➡Mar Gállego⬅
Muerte.
Según Wikipedia, la muerte se refiere a deceso, defunción, fallecimiento, entre otros. Muerte, qué gran palabra, pero hablar de la muerte no es un buen tema para empezar esta historia.
Está bien, empecemos con el pie derecho. Mi nombre es Mar. Sí, Mar, como el océano. Ya sabes, ese que es de color azul y grande. Sí, ese.
Vivo con mis dos hermanas: Sky, que es la mayor de todas, con veinte años, y Summer, la menor, de quince. Y sin dejar atrás a mi madre, Lucía, y a Lucas. Lucas es nuestro pug, una ternurita.
Te estarás preguntando por mi padre. Bueno, desde ahí empieza esta historia. Todo comienza con una cena familiar el viernes por la noche, comiendo comida china y viendo películas como si nada malo fuera a pasar. Pero por algo del mundo, decidimos irnos a dormir más temprano de lo habitual.
Al siguiente día, por la mañana, me levanto de la cama, tarde como siempre, y noto que tengo una cara de mierda. Salgo de mi cuarto y paso frente al resto de habitaciones, entonces me doy cuenta de que todos ya están despiertos. Bajo a desayunar y veo que mamá está limpiando la casa y Lucas está echado frente al sofá con la pansa arriba. Se ve muy tierno así.
Me dirijo hacia la cocina.
-Buenos días, Mamá - digo, dando un gran bostezo.
Ella me dirige una mirada agradable.
-Buenos días, hija. Si tienes hambre, coge cereal y leche -dice, señalándome dónde están las cosas.
-¿Dónde están los demás? -pregunto, sirviéndome el desayuno.
-Sky y Summer salieron a comprar unas cosas y tu papá se fue muy temprano. Tenía unos asuntos que resolver. -Mamá sigue haciendo lo suyo y yo agarro mi tazón de cereal y me siento en la mesa.
Termino de comer y me voy a bañar. Cuando salgo del baño, luego de una larga y agradable ducha, noto que mis hermanas ya han llegado a casa con muchas cosas y me apresuro a cambiarme para ir a ver que han traído. Desciendo al primer piso y las veo sentadas en el sofá con sus teléfonos . Mamá les está sirviendo la comida y Lucas está... bueno, siendo Lucas.
-Te bañaste, wow. Es sorprendente, algo pasará hoy -dice Sky con una sonrisa en su rostro.
La miro, entrecerrando mis ojos.
-Ti biñisti, wiw. Is sirprindinti, ilgui pisirí hiy -la imito y nos echamos a reír.
Observo que han traído pizza; mis ojos brillan al ver a mi madre servirla. Ella ya ha acabado de agarrar su parte. Agarra su teléfono y hace una llamada. Veo una cara de confusión en su rostro.
-¿Pasa algo? -digo, mirándola seriamente.
-Trato de hablarle a tu padre desde hace horas y no me responde -dice mamá con tono de preocupación.
Sky se levanta del sofá y se dirige hacia nosotras.
-Summer y yo lo vimos cuando andábamos de compras. De seguro sigue resolviendo algo en la oficina o está en alguna junta y por eso no te responde.
Cuando Sky dice eso, veo como la preocupación de mamá se va de su rostro y llega esa sensación de tranquilidad.
-Tienes razón, lo dejaré trabajar. -Cuando mamá termina esa frase, Summer da un brinco del sofá, quitándose los auriculares.
-Bien, ¿cuando comemos? -pregunta Summer.
- Apoyo la noción -digo con mucha alegría.
-Yo igual -dice Sky, de última. Mamá deja salir una carcajada seguido de una típica mirada de madre.
-Ustedes no van a cambiar. Venga, vamos a comer. -Mamá hace un ademán para que vayamos a la mesa.-
Estamos sentadas en la sala, con la barriga super llena, esperando a que papá llegue. Es sábado de películas y él siempre las escoge.
Papá se ha ido durante todo el día, ya es muy tarde y ahora sí que no podemos calmar a mamá, que ha llamado como loca a toda la familia para ver si saben dónde está. Cada llamada que ella hace resulta en un fracaso, pues nadie sabe dónde está papá. No es que mi madre sea tóxica o algo posesiva, simplemente papá no suele desaparecer así.
En realidad, es él el que nos acosa cada cinco minutos y se preocupa cuando no contestamos sus llamadas. Una vez, se había ido la electricidad en casa y él andaba de viaje. Al no responderle se preocupó y llamó a la policía. Fue todo un escándalo esa noche, por eso es extraño que no conteste.
Summer está parada al lado de la ventana y deja salir un grito.
-¡Papá llegó! -Al oír esas palabras, el rostro de mamá se calma un poco. Se asoma a la ventana y ve que el auto no es el mismo.
Es el mejor amigo de papá, el tío Carlo. Él toca el timbre y noto preocupación en el rostro de todas: el tío Carlo nunca nos visita, y si lo hace es en fechas especiales.
El tío Carlo y papá se criaron juntos, pero no son hermanos de sangre.
Mamá no dice nada y Sky, siendo la mayor, decide romper el silencio que hay en la sala.
-Iré a abrir. -Sky abre la puerta y el tío Carlo entra corriendo a la casa con su traje lleno de sangre. Al ver la sangre, mil escenarios vinieron a mi mente. Mamá ve al tío Carlo y el tío Carlo no dice nada, solo está parado ahí. Me canso de esperar lo que vaya a decir.
-¿Tío? ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes sangre en tu traje? ¿Has visto a papá? -El tío Carlo nos mira a las cuatro y las lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas. Pasa un rato llorando y yo no sé qué hacer, estoy congelada ¿Qué hago? ¿Lo abrazo? ¿Qué habrá pasado?
Después de haberlo calmado, el tío Carlo decide hablar y cuando las primeras palabras salen de su boca, me doy cuenta de que lo que había empezado como un gran día ha terminado siendo una mierda.
-Lucía, niñas, Anthony está muerto. Estábamos cerrando un trato cuando él recibió una llamada -su voz se quiebra -, así que decidió alejarse para no molestar. Entonces notó que estaban asaltando a una mujer y trató de ayudarla, pero el criminal le disparó con un arma y la mujer se cayó, golpeando su cabeza con una roca -nos explica mientras llora
-. Traté de ayudarlo, pero no resistió. Lo siento, Lucía, lo siento. No pude salvarlo. No pude hacerlo. No pu-pude hacer nada.
Las palabras de tío Carlo son como si nos estuviesen cortando a la mitad. Todas reaccionamos a la noticia de diferente forma.
Mamá pone una de sus manos sobre su boca y la otra presionando su estómago y yo noto que le duele. Es obvio, ¿cómo reaccionarías al darte cuenta que tu primer amor ha sido asesinado sin piedad? Las lágrimas de mamá caen por sus mejillas, llegando al suelo consecutivamente.
Sky, al oír todo, solo se deja caer. Unas cuantas lágrimas ruedan por su rostro y Lucas intenta consolarla.
Summer reacciona más brutal. No puede creer la noticia. Empieza a romper todo a la vez que le grita al tío Carlo:
-¡Papá no está muerto! -Summer lo toma de la camisa -. ¡No él! ¡Tú estás mintiendo!¡Dime dónde está papá! ¡Papá no murió, no él! -Summer se quiebra en llanto.
Me levanto del sofá donde estaba llorando en silencio, tratando de asimilar todo y recordando cada segundo que pasamos juntos. El día de hoy no pude darle un beso, o unos buenos días, no lo vi por última vez.
-Summer, cálmate -digo, acercándome a Summer para calmarla.
-¡No él, no él, no él! -Abrazo a Summer y ella se deja caer. Yo la acompaño. Abrazadas en el suelo, ella me sujeta y se acurruca en mis brazos, llorando desconsoladamente.
«¿Y ahora qué?»
Esas palabras recorren mi cabeza una y otra vez. ¿Qué será de nosotras ahora? Papá murió, mi Padre ha muerto. ¡Mierda, mi papá está muerto y no pude decirle adiós! No me despedí de él, no dije adiós.