Capítulo 5 Rebeca

Y estoy acostado allí con los ojos cerrados, pensando en el huracán de hombre que encontré. Su rostro es guapo, una nariz afilada con una barba que me vuelve completamente loco. Esa barba en contacto con mi chochito me volvió loco y hasta un tatuaje que tenía el chico bueno, solo lo vi desnudo.

Me encanta la barba y el tatuaje.

¡Ay delicia!

¿Y esos bonitos ojos verdes?

Alto, complexión atlética y piel bronceada...

¡Un maldito hombre!

¿Y su gran polla?

Por cierto, me muero por besarlo de nuevo.

Dejo a un lado la pereza que estoy sintiendo y abro los ojos buscando el hermoso espécimen de un hombre, pero ya no estaba en la enorme cama.

Me levanto y voy a buscar al turco pervertido.

Llego a la habitación del hotel y él no está.

"¿A dónde fue el hombre?"

Mi corazón ya comenzó a entristecerse, ya que estaba casi seguro de que se fue a su país sin siquiera despedirse de mí. Después de la noche que pasamos, creo que merecía al menos eso de él o un hasta luego.

Tuvimos una noche magnífica y explosiva de pura lujuria.

No había razón para no decirme que ya se iba. Confieso que estaría muy triste y hasta desilusionado de que no me hubiera dicho ayer que no lo volvería a ver.

Nunca más en la vida...

Pensé que pasaría más tiempo en Río de Janeiro y preferiblemente conmigo.

¡Diablos, no debería haberme hecho esto!

Solo le falta decir, "vamos a joder ahora y nunca más, que mañana me voy..."

¡Ahora estoy aquí solo!

Volví a acostarme en la enorme cama sin él. No sé hasta qué hora se reservó esta habitación y como nadie ha venido a decirme qué hora es, sigo tirado allí, sintiendo su perfume amaderado mezclado con el olor de ese hombre.

Su maravilloso olor está por toda la habitación.

¡Jodido hombre caliente y fragante!

Su olor perduraba en la funda de la almohada sobre la que estaba acostado, simplemente acostado allí, porque el pervertido no creía que durmiera. Quiero decir, no puedo decirlo, porque estaba tan cansada que me quedé dormida rápidamente. Si no hubiera estado durmiendo, no sé cómo estaría o mejor si sería capaz de levantarme.

¡Esta funda de almohada tiene el delicioso olor de mi turco!

Vale, ¿de dónde saqué esta idea mía?

¡Rebecca, hija mía, nunca será tuyo!

¿Qué me está pasando?

yo, ¿eh?

¡Sal ahí fuera!

No quiero a ningún hombre, porque no quiero esta cosa del romance. Fue simplemente un polvo maravilloso que pronto olvidaré, pero antes de eso voy a buscar este perfume en todas las perfumerías de Brasil.

Me río de mis pensamientos.

Imagínese buscando un perfume del que ni siquiera sé el nombre, ¡solo puedo estar volviendo loco!

¿Qué carajo estoy pensando?

Fue solo una noche caliente de puro sexo, así que Rebeca, ¡detén el drama!

Fue maravilloso conmigo, comimos, bailamos y eso después de tener mucho sexo.

No entendí ni un poco de la música que puso, pero aun así estaba deliciosa. Fue genial verlo sonreír y puedo decir eso.

¡Y qué sonrisa!

En resumen, fue una noche inolvidable para mí. Fue mi mejor noche con un hombre y nunca había estado con alguien a quien le gustara tanto el sexo, al fin y al cabo, era incansable.

Me encantó cada embestida de esa magnífica polla.

Solo me decepcionó su partida, pero me proporcionó muchos momentos agradables.

Fue maravilloso que todo esto sucediera en una noche. Cuando salimos de Rio 40º, me empujó al baño de hombres y allí mismo me folló, haciéndome tener mi primer orgasmo de la noche y en el taxi pensé que Rahmi me iba a devorar con sus besos. Me avergonzaba del taxista, pero no me soltaba la boca.

Era muy travieso y le encantaba todo. Nunca olvidaré a ese turco que era pura tentación.

Noté que toda la habitación apestaba a sexo, había muchos polvos en cada rincón de esta habitación. Sé que lo extrañaré todo.

Oh, cómo desearía que hoy siguiera siendo ayer, cuando me estaba dando placer y llamándome la Perla Negra. Me pareció tan lindo que me llamara así, junto con los besos que me daba mojando mis bragas.

Pues el Santo de las Solteras podría poner a más hombres en el mundo como el turco que folla mucho.

¡Oh hombre caliente!

Me gusta estar soltera, no me gusta tener a nadie de pie hurgando en mi bolso. Yo me quedo con quien quiero y cuando quiero, luego cada uno se va por su lado y ya está. Espero seguir así, porque mi vida es perfecta así, teniendo buen sexo sin compromiso.

Buen sexo como el que tuve.

De hecho, tengo miedo porque no puedo dejar de pensar en Rahmi. Confieso que ya lo extraño.

¿Como eso es posible?

Ni siquiera lo conozco, pero no puedo dejar de pensar en él. Sé que en cuanto salga de este hotel no pensaré en él para nada.

Acabo de salir con una zorra y atrapé al bastardo con otra. Después de eso ya no tuve una relación seria con nadie.

Me envolví en la sábana y traté de quitarme ese recuerdo de la cabeza, pero no pude.

La trágica historia de mi ruptura con el pendejo de Adrián...

Fue malo, pero me alegro de que haya sucedido, si lo tuviera con él, todavía estaría recibiendo cuernos hasta el día de hoy. Llevábamos saliendo tres años y él vivía más en mi casa que en la suya. Conocí a sus padres y todo, hasta que un día fui a trabajar, solo llegué después de las diez de la noche y Adrián sabía bien la hora en que siempre regresaba, después de todo en todos estos años nunca llegué antes.

Entonces, en otro día cualquiera, era hora de ir a trabajar. Salí de la casa, le di un beso al cretino y le dije: "Adiós, amor". Fui al trabajo, tomé mi autobús que me deja muy cerca de la tienda, soy vendedora en una tienda de ropa y accesorios de mujer cara en Leblon.

Llegué al trabajo, me quedé un rato y de repente empecé a sentirme muy mal. No sé qué fue, tal vez fue la comida del almuerzo. Hablé con mi manager que es dulce, gracias a Dios, y me soltó.

Volví a casa, pero primero pasé por la farmacia y compré un analgésico. Como siempre tengo una botella de agua en mi bolso, tomé el medicamento mientras aún estaba en la farmacia y volví directamente a casa.

El insoportable dolor de cabeza estaba mejorando y las arcadas también habían desaparecido.

A las 3 pm llegué a casa, fui a tomar agua fría, luego me fui a mi cuarto a acostarme un rato. Estaba tan silencioso que pensé que Adrián se había ido.

Cuando abro la puerta de mi casa, mi novio está desnudo con una mujer desnuda, los dos abrazados y durmiendo.

Mi corazón se rompió en mil pedazos.

Como un novio puede llevar a otra a casa de su novia y aun así estar durmiendo en la cama que duerme con su novia.

¡Qué perro, piraña, cabrón!

Creo que a Camila no le caía bien Adrián porque siempre supo del carácter del bastardo. "Amiga, no sé cómo aguantas a este hombre", decía Camila. Realmente no sé por qué, todo lo que sé es que ella odiaba a Adrián. Y yo, tonta, dije: "¡Deja de molestar a mi novio, Camila, es lindo!" Realmente era muy guapo, moreno, musculoso, de ojos color miel.

Ahora sé por qué no sale de mi casa el sábado y el domingo. Seguía dándome toda la atención del mundo y pensé que era el hombre más ejemplar. Cuando amas a un hombre, piensas que fue realmente amor. Cuando nos gusta, no descubrimos los defectos o no queremos verlo. Salíamos más por las mañanas, antes de irme a trabajar, y los fines de semana, él venía a la casa para tener un poco más de tiempo. Sin embargo, cuando las chicas me invitaban a salir, él decía: "Oh, cariño, quédate aquí con tu amorcito, vete".

¿Cómo puedes fingir tan bien?

No me dejaba hacer lo que más me gusta, divertirme y bailar con mis amigos. Antes de que apareciera, mis amigos y yo siempre salíamos los fines de semana.

¿Cómo podía dejarme dominar por un hombre así?

¡Cruces, estaba ciego, solo puedes!

Fui a la cocina, abrí la nevera y saqué una jarra de agua helada. Debería haber hervido el agua antes de echársela a los dos. Me acerqué mucho al cretino, con el corazón roto o aliviado, no puedo decir, sentía tantos sentimientos que no sabría decir cuál destacaba.

¡El hombre que me decía que me amaba estaba durmiendo con otra persona en mi cama!

Les tiré el agua con fuerza a los dos y saltaron de la cama como un huracán. Mojé todo mi colchón, pero no me importó.

Adrián me miró como si hubiera visto un fantasma y la chica, que aún estaba desnuda, se quedó inmóvil como una estatua.

La estatua abrió la boca.

"Dijiste que esta casa era tuya y que vivías solo.

- ¡Cállate! dice el cretino. "¡Amor, esa loca que me persiguió!" Ella que entró en nuestra casa y terminó en nuestra cama desnuda. Ella vino sola.

"¡Maldito bastardo!" Crees que soy un idiota, ¿verdad? Oh, debe ser, ¿verdad? ¡Seguro que no es la primera vez que traes a una mujer a mi casa, sinvergüenza sin carácter! ¿Crees que mi casa es un motel? La novia idiota se va al trabajo y tú traes a tus putas aquí. Es gratis, ¿verdad? Mucho más barato que llevarlos a un motel.

"No es así, mi amor. ¡Te amo! Fue está loca la que me sedujo, la que me hizo traerla aquí. ¡¡Yo juro!!

Tuve que reírme de lo que escuché.

No pude soportar esta perorata, fui a la cocina, tomé un cuchillo y regresé con él en la mano. Odiaba a ese hombre frente a mí con todo mi corazón.

¿Cómo puede el amor convertirse en odio en cuestión de segundos?

"Te juro que dijo que vivía solo y me dio la dirección.

-¡Mentira, mi amor! No le creas.

Miré la cara del perro con tal odio que tuvo miedo, porque estaba poseído por tanta rabia.

"Mira, hijo de puta, no vuelvas a abrir esa maldita boca para llamarme amor, ¿me oyes?

Estaba tan enojado que podría matar al cretino allí mismo y la perra estaba temblando por todas partes.

"Señora, por favor déjeme ir. Juro que no sabía que este hombre tenía novia, me mintió.

Miré con una mirada de muerte a la cara de la chica y ella inmediatamente se calló.

"Debería haberte dejado sin pene, así que quería ver, maldita cosa, poner esa pequeña polla en alguna mujer".

¿Por qué me hizo esto?

Si ya no te gusto, simplemente rompe.

"¡Vete al infierno y sal de mi casa ahora!" Llévate a tu perra contigo. Apunté con el cuchillo a la chica desnuda.

Pero, amor, hablemos.

Este hombre solo podía estar deseando morir.

- ¡Háblame de la cara, cabrón, cretino! Olvida que existo.

No dejé que los desafortunados me vieran llorar.

Se fue para siempre de mi vida en ese instante. Tres años desperdiciados con un hombre que creo que nunca me amó de verdad. Dejé de hacer tanto por él. Ya no me divertía con mis amigos, porque Adrián quería que pasara todo el fin de semana con él.

¡Solo yo mismo para ser muy tonto y obedecer!

Solo salía con ellos de vez en cuando porque me decía: "Anda amor, sal con tus amigas y aquí estaré tranquila". Creo que cuando concertaba una cita con una mujer el fin de semana, me enviaba a tener la casa para él solo.

Lloré mucho por perder el tiempo con un hombre sin carácter. Lloré por ser estúpido durante tanto tiempo y no escuchar a mis amigos. Lloré, y lloré, y lloré.

No quise llamar a Leticia ni a Camila, porque me avisaron y no quise escuchar. Ellos que siempre han estado a mi lado, desde que nos conocimos y éramos inseparables.

Yo también solo lloré una noche, porque ese maldito niño no se merecía nada, especialmente ninguna lágrima derramada.

Después de esa relación fallida, no conseguí más novios, o, mejor dicho, no apareció ningún hombre que me gustara o que me conmoviera el corazón.