No puedo creer que de un momento a otro todo cambio, extraño a mis padres no paro de pensar en como estarán ellos al saber que he desaparecido de casa y por culpa de otro accidente. Termino de bañarme, y empiezo a cepillar mi cabello, mi rostro tiene aruños y un moretón en el cachete dejo de cepillarme el cabello y me dirijo a ver que me que encuentro para vestirme. Luego de ya estar lista me siento a ver por el gran ventanal.
No me doy cuenta que alguien entra a la habitación y me levanto del susto al escuchar la puerta cerrarse.
- Buenos días bella durmiente, por aquí te traje el desayuno necesito que te comas todo.- Me dice el dejándome la comida en la mesa y mirándome fijamente esperando par que le de alguna respuesta.
- Cuando me dejaran ir, necesito llamar a mis padres por favor.- le digo casi en susurro .
- Lo siento pero eso no puedo concedértelo. ¿ quieres ropa? ¿libros?. Eso si puedo conseguirlo.- Me dice mientras sonríe y me señala para que tome el desayuno.
Termino de comer y me dirijo hasta el ventanal a ver el jardín cuando de pronto me dice...
- Puedo enseñarte el jardín si quieres salir.
Asiento. y vamos bajando las escaleras mientras me pongo a detallar toda la casa. Es muy grande parece cómoda y sencilla pero a la misma vez su toque lujosa con algunas cosas de oro y cerámica muy lindos, tomamos el pasillo siguiente hasta que llegamos.
Abrió la enorme puerta de la casa y salgo, siento la fuerte briza chocar con mi rostro, el olor a flores se impregna en mi y camino, sin rumbo fijo solo camino. dejo mis pensamientos a un lado y me dedico a observar todo a mi alrededor. bufo molesta y recojo una piedra y la lanzo sin lugar alguno y veo que algo sale corriendo. ¡Mierda!
salgo corriendo a ver si no le paso nada y llego a un lago, es muy hermoso
¿Qué tan grande es esta casa y por que tendría un lago?....
Camino mirando todo a mi alrededor es muy hermoso de pronto sale un gato enorme gris con un pelaje inédito. Lo llamo pero este me ignora así que intento acercarme poco a poco.
¿ por que estas aquí solo compañero?.- Le pregunto como si este me fuera a contestar.
Empiezo a acariciar su enorme pelaje y empiezo a jugar con el.
De pronto vuelve a salir corriendo y yo tras el, jugamos un buen rato y decido volver a casa ya era casi medio día y no había vuelto a esa casa. Cuando doy la vuelta esta el parado ahí frente a un árbol mirándome, mirándonos.
- ¿ Quien te dio permiso de salir?.- Pregunta algo confundido ya que me encontraba un poco lejos de casa.
- Bien. No soy tu presa okey! uno de los guardias me dejo salir a observar el jardín no lo vi tan malo ya que me tienes aquí encerrada también necesito respirar. ¿ Además cuando piensas dejarme ir?, quiero ver a mis padres.- Le digo pasándole a un lado.
- A donde crees que vas.- Me dice jalándome y haciendo que tropiece y caigamos en el piso.
- ¡Quítate idiota!. Voy adentro ¿no es lo que quieres?.- Le digo molesta y siguiendo mi camino mientras lagrimas corrían por mis mejillas. Ya no aguantaba mas estar en este sitio, extraño mi casa, mis padres.
Lo veo correr tras de mi pero me apresuro para dejarlo atrás.
Cuando llego intento recordar cual era el pasillo para subir a mi habitación así que camino pero cada vez se me hacia mas grande esta casa, pero no recuerdo haber pasado por este pasillo, el otro pasillo no tenia casi guardias como este.
Sigo caminando y observando todo, veo tipos salir y entrar.
Me siento a observar todo y parece salidos de una serie de detectives todo serios con carpetas en mano y caminando frustrados por tanto trabajo. Me rio con tan solo pensar en eso.
- Wow, primera vez que veo como sonríes desde que estas aquí, Ya hasta estaba pensando que no tenias emociones ni que te gustaba estar aquí.- Me dice acercándose a mi mientras me levanto rápidamente de donde estaba sentada.
- Yo.. He .. Estaba intentando buscar la habitación pero me perdí y aquí estoy.- le digo agachando la mirada por lo avergonzada.
- Tranquila mujer venga vamos yo te llevo. Tendré que decirle al jefe que te enseñe la casa para que no te pierdas o te la puedo enseñar yo no hay problema.- me dice sonriente, ya hasta me esta empezando a caer bien el, no parece ser odioso como los otros guardias.
- ¿ Como te llamas?.- le pregunto ya que siempre me lo encuentro o el es quien me ha estado ayudando para que no me sienta incomoda.
- Charlie mi bella, seré tu amigo mientras sigas aquí y también si algún día te llegas a ir, me has caído muy bien.- Me dice mientras caminamos a mi habitación.
- Muchas gracias, creo que eres el único amable aquí.- le digo cerrando la puerta de la habitación en su cara.
Suspiro y camino en dirección al baño. Luego de terminar de bañarme y alistarme me dirijo hacia la gran ventana, no me importa ser su amiga pero de verdad creo que me esta empezando agradarme el y estar aquí cada vez se me hace eterno volver a mi hogar creo que me debería dar por vencida.
Intento buscar en la habitación algo con que distraerme pero no encontré nada así que solo me rindo y me voy a la cama a dormir un rato.
Luego de unas horas despierto y lo primero que se me ocurre es llorar estar aquí me frustra demasiado, voy al baño me lavo la cara y me quedo mirando el espejo, mi aspecto a cambiado mucho, ya no soy la chica alegre que se la pasaba feliz aun que sus días hubiesen sido difícil. Por mas que lo intente no puedo y solo empiezo a llorar.
Luego de un rato me relajo y intento bajar a la cocina por algo de comida, bajo las escaleras y escucho voces que no reconozco. Hago caso omiso y camino sin prestarles atención ya que son gorilas de el y me estresan que estén cerca de mi. Creo que por eso no están de este lado del pasillo. Llego a la cocina y saludo a la del servicio.
- Hola señorita creí que nunca bajaría a comer ya me estaba preocupando.- Me dice se le ve la preocupación en su rostro.
- Disculpa no quería preocuparte solo me había quedado dormida.- le digo no es una mentira pero preferí dormir a bajar a comer..
Mientras me sirve la comida me dedico a detallar todo, me doy cuenta que de verdad hay muchos hombres por todas partes.
- ¿ Por que hay tantos hombres hoy?.- le pregunto mientras me llevo una cuchara de comida a la boca-
- debería saber señorita que siempre hay hombres por todos resguardando el lugar.
- pero es que en la parte de mi habitación no hay hombres y por toda la casa si.- le digo un poco confundida ante tal situación.
¿ Por que necesitarían tanta protección?
- No puedo responder a su pregunta señorita.
Bien. termino de comer callada y me quedo un rato sentada en la mesa, cuando veo al gato venir, me levanto de un salto al ver que venia a brincarme encima.
- Oye no se le tira encima a uno, me haces daño luego con tus grandes garras eh.- Le digo mientras le doy mimos al felino.
decido ir con el hasta el jardín para que vaya a jugar y yo pensar un rato, lo suelto y el se va. Me decido a caminar cuando lo veo hablando con un hombre así que decido solo quedarme en mi sitio y jugar con las flores.
- Hola linda que haces afuera, te he dicho que no salgas.- me dice serio pero lo ignoro.
- Bien no me quieres afuera pero tampoco quieres llevarme donde mis padres! Entonces ¿ Que hago aquí?. Por lo menos déjame ver el jardín y ya, tengo en claro que no me iré y tampoco quiero vivir encerrada en cuatro paredes.- Le digo molesta.
No me deja hacer nada ni tomar aire pero por que le sigo buscando la guerra, por que me hace perder la cabeza. No estoy sintiendo nada por el pero me saca de quicio no soy de las que se quedan encerradas por que si.
Mirarlo hacia que me pusiera nerviosa así que vuelvo a mirar hacia el camino del lago...
- Ni lo pienses linda. Para allá no va nadie y no se por que ese día te acercaste ahí ni como llegaste, pero no te quiero volver a ver ahí.
- Por lo menos dame algo con que distraerme.- Digo rendida y me voy en dirección a la casa, sin prestar mucha atención veo salir a dos hombres y una chica muy hermosa en dirección al jardín. Ella me queda viendo con cara de enfado mientras yo la ignoro y sigo mi camino.
Agarro el pasillo izquierdo en busca de Charlie es el único que me ayuda en momentos como este lo considero mi amigo pero se que no debo encariñarme no se hasta cuando estaré aquí.
veo varios hombres salir, y me dirijo al primer cuarto que veo, me quedo estática viendo cuanta cantidad de tecnología hay en esta habitación, sigo caminando en busca pero no lo veo
Cuándo por fin lo encuentro lo llamo y el me mira confundido. - Estuve un buen buscándote, quiero comer helado y pues no había nada en la cocina.- le dije sonriendo por mi petición de helados.
Por lo menos si iba adaptarme tenia que se de mi manera.
- Bien chiquitina yo buscare helados más tarde pero ahora estoy trabajando y si el jefe te ve aquí me meteré en problemas.-me dice mientras me va sacando a empujones.
Luego de un rato decido ir al jardín todos en la casa están trabajando y haciendo sus cosas Aveces me siento inútil aquí sola.
Decido caminar por el jardín en busca del gato enorme cuando de pronto lo veo dando órdenes y subiendo a uno de los autos para luego irse. Casi nunca lo veo tampoco entiendo para que me tiene aquí.
Decido ir a la cocina por un tarron de frutas y voy al jardín nuevamente, Me acerco al lago ya que no está el. No hay quien me impida estar aquí. Tomo asiento en la orilla del lago a comerme las fruta cuando de pronto veo al felino correr donde mi, le hago seña para que pare pero este no hizo caso.
Salimos rodando por el agua luego de haberse aventado hacia mi como si lo hubiera planeado gato inteligente.
Salgo molesta del agua regañando lo pero me ignora y sigue jugando, salgo de ahí y me dirijo a la habitación para cambiarme, frustrada me meto al baño y enciendo la ducha, salgo para quitarme la ropa empapada de agua y meterme a bañar.
Luego de un rato me tumbo a la cama, el no había llegado y Charlie no había aparecido aún con lo que le pedí. Decido tumbarme en la cama y dormir ya no me importa cenar, necesito descansar y dejar mi mente en paz por unas horas.
Me despierto de golpe al escuchar la puerta cerrarse de golpe.
El esta ahí de pie, mirándome... sin decir nada.
- ¿ Que haces aquí?.- le digo a regaña dientes por que seguramente es casi media noche y el viene ¿ borracho? No salió a trabajar?
Se acerca a mi y me levanto rápidamente de la cama y me acerco a la ventana mirándolo detallada mente todos sus movimientos hasta que por fin habla.
- No voy hacerte daño Clarisse, no tienes por que alejarte de mi.- me dice mientras busca mi mirada.
- Si no me vas hacer daño, si no vas hacer nada por que me tienes secuestrada. Yo necesito volver a mi casa.-le digo en un grito frustrada por esta situación.
- Mi nena cálmate pronto de devolveré a tus padres pero luego será tu decisión si te quieres ir o te quieres quedar conmigo.
Dicho eso hizo que mi piel se erizara. Por que estoy nerviosa a el decir eso, que bobería tan absurda.
- Entonces. Dime, ¿ Que hago aquí? Por que si no me dejas hacer nada, no me das con que distraerme, no me dejas que salga al jardín dime que mierda pretendes que haga. Ni siquiera se tu puto nombre.- le grito eso último con las lágrimas bajando por mi mejillas sacando así toda mi frustración.
- Soy Bruno Andreotti.
Dicho eso salió de la habitación sin más.
Me tumbo a la cama y sigo llorando, no puedo creer lo que acaba de pasar, no entiendo por que mis emociones varían frente de el. Ya no le tengo miedo, siento odio.
Lo odio tan solo pensar en el, no puedo creer que solo me dijera su nombre sin responderme ninguna pregunta sin darme una explicación simplemente se fue...
Tiro una almohada al otro lado y grito sacando toda esa rabia que llevo por dentro, me levanto de la cama y camino hasta la ventana y veo una sombra...
Intento volver a mirar pero esta desaparece y yo intento pensar que fue una mala pasada y me voy acostar, seguramente es algún guardia pienso
Vuelta tras vuelta no logro quedarme dormida, así que decido bajar por un poco de agua, bajo la escaleras y llego a la cocina, cuando de pronto escucho que algo se cae, y salto alarmada y buscando que fue.
Entonces empieza los disparos a donde yo estaba... grito.
Me agacho y salgo corriendo buscando la habitación de bruno, abro puerta tras puerta y ninguna es, frustrada empiezo a gritar su nombre ya que no conseguí su puerta.
Estaba muerta del miedo.
Otro intento y nada, siento que alguien me hala del cabello y caigo al suelo de espalda.
- quieta leona.-me dice el atacante tomándome aun por el cabello, donde esta todo el mundo, se supone que esta casa estaba llena de guardas. Donde estas bruno pienso en el y empiezo a llorar. Se que soy débil, esto no era mi vida, jamás imagine pasar por esto.
Deje de pensar cuando vi un jarrón de cerámica.
Lo siento eres muy lindo pero tengo que utilizarte.-pienso-
Cuando logro pegarle con el jarrón salgo corriendo en busca de alguien, donde mierda están todos.
Cuando de pronto escucho disparos, logro abrir una puerta y ahí estaba el. Asustado al verme, se levanta y me aparta mientras saca un arma y empieza a disparar como un loco.
Todo se volvió negro y caigo al suelo antes de que el logre atraparme.