-Solo te advierto pequeña rebelde, hemos cambiado de ciudad para empezar de cero se que la muerte de papa te dolió – me pongo para adelante para que me mirase y no siguiera.
-Mamá no sigas – eso la es más que suficiente para que supiera que no me estaba gustando esta conversación.
-¿Ahora donde vamos? – la digo para que no se pudiera triste por contestar así de seca.
-Ya te dije iremos a comer con ellos
-Mamá, ¿Por qué no me contaste que tenía un hijo? El cual acaba de salir de la cárcel – la última frase la digo agitando mis manos.
-Cuantas veces te he dicho que no puedes juzgar a una persona por su portada – la miro sin creerlo.
-Solo lo defiendes porque es el hijo de tu pareja – suelto más bajo pero me termina escuchando.
-¡SELENE!
El pequeño trayecto no fue muy largo, al salir vi como el novio de mi madre aparcaba a nuestro lado, mi madre quiso esperar hasta que bajaran para entrar en el restaurante.
-Hola de nuevo hermanita – me dice cuando pasa por mi lado, le enseño mi dedo del medio aunque me este dando la espalda.
-Imbécil, es hermanastra – digo aunque no me escuchase y si lo escucha me da igual.
Al entrar había un chico con una carpeta en su mano y un boli, quien hizo la reserva Mark, nos dejan paso tenían una mesa grande preparados para nosotros.
Me quería sentar con mi madre, pero ella me obligó a sentarme al lado de mi "hermanastro" esa palabra era tan grande para mi, todavía estaba dándole vueltas en mi cabeza como mi madre me había ocultado que tenía un hijo no lo quería asimilar.
-¿A que te dedicas Selene? – Mark es el que comienza la conversación después de hacer pedido todos, obvio yo le cogí arroz y ensalada, nada de carne no la como.
-Bueno estoy terminando de estudiar sicología – desde bien pequeña me a gustado poder saber lo que una persona piensa y dice a través de una mirada.
-Es una buena carrera y sin duda nada fácil – asiento cuando traen nuestra comida, me encojo en mi sitio noto la mirada de mi hermanastro y me incómoda.
-¿Cómo te ha ido en la cárcel Jasón? – mi madre habla, ¿a sí que el imbécil se llama Jasón?
-Mamá – la digo cuando veo que Jasón cambia a un gesto serio.
-Lo bueno es que ya es libre – habla el padre para romper el hielo.
A veces mi madre podría ser muy bocazas, pero no lo hacía con mala intención.
-Entró a la cárcel siendo inocente – Mark vuelve a hablar para dejarme claro, pero la sonrisa como si hubiera contado un chiste su padre me hace dudar.
Noto como pega a mi pie por debajo de la mesa, le miro fruncido el ceño pegándole una patada aún más fuerte haciendo que su rodilla chocase contra la mesa haciendo un ruido fuerte.
-¿Jasón están bien? – pregunta mi madre al escucharle soltar un quejido apretando su mandíbula.
-Sí tranquila – me mira por un momento, si las miradas matasen yo ya lo estaría.
¿A que vino la patada?
Comimos mientras que Mark hablaba de su trabajo y cosas que le habían pasado a los dos cuando salían por hay, nada interesante la verdad estaba apoyada en la mesa con mi codo mirando mi móvil.
-Aburrida hermanita – un mensaje llega a mi móvil de una amiga mía que vive aquí también.
-¿Estás hablando con tu novio? – le miro haciéndole una burla.
-A tí que te importa imbécil – vuelvo la vista a mi teléfono leyendo el mensaje.
Mensaje de Gordi 😘
Estoy tan contenta de que estés aquí , a ver si quedamos y salimos de fiesta como en el pasado
Mensaje de Selene
Te tengo que contar una cosa que te vas a quedar muerta, ¿quedamos esta tarde?
-¿Puedes dejar de mirarme? – le digo bloqueando el móvil.
-Yo también estoy sorprendido de tener una hermanita – miro a otra dirección intentando calmarme.
-No soy tu hermana, somos hermanastros es diferente o que pasa se te quemaron las dos neuronas que te quedaban en la cárcel
-No hables de lo que no sabes – me mira serio.
-Entonces no te metas en mis asuntos
-¿Siempre eres tan amargada? - ¡Me acaba de llamar amargada!
-¿Y tu tan imbécil?
Estaba apuntó de contestarme cuando mi madre interrumpió.
-Bueno chicos os tenemos que decir una cosa muy importante para nosotros - ¿Qué será lo siguiente que esta embarazada?
-Selene ellos vivirán con nosotras – que alguien me pellizque y que me diga que escuche mal o estoy soñando.
-¿Qué? Pero mamá...
-No Selene, esta decidido llevamos saliendo mucho tiempo y es una decisión que me costo tomar – me levanto de golpe cogiendo mi móvil saliendo del restaurante echando humos.
-¡SELENE! – escucho a mi madre llamarme pero paso.
-Vuelve aquí ahora mismo – mi madre intenta pararme al salir a la calle, pero empiezo a correr alejándome más rápido de aquel sitio.
¿Por qué a mi?
No, yo no podría tener un hermanastro y menos vivir con el.