Al día siguiente, el aún seguía durmiendo, pero después de unos minutos fue despertado con un escandaloso golpe a su puerta. Con sus hermosos ojos medio abiertos John miro a todo su alrededor y se pudo dar cuenta que, no se encontraba en un lugar conocido.
-¡Diablos! -grito de repente.
Ayer había sido su boda con Yuliana Rojas, por la ocasión y la manera en la que decidió contraer nupcias, este decidió ponerse a beber, como si no existiera un mañana para el más. Luego después de unas varias copas dentro de él, ya no supo más de sí mismo hasta ahora que va despertando.
- ¡Diablos y más diablos! repitió constantemente.
No recordaba lo que había pasado la noche anterior, tampoco comprendía porque es que había amanecido con todo su cuerpo adolorido. Quiso hacer de lado su pensamiento y se levantó para recoger cada pieza de su ropa, era un traje de novio el que estaba tirado en el piso. Sin que él lo pidiera y sin permitirle terminar de vestirse por completo, de pronto alguien abrió la puerta y se dejaron entrar un par de tipos con cámaras, como si fueran periodistas, al lado de Saúl el hermano de su ahora esposa. John estaba asustado porque esas personas no dejaban de tomar fotos y quizás video. John de manera inconsciente se acercó a Saúl, pero este lo empujó con desprecio.
-¡John D! ¡Maldito infeliz! Apenas te casaste ayer con mi hermana ¿Y ya le has sido infiel? -grito Saúl histérico para luego golpear a John con fuerza.
John no se esperaba que su cuñado lo fuera a golpear, por lo que el golpe hizo que casi cayera al suelo por el impacto, aunque tambaleándose se sostuvo, y con una mano cubrió la parte del rostro en la que le habían pegado y grito ahora el con coraje
-¡Saúl! ¿Qué diablos te pasa? -el aún no comprendía lo que había o estaba sucediendo.
-La verdad cuñadito, te considero una mejor persona, no esperaba que fueras tan ruin, ahora me doy cuenta que simplemente fingías ser un buen hombre, de buenos principios y valores. Pero sin embargo eres todo lo contrario, ayer mi hermana después de la ceremonia te estuvo esperando en casa para preparar lo de su luna de miel y mientras tú, ¡no llegaste porque preferiste dormir en la cama de otra mujer! -dijo Saúl con una mueca en su rostro de rabia y desprecio -¿Te has dado cuenta de lo que has hecho? -repunto.
Unos minutos después de todo ese drama, el hombre le lanzó al rostro un paquete de fotos donde aparecía él y una mujer desconocida en la intimidad de sus actos.
John las miraba y las miraba, si poder dejar de hacerlo, pero el aún seguía incrédulo por lo que estaban viendo sus ojos.
Pero cómo es eso posible ¿Quién demonios es ella? -se preguntó para sí mismo.
Él estaba negado a creer que la mujer que aparecía a su lado, no fuera su esposa.
-Saúl, deja que te explique y se lo explique a ella -dijo John incorporando se derecho nuevamente en el piso. Pero en cuanto estaba a punto de comenzar su explicación, se quedó en silencio pues se dio cuenta que no tenía alguna, ya que ni él sabía lo que realmente había pasado.
-¡No quiero escuchar tus explicaciones baratas! Y mi hermana mucho menos -respondo Saúl en un tono demasiado disgustado y le lanzó a sus manos un folder con documentos previamente preparados firmarlos imbécil son los papeles de tu divorcio mi hermana no quiere saber de ti.
Sus palabras eran demasiado duras, y aunque él no amaba realmente a su hermana, si no que se había casado con ella para poder heredar una parte de la herencia de su tío abuelo, las palabras de su cuñado le dolían, pero aún más no poder hacer lo que le pedía, ya que él tenía que permanecer casado al menos seis meses para poder heredar o bien quedar viudo en el proceso, pero eso nadie lo sabía.
-John, ya deja ir a mi querida hermana, ella no te quiere volver a ver en su vida, ahora solo puede sentir odio y rencor hacia ti - dijo Saúl con un tono mejor que el anterior, intentando convencerlo, pero no podía disimular que le daba gusto la separación pues él nunca lo había aceptado como novio de su hermana, mucho menos como esposo.
-¡Saúl Rojas ¿Has sido tu quien me causo todo este escándalo para dejarme en mal con tu hermana? -grito John mientras corría hacia el para confrontarlo.
-¿Y qué piensas hacer? -lo detuvo en seco y lo empujo. -¡Será mejor que firmes ya cuñadito o más bien ex cuñado!
-La fuerza con que aparto Saúl a John fue tan brusca y violenta que hizo que ahora sí cayera al suelo, lo que provocó que le diera mucho coraje y sentimiento.
No importa lo tonto que pensará Raúl que era John, al ver esa urgencia de su cuñado por qué firmará, era obvio que él tenía que ver con lo que pasaba.
¡Tú no tienes madre! ¡Todo esto fue una maldita trampa de tu parte! -John lo decía en su cabeza.
-Lo siento cuñado, pero no puedo firmar y no quiero hacerlo -menciono John de manera clara y contundente, para luego romper el folder, así como se lo había entregado. Él no iba a permitir que su cuñado que tanto lo odiaba se saliera con la suya y más aún que lo perjudicará aún más con la entrega de su herencia que realmente eso era lo que más le podía, porque necesitaba es dinero para ayudar y apoyar a alguien más.
-¡Vaya! ¡Pensé que no tenías carácter! Que mi hermana se había casado con un simple sumiso -contesta Saúl en un tono burlón -si no firmas atente a las consecuencias, are que todos sepan la clase de hombre que eres, te are ver mal delante de todos por lo que le has hecho a mi hermana.
Mientras escuchaba sus palabras, él estaba pensativo.
De la noche a la mañana, la compañía de su padre se había venido abajo, por tal motivo su papá había muerto por un ataque al corazón que no resistió y su madre estaba en el hospital. Si ella se enteraba de que su hijo no podía ayudar a la familia ya que, así como se casó se tuvo que divorciar por calenturiento, su madre no lo soportaría y el moriría de tristeza por ser el responsable de su muerte -el se decía.
-Cuando reaccionó nuevamente, el puso su mirada fijamente en la de Raúl y comenzó a sonreír como tonto.
-Pensé que querías que tú única hermana fuera feliz al lado del hombre que ama, creí haber escuchado que dijiste hace un tiempo que yo era como su príncipe azul ¡Pero ahora comprendo que el que siempre fingió fuiste tú! -indico John.
-¡Te pido por favor te retires y te lleves a estas personas fuera de aquí!, Cómo viste rompí tus papeles y ahora pertenecen al cesto de basura, así que aquí no hay nada que firmar ni nada de qué hablar, porque no me interesa seguir escuchando lo que tú dices y tus estúpidas amenazas, por mi puedes hablar lo que quieras de mí, pero no me divorciare de tu hermana ¿Si Comprendiste?
-Eres un idiota, pero ahora por tus estupideces no estrenaras casa al lado de mi hermana y mucho menos mi familia pagará su viaje de recién casados, ahora todos los gastos corren por tu cuenta cuñadito -dijo respingando Saúl.
-No me interesa si no estreno casa o no tengo luna de miel, la interesada en eso era tu hermana así que a ella coméntale eso -contesto John sin importancia.
-Entonces ve por las cosas de mi hermana y tuyas que habían llevado a la nueva casa, no quiero nada ahí -de manera altanera le dijo Saúl.
-Eso no es necesario, mis cosas solo las puedes tirar, y si tu hermana no pasa por las suyas pues también las tiras, al final cera tu decisión -respondo John tocando su cabeza ya que le dolía.
Terminando de decir eso último, John se puso de pie, miro al espejo acomodando o intentando acomodar su ropa, para después empujar a las personas que estaban ahí y salir lo más pronto que pudiera.