Capítulo 6 6

Llegan varias sirvientas con unas bandejas de champán, pero necesito algo más fuerte para tragarme lo que está a punto de salir de mi garganta.

-Preferiría un whisky, porfavor Maricela- le digo.

-Claro que si Nathaly.

Minutos más tarde tengo un vaso de whisky en mis manos. Empino el vaso a mi boca, el líquido quemando mi garganta y llevándose la palabrería que le quiero decir a ese maldito de Cristián.

-Cuidado, preciosa, esta vez no te llevaré a tu casa si el whisky te gana- Me jode Danilo haciendo que su hermano mayor nos vea.

-Idiota- digo.

-Hola preciosa, mucho gusto soy Maria- Se presenta la señora que llegó con el mayor de los Black.

-Mucho gusto señora Maria- correspondo el saludo.

-Muy bonita tu novia mi niño- le dice a Danilo.

De mi garganta sale una sonora carcajada.

-No María, yo no soy novia de este tipo. Sería ponerme la soga al cuello.

-¡Buenas noches, Familia!- Dice una sonriente cristiana.

Me ve y hace una mueca.

-Evidentemente, no te lo decía a ti trepadora- Dice en mi dirección.

-No tranquila, hice como si no escuche que hablaste. Aún no me acostumbro que la basura tenga esa función.

Le digo y me alejo.

Minutos después anuncian que la cena ya está servida y vamos al gran comedor. Me siento a un lado de Rafael. Todos empiezan a comer menos yo, me siento nerviosa y no sé porqué mierdas.

-¿Tus labios son inyectados?- Me pregunta la amiga de cristiana. Yo me ahogo con la bebida y todos voltean verme esperando una respuesta.

-No- digo con obviedad.

-¿Y tus pechos son operados?- vuelve a preguntar, y la mirada de los hombres se posan en mis pechos.

-No. ¿Y tú estás operada?- Pregunto lo obvio. Rafael aprieta mi rodilla.

-Sí.

-Se nota- Digo y Danilo niega con una sonrisa.

-Cristián, Nathaly será tu secretaria y asistente personal en la empresa, Ella sabrá guiarte y decirte lo que no sepas- le dice su padre.

El Idiota no responde, y el papá voltea los ojos.

Después de cenar pasamos al salón, está calentito gracias a la chimenea. Escucho a la maldita de cristiana hablar mal de mí con la plástica. Mi celular suena con un mensaje de WhatsApp de Antonio. Decido no abrirlo, ya que todos me miran.

-Mucho gusto, Giovanni Rizandi- Se presenta un chico rubio, alto, Ojos marrones.

-El gusto es mío- extiendo mi mano y él da un casto beso en el dorso de esta.

-Tus ojos Son preciosos.

-Como toda yo.

Él me regala una hermosa sonrisa y asiente.

-Quiero mi mano de vuelta- Le digo, ya que aún la tiene unida a la suya.

-Claro.

El Mayor de los Black no quita su mirada de nosotros y yo giro en su dirección alzando la Copa. ¡Idiota!

En el salón hay una tensión horrible, sacó un cigarrillo bajo la mirada de todos y voy al jardín. Lo enciendo y siento con me voy relajando gracias a la nicotina.

-No te ves linda fumando- Dice una voz gruesa a mi espalda. Me enderezó.

-No me importa su opinión, Solo tomo en cuenta la de mis amigos o familia, Y usted no es la una ni la otra. Buenas Noches Sr. Black.

Hijo de puta, si pensaba que me iba a quedar con su mala respuesta hacia mí está equivocado. Me lanza una mirada de odio y yo le regalo una de mis mejores sonrisas. Voy hacia el salón para despedirme.

-Gracias por la cena queridos, nos vemos mañana en la empresa.

Me despido de todo menos de la Perra de cristiana y la plástica de su amiga. Ha mi mente llega la estúpida conversación que tenían donde yo era la protagonista y me hace que la sangre se me suba a la cabeza.

-Plástica no te acerques a la chimenea, Te puedes derretir.

Y sin más salgo del salón escuchando como Danilo y Rafael se ríen. Salgo de la mansión y abordó mi auto.