pequeña nariz. Serví un poco de mi comida y algunas croquetas en su tazón. Bastó voltear para darme cuenta que ahí estaba ya, lamiéndose los bigotes con solo ver su tazón de comida en mis manos.

-Vienes solo cuando te conviene. -Le dije dándole su comida mientras me hacía sonreír.

Siempre comíamos justos, en este mundo parecía existir solo el uno para el otro. A veces él comía lo mismo que yo y otras veces, me daba cuenta que no era sano y solo le daba croquetas sintiéndome culpable al instante. Realmente Momo era mi vida, no sé qué haría sin su presencia.

Recuerdo el día que encontré a Momo como si fuera ayer, siendo un cachorro abandonado en una caja atravesando mi camino de regreso a mi casa en una noche fría, me robó el corazón. Se veía tan hambriento que sin pensar un segundo más, decidí traerlo a casa. No tuve que pensar mucho para ponerle un nombre. Bastó ver una de mis películas favoritas junto a él para darme cuenta cuál sería el mejor nombre.

Terminé de comer, levanté mi plato y comencé a lavarlo. Miré el reloj, ya era hora de irme si no quería tener problemas con el jefe más difícil que nos había tocado a Eun-jil y a mí.

-Nos vemos en la tarde Momo, come lo que te dejé. Hasta después -le mandé un beso y cerré la puerta.

Y aunque sabía que realmente no iba a comer hasta que yo regresara, se lo hice saber. Después de todo, ninguno de los dos podría estar sin el otro.

Caminé la distancia que me separaba del trabajo y la casa, y como hacía a diario, caminé sintiendo el refrescante viento acariciar mi rostro. No hay nada en el año que me guste más que el invierno, no había nada que disfrutara más que ver caer los copos de nieve frente a mí y aunque la primera nevada aún no había llegado, yo sentía estar feliz ya.

Entré al mercado saludando a todas las personas como de costumbre, yendo más a prisa, caminé entre los puestos hasta llegar a uno de los últimos que era en el trabajamos Eun-jil y yo.

Con sorpresa, me di cuenta que ya estaba abierto, sonreí al pensar que Eun-jil ya había llegado.

- ¡Hola, buenas tardes! -Saludé no muy segura de la presencia de Eun-jil.

-Hasta que llegas Yang Min-hye -dijo mi jefe molesto. Siempre que usaba mi nombre completo solo me hacía saber lo molesto que estaba lo cual, sucedía casi siempre.

-Llegué a mi hora de trabajo. -Me quejé.

- ¿Dónde está tu amiga, eh?

- ¿Otra vez no está?

- ¿Qué me vas a decir ahora, que está hospitalizada? Me voy a ver en la necesidad de buscarle un trabajo nocturno, al parecer llegaba más temprano cuando era conductor sustituto.

- ¡No lo haga, por favor. Le prometo que hablaré con ella! -Pedí casi rogando de rodillas.

- No, ya no, no sé qué hacer con ella. Hablaré con su tía.

-Su tía es capaz de matarla, no lo haga por favor. - Le rogué esperando que se compadeciera.

-Ella se lo buscó, le di muchas oportunidades.

-Yo me encargo de ella. Una oportunidad más, se lo pido por favor.

-No hay vuelta atrás, Min-hye.

- Por favor, no le cuesta mucho, ¿sí?

-Ya lo dije Min-hye, siempre vives preocupada por los demás.

Sin quererlo hacer, supe que era mi última arma para usar. - Si no le da una oportunidad se olvida de quién le escoja la mejor fruta y verdura para mandar a la señora Yunna.

Él se quedó callado por un momento, pareció pensar en mis palabras. Conocía perfectamente lo especial que la señora Yunna podía ser, sabía perfectamente que de nadie más podía apoyarse sino era de mí. Y vaya que la señora Yunna era una de las mejores clientas.

-Solo está vez, juro que no habrá una próxima. Lo juro. -Sentenció.

-Lo entiendo -sonreí al saber que había ganado.

-Acomoda esto y me dices en la noche qué es lo que la señora Yunna quiere para la próxima semana.

-Hoy no va a abrir el negocio, recuerde que solo abre los fines de semana.

-Tienes razón. ¿Sabes qué?, yo ya me voy a ver una buena película, hace mucho frío, yo que tú ya hubiera renunciado, está apunto de nevar.

-Amo esta temporada, ya debería de saberlo.

-Yo ya me voy, vengo a las tres a cerrar ya que tu amiga no apareció nuevamente.

-Con cuidado, señor Park. Me haré cargo de ella, lo prometo.

Con una sonrisa, el señor Park se fue mientras yo me quedaba cargando las cajas que habían llegado.

- ¡Min-hye! -Escuché detrás de mí. Sin dudar supe que la única que podía gritar así era Eun-jil

- ¡Tú, tú, niña del demonio, ¿dónde estabas?, ¿qué quieres ahora? ¡Con qué estabas escondida, ¿no es cierto?!

- ¿Qué te dijo el señor Park?

- ¿Qué me va a decir? Me dejas con todo siendo yo la que siempre te tenga que proteger.

- ¿Estás enojada?

-Le tuve que rogar para que no le dijera nada a tu tía.

-Esa vieja bruja. -Susurró cruzándose de brazos.

-Cállate, no hables así de la persona que te crió.

- ¿Después de tanto tiempo? Hubiera preferido crecer en el orfanato.

-Ya cállate y ayúdame con las cajas de allá. -Señalé molesta.

Ella comenzó a cargar quejándose como siempre. -Tenemos que conseguir un novio.

- ¿Para qué? Suficientes problemas tengo contigo.

-Las cajas están muy pesadas, necesitamos a alguien que las cargue a cambio de un beso. -Dijo soñadora como siempre.

Eso me hizo reír discretamente. - No exageres, no pesan nada. El señor Park será lo que sea pero no nos deja las cajas pesadas a nosotras y tú lo sabes.

-Trae a oppa para que nos ayude.

Mi corazón pareció hacerse pequeño al recordarlo, hace tiempo que no sentía esto. No dije nada y continúe cargando las cajas.

- ¿Dije algo malo? - Insistió al darse cuenta que no dije más.

-No Eun-jil. Todo está bien.

-Sí dije algo malo, ¿verdad?

-No quiero hablar de oppa, es solo eso.

- ¿Quieres que le dé su merecido?

Sonreí, ella era capaz de todo cuando se trataba de mí. -Vas a dejar sin vicepresidente al grupo Baek-huk.

- ¿Qué? -Preguntó sorprendida dilatando los ojos un poco más de la cuenta.

Sonreí al ver su expresión. -Sí Eun-jil, los verdaderos padres de Dae-hyun piensan hacerlo vicepresidente lo antes posible. Y después presidente, me imagino.

- ¿Y qué te dijo sobre ustedes?

- Nada, solo quiero olvidar eso, ¿sí?

-Es difícil olvidar a esa persona de la que llevas enamorada años. Y los años que vienen. -Murmuró.

-No me desees más mala suerte de la que he tenido ya.

-No lo hago, solo soy realista.

- ¡Ay, ya, no te quiero escuchar!

En ese momento en que Eun-jil me estaba terminando por desesperar, mi celular comenzó a sonar. Inmediatamente lo saqué.

Era una notificación sobre el evento que se estaba preparando para la llegada de mi estrella del servicio militar. De esa inalcanzable estrella que me había enamorado con su corazón antes que con su voz y sus habilidades para actuar.

Grité de emoción sin poderlo evitar al saber que iba a ser un evento oficial pues la nueva compañía de él lo acababa de declarar así.

- ¿Por qué gritas, Min-hye? -Preguntó molesta Eun-jil debido a mis gritos.

- ¿Me acompañarás al evento? -Continué sin prestar atención a su pregunta.

- ¿Evento de qué o de quién?

- ¿De quién va a ser?

- ¿De ese artista tuyo por el que me dejaste plantada hace poco solo para ver un concierto en línea en el que nunca estarás?

- ¡Ya vas a empezar y sí, si es un evento de él!

Ella se quedó pensando solo un momento. Eun-jil al igual que yo, compartíamos la misma locura por un artista aunque no fuera por el mismo.

-Si te hace feliz, entonces vamos.

- ¡Gracias Eun-jil, gracias!

Y sintiéndome más cerca de mi sueño, murmuré;

Chak Byol-gok, pronto te conoceré.

                         

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