Pero al final si lo hubo, Connor poco a poco iba abriendo sus ojos. Veía algo borroso, escucha voces de fondo a su alrededor tanto masculinas como femeninas, cuando su vista estaba más clara intento levantase, pero no puedo el dolor en su cuerpo no se lo permitió, vio al su alrededor y vio varias camas con heridos, enfermos, médicos caminando de un lado a otro y personas visitando a sus familiares enfermos.
Connor intento levantase en repetidas ocasiones, pero no lo lograba por el dolor, en esos intentos los médicos se dieron cuenta de lo que hacía y uno de ellos lo detuvo para que no se hiciera daño
-No hagas mucha fuerza recién despierta y ya te quieres levantar ¿Estas consciente de la gravedad de tus heridas? -Le indicó el médico para que pensara un poco más en su estado, pero a Connor no le importaron sus palabras
Lo ignoro por completo no le prestó atención y giro su cabeza para no mirarlo dejando le entendido al médico que era lo que quería, pero al médico tampoco le importo que quería Connor y decidió hacerle unas cuantas preguntas, después de todo un grupo de personas lo llevaron al hospital y ninguno de ellos sabía quién era
-¿Cuál es tu nombre? -Pregunto El médico
Connor se calló por algunos segundos para luego dar su respuesta, con un tono serio y mirando al techo.
-Me llamó Connor
El médico tomó unas cuantas hojas, escribió la fecha y empezó a tomar nota del nombre de Connor ahora solo faltaba llenar otros datos de su paciente
-Bien Connor dime ¿Qué pasó anoche? -Estaba listo para escucharlo y hacer un pequeño historial médico
-Pelee con un vampiro -Dijo
El médico antes de escribir recordó un suceso sangriento con un vampiro por lo que se detuvo por un buen rato hasta que el chasquido de los dedos de Connor lo regresaron al médico a la realidad.
-Disculpa, pero me quede clavado en mis pensamientos; así que peleaste con un vampiro ¿eres un cazador? -Sonrío para evitar que Connor notará su incomodidad, pero el médico estaba pálido y eso alerto a Connor.
-Oiga ¿se encuentra bien? Esta pálido no es bueno que siga laborando si se encuentra mal -Exclamó ignorando la pregunta sí era un cazador
-¿Eres un cazador? -Volvió a preguntar el médico
A Connor no le dio de otra que responder esa pregunta, por lo que lo miro con frialdad y con un tono serio contesto a su pregunta
-Sí, soy un cazador y usted no estas bien. Esta muy pálido será mejor se retire y descanse.
El médico no dijo nada y obedeció a Connor como sí se tratará de su jefe o una autoridad, cuando el médico se marchó Connor suspiro y se acostó dejando que sus heridas sanarán por sí solas, después de todo la medicina humana no le ayudaría de mucho; era un vampiro y ciertas cosas que los humanos usaban para sanarse no le servían por lo que la medicina que le implantaron tampoco sería la excepción.
Decidió dormir un poco de esa manera tendría mejores resultados. Pasadas unas horas Connor no despertó, su siesta se había alargado más de lo que esperaba al dormir su apariencia era como la de un niño, tranquila y sin preocupaciones.
-Connor despierta -El médico que lo estaba atendiendo tuvo que despertarlo sacudiendo lo -Tienes visitas.
Connor poco a poco iba abriendo sus ojos, con un poco de sueño, quería volverse a quedar dormido, descansar y estar relajado. Pero no una visita inesperada no se lo permitía.
-Hola -Una voz familiar hizo que Connor se despidiera de esas ganas de dormir por un tiempo
Una apariencia femenina se posó al lado del médico, la piel blanca de la mujer con pequeños pigmentos morenos, un hermoso cabello color plateado, unos ojos verdes, un busto mediano, piernas largas, un torso con curvas, un abdomen plano y voz melodiosa esas serian algunas características que cualquier mujer desearía tener. La hermosa chica llevaba con sigo una lonchera en la que cargaba comida para Connor, ella ya era una conocida de Connor pues era la mujer que había ido a la hacienda de asesinos de vampiros por la ayuda de un cazador.
-¿Cómo se encuentra Sr. Connor? -Dijo la mujer
El médico no dejó de ver a la mujer, era hermosa quedó completamente enganchado a ella, nunca en su vida pensó ver tal belleza como lo era la chica.
-Bien, solo son rasguños -Falsifico
-Disculpe puede dejarnos solos -Le indicó al médico
El médico accedió no le diría no a una chica tan linda así fueran pequeñas cosas. Había quedado enamorado de la chica y quería conquistarla como dé lugar, aunque la chica demostrará interés por otra persona.
-Sr. Connor no debería mentir con su estado, pues es evidente que está muy mal -Una expresión de preocupación y un tono un poco serio y triste
Le dieron a entender a Connor que a ella le interesaba mucho su salud, aunque a él, ella no significará nada, recién se conocían entonces que podía sentir.
-Disculpe si la preocupe Sta... -Ni siquiera sabía su nombre para decir algo coherente sin tener que llamarla "Usted" todo el tiempo
-Melissa, mi nombre es Melissa -Contestó
-Melissa es un nombre muy hermoso como tú.
-Gra...gracias -Las mejillas de Melissa se pusieron rosadas tan rápido como Connor hablo
Se quedó así por unos segundos en los que no dejaba de mirarlo, Connor se empezó a poner incomodo y no sabía cómo romper el hielo.
-Es...es..esto es para usted -Le mostró la lonchera
La tensión que sentía Connor se rompió gracias a Melissa, aunque no sabía si eso haría las cosas más íntimas entre ellos ya que con un brazo roto y su cuerpo sin poder mover lo mucho significaba que Melissa debía alimentarlo.
-Por su estado parece que no puede moverse mucho -Miro la lonchera y luego lo miro a él -Será mejor que lo alimente.
Melissa dejo a un lado la lonchera y sentó a Connor con la ayuda de este. Tomo la lonchera y la destapó, la comida que traía en la lonchera era una buena cantidad de arroz, verduras pues pensó que Connor era un hombre que le gustaba cuidar su dieta alimenticia con frutas y verduras y un huevo frito, pues no sabía cómo estaba y pensó que tal vez comer alimentos suaves le ayudarían a procesarlos mejor, también había pensado en preparar le una sopa, pero no tendrían las mismas proteínas y no se llenaría tan fácil.
Connor al ver la comida no se negaría a probarla pues estaba hambriento no había probado bocado desde la noche anterior hasta el día siguiente.
Al final Melissa terminó alimentando a Connor como si fuese un niño y Connor comió hasta el último grano de arroz.