Capítulo 3 Abuelo

Cuando tenia 9 años tenía una persona favorita, mi abuelo, el trabajaba en las labores del campo y aun con una edad ya avanzada nos daba lo que él podía. Su casa se ubicaba al centro y enfrente, al rededor se ubicaban las casas de mis tíos, atrás la de mi abuela y a un costado su otra esposa. Cuando él llegaba de trabajar mi abuela me mandaba atender a mi abuelo, le gustaba que le rascara la espalda en lo que se refrescaba para bañarse. Decía que me quería mucho que yo era su nieta favorita.

El me defendía de mi abuela cuando nos regañaba por cosas que no eran nuestra culpa, mi primo hacía muchas travesuras y nos Culpaba a mi hermana y a mi. Aveces nos castigaban sin darnos de comer y mi abuelo nos daba su comida. Mi abuelo vivía solo, su casita tenía solo una hamaca donde él dormía y su baño. Aveces me pregunto si yo tengo una maldición y en esta vida no podré ser feliz, si yo me hubiera ido con mis hermanos me habría pasado esto también? No se en que momento cambiaron la cosas, un día mi abuela me mando a dejarle la comida a mi abuelo como de costumbre y me gustaba esperar a que comiera mientas él me contaba sus anécdotas, cuando terminó de comer me habló y me dijo que me sentara en sus piernas, la vida en el campo es muy difícil, las personas son muy conservadoras y no les gusta hablar de cosas, mantienen a sus hijo e hijas cegados, no les advierten de qué cosas son buenas y qué cosas no, más a mi que era una niña abandonada sin nadie que se preocupara por mi y darme de comer ya era solo para que no muriera de hambre tal vez. Cuando me senté en las piernas de mi abuelo el me abrazo y dijo que me quería mucho, que no dejaría que nada me pasara, pero poco a poco empezó a acariciarme la espalda y bajando por mis piernas, mi abuelo me tocó mis partes, a mi no me gusto y me quise alejar pero me agarro más fuerte, me dijo que si no era yo se lo haría a mi hermana de 7 años, yo no podía dejar de pensar en mi hermanita en esa situación, así que me puse a llorar, después de un rato me dejo y me advirtió que si contaba algo mi hermana seria la siguiente. Salí corriendo de ahí, me sentí aliviada y pensé en no volver a cruzarme con mi abuelo y mantenerme alejada de él, pero la cosas no fueron así, siempre me pregunte si tal vez mi abuela sabía, por que me vio llorando y no me pregunto el por que. Yo me preguntaba si a sus hijas igual les hacía lo mismo? Durante mucho tiempo mi abuelo me seguía haciendo lo mismo y yo solo podía llorar, ahora yo era responsable de mi hermanita de 7 años y mi hermanita de 2 años a quien mi madre mando con la abuela para poder trabajar. Yo solo deseaba que mi madre algún día llegara a buscarnos, en ese momento era mi sueño más anhelado para salir de ahí. El tiempo pasó y ya tenía 11 años, aun que mi complexión era de una niña de 9 años. Atesoraba los momentos que tenía de felicidad cuando jugaba con mis primos, esos eran los momentos que borraban de mi mente las cosas que me pasaban, a mi abuelo no podía verlo a la cara, el era la persona que más odiaba, dijo que nadie me haría daño, pero fue él quien me hizo daño. Mi madre le mando una carta a mi abuela y dinero,le dijo que las cosas estaban bien y que había conocido a una persona que la apoyaba. Cuando yo pasara a sexto grado me vendría a buscar para que yo me empezara a adaptar a la ciudad. Pero mis hermanas se quedarían y no podía ni imaginar que les podrían hacer , estaba feliz, pero triste a la vez, por que quien cuidaría de ellas. Algo paso y gracias a dios mi abuelo empezó a ignorarme, ya no me hacía esas cosas asquerosas, yo estaba feliz y di gracias de que ese milagro pasara. Aun que me preguntaba el por qué A mi? Me dije a mi misma que no dejaría que nada me lastimaría pasara lo que pasara, ni me harían cambiar.

            
            

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