La Vampira Alfa del Lobo
img img La Vampira Alfa del Lobo img Capítulo 7 ¿Vamos a pelearnos por Dilan
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Capítulo 9 Mi nombre es Dilan Martin img
Capítulo 10 Con él vuelo img
Capítulo 11 Sería capaz de hacerme matar en su nombre img
Capítulo 12 Era el demonio de aquella noche img
Capítulo 13 Tu amo ha llegado img
Capítulo 14 Por primera vez en mi vida sentía celos img
Capítulo 15 Tu eres una pervertida img
Capítulo 16 Me hubiera gustado enterarme de otra manera img
Capítulo 17 Todos somos humanos en un principio img
Capítulo 18 Tu casi novio Dilan img
Capítulo 19 ¿Yo, paz ¡si es que soy un verdadero caos! img
Capítulo 20 Rey de la Oscuridad img
Capítulo 21 Contigo hasta esto es romántico img
Capítulo 22 ¡Diferentes y enemigos! img
Capítulo 23 ¡Soy un vampiro, un maldito vampiro! img
Capítulo 24 Todo me lo hicieron ustedes img
Capítulo 25 La marca de la triqueta img
Capítulo 26 ¿Ya te dije que te quiero img
Capítulo 27 ...tres gotas de sangre img
Capítulo 28 ...te necesitará a ti más que a mí img
Capítulo 29 Anda cógelo, ábrelo, léelo y siéntete libre de vanagloriarte img
Capítulo 30 Con todas las letras img
Capítulo 31 ¿Es él img
Capítulo 32 Si tenía que morir, lo haría feliz. img
Capítulo 33 No seré capaz de dejarte ir img
Capítulo 34 ¡Supongo que fue un sí! img
Capítulo 35 Luz Esperanza img
Capítulo 36 Epílogo img
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Capítulo 7 ¿Vamos a pelearnos por Dilan

Narrador:

Luego de las discusiones con Aurora, Dilan había tomado el coche para marcharse. Inútiles fueron los intentos de ella, corriendo detrás para que se quedara o en su lugar la lleva con él. Entonces pasó el día sentada frente a la chimenea, sobre la alfombra y recostada al sofá

- Si la Señora no necesita nada más, me retiro

- Sara, te he dicho que me llames Aurora simplemente

- Lo siento Señora, se me hace muy difícil, si es que no le molesta me gustaría seguir llamándola así – Aurora recordó lo que le había contado Dilan de ella y asintió con la cabeza

- De acuerdo, llámame como te sientas más cómoda – y le sonrió – Tú que pareces conocer bien a Dilan, ¿tienes idea de a donde pudo ir?

- Pues no lo sé, Señora, él cuándo está enfadado troza leña, ya lo vio esta mañana, pero siempre está solo en la cabaña, ahora como está usted aquí supongo que esa no es una opción, por lo tanto debe haber ido a buscar de hacer algo diferente. Por ende desconozco donde pueda estar, espero sepa disculpar

- Descuida, Sara

- Ahora, si no necesita más nada, me retiro a descansar

- Ve tranquila, no necesito nada más. Que descanses

- Igualmente usted, Señora, si necesita algo me llama, y si me permite decirle algo

- Claro, dime

- Téngale paciencia, el Amo Dilan es un hombre que vale la pena, un poco terco y temperamental, pero vale la pena

- Lo sé, Sara, lo sé. Que descanses

- Buenas noches, Señora

Cuando Sara se marchó, Aurora cogió la manta y se envolvió en ella. Estaba agotada, esa semana había sido una semana por demás difícil para ella, en el Astillero había mucho trabajo, Caín comportándose un poco grosero con ella debido a sus celos y se había ido de viaje con las cosas un poco tirantes entre ellos. La llamada de Dilan y lo que le dijo, el secuestro y lo aterrador que fue. Y ahora estar aquí, sin saber bien que es lo que pasará ni que hacer. Los pensamientos se agolpaban en su mente al punto de hacer que su cabeza le doliera, se concentró en el fuego, mirar las llamas, en esa danza perfecta y sensual, con sus cambios de formas y de colores, siempre la había calmado. Y esta vez no sería la excepción, así que sus ojos se entrecerraron primero y luego se cerraron totalmente haciendo que cayera en un profundo sueño.

Dilan había regresado y se encontró con la imagen de Aurora acurrucada durmiendo sobre la alfombra. Se acercó sin hacer ruido para no despertarla, la cargó y la depositó sobre el sofá, cuando iba a retirarse, ella le cogió la mano por la muñeca

- ¿Te quedas conmigo, por favor? – musitó algo dormida

- ¡Claro, que sí, ven recuéstate!

Entonces Dilan se recostó en el sofá y ella se recostó encima de él, apoyando sus manos en el pecho del lobo. Él le dio un dulce beso en la cabeza. Por un largo rato, Dilan permaneció despierto, pero el cansancio también lo venció y cayó en un profundo sueño. Luego de un rato se despertó, la casa estaba en penumbras, lo único que la iluminaba era el hogar encendido y bien cargado de leña, cosa que le llamó poderosamente la atención y abrió del todo los ojos. A un costado, en un sillón individual, pudo ver una silueta sentada en él. Estiró la mano y encendió la luz de la mesa que tenía a un lado.

- ¡Caín!

Gritó en un sobresalto y se quitó a Aurora de encima de un empujón. Fue tan brusco y repentino que la joven terminó en el suelo

- Pero, que mier*da, Dilan, me has tirado al...

No pudo terminar la frase al observar a Caín en la habitación

- Por mí no se preocupen, hace un rato que los observo y debo reconocer que hacen una bella pareja

- ¡¿Qué clase de tontería es esa Caín?!

- Ninguna tontería, Dilan, realmente se los ve lindos durmiendo abrazados

- No es lo que crees, solo dormíamos

- Lo sé, no te digo que los observo hace un rato

Aurora, quien seguía sentada en el suelo, no daba crédito a lo que veían sus ojos. Luego de unos instantes se puso de pie, al igual que Caín

- ¡Caín, has venido! – y se abalanzó a sus brazos

- Por supuesto, cariño, ni bien Dilan me avisó emprendí el viaje hasta aquí

- No te imaginas lo que he pasado

- La verdad es que no, mi amor, ahora lo que importa es que estés bien

Caín no le quitaba los ojos de encima a Dilan. Entonces tomó la nuca de Aurora y, sin dejar de mirar al lobo, apoyó sus labios sobre los de la joven y se abrió paso en su boca con la lengua. Ella le correspondió el beso. Dilan sintió que se enloquecía y su primer instinto fue matarlo allí mismo, pero en lugar de eso dijo

- Prepararé algo de comer, seguro estarás hambriento con semejante viaje

Sin esperar respuesta ni decir más nada se dirigió a la cocina para hacer de cenar

- Fue una locura, tuve más miedo que la vez anterior

- Sí, me ha contado todo Dilan, al final fue buena idea dejarlo con vida después de todo - Ese comentario molestó mucho a Aurora

- No lo dejé vivo para que fuera mi niñera, esa se supone que debes ser tú, después de todo fuiste quien me convirtió y es tú responsabilidad velar por mi bienestar – le replicó demostrando su enfado

- Ok, me ha quedado más que en claro, te pido disculpa

- No me gusta ese tono irónico con el que me estás hablando

- ¿En serio Aurora, vamos a pelearnos por Dilan?

- No es por Dilan que peleamos...

- Buen me quedo más tranquilo que no es por mí – interrumpió el lobo y ambos lo quedaron mirando - vamos, vengan a cenar que se enfría

Durante la cena no hubo charla, solo intercambio de miradas, Dilan trataba de mantenerse cuerdo y al margen, después de todo era el usurpador. Caín, comía por inercia, ya que apetito era lo último que tenía. Aurora simplemente jugaba con la comida en el plato, ya que no probaba bocado, mientras observaba a los dos hombres.

La única vez que los había visto juntos fue la noche en que se supo todo y ella recobró la memoria, después de eso nunca más se había vuelto a juntar los tres en una misma habitación. Era raro, molesto y frustrante para ella. Al mirar a Caín, recordaba algunas cosas vividas con él, pero al mirar a Dilan, le sucedía lo mismo.

Antes de irse de su casa su vida era monótona y predecible. Pero al salir, y sobre todo al encontrarse con el vampiro, lo había cambiado todo.

- Dilan tiene razón, Aurora

- ¡¿Qué, me perdí de algo?! – respondió sorprendida

- Le he contado a Caín lo sucedido con lujo de detalla...

- ¿Con lujo de detalle?

- Bueno, sí, obvié algunas partes que no son relevantes – Dilan sabía muy bien a que se refería ella, y era a cuando estuvieron juntos en la cama, simulando la violación, y los besos que se dieron

- ¿Y en que lleva razón Dilan?, si me puedes explicar, Caín

- En que debes quedarte aquí, mientras todo se calma y nos aseguremos de que estás fuera de peligro

- ¿Nos quedaremos aquí por tiempo indefinido?

- Nos, no, se quedarán, o sea tu y Dilan, yo debo volver

- ¿Estoy entendiendo bien?, hace solo un par de días me montaste una escena de celos y ahora vas a dejarme aquí sola con él en medio de la nada – interrogó enfadada

- ¿Escena de celos? – preguntó curioso Dilan

- Sí, muerto de celos por ti, mi querido cachorrito – Dilan abrió muy grande los ojos

- No digas tonterías Aurora, ni estés contando nuestras cosas, no creo que a Dilan le importe nuestra intimidad

- No, claro que no me importa

- ¡Tú te callas! – dijeron ambos vampiros al unísono mirando a Dilan

- Ok, ¿saben qué?, me voy a dormir, los dejaré para que se aclaren. Aurora ustedes duerman en el dormitorio grande, yo lo haré en el pequeño, que está aquí abajo.

Sin decir nada más, Dilan se retiró y se encerró en el dormitorio. Aurora subió las escaleras corriendo y Caín la siguió

- ¿Es aquí, donde dormiremos?

- Dormirás tú, yo me iré a otro sitio Caín

- ¡Como guste señorita independiente!

Aurora dejó solo a Caín y bajó a sentarse en el sofá frente a la estufa. Estuvo allí por largo rato, no había señales de vida de ninguno de los dos hombres. Ahora más que nunca estaba confundida. Ambos estaban bajo el mismo techo y con ella. Miró en dirección al dormitorio de Dilan, tuvo el impulso de ir y meterse en su cama, pero por mucho que le gustara la idea, sabía que no le podía hacer eso a Caín, menos estando en la misma casa. De pronto apareció frente a ella, el vampiro, le extendió la mano y ella la tomó. Entonces la cogió en brazos y la llevó al dormitorio

- No sé qué es lo que sientes por Dilan, pero lo que sea te lo quitaré esta noche, porque voy a hacerte el amor como no te lo he hecho en este tiempo

Y así lo hizo

            
            

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