"Trabajo para tu padre en las oficinas de Smith Group. Por favor sube al auto", respondió George con determinación y con una sonrisa amigable.
John se volvió hacia sus amigos y se despidió de ellos para posteriormente abordar el Lexus negro que estaba esperándolo.
Una vez que el chico se subió al auto, George cerró la puerta trasera, se subió al asiento del conductor y encendió el vehículo.
"No sabía que papá tenía un Lexus de este color. ¿Es nuevo?", preguntó John con una expresión de asombro en el rostro, ya que como cualquier otro adolescente se sentía muy atraído por los automóviles lujosos.
"No. Este es mi auto de uso personal, pero me siento más cómodo conduciendo mi propio auto que el de alguien más", respondió George para no alarmar a su sobrino.
"¡Oh! Ya veo", respondió John escuetamente.
"Tu padre me ha contado que los fines de semana tomas clases de tiro, ¿es eso cierto?", dijo George para iniciar una charla con su sobrino y poder conocerlo más.
"Sí. Estoy preparándome para una competencia que tendré el próximo mes".
"¡Guau! Eso suena muy interesante. ¿Te gustaría ir a un campo de tiro? Cuando yo era joven también tenía ese pasatiempo. Quizás en estos momentos esté un poco oxidado, pero me gustaría volver a probar suerte".
"Pero, ¿no tiene que regresar a trabajar? No me gustaría que mi padre se enojará con usted. Por cierto, ¿cómo se llama?".
"Lo siento. Olvidé decirte mi nombre. Me llamo George", respondió el hombre con una sonrisa avergonzada.
"¿George? No recuerdo escuchar a mi padre hablar acerca de usted".
"Quizás porque trabajé diez años en las oficinas de Nueva York y hace unos meses fui transferido a las oficinas de San Antonio. Pero no me hables de usted. Por favor llámame por mi nombre", respondió George, quien antes de buscar a su sobrino se había dado a la tarea de averiguar todo sobre Smith Group, su hermano y su familia.
"Comprendo, George".
"Entonces, ¿qué dices? ¿Te gustaría ir a un campo de tiro?".
"¿Por qué no?", respondió el chico encogiéndose de hombros.
Mientras tanto en la residencia de la familia Smith:
"¡Señora Aura! ¡Señora Aura!", gritó el chófer de John mientras entraba corriendo a la casa, presa del pánico.
"¿Qué sucede?", preguntó la mujer con una expresión hosca mientras iba bajando las escaleras.
"¡Su hijo desapareció!", respondió el chófer, quien estaba al borde de un colapso nervioso al solo pensar en el castigo que recibiría de Joseph.
"¿Cómo que John desapareció? ¿No fuiste por él al colegio?", preguntó Aura, aún sin comprender lo que estaba sucediendo.
Con voz temblorosa, el chófer respondió: "Fui como de costumbre a recoger a su hijo al colegio, pero cuando llegué sus amigos me informaron que se había ido con un hombre al que nunca antes habían visto, a bordo de un Lexus negro".
"¿Un Lexus negro? Llama a Joseph de inmediato y ponlo al tanto de todo lo que acabas de contarme. Yo mientras tanto llamaré a la policía", ordenó la mujer con los ojos llenos de lágrimas.
En un campo de tiro a las afueras de San Antonio, Texas:
"¡Guau, John! Estoy muy orgullosos de ti. Seguramente ganarás esa competencia", dijo George después de ver que su sobrino había dado nueve veces en el blanco sobre diez tiros.
"¿Orgulloso?", preguntó John desconcertado.
"¡Claro! En Smith Group somos como una familia, ¿o no?".
George fue lo suficientemente sagaz para no despertar las sospechas de John, sin embargo, moría de ganas por confesarle que él era su tío y darle un abrazo.
"Ya está haciéndose tarde y debo regresar a casa".
"Claro. ¡Vámonos!".
Aproximadamente veinte minutos después el Lexus negro se detuvo frente a la mansión de la familia Smith.
"Ya llegamos...", dijo George esbozando una sonrisa melancólica, pues hubiera deseado pasar más tiempo con su sobrino.
"Muchas gracias, George. Espero que padre no te regañe por regresar tan tarde a la oficina", dijo John mientras descendía del vehículo.
"¡No lo creo! Ese viejo gruñón no es tan malo como parece", respondió George con una sonrisa pícara.
Después de decir adiós con la mano a su tío, John se dio la media vuelta y caminó hacia la puerta de su casa, pero antes de que pudiera entrar, George gritó:
"¡John, espera!".
"¿Qué sucede? ", preguntó el chico visiblemente desconcertado al tiempo que caminaba de regreso al auto.
"Toma. Este es mi número de teléfono. Llámame cuando necesites algo", dijo George extendiendo una mano para dar a su sobrino un trozo de papel donde había escrito su número telefónico.
"¡Gracias!", respondió John e, inmediatamente después entró en su casa.
Cuando el chico entró en la sala de estar encontró a su madre hablando por teléfono envuelta en llanto.
"Madre, ¿qué sucede? ¿Por qué lloras?", preguntó John al tiempo que abrazaba a su madre y secaba sus lágrimas.
Cuando Aura se dio la media vuelta y vio a su hijo caminando hacia ella, el teléfono se resbaló de su mano y se estrelló contra el piso de mármol blanco.
Al verlo sano y salvo sintió que el alma le volvía al cuerpo.
"John, ¿dónde estabas? Tu chófer fue por ti al colegio, pero tus amigos le dijeron que te habías ido con un hombre desconocido a bordo de una auto negro", dijo la mujer aún sollozando.
"¿Dices que mi chófer fue por mi al colegio? Pero, ¿no estaba enfermo como George me dijo?", preguntó John con una expresión de confusión en el rostro.
"¿George...?", preguntó la mujer con una expresión de asombro.
En las oficinas de Smith Group:
Joseph se encontraba sentado en su escritorio hablando por teléfono con la policía cuando Thomas, su asistente, entró e informó:
"¡Jefe, jefe! El chófer de su hijo acaba de llamar para informarme que su hijo ya está en casa".
Después de colgar el teléfono, Joseph preguntó: "¿Qué fue exactamente lo que sucedió con ese chico? No me digas que se fue por ahí de vago con sus amigos".
"Según me contó el chófer de su hijo, un hombre misterioso de nombre George fue por el al colegio, lo llevó a un campo de tiro y después lo llevó a su casa. Afortunadamente el joven John está sano y salvo", informó Thomas al señor Smith.
"¿George...?", preguntó Joseph con una expresión de horror en la mirada.