Capítulo 4 NUEVA YORK 4

HELLA

Rueda los ojos y lo veo dar media vuelta para irse, pero noto que camina un poco raro, cojeando.

-Dragon ¿te sucede algo en la pierna?-miro a Dasthan que se encoje de hombros-pasa algo

-No, son cosas tuyas.

Vuelve a caminar, pero esta vez normal y espero sea algo producto de mi imaginación.

-Que te vaya bien sueño-me da un beso Dasthan en la frente-te amo mucho.

-Busca a los lobos, no sé dónde está Fenrir-me preocupa, nunca se pierde tanto tiempo-vi a Atlas y a Anubis.

-Diviértete.

Fenrir es mi loba negra, Atlas es de Dragon y Anubis el lobo de Dasthan. Salgo de mi habitación sintiéndome fiera.

Mentón en alto, cabello suelto, tacones altos, vestido ajustado y actitud de perra alfa que vinimos a este mundo a gobernar. Me monto a mi auto para llegar al restaurante donde me espera Zeus Wolf, hermano de mi amiga Sade Wolf.

La conocí en la universidad, es un año mayor que yo y Zeus dos. Ambos herederos de Wolf Enterprise. Compañía dedicada a la fabricación, distribución y venta de autos. La mayoría de nuestros autos son comprados a esa compañía ya que su madre es una excelente diseñadora creando unas verdaderas maquinas.

-Estas muy bella Hella.

Me derrito, Zeus es un chocolatico de ojos claros imposibles de ignorar. Hombre corpulento de metro con ochenta, atractivo, caballeroso y muy encantador. Es un sueño de hombre, fue nombrado uno de los hombres mas influyentes en el mundo deportivo y económico por la revista Forbes.

-Tú también estas muy guapo-sonrió mostrándome su caballería blanca-gracias.

Le digo cuando me corre la silla para que me siente. Dejo mi bolsa a un lado y le sonrió cuando toma mi mano derecha para depositar un beso con ternura en mi dorso. Inicio a contarle un poco de mi día a dia, omitiendo el dia de hoy. La comida francesa me fascina y disfruto de un delicioso plato mientras lo escucho hablar de finanzas, ventas y el viaje del cual acaba de llegar.

Alzo la mirada reconociendo a un sujeto que se encuentra a espaldas de Zeus y le sonrió al hombre que tengo al frente el cual capta mi atención puesta en alguien más.

Lo he visto, sé que he visto a ese hombre en alguna parte, pero no logro saber quién es. Hay una pelirroja que me da la espalda y no logro reconocerla, pero a el no logro recordarlo.

-¿Pasa algo?

-Ese hombre detrás de ti, logras identificarlo.

Mira por encima de su hombro, y bebe de la copa de vino antes de contestarme.

-Si, es Johan Lemaire-caigo en cuenta-¿qué hará aquí?

-¿De los Lemaire que conocemos? -me lleno de curiosidad.

-Si esos mismos.

-Es raro.

-No tiene nada de malo, Nueva york es un país turístico y un belga puede venir aquí como cualquier otra persona.

No lo sé, algo me huele mal aquí y más la chica que lo acompaña. pareciera que hablaran algo muy importante, o algún secreto ya que el hombre se ve muy nervioso para empezar.

Los Lemaire es la quinta familia más poderosa del mundo, aunque a decir verdad creo que nuestro patrimonio es mucho mas grande que el suyo, aun así, goza de contactos que nosotros no y que yo quiero expandir. Soy un poco ambiciosa, pero no tengo la culpa, mi padre me enseñó a pensar en grande.

-Veras Hella que-suelta el aire-sabes que llevamos conociéndonos mucho tiempo y hemos sido amigos por casi tres años-asiento concentrándome en el momento que acelera los latidos de mi corazón-Dios, no se como pedirte esto.

-Solo dilo-no debe ser tan difícil.

-Yo no dejo de pensar en ti-me mira- siempre me has gustado y por ello quisiera saber si quieres ser mi novia.

Aprieta mi mano con suavidad y la verdad no se que decirle ya que no me gustaría comprometerme.

-Si te soy sincera Zeus, tu me gusta y mucho, pero no se si quiera estar en una relación cuando debo estar concentrada en mi empresa, apenas llevo unos meses y no quiero desenfocarme de mis metas.

Cumplir con las expectativas es un peso grande y no quiero equivocaciones y sé que estar en una relación puede llegar a ser un problema. En este momento solo quiero consolidarme, superando a mi padre. Vuelve a besar mi mano y yo miro a Lemaire que le habla algo alterado a esa mujer.

-Podríamos intentarlo Hella, yo solo quiero hacerte feliz y siento que respiro por ti.

La intensidad de sus palabras me recuerda la crueldad de aquel hombre para matar. No debería estar pensado en ese sujeto que restregó su erección contra mi abdomen bajo. Sin embargo, es imposible de olvidar tal acción y menos cuando provoco que mi sexo se apretara.

-Hagamos algo, piénsalo, yo puedo esperarte toda la vida-saca una cajita que me acelera las pulsaciones-pero no demores mucho, mira que soy un hombre muy atractivo que le llueven las mujeres.

Me hace reir.

-Sin embargo, aquí estas pidiéndome que sea tu novia pese a que te llueven las mujeres.

Abre la caja permitiéndome ver una pulsera que me saca una sonrisa porque me encanta los regalos. A diferencia de mi prima Cruell que no acepta regalos de otros que no seamos nosotros.

-Ninguna es como tu...

La pulsera de oro rodea mi muñeca y observo la letra H que tiene algún tipo de incrustaciones, pero claramente no es diamante. Aun así me gusta por no importa de que este hecho, si no la intención y aprecio estos detalles.

Zeus paga la cuenta, tomo mis pertenencias y miro por última vez al chico que se limpia la frente nervioso. Por estar mirando lo que no me importa choco con el hombro de alguien que me lleva dos pasos atrás.

-Disculpe no..

-Ten más cuidado-el tono de voz me hace mirarlo a la cara.

-No le hables así a mi novia...

Ruedo los ojos, se defenderme perfectamente bien, pero permito que cumpla con el rol de hombre protector. Sin embargo, miro al sujeto que se organiza el traje dedicándome una mirada de muerte.

Es muy atractivo, con un aire dañino, ojos azules, pero parece que no fuera humano, su piel es...no sé, parece un muñeco Kent, la seriedad y la frialdad de su mirada me da la impresión de no tener ningún tipo de emociones. Su aroma masculina me llega cuando pasa por mi lado dejando en el aire impregnado de su esencia.

-Ven vámonos-miro por encima de mi hombro. es apuesto, pero parece muerto.

-Hay mucha gente indelicada muñeca

-Menos mal tu no ingresas en ese rubro tan extenso-Zeus es muy educado, tierno y amable-por eso me caes bien.

-¿Solo bien? Porque me gustaría saber que hacer para subir de nivel.

Me hace reir.

-Por ahora vas por bien camino.

Salimos del restaurante, pero vine en mi auto por lo que me despido con un beso en la mejilla prometiéndole tener prontamente una respuesta. Si me gusta y mucho, pero prefiero que seamos amigos con derechos, explorar nuestros cuerpos sin tener ningún tipo de compromiso.

No se parece mucho a su hermana que es una loca desquiciada y no se puede juntar con Cruell, porque son unas ninfómanas desatadas. No soy santa, pero considero que tengo un poco mas de prudencia, al igual que mi prima Mala.

Llego a mi casa, mi loba nada que regresa preocupándome y mis hermanos están durmiendo por lo que ingreso a mi habitación demasiado cansada. Este día fue una completa locura y decido dormir ya que mañana tengo la reunión con el polaco en donde tengo si o si que cerrar ese negocio.

Hago mi cuidado para la piel en la noche antes de acostarme y renovada salgo del baño notando mi bolso en la cama por lo que lo tomo caminando a mi armario. Mi ropero gigante, prácticamente una pieza dentro de otra, donde tengo todo perfectamente organizado y no puede faltar un espacio exclusivamente para los bolsos.

Debo desocuparlo y meto mi mano sacando mis pañitos húmedos, cartera, crema de manos, pero mis manos tocan algo plateado que no recuerdo tener y cuando lo saco me quedo impactada con lo que yace en mi mano.

Los ojos me arden cuando recuerdo las palabras de ese hombre que buscaba desesperadamente algo y yo...el cuerpo me tiembla porque es imposible que yo lo tenga, no se cómo llego esto a mí, pero lo cierto es que tengo en mis manos la capsula.